* Presidenta Xiomara Castro autoriza a docentes cubanos trabajar en Honduras cuando en el país existen cientos de docentes capacitados y muchos, desempleados
**Especialistas cubanos trabajarán en Honduras tres años para elaborar un nuevo diseño curricular educativo cuyos alcances son insospechados.
***Expertos señalan los riesgos que enfrentaría Honduras al consolidar una “alianza educativa” con el régimen cubano.
Sharon Ardon / Expediente Público
Un convenio de colaboración educativo firmado entre Honduras y Cuba, permitirá la exportación e implementación de un modelo educativo extranjero en ese país que, según la opinión de expertos hondureños y cubanos, ha sido uno de los principales instrumentos de control y legitimación del régimen cubano.
Dicho convenio estipula que Cuba enviará a profesionales de la educación para que junto a las autoridades del Gobierno elaboren un nuevo diseño curricular que cambie por completo el modelo educativo.
Son 126 profesionales cubanos lo que serían enviados, aunque el convenio no establece a partir de cuándo llegarán a Honduras.
“De igual forma, se contará con la presencia de tres (3) asesores de la República de Cuba, para trabajar de manera conjunta en el proceso de Refundación del Sistema Educativo Nacional de Honduras, desde la perspectiva curricular”, reza el convenio.
Esto ha generado una diversidad de opiniones entre los docentes que poco han escuchado del plan que se pretende instaurar en el país y del cual no se les tomó en cuenta.
El historiador y docente de origen cubano, Leonardo Fernández entrevistado por Expediente Público, calificó al modelo educativo de Cuba como “fracasado”, impuesto y que no da lugar a la creatividad tanto del alumno como del docente y que, a su vez, está basado en una “hiper ideologización”.
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¿Qué dicta el convenio?
Expediente Público accedió al convenio entre la Secretaría de Educación hondureña y el Ministerio de Educación de Cuba firmado en Tegucigalpa, la capital de Honduras el 21 de octubre del 2022.
Dicho documento explica que con esta colaboración se promoverá y fortalecerá el diálogo y el intercambio de experiencias de los educadores de la región con el objetivo de “impulsar el desarrollo social y consolidar un ideario pedagógico latinoamericano y caribeño común”.
Además, destaca que el objetivo es “reducir el índice de analfabetismo hasta menos de un 4% en la República de Honduras mediante el programa Nacional de Alfabetización “José Manuel Arguijo” con la implementación de la metodología “Yo sí puedo” y “Yo sí puedo seguir” para jóvenes y adultos que permitan un mejor desarrollo humano”.
La vigencia del convenio será de tres años y el mismo, “podrá ser prorrogado previo acuerdo entre las partes mediante notificación escrita a través de los canales diplomáticos”, comunica el documento.
Ministros de Xiomara Castro no responden
Los resultados de la Encuesta Permanente de Hogares de Propósitos Múltiples, EPHPM, de octubre 2021, indican que el 12.0% para las personas de 15 años y más no saben leer ni escribir en Honduras.
El analfabetismo continúa siendo mayor en la población del área rural con un 18.9% frente a un 6.8% en el área urbana. Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) la población hondureña son 9,681,743.
Expediente Público solicitó una entrevista de manera formal con el viceministro de la Secretaría de Educación, Edwin Hernández para que ampliará más respecto a esta relación entre Honduras y Cuba.
Durante una semana explicó que daría la entrevista, pero luego delegó a la viceministra Carol Paz bajo el argumento de que ella era la persona idónea para brindar la información requerida.
Posteriormente, secretarios de la viceministra Paz, aseguraron que la funcionaria no estaba brindando entrevistas a los medios y dijeron que quien podría hablar sería el ministro Daniel Esponda, con quien también se hizo una solicitud, pero indicaron que su agenda estaba “complicadita”.
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Esclavitud moderna en Cuba
Según el historiador Fernández, debería ser “denunciado” que Cuba use este tipo de cooperación, como una esclavitud disfrazada. El régimen de la isla envía brigadas médicas y educativas a diferentes países, en calidad de supuesto apoyo y colaboración.
Bajo esa fachada de colaboración existe una estrategia económica en la que someten a profesionales cubanos a la esclavitud del régimen mientras logran influencia política en esos países.
Expediente Publico ha realizado diversas investigaciones acerca de este tráfico de profesionales legalizado y normalizado tanto por el régimen cubano como también de los países que firman estos convenios a sabiendas de que conlleva la consolidación de la influencia cubana en estos países.
