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El tránsito de Evo Morales del populismo a la ilegitimidad

I Parte

El académico y consultor Gerardo Berthin es especialista en el campo de políticas públicas, democracia y gobernabilidad, con una trayectoria que incluye el trabajo con una gran variedad de organizaciones internacionales en la ex Europa del Este y América Latina, él rebate algunos mitos sobre la renuncia de Evo Morales y su salida a México, tras el fraude electoral del 20 de octubre 2019, particularmente porque considera que aunque efectivamente, los comicios pasados, fueron la gota que derramó el vaso, el desgaste del ahora exmandatario ha sido paulatino e inició en 2016 con la pérdida del referendo para su reelección y el enfriamiento de la economía.

Nacido en Bolivia pero ciudadano estadounidense desde hace más de 35 años, ha trabajado en Nicaragua como asesor principal de la oficina regional de Naciones Unidas para temas de gobernabilidad y con diversas iniciativas de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo (USAID), a mediados de la década del 2000, hacen de Berthin uno de los pocos expertos que pueden en este momento reconocer coincidencias y discrepancias en las crisis del país andino y la nación centroamericana, ambas reconocidas entre los abanderados del socialismo del siglo XXI.

En 2006 Evo Morales toma el poder, mientras Daniel Ortega lo hace en 2007, ¿pensaba que la democracia retrocedía o avanzaba porque estos movimientos llegaban por la vía electoral?

En el caso de Bolivia, Evo Morales llega al poder como resultado de una crisis política profunda, debido a que el sistema de partidos políticos tradicionales colapsa. Y colapsa, además, con violencia con la llamada “guerra del gas” en 2003, cuando la población se volcó en contra de un plan gubernamental para la exportación del combustible a través de Chile y que derivó en la caída del gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada en octubre 2003, donde murieron más de medio centenar de personas. Ante la renuncia del presidente electo, sube al poder el vicepresidente Carlos Mesa, quien fue el candidato de Comunidad Ciudadana en 2019, Morales era en ese tiempo el principal líder cocalero de Chimoré (en el departamento occidental de Cochabamba), ciudad desde donde salió a México (a asilarse en noviembre de 2019).

Al igual que pasó ahora con Morales, en junio del 2005 ante la imposibilidad de contener las cada vez más intensas protestas callejeras, el presidente de Bolivia, Carlos Mesa, presentó su renuncia al cargo tras 20 meses de Gobierno. Era la segunda vez que Mesa presentaba su renuncia. En marzo del 2005, el Congreso la rechazó y Mesa tuvo que seguir adelante. Debido a las presiones sociales, los presidentes de las cámaras de senadores y diputados, Hormando Vaca Díez y Mario Cossío, que de acuerdo a la constitución eran los designados a reemplazar a Mesa, también tuvieron que renunciar. Así, el próximo en línea constitucionalmente para asumir el poder era el jefe de la Corte Suprema de Justicia, Eduardo Rodríguez Veltzé, quien asume la presidencia el 9 de junio del 2005 y, le dan la tarea de llamar a elecciones, al igual que lo están haciendo ahora. Debido a ese vacío de poder y a que los partidos políticos tradicionales en Bolivia, incluyendo el Movimiento Nacionalista Revolucionario, estaban en crisis, Morales logra ganar las elecciones de diciembre del 2005 con 53% del voto popular.

Que ganara un indígena que había tenido una base defendiendo a los cocaleros, fue un hito histórico desde la visión de un país que se autodetermina como mayoritariamente indígena. De una u otra forma fue visto como positivo. En el caso de Nicaragua también ocurrió algún tipo de quiebre en el sistema de partidos que permitió que nuevamente llegara Ortega como un presidente en el 2007 en el contexto de no ser elegido por una mayoría del 50 por ciento más uno, en ese entonces en Nicaragua había un sistema donde tenías que ganar con una cierta diferencia del segundo o si no había una segunda vuelta. La oposición estaba dividida, por eso Ortega tenía ventaja.

Creo que en la región se vio con mucho mejores ojos la subida de Morales que el retorno de Ortega porque como expresidente de Nicaragua y líder de la oposición sandinista ya tenía ciertos antecedentes y la gente sabía básicamente un poco por dónde iría la cosa. En el caso de Morales no se sabía cómo iba a gobernar y le acompañaba como vicepresidente Álvaro García Linera, un intelectual político de izquierda que no era indígena y que comulgaba con la teoría clásica marxista. Morales formó lo que en su momento fue un gobierno de conciliación, aunque no duró mucho.

