* Bluefields, ubicado el Caribe sur nicaragüense, por años ha estado en la mira de grupos delictivos organizados que se dedican al tráfico de drogas y mantienen estrechos vínculos con las comunidades a través del mecenazgo.
**Los traficantes como Ted Hayman Forbes adquieren negocios lícitos, que después son utilizados para legitimar los capitales provenientes del narcotráfico y actividades ilegales.
*** La sostenibilidad y éxitos de estas redes de narcotráfico depende de la intensidad de sus relaciones con policías y operadores políticos del caribe que también tienen nexos con el poder ejecutivo de Managua.
Expediente Público
La detención en el año 2012 del narcotraficante caribeño Ted Hayman Forbes, expuso la amplia red de apoyos económicos, políticos y policiales que funciona en el Caribe de Nicaragua de la mano de carteles de la droga, según una investigación de InSight Crime y Expediente Abierto.
Luego de recoger entrevistas confidenciales, declaraciones de fuentes que pidieron el anonimato, testimonios de víctimas, involucrados y reconstrucción de informes oficiales, InSight Crime y Expediente Abierto establecieron que la noche del 19 de junio de 2012, un retén policial en las afueras de la ciudad de San Carlos, en el departamento de Río San Juan, al sur de Nicaragua, detuvo una camioneta particular en la que viajaban tres personas y en la tina se trasladaban siete contenedores de plástico, cada una de doce galones de capacidad.
Según los ocupantes, los recipientes contenían solo “semolina”, una mezcla pastosa de diversos granos utilizada como alimento para animales.
El trabajo de InSight Crime y Expediente Abierto reconstruye el caso afirmando que el retén policial se montó esa noche y de última hora por información de inteligencia que advertía sobre un trasiego de drogas en la ciudad de San Carlos. Para corroborar esa información, las autoridades ordenaron a los efectivos policiales del retén que trasladaran el vehículo, los pasajeros y los contenedores de plástico a la sede de la Policía Nacional en la ciudad para determinar si trasladaban droga oculta.
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Al día siguiente, en el área de visitas de reos de Auxilio Judicial, las autoridades inspeccionaron el vehículo y su carga. Vaciaron cada contenedor y encontraron que además de la semolina, había 140 paquetes de cocaína, que al pesarlos habrían sumado 161 kilogramos.
San Carlos es capital del departamento de Río San Juan y cuenta con una población aproximada de 50.000 habitantes. Está ubicada a casi 300 kilómetros al sureste de Managua. Tras este hallazgo, la Policía Nacional desarrolló la “Operación Dique”, que dejó 19 detenidos de uno de los más poderosos grupos criminales en el Caribe sur de Nicaragua, liderado por Ted Hayman Forbes.
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Según InSight Crime, gracias a esto, la Policía desarticuló una red que operaba desde Panamá, Costa Rica, Nicaragua y la isla de San Andrés en el Caribe. Fuentes de la Policía, informaron que Hayman y su gente daban todos los servicios para el traslado de las drogas: pangas, pangueros, combustible, comida y salarios a los colaboradores. El grupo reabastecía de combustible en alta mar a los narcos que usaban la ruta de la isla de San Andrés, y en tierra les daban refugio en lugares clandestinos a los que tenían acceso a las pangas.
La detención de Ted Hayman, la tarde del 22 de junio de 2012, mientras presenciaba un partido de softball en el estadio Glorias Costeñas, de la ciudad de Bluefields, capital de la Región Autónoma del Atlántico Sur (RAAS) de Nicaragua, conmocionó a la sociedad blufileña, del municipio de Laguna de Perlas y de su isla natal, Tasbapauni, ya que se le consideraba el hombre más poderoso en esa región, provocando protesta y reclamos a las autoridades en la ciudad de Bluefields.
En su lugar natal, Tasbapauni, una paradisíaca isla caribeña ubicada a dos horas en lancha desde Bluefields, Hayman acostumbraba a dar entre 100 y 500 dólares a personas necesitadas para luego pedirles favores de protección y vigilancia.
Tras la captura del sospechoso, la comunidad de Tasbapauni marchó en protestas, enarbolando pancartas que exigían por su libertad. También amenazaron con no votar en las elecciones municipales que se celebrarían en noviembre de ese año y de las que se dice que Hayman aseguraba los votos para los partidos que lo protegían regional y nacionalmente.