En enero de 2022, las organizaciones no gubernamentales Prisoners Defenders, Civil Rights Defenders y el Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL), revelaron ante el Parlamento Europeo las violaciones de los derechos humanos de médicos y otros profesionales cubanos al ser enviados a misiones internacionales.
Estas organizaciones reunieron testimonios de profesionales cubanos en el exterior que han sido sometidos a graves injusticias, persecución, esclavitud, amenazas, violencia, acoso y hasta separación familiar.
Régimen de Cuba se queda con salario
Se estima que desde 1963 la isla ha exportado a diferentes países de África, América Latina y el Caribe, a más de 605 mil “colaboradores”. Según la entonces eurodiputada Dita Charanzová, más del 80% del dinero que se les paga a los profesionales cubanos, acaba en manos del régimen de Cuba.
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“El Estado cubano se queda con una gran parte (del dinero) y eso ha sido denunciado en organizaciones internacionales como formas de trabajo esclavo modernas, o sea, el gobierno cubano por poner un ejemplo, en muchos casos paga el 20% y se queda con un 80 por ciento” de los salarios, relató Fernández.
Por lo que Fernández infiere que, Honduras al tener conocimiento de esta situación en Cuba, “está legitimando formas de trabajo indigno”.
Por su parte, el doctor en ciencias políticas y en sociología de origen mexicano, Carlos Barrachina Lisón analizó a Expediente Público que “son una especie de esclavos del sistema comunista” que, a su criterio, consiste en “mandar una serie de profesionales a los que no se les paga bien, los destinan a lugares complicados y que no tienen los medios para poder desempeñarse”.
Campaña propagandista
Barrachina Lisón analizó la poca información que gira en torno al convenio educativo entre Honduras y Cuba, y expresó a Expediente Público que, hasta el momento percibe que tiene “un carácter más propagandístico que de fondo”.
«De momento, lo que se ve es que es un anuncio propagandístico, pero tendrá que verse más adelante a ver si se concreta, no se concreta y cuáles son las reacciones de los actores implicados”, reiteró.
Para Barrachina, el que se trate de una política de cooperación educativa que trata de impulsar un cambio del modelo educativo hondureño, “no solamente es una cuestión de buenas voluntades o de lemas”, sino que se debe realizar un amplio diagnóstico, pues a su consideración, el cambio de un sistema educativo “es algo profundo y muy importante”.
Necesidad de consenso
Por lo tanto, el doctor sugiere que se dé un consenso entre los diferentes sectores de la sociedad. “Una política de este tipo debe ser consensuada con la población, sobre todo si quieres ser progresista. Si se quiere hacer una educación para el pueblo, debe de consensuarse con el pueblo, no imponerse desde arriba”, puntualizó.
“Como lo dijo Winston Churchill allá con la Segunda Guerra Mundial, que la guerra era tan importante que no debía estar en manos solo de los generales, sino que tenía que participar toda la sociedad. Pues igual en el sistema educativo los padres de familia, las comunidades las fuerzas vivas de las comunidades todos deben participar en desarrollar el currículo”, dijo a Expediente Público Carlos Héctor Sabillón aludiendo a la necesidad de un diálogo entorno a este convenio.
Sabillón aconsejó no tratar de imponer este modelo, porque de ser así, tendrían reacciones “y va a haber oposición y no se van a lograr los objetivos que como sociedad queremos, así que para que sea exitoso ese proyecto, tenemos que participar todos los sectores en la formulación de ese plan”, remarcó.
Educación de Cuba no es lo que parece
Fernández, relató cómo le sacó algunas sonrisas la propaganda que hace el gobierno de Honduras para endulzar el oído de los hondureños referente al sistema educativo de Cuba que se pretende exportar en el país.
Concretamente en la propaganda que está circulando el gobierno de Honduras refiriendo que la educación en Cuba es universal, inclusiva, participativa, laica y científica, fueron desmentidas una por una por el docente cubano, el cual concluyó que el sistema educativo de ese país es un modelo fracasado que ha demostrado “ser uno de los principales instrumentos de control y de legitimación del régimen comunista”.
“La mejor muestra de cómo no ha funcionado el sistema, son las altas tasas migratorias que hay en el país, la cantidad preocupante de presos políticos en Cuba (..) entonces exportar un sistema fracasado, en lugar de apuntar a la concordia, en lugar de apuntar a los consensos ciudadanos, a la construcción de ciudadanía, lo que va a apuntar es a la deconstrucción ciudadana y del tejido social”, detalló.