Me acuerdo que a Morales y su equipo, se les paró el pelo a poco de tomar posesión del Gobierno, porque se esperaba hacer una reforma constitucional que refuerce las autonomías departamentales como parte del proceso de descentralización política del Estado y como respuesta institucional a la aguda crisis política e intensa conflictividad social que persistía.  En el tapete se barajaba la opción de una constitución federal.  Bolivia es un país bastante regionalizado, con culturas y tradiciones definidas en base a las regiones. El 2 de julio del 2006 se llevó a cabo un referéndum, haciendo la pregunta si estaban de acuerdo en el marco de la unidad nacional, en dar a la Asamblea Constituyente el mandato vinculante para establecer un régimen de autonomía departamental, aplicable inmediatamente después de la promulgación de la nueva Constitución Política del Estado.  El No obtuvo más de la mitad de los votos válidos del cómputo nacional alcanzando el 57.5%, mientras que el Sí venció en cuatro (Tarija, Pando, Beni y Santa Cruz) de las nueve circunscripciones departamentales definiendo un escenario complejo y de donde empieza a formarse la percepción de “las dos Bolivia.” De ahí que sale una constitución más unitaria que federal, y más plurinacional, de ahí nace el nuevo nombre de Estado Plurinacional de Bolivia. En la nueva constitución, se reconoce a las naciones y pueblos indígena originario campesinos y se permite ejercer sus funciones jurisdiccionales y de competencia a través de sus autoridades, y aplicación de sus principios, valores culturales, normas y procedimientos propios.

¿Qué similitudes y diferencias ve entre lo que fue el gobierno de Morales y el actual gobierno de Ortega?

Morales respeta inicialmente las instituciones. Bolivia había sido de estos pocos países de tradición revolucionaria, hubo una revolución nacionalista en 1952, pero que al mismo tiempo había formado instituciones democráticas. Las fuerzas armadas habían dejado de jugar un papel importante a partir del año 1982, pero el talón de Aquiles siempre fue la economía. Morales empezó a poner obviamente un énfasis en la economía extractiva; en la producción de hidrocarburos y minerales.

En cambio, la gente ve a Ortega más como un caudillo, y a través del tiempo de un par de caudillos ante la aparición y creciente influencia de la señora (Rosario Murillo).  En el caso de Evo, Bolivia tenía un presidente indígena por primera vez, aunque Carlos Mesa, que es también un historiador, recuenta que a principio de la república hubo un par de presidentes que tenían sangre indígena.

En términos de cosas comunes entre Nicaragua y Bolivia está la duración de los regímenes, en Bolivia es uno de los más largos de su historia y también de Sudamérica y lo otro es que hay una lenta pero sistemática cooptación de instituciones democráticas, en particular los tribunales de elecciones y las cortes de justicia. Hay una similitud muy importante en ambos casos porque Evo Morales no debía pasar de dos términos y luego extiende esto con una reforma constitucional.

Creo que la relación declina en ambos lugares con las clases medias emergentes y en parte debido a la expansión económica y en particular dos grupos importantes, que creo son los que marcan la comparación para Nicaragua y Bolivia, como son los jóvenes y las mujeres. Si ves quiénes iniciaron los movimientos y motines en esta última etapa de Evo, han sido principalmente jóvenes y mujeres.

En el caso boliviano, por más o menos 2 o 3 años, la economía de hidrocarburos tiene un boom, llegó a crecer hasta 6% y 7% en promedio por un par de años. Y en el caso Nicaragua el boom fue de otra naturaleza, pero también creció hasta cierto punto y eso también generó la emergencia de sectores medios que tenían otro tipo de expectativas.

Gráfico Crecimiento porcentual del PIB y del PIB per cápita comparado de Nicaragua y Bolivia entre 2006 y 2018, según cifras del Banco Mundial.

Entre los elementos más comunes, uno de ellos es la adhesión al socialismo del siglo XXI, pero a la vez hay solidez en ambas economías. ¿Qué influencia tuvo Hugo Chávez y el petróleo venezolano?

Sí creo que es interesante el rol que tuvo Chávez en ambos países, pero del lado Bolivia fue más una cosa sentimental por el tema de Simón Bolívar, refleja el sueño bolivariano, a Chávez siempre le gustaba llamar indio a Morales por lo que representaba, una revolución desde abajo. En Bolivia, aunque se trata de un país pobre, los indicadores mostraban crecimiento económico, es rico en recursos naturales, en este caso, ocurrió una transición de la economía minera a la economía de hidrocarburos, no solamente de gas natural. también gasolina, petróleo y cualquier otro derivado. En el caso de Nicaragua se trata más bien de un país más dependiente del apoyo de Venezuela, por eso Chávez tuvo una relación mucho más económica con ese país.

¿Cómo fue la relación con los empresarios, hubo alguna alianza como la que existió en Nicaragua a través de un modelo de coexistencia público-privado y transaccional?

De Bolivia puedes hablar básicamente de enclaves regionales empresariales, es muy distinto estar en el departamento del Beni que en Santa Cruz, aunque colindan, o los departamentos de Beni y La Paz, aunque también colindan.

Los grandes empresarios bolivianos tienen vínculo con la minería, hidrocarburos y la agroindustria. Pero también se ha activado importantes sectores en industrias de alimentos y bebidas, la construcción, transporte, comunicación y comercio. Si bien el departamento de La Paz históricamente ha   sido el motor económico junto a otros departamentos en el occidente como Oruro y Potosí, en la última década, el departamento de Santa Cruz en el oriente boliviano se ha constituido en la primera región del país en desarrollo, inversión, exportación, población y muchos otros aspectos. Su sostenido y alto crecimiento económico, por encima del promedio nacional, y su contribución al Producto Interno Bruto (PIB) de Bolivia, hacen de este departamento el más importante del país.  Por decirte una comparación, en Nicaragua el poder económico me imagino que sigue siendo Managua con algunos brotes en Granada y en León, imagínate mover la estructura de poder económico al otro lado, irte al norte o el Atlántico. Eso trae migración, poder económico e identidad. Esto en Bolivia generó una relación interesante entre Morales, en los 14 anos de gobierno, y el empresariado, de mutuo interés, aunque con diferencias ideológicas.

