* Nueve hondureños acusados de traficar fentanilo en EE. UU. trataron de esquivar condenas huyendo a su país, donde fueron capturados
** El fentanilo incautado en Honduras en 2023 fue “suficiente para inundar Centroamérica”, declaró el ministro de seguridad, Gustavo Sánchez, quien no actualiza estos datos
***Periodista estadounidense y experto en seguridad, Douglas Farah ve una falta de voluntad del Gobierno de Honduras, más ahora con la cancelación de las extradiciones
Sharon Ardon / Expediente Público
Ahora, con la denuncia del tratado de extradición entre Honduras y Estados Unidos, expertos temen que el país se convierta en un refugio para traficantes de una droga letal, el fentanilo.
Esto se demuestra en los nueve hondureños que huyeron de Estados Unidos capturados en su país natal en lo que va del 2024.
Todos son acusados de traficar fentanilo en territorio estadounidense y siete de ellos ya extraditados, incluso uno de ellos después que Honduras denunciara en agosto de 2024 el tratado de extradición.
Además, Honduras se está convirtiendo en un país productor y consumidor, no sólo un lugar de tránsito de la droga, dijo a Expediente Público Nelson Castañeda, director de Seguridad y Justicia de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ).
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La experta en temas de seguridad Mirna Flores coincide que ahora el agravante destapado es que el fentanilo “está circulando en el país tanto a nivel de producción como a nivel de consumo”.
Desvío de fentanilo desde el sistema de salud
Un artículo publicado en octubre de 2023 por InSight Crime sobre la expansión del mercado del fentanilo en Latinoamérica menciona investigaciones periodísticas de cómo en Honduras también se desvió fentanilo de uso médico desde hospitales públicos.
“Son los mismos altos funcionarios, los médicos, los que estaban haciendo este desvío [de fentanilo]”, comentó a InSight Crime José Corea, fiscal de la Fiscalía Especializada Contra el Crimen Organizado.
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Pero las autoridades de salud pública todavía no registran casos de sobredosis o intoxicación de fentanilo.
Por otra parte, en noviembre del 2023, las autoridades hondureñas incautaron 493 kilogramos de fentanilo en el puerto de Cortés.
Una cantidad suficiente para “inundar Centroamérica”, según el ministro de Seguridad, Gustavo Sánchez.
Expediente Público consultó a la Policía Nacional sobre los datos de 2024, pero no hubo ninguna respuesta.
La droga sintética conocida popularmente como “droga zombie” es considerada una de las más letales. En Estados Unidos cobró la vida de más de 70,000 personas sólo en 2021.
Extradición de traficantes
Estados Unidos solicitó a varios hondureños acusados de traficar y distribuir fentanilo en diferentes estados, particularmente en California y Washington, duramente golpeados por la crisis de sobredosis de este opioide.
Entre los extraditados se encuentran Mayer Benegas Medina, Jorge Alberto Viera, Elmer Bonilla Matute, Víctor Viera, Erick Fernando Raudales, Orbin Alfredo Velázquez, Javier Marín González.
Marín González fue extraditado el 23 octubre, aunque ya Honduras había denunciado el tratado con Estados Unidos.
Recientemente, Santos Gustavo Erazo fue capturado el 8 de noviembre y Abner Eduardo Estrada, el 12 de noviembre.
Además de ellos, la Justicia de EE. UU. procesa a varios hondureños ligados a la distribución de fentanilo en ciudades como Seattle y San Francisco.
En abril del 2024, el hondureño Miguel Ramos fue sentenciado en San Francisco, California, por la posesión de más de 3,500 gramos de fentanilo de varios colores empaquetados en bolsas diferentes.
Asimismo, en mayo de 2024, una banda de hondureños fue capturada en el estado de Washington mientras traficaba más de 15 kilogramos de polvo de fentanilo.
Estas incautaciones de droga en manos de hondureños forman parte de las altas cifras reportadas por la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés).
Solo en 2023, la agencia confiscó más de 80 millones de pastillas mezcladas con fentanilo y 12,000 libras de polvo.
Para el 2024, las cifras ya superan los 334 millones de dosis, lo que demuestra que el tráfico sigue en aumento y hondureños están involucrados en estas redes de narcotráfico transnacional.
Honduras y la lucha contra el narcotráfico
Recientemente, el 13 de noviembre del 2023, el jefe de las Fuerzas Armadas de Honduras, Roosevelt Hernández en declaraciones a medios televisivos aseguró que en el país “hay capacidad” para combatir el narcotráfico.
No obstante, expertos lo cuestionan sobre todo ahora que ya no hay un tratado de extradición bilateral entre Honduras y Estados Unidos, debido a que el 28 de agosto del 2024, de manera sorpresiva, la mandataria hondureña Xiomara Castro decidió denunciarlo.
La medida se tomó después que el cuñado de Castro, Carlos Zelaya, apareciera en un video haciendo tratos con reconocidos narcotraficantes hondureños.
Un análisis de InSight Crime también coincide en que Honduras, con esa reciente decisión, eliminó “su mejor arma contra el narcotráfico”.
