TLC China-Nicaragua 2024, otra huella del dragón en América Latina

TLC China-Nicaragua 2024, otra huella del dragón en América Latina

*El Tratado de Libre Comercio se negoció en menos de un año y no tendrá un efecto “positivo” para Nicaragua, pronostica Margaret Myers, directora del programa Asia y América Latina del Diálogo Interamericano.

**Manuel Orozco, director del programa de Migración, Remesas y Desarrollo de Diálogo Interamericano considera que China solo busca el reconocimiento diplomático y tener presencia en América Latina y el Caribe.


Expediente Público

El Tratado de Libre Comercio (TLC) entre China y Nicaragua entrará en vigencia en enero de 2024, pero pese al optimismo del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo que ve al gigante asiático como un “socio estratégico”, los resultados no serán tan “positivos” para el país centroamericano.

Varios expertos consultados por Expediente Público alertaron que Pekín solo busca tener mayor presencia en América Latina y cumplir con sus intereses geopolíticos.

Las exportaciones anuales a China no superan unos ínfimos 12 millones de dólares, según cifras del Banco Central de Nicaragua (BCN).

Y aunque el titular del Ministerio de Fomento, Industria y Comercio (Mific), Jesús Bermúdez, insiste que el 91.4% de la oferta exportable nicaragüense recibirá preferencias arancelarias, Margaret Myers, directora del programa Asia y América Latina de Diálogo Interamericano, insiste que el TLC “no tendrá un efecto súper positivo” para el país centroamericano.

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Ni uno ni otros

Myers incluso considera que Honduras, que está en una segunda ronda de negociaciones para establecer también un Tratado de Libre Comercio con China, no tiene muchas oportunidades comerciales.

“China no demanda mucho de los productos que estos países podrían ofrecer, tenemos un ejemplo de un tratado que negociaron en América Latina, que es Costa Rica y no ha aumentado el comercio total, la gran parte del comercio son exportaciones chinas a Costa Rica y creo que sería el mismo caso de Nicaragua y Honduras”, afirma Myers.

Mediante una ceremonia virtual, el pasado 30 de agosto, Nicaragua firmó con la República Popular China un TLC, que permitirá un “mejor y mayor intercambio comercial y económico entre ambas naciones”, según la apuesta del régimen.

La trampa del TLC que ofrece China

“Centroamérica no tiene tanto que ofrecer especialmente en el intercambio comercial. Puede y tiene planes para exportar frutas y otras cosas a través de esos acuerdos que están negociando ahora mismo, pero China ya importa frutas, las mismas frutas, de los países vecinos”, mencionó Myers.

Hay todavía alianza y presencia de Taiwán en Centroamérica y el Caribe. China únicamente busca aislar por completo a Taiwán en Centroamérica, insiste Myers.

“China ha querido aislar a Taiwán diplomáticamente, internacionalmente, y después de la decisión de cortar lazos diplomáticos con Taiwán por parte de Panamá por parte del Salvador, ahora la República Dominicana, Honduras, Nicaragua. Cinco países en total en pocos años han cumplido este objetivo”, dijo Myers.

Exportadores temen perder

Este TLC es el 21 acuerdo de libre comercio firmado por China y cubre el comercio de bienes, el comercio transfronterizo de servicios y la inversión, normas y otros campos. El ministro Bermúdez explicó en una entrevista que el 91.4% de todo lo que Nicaragua exporta actualmente al mundo entero, quedó con preferencias arancelarias para ser exportado a China.

El sitio web del Gobierno de China explica que los productos con “arancel cero inmediato de ambas partes” representan alrededor del 60%. “Cuando entren productos como carne de res, camarones, café, cacao, mermelada, maní, caracoles congelados y etanol de Nicaragua en el mercado chino, los aranceles se reducirán gradualmente hasta llegar a cero”.

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Al mismo tiempo, Nicaragua también aplicará aranceles cero a los principales productos de exportación de China y una vez que el acuerdo entre en vigor, los automóviles (incluidos los vehículos de nueva energía), motocicletas, baterías, módulos fotovoltaicos, prendas de vestir y textiles, zapatos y botas, productos acuáticos “los aranceles se reducirán y eliminarán gradualmente”, señala el sitio oficial del Gobierno de China.

Además, el gigante asiático concederá a Nicaragua un contingente arancelario de 50,000 toneladas de azúcar cada año. Los exportadores nicaragüenses, sin embargo, temen no obtener las ventajas comerciales que especifica el acuerdo.

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“Como país débil llevamos las de perder en acuerdos grandes, y no solo con China. Nosotros nunca pudimos exportar a Estados Unidos, porque tenían ellos sus subsidios, hemos exportado muy poco, en cambio se nos abrió la puerta del mercado europeo y mexicano, dijo a Expediente Público un exportador del sector maní que habló bajo la condición de anonimato.

Régimen todavía no “cosecha”

Desde la reanudación de las relaciones diplomáticas, el régimen suscribió con China el “Acuerdo de Cosecha Temprana” que dio lugar a las negociaciones para el TLC.

El Acuerdo de Cosecha Temprana entró en vigencia el 1 de mayo de 2023, y permitió que 66 productos nicaragüenses ingresen al mercado chino libres de impuestos, mientras que 78 productos chinos lo harán al de Nicaragua en las mismas condiciones.

Ni siquiera ese acuerdo previo, sin embargo, dio el empuje deseado a las exportaciones nicaragüenses al mercado chino. Hasta julio de este año, el país centroamericano exportó 8.4 millones de dólares, según el Banco Central.