Otra importante diferencia con Nicaragua con respecto a la relación con el empresariado es que, desde antes de Morales, hay un proceso lento pero seguro en Bolivia hacia los gobiernos locales y la urbanización.  Los gobiernos locales (departamentales y municipales) tienen sus propios recursos para financiar sus presupuestos anuales. Por ejemplo, obtienen regalías por la explotación de recursos naturales como hidrocarburos, minerales; recursos del Fondo Compensatorio Departamental para compensar a los departamentos cuyas regalías por habitante están por debajo del promedio nacional; y coparticipación del Impuesto Especial a los Hidrocarburos y derivados (IEDH): Es el impuesto a la importación y comercialización, en el mercado interno, de hidrocarburos y sus derivados. En menor medida, los impuestos departamentales, y el recaudo por los gobiernos departamentales por la venta de bienes, servicios, tasas, patentes y otros.  El crecimiento económico trajo nuevas demandas y oportunidades en los territorios. Además, por debajo de esa estructura más formal y particularmente en todos los lugares donde hay poblaciones indígenas existe reconocimiento a sus espacios de decisión económica y poder, lo cual genera un sistema de organización política y económica mucho más complejo, pero ya mostrando tendencias claras hacia nuevos epicentros económicos. Y de hecho, las elites económicas se centran en Santa Cruz, y eso explica por qué el bastión del cambio ocurre ahí y no en La Paz, en Santa Cruz esta Luis Fernando Camacho, un joven líder presidente del Comité Pro-Santa Cruz, un conglomerado de entidades empresariales, vecinales y laborales que emerge en el contexto de los intereses de las élites que tienen poder económico.

Una de las principales razones por las cuales Evo Morales es presionado se debe a que La Paz y el occidente ya no controlan la economía.  Si bien debido a la creciente migración desde 1950, el oriente acoge a poblaciones indígenas occidentales (aimaras o quechuas) del occidente, sino son más al estilo de Paraguay, donde los pueblos guaraní y tapietes por solo nombrar dos, tienen presencia histórica y cultural en el oriente boliviano.  En esa zona el punto referencial empresarial no es Venezuela, no es Rusia, es Estados Unidos. En ese sentido la élite boliviana es bastante rica en términos de recursos y es autosustentable, de tal forma que, si se cortara de una u otra forma la relación física y política con La Paz, Santa Cruz puede sobrevivir por sí misma como un país autónomo propio, y podría acoger a la llamada media luna o la “otra Bolivia,” la denominación política informal de una zona ubicada en el oriente del país. La Media Luna está integrada por los departamentos de Tarija, Santa Cruz, Beni y Pando.

¿Creó Evo Morales su propia élite económica?

Una base importante es la milicia o militancia del MAS (Movimiento al Socialismo), no porque tienen el dinero que tienen los cruceños, sino porque antes de Evo eran una milicia campesina obrera, una población campesina que ahora básicamente recibe algún tipo de salario regular. No quiero disminuir el impacto que tuvo el gobierno de Morales en la distribución de la riqueza, pero el piso era tan bajo en términos económicos que si tenías un dólar para vivir al día y después de Evo te encuentras que tienes 10 dólares, eso es importante para las economías campesinas y urbanas pobres. Aún más, durante la gestión de Morales el Estado se convierte en un importante empleador y creador de relaciones clientelares con la militancia del MAS.  También hay una cierta vinculación de las élites masitas (por las siglas del partido de Morales que se llama MAS) que aprovecha del poder político para beneficiarse económicamente.  Un informe de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito presentado en agosto de 2019 muestra que en Bolivia la producción de la coca ilegal no necesariamente ha decrecido, se ha mantenido, aunque existe otro uso derivativo de la hoja de coca en Bolivia para consumo interno, hay evidencia que se produce cocaína en menores niveles que el Perú y Colombia y, aunque no hay estudios con evidencia concreta más allá de reportes que son más testimoniales, de arreglos informales entre narcotráfico y el Gobierno, y de aprensiones de narcotraficantes particularmente en Brasil y Paraguay,  la supuesta relación del narcotráfico con el gobierno boliviano es aún poco analizada. En todo caso, hay acciones que levantan suspicacias, personas específicas que están conectada con algunos carteles, pero no hay amplia evidencia del rol del narcotráfico y los carteles.

Fuente: UNODC

Hablaste de las élites masistas, ¿quiénes son?