Meses después, Ted Hayman, junto a sus subordinados y colaboradores, fue declarado culpable de los delitos de transporte internacional de estupefacientes, lavado de activos y dirección de un grupo criminal organizado para transportar estupefacientes y proporcionar provisiones para trasegarlos. Fue condenado a 32 años de prisión. Aunque le fueron decomisados vehículos y bienes muebles e inmuebles, hay fuentes que aseguran que la mayoría de sus propiedades y dinero está en manos de testaferros o escondido, y otros habrían sido robados por las autoridades policiales. También le incautaron una mansión que había construido en la ciudad de Bluefields y que, según fuentes consultadas, fue el detonante que llevó a su detención y a ponerle fin a una carrera criminal que tenía todas las señas de ser tolerada y protegida por las élites políticas regionales y nacionales.
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El caso Hayman según InSight Crime y Expediente Abierto, destapó los nexos entre la sociedad bluefileña y una élite política regional que lo amparaba desde su condición de subordinación y colaboración con las estructuras políticas nacionales de Managua. También demostró la forma en que se construye capital social y político a través del crimen organizado y cómo esto le permitió a la red de Hayman operar durante años.
Durante su juicio Hayman fue descrito como un humilde pescador, comerciante y agricultor que con el fruto de su trabajo amasó una importante fortuna. Sin embargo, ya desde el año 2007 circulaba el nombre de Hayman como un potentado narcotraficante nicaragüense, con contribuciones caritativas y gusto por las mansiones.
La región costera del Caribe nicaragüense, con sus regiones autónomas norte y sur, suma más de 500 kilómetros de costa que albergan centenares de pequeñas isletas. Esta zona, que colinda con aguas colombianas, costarricenses y hondureñas, ha sido identificada desde hace tiempo como una de las rutas del narcotráfico más importante de Centroamérica por su cercanía con la isla de San Andrés, que es parte de Colombia, explica el trabajo de InSight Crime y Expediente Abierto.
“Ted Hayman empezó a ser un sujeto de interés en 2008 o 2009, porque tuvimos información de que estaba abasteciendo de combustible a narcotraficantes”, dijo una la fuente de la Fuerza Naval. “Operaba con los colombianos, luego se pegó con los hondureños […] y además teníamos información de que la policía en esa región estaba pegada con él”.
De acuerdo con la acusación ampliada presentada por la Fiscalía en junio de 2012, a la que InSight Crime y Expediente Público tuvieron acceso parcial y temporal, la organización liderada por Hayman se encargaba de brindar apoyo logístico a grupos de narcotraficantes colombianos, costarricenses y hondureños que trasegaban cocaína por la vía acuática, asegurando dicho trasiego desde la costa Caribe de Costa Rica hasta la Moskitia hondureña.
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Para sus operaciones desde Limón, Costa Rica, utilizaban lanchas con motores de 200 caballos de fuerza. Salían de noche de Costa Rica y llegaban a la comunidad de Tasbapauni en la madrugada. En dicha comunidad, específicamente en una finca de Ted Hayman, se brindaba seguridad a los tripulantes y la embarcación, apoyándose en hombres armados con fusiles tipo AK-47. Mientras la tripulación descansaba bien custodiada, se reabastecía de combustible la lancha rápida, que luego partía en la noche rumbo a la Moskitia hondureña, donde se entregaba el cargamento de cocaína.
Según el mismo expediente, el último traslado, antes de que el grupo criminal fuera desmantelado, se habría realizado el 15 de mayo de 2012 cuando Hayman y su agrupación garantizaron el traslado de 1.500 paquetes de cocaína de Puerto Limón, Costa Rica, a la Moskitia hondureña. En pago por ese operativo habrían recibido posteriormente los 140 paquetes de cocaína que fueron incautados la noche del 19 de junio de 2012, en el retén policial de San Carlos, Río San Juan, el mismo que abrió el camino para la captura de Hayman.
De acuerdo a la investigación de InSight Crime y Expediente Abierto, un exfuncionario del poder judicial de Nicaragua afirmó que “en Bluefields está asentada, digamos, el ala financiera de los grupos delictivos organizados que se dedican al tráfico de droga, utilizando ese corredor del caribe nicaragüense. Ahí están los negocios, la inversión de capital, es decir, adquieren negocios lícitos, que después son utilizados para legitimar los capitales provenientes del narcotráfico, de actividades ilegales. No es exagerado pensar que cerca del 50 por ciento de la economía de Bluefields podría tener como fuente de recursos dinero del narcotráfico».
Una activista de derechos humanos originaria de Bluefields, donde habita, y que también pidió no ser citada como fuente, hizo énfasis en la narco filantropía hizo ganar popularidad a Hayman. “Regalaba dinero al que necesitaba; si alguien estaba enfermo, lo atendía; si alguien se moría y [sus familiares] no tenían cómo enterrarlo, les daba para sepultarlo. Si alguien tenía una necesidad, si un enfermo necesitaba trasladarse, él asumía. Era bien querido por la comunidad”.