“China es un buen mercado, lo que pasa es que hay que aprender. Nosotros ya estamos trayendo muchos productos de China, pero estamos exportando nada todavía”, dijo otro exportador nicaragüense.

Aunque en términos de costos entrar al mercado chino con el TLC no representa un gran impacto económico, este exportador reconoce que se deben conocer todos los procedimientos y exigencias propias de ese destino, pero advierten de algunas situaciones.

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“Aquí lo más importante es que el mercado de China tiene regulaciones, y quien va a exportar tiene que cumplir con esas regulaciones (…) Si es el Gobierno quien va a manejar las exportaciones, así como las manejaba con Venezuela, entonces, eso es un trato entre gobiernos y probablemente puede haber algunas formas más fáciles de hacer esas exportaciones, pero la empresa le tendría que vender al Gobierno”, menciona.

Interés geopolítico de Pekín

No obstante, para Manuel Orozco, director del programa de Migración, Remesas y Desarrollo de Diálogo Interamericano, China no intenta establecer relaciones comerciales, sino tener un “footprint” en América Latina y el Caribe.

“Geopolíticamente es el reconocimiento diplomático, que otros hagan lo económico (…) Fundamentalmente, lo que ellos necesitan es una presencia diplomática, un reconocimiento diplomático a nivel global que está bien tener a una dictadura como un socio comercial, ese es el objetivo principal”, señala Orozco.

Dentro del contexto de las relaciones comerciales, el segundo objetivo de China es tener “penetración con sus tecnologías 5G para propósitos subsidiarios para la recabación de inteligencia”, afirma Orozco.

Por otro lado, existe un tercer elemento que no es “accidental” y mientras más expande su presencia comercial, tendrá la oportunidad de «aumentar sus ventas de armamento en todo el mundo”.

“En este momento China ocupa un sexto lugar en exportación de armas, pero obviamente es parte de su prioridad, entonces son tres objetivos geopolíticos importantes los que tiene China en América Latina y está utilizando a Nicaragua como una de sus áreas de intervención en ese contexto”, afirmó Orozco.

Todo es por retar a EE.UU.

Nicaragua se convirtió en el quinto país latinoamericano que firma un TLC con China, después de Chile, Costa Rica, Ecuador y Perú.

El economista argentino, Osvaldo Cortesi, quien tiene más de 20 años de experiencia en los procesos de desarrollos de China y sus repercusiones globales, explicó a Expediente Público que Pekín aprovecha las rivalidades que tiene con Estados Unidos para penetrar en la región de América Latina.

“Todo aumento de comercio es beneficioso, el punto está, en definitiva, si esto genera el empleo que todo el mundo en estos países está pensando o es simplemente un momento donde China aprovecha ciertas debilidades de la macroeconomía mundial», afirmó.

Cortesi agrega que China en el fondo lo que busca es «posicionarse en los futuros escenarios estratégicos que tienen que ver con la rivalidad con los Estados Unidos”.

La Franja y la Ruta es “simbólico”

Desde el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con China, Laureano Ortega Murillo, canciller de facto del régimen, encargado de la firma, también enfatizó el interés de Nicaragua de tomar parte activa en la construcción de la Franja y la Ruta.

En el año 2013, Xi Jinping lanzó oficialmente la Iniciativa de la Franja y la Ruta, que invoca la antigua Ruta de la Seda, como uno de los instrumentos de política exterior para la consecución de los objetivos de apertura comercial trazados por su régimen y que busca supuestamente impulsar el comercio digital, la infraestructura tecnológica y la interconectividad en los países que hacen parte del proyecto.

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Myers, sin embargo, señala se trata solamente de un proyecto “simbólico”.

“No hemos visto proyectos grandes necesariamente en los países que firman acuerdos con China. Con respecto a la Franja y la Ruta, es evidencia de un compromiso entre los dos países de apoyo para la política exterior de China, apoyo para un aumento de las relaciones internacionales o acuerdos bilaterales, pero no hay resultados. Aún en países grandes que tienen relaciones amplias comerciales con China no hay resultados”, afirma Myers.

Un TLC exprés

En el marco de las negociaciones del TLC con Nicaragua, se observaron proyectos de cooperación técnica que son “comunes en los acuerdos de la Franja y la Ruta, pero no es un ambiente comercial muy bueno”, señala Myers.

“China está pensando en otras formas de riesgos, tienen menos recursos. Los bancos tienen menos recursos también, no pueden ofrecer los préstamos que hacían antes o por lo menos las cantidades que ofrecieron antes, por eso tienen que seleccionar proyectos con más cuidado y creo que no vamos a ver mucha actividad comercial o interés de las compañías chinas de invertir a gran escala en Nicaragua”, puntualiza Myers.

China y Nicaragua establecieron 15 grupos de trabajo y llevaron a cabo cuatro rondas de negociaciones a nivel ministerial y más de 40 consultas a nivel departamental y de grupos de trabajo.

Entre el 3 y el 5 de julio de 2023 se celebró en Managua la cuarta ronda de negociaciones y en ese periodo las dos partes llevaron a cabo consultas en profundidad sobre cuestiones como el comercio de bienes, el comercio transfronterizo de servicios, los servicios financieros y las negociaciones temporales.

Finalmente, el 25 de julio se anunció que las negociaciones habían concluido sustancialmente y firmaron el 30 de agosto de 2023.