Su base fundamental está en Cochabamba donde Evo era líder de los cocaleros, aunque en los 14 años se expandió a otros lugares geográficos en Bolivia. La base es rural, pero también fuerte en ciudades como El Alto, La Paz, Oruro y Potosí, aunque es una base diferenciada. El masista de Cochabamba es muy distinto al de la ciudad de El Alto o el norte de Potosí u Oruro que son áreas históricamente mineras que desde el 2012 han estado sufriendo el vaivén de precios de mercados internacionales y los menores volúmenes exportados.   Pero hay algo que los une.  Morales crea una serie de bonos de asistencia gubernamental (Juancito Pinto, Juana Azurduy y Renta Dignidad como ejemplos) orientados a distintos sectores (jóvenes, adultos, mujeres); crea pequeñas empresas estatales, poco eficientes y vulnerables a la corrupción, pero instaladas en lugares rurales apartados; y apoya al tejido de organizaciones indígenas que expresan las reivindicaciones de la población y, parcialmente reemplazan el tejido institucional del estado en el área rural y pequeñas poblaciones. Todo esto si bien no puede tener un valor económico, tiene un valor simbólico y óptico de que se está haciendo algo por el pueblo. Los programas del gobierno de Morales como “Bolivia cambia y Evo cumple” son iniciativas de alto impacto político no así económico. La entrega de obras visibles (teleférico), carreteras e infraestructura social, proyecta la preocupación por los más pobres y transformación socioeconómica del país.  De ahí se explica en parte por qué el masista es políticamente leal al Gobierno, pero también estás los grupos de choque, son los que están militarizados, los que tienen la dinamita y gasolina, los que atacaron casas y buses. En el referéndum de febrero del 2016, esa tendencia está reflejada en que 3 de 9 departamentos votan apoyar la reelección de Evo (La Paz, Oruro, y Cochabamba)

La moneda de atracción por Evo es, por un lado el empoderamiento a través de programas sociales y del Estado, y por el otro, el factor étnico, que es una moneda que puede ser utilizada para argumentar que sin Evo el pueblo no será protegido y será discriminado y volverán a lo que eran antes, cuando había racismo, él utiliza esto, porque se trata de un factor cultural, por eso entre ellos están los grupos que se apropian de la wiphala, la bandera de varios colores que representa a todos los pueblos indígenas en Sudamérica, también están los Ponchos Rojos (la milicia aymara) que son una retaguardia militar informal que se está dispuesta a defender a Evo incluso con actos violentos. .

Para mantener la lealtad ofrece bonos, oportunidades económicas, empleo en el Estado, algún tipo de licitaciones y también otra forma de cooptación visual en la construcción de estadios, carreteras, aeropuertos, este tipo de cosas para hacer el efecto visual, aunque en realidad siguen siendo pobres en el contexto sudamericano. Bolivia sigue siendo el país más pobre de América del Sur, aunque se manejan estadísticas de progreso, en realidad son relativas.

¿Qué elementos explican la renuncia de Evo Morales, se trató efectivamente de la falta de apoyo del Ejército?

En el contexto de enmarcar esto como una pelea ideológica entre la izquierda y derecha se ha perdido la perspectiva de lo que realmente fue lo que causó la salida de Morales.  Creo va mucho más atrás de esta elección o lo que sería equivocado explicar su salida a partir del evento del 10 de noviembre en que el jefe del Ejército Williams Kalimán sugiere la renuncia de Morales para evitar mayor violencia e inestabilidad. La salida de Evo se va construyendo ya desde el 2016 cuando decidieron unilateralmente cambiar la constitución para otorgar su tercer mandato, a pesar de que la mayoría de bolivianos votaron que no querían la reelección. Inclusive, lograron convencer a la Corte Suprema y la Corte Constitucional que reelegirse es un derecho humano del presidente. Para seguir siendo legítimo con sus bases, Morales llama a un referéndum para preguntar si puede correr para otras elecciones, y la mayoría de las personas dijeron no. Continuó y lo hizo desmintiendo la legitimidad de la consulta y a partir de eso su propia legitimidad se fue debilitando.

Otro tema bastante interesante es que a medida que pasaban los años, Morales empieza a tener relaciones con un sinnúmero de actores inéditos en el contexto boliviano, no solamente la Venezuela de Chávez y después la de Nicolás Maduro, pero también Vladimir Putin de Rusia, y la China que inclusive financia un proyecto satelital para Bolivia, Irán, Corea del Norte y Cuba. Y eso no coincide con los sentimientos de la mayoría de los bolivianos.

Otro factor que explica la salida de Morales es el económico, se da el agotamiento del modelo de los hidrocarburos, la época de las grandes obras visuales como el teleférico, las carreteras o satélites, estadios, etcétera, dejo sabor a poco en oportunidades económicas, pero al final, la calidad del crecimiento no abasteció porque realmente la gente quería ver otro tipo de cosas, mejor educación, salud, mejores perspectivas de trabajo.

Lo otro es que el boliviano ha sufrido por muchos años y conoce muy bien los sistemas autócratas y autoritarios, empezó a ver en Morales posturas de limitar ciertas libertades como la de expresión, reunión y de protesta. Si bien las estadísticas muestran que ha habido una reducción de la pobreza esta reducción es relativa, en la medida en que la gente seguía sintiéndose vulnerable, no veían el futuro más allá de una estabilidad frágil, que era más simbólica que real.