El experto de la ASJ se refirió a la capacidad del Estado de Honduras de combatir este flagelo, y manifestó que “tenemos un sistema altamente débil” en el que siquiera “hay una correcta protección a nuestros operadores de justicia”.
Además, Castañeda advirtió que el no contar con la herramienta de extradición generaría una repercusión mayor porque “históricamente el narcotraficante tenía temor de ser juzgado en EE. UU. por el tipo de severidad en sus sanciones”.
“La proyección para el 2025 es ¿a dónde van a parar todos estos cabecillas o lideres o miembros activos esenciales dentro de estas redes criminales que se dedican a este rubro de la narcoactividad”, se cuestionó con preocupación Castañeda.
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Recomposición del crimen organizado
Mirna Flores, experta en Seguridad, explicó a Expediente Público que por años el Estado hondureño estuvo capturado por el narcotráfico.
El crimen organizado llegó a confrontar directamente al Estado con violencia, como prueba están las muertes del zar antidroga, Julián Arístides; del asesor de Seguridad, Alfredo Landaverde y del llamado fiscal de oro, Orlan Mejía.
Con la recientemente condena por narcotráfico en Estados Unidos del expresidente Juan Orlando Hernández, la experta explica que hubo una “recomposición de estas organizaciones de carteles de la droga”.
Flores también espera que las autoridades reflexiones y reviertan la decisión de suspender la extradición porque las instituciones siguen permeables al narcotráfico.
La experta teme que al no aplicarse una justicia exterior, las redes de narcoactividad e impunidad se fortalezcan de nuevo, y a su consideración, la historia reciente en Honduras nos demuestra que el sistema de justicia no es lo suficientemente independiente.
Percepción internacional
Un informe emitido en marzo del 2024 por el Departamento de Estado de los Estados Unidos advierte que el clima de incertidumbre en Honduras es lo que favorece y “crea un entorno operativo más propicio sobre criminales transnacionales”.
“Los narcotraficantes operan con impunidad”, sostiene Washington.
“El Gobierno hondureño padece problemas de larga data asociados con la influencia de los narcotraficantes y sus agentes, debilidades institucionales y altos niveles de impunidad”, subraya el documento.
El informe concluyó en que si bien, el país demostró una capacidad para llevar a cabo operativos terrestres, “la falta de una estrategia nacional integral de lucha contra el narcotráfico, las limitaciones de financiación, las limitadas capacidades de comunicación y la corrupción obstaculizaron el progreso”.
Difícil de rastrear
Douglas Farah, periodista estadounidense y consultor de seguridad nacional explicó a Expediente Público que el problema de las drogas sintéticas es que incluso se pueden hacer en cantidades pequeñas en la cocina de una persona, no necesita de grandes o sofisticados laboratorios.
“Y eso amplifica mucho el uso porque es muy barato hacerlo y hay cierta fase de democratización en el uso en flujo de drogas porque dos pueden ascender a la droga sintética”, pormenorizó Farah.
En ese sentido, manifestó que es difícil concebir una estrategia contra el tráfico de esta droga en los países porque para la droga sintética los precursores y fabricación son distintos, “mucho más autónomos”.
Con precursores, Farah se refiere a los ingredientes necesarios para fabricar la droga.
“No debes pedir o esperar la hoja de coca de alguna parte, sino que con otros químicos puedes armar en tu cocina o en tu baño lo que quieres, fabricar allí”, indicó.
En octubre del 2024, el Departamento de Justicia de EE. UU. acusó a ocho empresas químicas y ocho ciudadanos chinos de fabricar y distribuir precursores de fentanilo utilizados por cárteles mexicanos para producir opioides sintéticos.
Ante los nuevos consumos que están surgiendo, Farah afirmó que la historia demuestra que las autoridades “están muy lentas para reconocer y comenzar a tomar medidas” al respecto.
No hay voluntad política
Anudado al hecho de que no ve una clara voluntad política por parte de las autoridades de Honduras.
A su consideración, tanto por la administración anterior de Hernández, condenado en EE. UU. por sus vínculos con el narcotráfico, “como el actual Gobierno no ha dado muestras serias de querer combatir este flagelo”.
“No hay interés muy fuerte del Gobierno para controlar muchos aspectos del crimen transnacional que circula por Honduras, entonces creo que lo más obvio es la falta de voluntad”, citó.
De su lado, el criminólogo Gonzalo Sánchez consideró que “hace años que la policía y las Fuerzas Armadas están preparadas para combatir el narcotráfico”, sin embargo, es la penetración de estas organizaciones criminales en estas entidades lo que dificulta la lucha.
Ante ese escenario, el experto también asegura que lo que se requiere es una voluntad política de “enfrentar frontalmente a estas estructuras para que no continúen con el tráfico de ese alucinógeno (fentanilo)”, afirmó a a Expediente Público.
A su vez, también expresó haber resentido la decisión de ponerle fin al tratado “no estuvo bien”, sin embargo, a su criterio, se le debió hacer algunas reformas orientadas a la reciprocidad de extradiciones.