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El día que allanaron la mansión de Ted Hayman en Bluefields, por ejemplo, la entonces diputada nacional suplente del partido, Socorro Marely Galagarza Gómez, llegó hasta la vivienda de Hayman y forcejeó violentamente con los agentes policiales que irrumpieron en la mansión y defendió públicamente al detenido. “Él es un indígena, es YATAMA y estamos aquí para defenderlo”, dijo ella según La Prensa. “Que digan de qué lo acusan, de qué lo señalan”.
Pronto la diputada suplente nuevamente recibiría la atención de los medios de prensa cuando reportaron que un miembro del Consejo Regional Autónomo del Atlántico Sur (CRAAS) dijo que su bancada y ese poder analizarían la actuación de Galagarza por su defensa a Hayman durante el allanamiento a la mansión y que pedirían su desaforación. Esta nunca fue discutida, al menos públicamente, y Galagarza mantuvo su cargo de diputada suplente.
“Se dice que Ted financiaba a YATAMA en las elecciones, pero también era vox populi que no solo a YATAMA, sino que también financió al Frente [Sandinista]”, dijo la fuente a InSight Crime y Expediente Abierto.
Durante la investigación, las autoridades habrían encontrado en las pertenencias de Hayman una hoja desprendida de agenda, en la que se describía la suma de US$500.000 en una cuenta bajo el nombre de Mercedes Lorenzo Alanis, el alcalde electo de El Rama por YATAMA, según añadió la fuente.
Dos testigos también llamaron la atención sobre los vínculos de negocios de Hayman con Alanis, a quien describieron como un fuerte comerciante radicado en El Rama y un líder político de YATAMA. “Ya el resto sería que cada uno saque sus conclusiones porque todos sabían de la alianza entre el FSLN y YATAMA, y a Alanis las autoridades nunca lo requirieron por esta situación”, dijo el exfuncionario.
Los nexos de Hayman con la política podrían haber llegado hasta la cúpula de YATAMA, específicamente hasta Brooklyn Rivera, el líder histórico de ese partido regional. Rivera, al igual que Hayman, es de origen miskito, y en la década de los ochenta combatió militarmente al gobierno sandinista. A través de ese control político territorial que le garantizaba además la relación fluida con las élites políticas del partido sandinista, Rivera había logrado consolidar su posición como uno de los intermediarios políticos más poderosos de la región.
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Sin embargo, su relación con narcotraficantes no era precisamente superficial. En 2009, Brooklyn Rivera y Steadman Fagoth —quien era director del Instituto Nicaragüense de la Pesca y Acuicultura (Inpesca), aliado del FSLN, otro líder de la comunidad miskita, y como Rivera exintegrante del estado mayor de la entonces llamada “resistencia indígena” de la década de los ochenta— se acusaron de proteger los intereses de los narcotraficantes en la RAAN.
Rivera señaló a Fagoth de ofrecer seguridad a los pobladores de una de las comunidades donde el narcotráfico organizó una base importante de apoyo logístico y de seguridad para el transporte de drogas. Según Rivera, la protección de Fagoth se aseguraría sacando y manteniendo a las fuerzas de seguridad fuera de esas comunidades. Fagoth apuntó que Rivera era quien estaba tras el narcotráfico en las comunidades de la región atlántica norte. La Prensa reportó que Fagoth dijo que “YATAMA está protegiendo a los narcotraficantes porque está pidiendo el retiro del Ejército de Nicaragua del litoral, en lo que asegura es una clara muestra de la intención de proteger a los narcotraficantes”.
Curiosamente, la industria maderera comenzó su gran impulso en la región después de que Ortega ganara la presidencia en 2008. Compañías como HEMCO Mining y ALBA Forestal —un consorcio estatal venezolano-nicaragüense que trabajó bajo los auspicios del Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales (MARENA)— comenzaron a cosechar la madera de la zona y a expulsar a la gente de sus tierras. Otros colonos, en particular ganaderos, entraron a la región autónoma a veces por la fuerza. El gobierno los apoyó y las tensiones han aumentado año tras año.
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Líderes como Rivera estaban entre esas partes en conflicto. Jimmy Martínez, presidente del gobierno comunal de Tasbapauni, dijo a La Prensa en julio de 2012 que la detención de Hayman debía entenderse como parte de un montaje que buscaba impedirle continuar apoyando líderes opuestos a los intereses del FSLN y controlar la explotación de la madera preciosa de la región a través de Brooklyn Rivera y Lumberto Campbell.
*Este informe fue elaborado entre InSight Crime y Expediente Abierto y contó con la colaboración de periodistas nicaragüenses que, por la situación que pasa ese país, solicitaron que sus nombres fueran omitidos. El informe fue coordinado por Javier Meléndez. Steven Dudley y Hannah Stone contribuyeron también al reportaje y la edición.