La gente dice no en el referendo y Morales ignora los resultados y decide presentarse a las elecciones utilizando la interpretación de que era su derecho humano y los clavos que cierran su ataúd es el fraude documentado ampliamente por la OEA.

Todo lo anterior implica una pérdida de apoyo de la Policía y las Fuerzas Armadas que ven la situación caótica como un factor desestabilizador y vieron su autoridad de hacer cumplir las leyes comprometida con la autoridad de las milicias del MAS. Hay anécdotas que señalan que masistas llegaban en camiones a las protestas a arrestar a los opositores ante la presencia de policías, que eran los que estaban ahí para garantizar el orden.

Un elemento distintivo del régimen de Ortega y que de hecho explica su supervivencia luego de las protestas ciudadanas iniciadas en abril 2018 es la cooptación de la Policía y el Ejército. ¿Qué sucedió con Evo Morales, cómo se explicó esta relación? El presupuesto de seguridad sube de 150 millones de dólares a 600 millones en 10 años. ¿Hubo una política de cooptación al ejército y la policía, aunque también está el conflicto con Chile por el mar?

Bolivia tiene el trauma histórico de la Guerra del Pacífico con Chile (1879-1884) y el incremento sostenido del gasto en defensa de Bolivia en los últimos años debe explicarse más por el conflicto limítrofe con Chile que por una estrategia abierta de captura política y partidaria del ejército boliviano. Allí tenemos una gran diferencia con Nicaragua, porque no habría dudas que la policia y el ejército nicaraguense están completamente supeditados a Ortega. En el caso de Bolivia, uno de dos eventos que más ocasionó disgusto general contra Evo Morales, antes de las elecciones de 2019, fue el caso del acceso al mar en La Haya (el diferendo limítrofe con Chile en la Corte Internacional de Justicia), dos años después del referéndum de febrero de 2016. Esto generó expectativa, se decía que Evo iba a traer el mar a Bolivia de regreso. El 23 de marzo de 2011, Evo Morales anunció que había tomado una decisión histórica. El presidente de Bolivia, en pleno aniversario de la pérdida de la salida al mar de Bolivia, dio la noticia de que llevaría a Chile ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ).  El 2018, con Morales todavía al mando de Bolivia, se cerró el juicio y no terminó como Morales le habría gustado ya que había generado altas expectativas en la población, y muchos lo criticaron por usar este tema para ganar puntos políticos. El 1 de octubre del 2018, los jueces de la CIJ decidieron rechazar la demanda boliviana que planteaba que Chile estaba obligado a negociar una salida marítima con soberanía. Tanta había sido la expectativa, que la gente estaba celebrando en las plazas antes de escuchar el fallo, y cuando se dio a conocer el fallo fue un balde de agua fría para todos los bolivianos, pero más para el Gobierno.

(El otro evento fue) dos meses antes de las elecciones de 2019 durante los incendios del Amazonas, donde básicamente se descubrió que el Gobierno quería utilizarlo para generar propaganda política, presentar cómo que ellos lideraban el combate a ese desastre. Por ejemplo, se está incendiando básicamente una parte del Amazonas, van al bosque antes de que los bomberos apaguen el incendio para tomarse fotos, inclusive ponerse los trajes de los bomberos y que les filmen los medios (varios cooptados), para presentar a Morales como hombre del pueblo que estaba con los bomberos. Eso causó mucha molestia en varios sectores de la opinión pública boliviana porque entre la juventud el tema del medio ambiente ha emergido como un asunto importante y se creó la percepción que el gobierno de Evo estaba no solo siendo ineficiente en dar respuestas efectivas; sino también populista. Un asunto que también tuvo similitud a lo sucedido en Nicaragua con la Reserva Indio Maíz, y el Canal Interoceánico que querían financiar los chinos

El rol de las Fuerzas Armadas en Bolivia no se entiende sin Chile, ellos manejan cierta independencia, y se le acusó a los chilenos que estaban utilizando ilegalmente las aguas del río Silala, que corre entre los dos países. Bolivia argumentaba que el Silala es un manantial que fluye a Chile por canales artificiales construidos en 1908, por lo que exige una compensación económica al gobierno chileno.  El argumento es que el Silala nace en territorio boliviano y culmina en el océano Pacífico y atraviesa territorios chilenos y por ende Bolivia ha pedido el pago compensatorio por el uso de sus aguas En junio del 2016, 4 meses después del referéndum por la reelección, l gobierno chileno de Michelle Bachelet presentó una demanda ante La Haya para aclarar la disputa por la fuente.  La demanda de Chile se sumó a la interpuesta por Bolivia en 2009 con el fin de obligar a Chile a negociar la restitución de una salida al mar. Entonces las estadísticas que puedes encontrar sobre el gasto militar te mostrarán realmente un presupuesto para mostrar a Chile que las fuerzas armadas están básicamente en disposición y capacidad de combate. Esto en la práctica implicó la adquisición de importantes cantidades de equipo militar que era de procedencia rusa o china y esto también terminaba siendo un problema para las fuerzas armadas bolivianas que tenían tradición y capacidad para asimiliar equipamiento de Estados Unidos; en esto también se fue generando un descontento importante pero no público entre los mandos militares.