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Riesgos de crear alianzas con Cuba
El historiador cubano argumenta que el trasfondo de esta alianza podría ser “porque se están buscando modos de recaudar fondos para el gobierno cubano que está en una crisis total”.
Fernández, quien palpó la realidad educativa de Cuba de primera mano y que fue desterrado por su propio país precisamente por «su defensa a la libertad de cátedra”, advirtió lo peligroso que es hacer alianzas con un Gobierno que lo que está tratando de hacer es buscar las formas de control social.
“Hay que tener mucho cuidado porque las alianzas con La Habana siempre son muy peligrosas”, dijo.
Agregó que “esto es muy peligroso para la convivencia democrática porque un cambio social debe ser desde el consenso, desde el respeto al otro y en Cuba eso no lo hemos visto, en Cuba lo que hemos visto es académicos y ciudadanos expulsados, desterrados del país”.
Opiniones de docentes hondureños
Otros docentes entrevistados por Expediente Público coinciden en que el sistema educativo hondureño se encuentra en crisis desde antes de la pandemia y esta la agudizó más. Por lo tanto, la colaboración de los profesionales cubanos es para unos, una ayuda oportuna y para otros, una idea descabellada.
El profesor hondureño Pedro Pablo Cárcamo, quien se desempeñó por 37 años trabajando en escuelas públicas y actualmente goza de su jubilación, recordó a Expediente Público cómo Honduras siempre ha tenido asesoramiento de extranjeros en materia de educación, por lo que les da la bienvenida a los profesionales cubanos.
Cárcamo expresó que “necesitamos actualizar el currículo nacional a la estación de cada departamento del país, no podemos estar con los mismos planes de hace 50 o 100 años. Tenemos que cambiar la metodología de enseñanza y los planes educativos”.
Docentes hondureños capacitados
En contraste, una maestra de educación primaria que solicitó no ser nombrada para evitar futuras represalias, manifestó lo descabellado que resulta que traigan profesionales extranjeros cuando en el país los docentes hondureños están capacitados para realizar la misma labor y hasta “se pelean por obtener una plaza de trabajo”.
“No necesitamos que vengan los cubanos, ni los colombianos, ni chilenos. Nosotros tenemos suficientes profesionales aquí que pueden hacerlo perfectamente si les dan las herramientas, el tiempo y el dinero”, refirió.
En Honduras, según el Sistema de Administración de Recursos Humanos Docentes (SIARHD), hay un total de 74,846 docentes hondureños, los cuales laboran en los diferentes centros educativos del país, pero muchos de ellos sin una plaza permanente.
Martha Julia Bertrand, docente de educación primaria y quien labora sin una plaza fija en una escuela de la capital, manifestó que “no considera justo que vengan docentes de otros países a querer ocupar el lugar que muchos estamos esperando aquí”.
“Me imagino que le van a pagar a los docentes que vienen de allá habiendo aquí tantos maestros capacitados “, exteriorizó. A su vez recomendó priorizar la educación en cuanto a la infraestructura, “ya que muchas veces los niños no tienen ni donde sentarse”, y también pidió el abastecimiento de material didáctico que en la mayoría de veces corre por cuenta de los docentes.
Hasta el momento, no se logró obtener información de cuánto será el presupuesto destinado para este proyecto que se hará entre especialistas hondureños y cubanos.
Realidades distintas
Dennis Cáceres, director de Educación de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) consideró que Honduras se puede beneficiar de la experiencia de Cuba, no obstante, expresó a Expediente Público que se debe tener presente y dejar bien claro las diferencias que enmarcan las realidades de los países.
“La realidad cultural de los hondureños es muy diferente a la realidad cultural e histórica de Cuba. Para poder instalar este modelo (Cuba) pasa por una revolución, podríamos decir conflictos armados y Honduras no los ha vivido, no ha vivido esa revolución y no ha vivido los conflictos armados para poder armar un buen modelo educativo”, manifestó.
Como resultado de esto, Cáceres teme que se “cree un nuevo diseño curricular orientado a la realidad cubana y no a la realidad hondureña”. Asimismo, alertó que este proyecto “sea dirigido por los intereses de los profesionales cubanos y no por los profesionales hondureños”.