Lo otro es la presencia de la milicia masista de la que hablaba antes. movilizada con palos, dinamita y gasolina. Las Fuerzas Armadas están pendientes de ellos y por eso mantuvieron cierta distancia.

La gente que argumenta que en Bolivia hubo un golpe de Estado provocado por los militares solo está viendo el último capítulo y no una serie de eventos que llevaron a la única opción que había ante las circunstancias de fraude electoral. Además, Morales salió victimizándose y sin disculparse por algo tan flagrante como un fraude electoral como lo demostró el informe OEA.

Otro aspecto es el regional.  Vemos como expresidentes como Correa, Lula, y la actual vicepresidente de la Argentina, utilizan la política como medio para revindicar sus propios fracasos como líderes.  El argumento que utilizan es, como ya no estoy en el poder, y debido a ello, la situación en el país es peor y necesito regresar o estar involucrado de una u otra forma para arreglar las cosas. Es decir, para estos políticos, cualquier indicio de crisis o inestabilidad es una oportunidad para mercadear que ellos son mejores para gobernar. En ese contexto se entiende por qué Evo fue nombrado por sus adherentes como jefe de campaña del MAS para las elecciones de 2020, en una asamblea celebrada en Cochabamba. Se argumenta, que Maduro desde Venezuela estaría generando y financiando esta estrategia no solo para generar inestabilidad en la región, sino para protegerse a sí mismo. Hay que ver cómo responde el sistema electoral boliviano a la designación, ya que, al mismo tiempo, se informa que la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya confirmó la recepción de una denuncia del gobierno interino de Bolivia contra el expresidente Evo Morales por “crímenes de lesa humanidad.”  Junto a Morales, son señalados el exvicepresidente Álvaro García Linera y los exministros Juan Ramón Quintana, Javier Zabaleta y Wilma Alanoca, además del asambleísta de La Paz, Gustavo Torrico.  Así que, creo que hay que esperar y ver cuál es la reacción en Bolivia y del sistema electoral, pero todavía hay tensiones. Si Ortega y Murillo eventualmente salen del poder en Nicaragua, la pregunta es si utilizaran estas mimas tácticas para tratar de desestabilizar a Nicaragua.

¿Por qué Evo no logra cooptar a los mandos del Ejército?

Yo creo que lo intentó y no lo logró, entiendo que las fuerzas armadas juegan un rol más independente y neutralizador, porque históricamente han tenido ese elemento de enfoque disuasivo y defensivo en la histórica disputa con Chile. Empezaron a ver obviamente quiebres al interior del país y tenían como referencia lo que ocurrió en Venezuela. Lo interesante es que, según el Latinobarómetro del 2018, la confianza en las Fuerzas Armadas en Bolivia, al igual que Nicaragua y Venezuela, estaban por debajo del promedio en la región (44%). De igual forma, la confianza en la policía en Bolivia, en Nicaragua y Venezuela estaban también por debajo del promedio de la región (35%).  A pesar de eso, ante la eminente crisis del fraude electoral y lo que hubiera significado si Evo no hubiera renunciado, las Fuerzas Armadas y la Policía se se pronuncian muy temprano a ser aliados del pueblo que protestaba. Esto también tiene matices regionales, ya que los primeros motines policiales se dan en Cochabamba, el bastión de las bases y apoyo masista.

Debe tomarse en cuenta además que las fuerzas armadas bolivianas estaban en el pasado más que todo compuestas de gente de medios socioeconómicos bajos. Luego se convirtieron en una especie de trampolín hacia la clase media y tradicionalmente estuvieron más cercanas digamos al occidente que al oriente y decididamente no estaban cómodos con el acercamiento a Venezuela y Rusia, porque lo veían como una amenaza a su autonomía e institucionalidad.

En algún momento se argumentaba que Morales tenía la intención de “socializar” a las fuerzas armadas y eso venía principalmente de su principal miembro del gabinete e ideólogo, Ramón Quintana, un especialista en asuntos de defensa que paradójicamente participó en diversos entrenamientos o capacitaciones en el sistema de educación de las fuerzas armadas de Estados Unidos, pero al final la misma complejidad del tejido social boliviano, no logra hacer esos cambios y por el contrario las Fuerzas Armadas, y la policía, mantuvieron un nivel importante de autonomía.

En Nicaragua, ha sido central del régimen para garantizar su supervivencia la arremetida violenta de la policía, ¿qué sucede allá?

La Policía boliviana ha evolucionado, pero ha tenido sus problemas, no solo con relación a varios escándalos de vínculos de policías con el narcotráfico, sino también han sido actores clave en varia crisis políticas en las últimas dos décadas. Por ejemplo, el año 2000, en plena «Guerra del Agua», el Palacio de Gobierno de Bolivia quedó desprotegido tras un repliegue y motín policial, lo que llevó al presidente de ese entonces Hugo Bánzer a decretar estado de sitio.  En febrero de 2003, hubo una especie de sublevación interna entre policías que desato una balacera entre los amotinados y los militares que acudieron a intentar frenar su acción insurrecta.  Ese episodio fue el germen de la prematura caída del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, apenas unos meses más tarde. Morales mismo en el 2012 tuvo que gestionar una acción de desacato policial que alcanzó a todo el país dejando a varias de las principales ciudades de Bolivia casi sin policías. Morales y su gobierno tuvieron que redoblar esfuerzos para evitar perder el control del país.  En la última crisis, un motín era una posibilidad dado los antecedentes. La población se volcó en contra de los policías, acusándolos de ser instrumentos de represión de Morales.  De igual forma, siempre hubo, desde la Policía, comparaciones con las Fuerzas Armadas con relación a la precaria situación o condiciones en comparación con los privilegios que gozan los militares.  Nuevamente, en la última crisis pesó el aspecto regional.  Uno de los bandos de policías de Cochabamba se amotina cuatro días después de las elecciones, los demás bandos regionales en Chuquisaca, Oruro y Potosí, siguen como dominó, porque existe esa competencia regional y los policías ven una oportunidad para reivindicar su autonomía.

Lea: Morales y Ortega, las dos caras del reeleccionismo

El malestar por el manejo de los incendios amazónicos resulta muy similar a lo que pasó en Nicaragua con las quemas en la reserva Indio Maíz, un mes antes del estallido social de abril 2018. Muchos consideran que esto fue el primer brote de la crisis actual. ¿Será que la clase política, incluyendo la izquierda, no se ha percatado que el tema ambiental es relevante entre los jóvenes o la población en general?

En octubre de 2019, grupos de manifestantes marcharon en protesta para expresar su indignación ante la respuesta del gobierno de Morales frente a los incendios forestales del Amazonas. Morales, decidió no recibir ayuda externa, pese a la demanda de la gente, aduciendo que recibir ayuda de afuera es una injerencia extranjera en temas que, a su juicio, eran solo de interés soberano.

Tres aspectos interesantes de estos eventos ayudan a entender mejor lo que paso después del fraude electoral.  Primero, si bien hubo manifestaciones en todo el país, se concentraron principalmente en Santa Cruz. Segundo, estas manifestaciones generaron el combustible para promover el voto castigo en las elecciones de octubre en contra de Morales. Y tercero, aunque los manifestantes en todo el país eran diversos, tenían rostro de jóvenes y mujeres.  Si bien estas manifestaciones duraron un par de semanas, marcaron una percepción negativa de Evo y su gobierno rumbo a las elecciones de octubre.  Tal fue el impacto, que el gobierno de Evo prohibió que se diera a conocer públicamente una encuesta de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) que mostraba una inevitable segunda vuelta, en la que Morales tenía menos chances de ganar.

¿Qué cambio hubo hacia Morales en relación con actores no estatales y no empresariales?

En el caso de las mujeres, Evo Morales tuvo una situación negativa, se vio como muy machista, el 2016 se destapo que tuvo una relación con Gabriela Zapata, quien supuestamente se benefició por su relación con el presidente para obtener un trabajo de gerente de una empresa china, y con quien supuestamente tuvo un hijo que no conocía; hubo una especie de telenovela, ya que finalmente el tal hijo no existía. Lo importante aquí es que el periodista que destapó este escándalo tuvo que salir del país, y lo más importante es que este escándalo influyó sobre el desastroso resultado del mandatario en la consulta por la reforma constitucional planteada el 21 de febrero del 2016.  Su imagen ante el sector de mujeres también fue dañado debido a una supuesta violación a una chica de 14 años, sus comentarios hacia las mujeres también eran muy a la antigua, y la mujer boliviana como cualquier otro lugar está en un momento de empoderamiento, en un momento de liberación, veía esto como un punto negativo.

En los jóvenes, la mayoría es una juventud más educada e informada por la tecnología, pero está desempleada o tiene pocas oportunidades, ven que la educación sufre de muchas deficiencias, hay una conciencia a la transformación social de roles, y muchos de estos jóvenes han liderado los motines, protestas, hubo tres muertos, dos de ellos, jóvenes, uno en Cochabamba y otro en Santa Cruz, eso generó más insatisfacción.

Hoy la que lidera la transición es una mujer, Jeanine Yáñez.  Esto también abrirá más puertas para que en futuras elecciones tenga más candidatas mujeres.

¿Por qué la central obrera dio la espalda a Morales?

Se explica por la transición de la economía minera a la empresarial, de la movida del occidente al oriente, la Central Obrera Boliviana (COB) fue el bastión de la revolución de 1952 y jugó un papel importante al apoyar a partidos de izquierda, pero como la minería ya no es lo que era, y como existen nuevos actores empresariales, si bien no está desecha, ya no juega un papel importante, fue uno de los principales grupos que exigió la renuncia de Morales, eso 14 años atrás hubiera sido impensable.

¿Dentro del movimiento indígena hubo conflictos?

El esquema de Morales era que, si eras indígena, debías apoyarlo, sin tomar en cuenta que los grupos indígenas son tan diversos como el país. Varios sectores se sintieron afectados económicamente, se sintieron afectados democráticamente y traicionados por el líder, tomaron una postura mucho más centrista. Los más leales militantes que tiene básicamente Morales no están llegando a ser un 35%, el número que apostaba al porcentaje en estas recientes elecciones.

Conociendo Nicaragua, ¿qué lección aprenderíamos del caso boliviano. ¿Qué camino ves a partir de lo que sucedió allá?

La salida de Morales se viene dando desde hace cuatro años, a partir que no acepta el no del referendo, la demanda ha sido constante, creciente, se han generado polos regionales de poder, hubo grupos políticos nuevos con sus propios liderazgos, y presión internacional, no necesariamente Estados Unidos, sino, de otros actores más legítimos en el contexto boliviano, como los europeos, injerencias menos sensibles al argumento de Morales que en todo está metido el imperio.

Tuvo éxito centrarse en la ilegalidad de las elecciones por el referendo en contra de Morales y que el fraude fue evidente. El discurso desde la ciudadanía no era ideológico, no era derecha o izquierda, se plasmaron cosas en el medio, por eso, gente de izquierda ha apoyado cosas de la derecha, y viceversa, los temas se han mezclado con una serie de reivindicaciones múltiples, basadas no en la ideología, sino, en la formación de comunidades políticas más heterogéneas y en línea con las nuevas realidades regionales y de poder económico.

Bolivia ha venido avanzando en temas de descentralización y autonomía a un paso lento pero creciente. Y los enclaves regionales y culturales se han expandido y profundizado.

Lo otro que tal vez no podría replicarse es el modelo económico de Santa Cruz. Como dije anteriormente, el departamento de Santa Cruz en el oriente boliviano se ha constituido en la primera región del país en desarrollo, inversión, exportación, población y muchos otros aspectos. Su sostenido y alto crecimiento económico, por encima del promedio nacional, y su contribución al Producto Interno Bruto (PIB) de Bolivia, hacen de este departamento el más importante del país. En esto últimos años, otros departamentos que colinda con Santa Cruz, se han abierto a la posibilidad de aliarse política y económicamente, disminuyendo la hegemonía histórica de la capital administrativa La Paz y el occidente boliviano.

Ahora tenemos a Morales en México que se había mantenido sigiloso. Por otro lado, parece que habrá una alianza con el nuevo gobierno de Fernández en Argentina. ¿Cómo ve esta recomposición de fuerzas en el continente?

Esta es la dimensión regional de la crisis. México se está posicionándose en el eje norte y Argentina en el eje sur, para generar una cierta división y polarización con Chile, Colombia y Brasil; con la segunda vuelta uruguaya (que ganó Luis Lacalle Pou, de centro derecha) se romper el ciclo de los partidos de izquierda, entonces la región está dividida en dos bloques en teoría ideológicos, pero que se están posicionando regionalmente para influir en lo que vaya a pasar en Honduras, Venezuela, Perú, Además, igual como quieras ver la relación que tenía Estados Unidos con los países latinoamericanos, buena o mala, jugaba un papel importante para balancear, pero ese papel ya no está, ahora tienes nuevas plataformas de cooperación regional, y el presidente mexicano (Andrés Manuel López Obrados) tiene todavía el potencial político para hacerlo.

La otra anomalía en la región es el poder joven del nuevo presidente de El Salvador, Nayib Bukele, más centrista. Refleja lo que pasa entre los conservadores de la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) y la izquierda del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), que están en un proceso de autoextinción.

Por otra parte, México está siendo cuestionado por su lucha contra el narcotráfico y definitivamente la gente quizás empezará a sumar uno más uno, (a preguntarse) por qué Morales se fue a México

Un ganador inesperado ha sido la Organización de Estados Americanos (OEA), criticada por su rol en Nicaragua y en la misma Bolivia, de repente al hacer la auditoría genera un cierto segundo aire. Aunque también, otra gran lección es que el sistema interamericano necesita ser repensando para afrontar las nuevas realidades económicas y políticas.

Al gobierno de Donald Trump parece no interesarle América Latina. ¿Qué pasaría en el futuro electoral?

Si hay un tema donde Estados Unidos está invirtiendo recursos y estrategias es Venezuela, para una posible salida de Maduro en los próximos doce meses. Acaban de matar en octubre al segundo terrorista del Estado Islámico, Al Bagdadi, Trump está buscando problemas con Irán y no le está yendo bien, Venezuela inicialmente le parecía fácil, pero puede ser básicamente una carta, creo que se va a seguir concentrado solamente ahí y meter plata a distintos lugares, pero con la mira siempre en Caracas, por otro lado, están Perú, que es importante, y Ecuador, donde hay un acuerdo para revivir la cooperación y reabrir eventualmente una oficina de USAID.  ¿Pasara lo mismo en Bolivia después del as elecciones?

Una victoria contra Maduro antes de las elecciones de noviembre 2020 coloca en una situación importante a Trump con los cubanos y los venezolanos en Estados Unidos que si son ciudadanos podrían votar en estados clave como la Florida.   Claro, si algo pasa, en medio, como en Nicaragua, la acreditación de Trump sería que ha eliminado el socialismo en el hemisferio, aunque no tenga nada que ver con lo que está pasando en la región.

https://www.expedientepublico.org/los-militares-y-la-alianza-con-morales/