La represa de usos múltiples El Tablón es un proyecto financiado con fondos públicos de Honduras y su objetivo es regular los caudales en el río Chamelecón para controlar inundaciones, generar energía hidroeléctrica, riego y abastecer agua potable a la región del Valle de Sula. Su construcción enfrenta desafíos de burocracia, corrupción y falta de financiamiento
Las tormentas tropicales Eta e Iota, ingresaron a Honduras en noviembre de 2020, dejando a cientos de familias en la calle, específicamente en los municipios de La Lima, Choloma, San Pedro Sula, Villanueva, Potrerillos, Pimienta y El Progreso de la zona norte; ambos eventos pusieron de manifiesto las debilidades de infraestructura, prevención y capacidad operativa y financiera de Honduras para hacer frente a los desastres naturales.
De momento no hay cifras oficiales sobre el monto de los daños a la infraestructura, los cuales podrían conocerse dentro de unos días, cuando haya comenzado la evaluación que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) bajo la metodología de evaluación de daños y pérdidas. El Foros Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Hondura, Fosdeh También prepara un informe para cuantificar las pérdidas.
Cortesía: Recorrido realizado por Expediente Público
Aníbal Cálix, exdiputado del Partido Anticorrupción (Pac), denunció en sus redes sociales que muchos de los daños causados por las inundaciones en la zona norte de Honduras pudieron haberse evitado si la represa el Tablón estuviese construida.
La represa de Usos Múltiples “El Tablón es un proyecto financiado con fondos del Fideicomiso de Administración e Inversión para el Programa Nacional para la Reactivación del Sector Agroalimentario y de la Economía de Honduras (Firsa), bajo la implementación de Inversión Estratégica de Honduras, (Invest-H).
El objetivo del proyecto es la regulación de caudales en el río Chamelecón para el control de inundaciones, generación de energía hidroeléctrica, riego y abastecimiento de agua potable en la región del Valle de Sula.
Se ubicará al norte del departamento de Santa Bárbara y su finalidad sería disminuir drásticamente los riesgos de inundación provocados por el río Chamelecón.
Además, habilitaría 35 mil hectáreas de tierra para su aprovechamiento productivo a través del riego sostenible en la zona del Valle de Sula, sistemas de riego para el Valle de Naco, protección de los municipios del Valle de Sula expuestos a las inundaciones, así como abastecimiento de agua para las ciudades de San Pedro Sula y la Lima.
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Décadas de espera
El proyecto se desarrollará en dos componentes a través de un contrato de concesión: construcción de la presa y llenado del embalse y construcción y operación de la Central Hidroeléctrica.
En un video publicado en Twitter, el excongresista Cálix, cuestionó que a pesar que hace cinco años se aprobaron esos fondos, la edificación aún no ha empezado y ahora se ven las consecuencias en las inundaciones y la falta de mitigación para controlar los caudales de los ríos que cruzan el Valle de Sula.
“Entonces, las vidas que se perdieron con el paso de Eta pudieron evitarse, los daños pudieron evitarse, así que no podemos tener un mejor ejemplo del impacto que puede tener en nuestras vidas cuando un Gobierno es corrupto”, expresó Cálix en el video.
La represa El Tablón es un proyecto que los Gobiernos han postergado desde 1970, pero hasta el año 2007 tomó una ruta aparentemente definitiva cuando el Congreso Nacional aprobó, por medio del decreto 90-2007, un contrato de consultoría suscrito entre la Comisión Ejecutiva para el Desarrollo Integral del Valle de Sula (Cevs) y la consultora canadiense SNC-Lavalin International Inc., para revisar y actualizar el estudio de factibilidad diseño detallado de ingeniería, documentos y diseño de licitación y documento de licitación para su concesión.
Larga cadena de burocracia
De acuerdo con el contrato, el Gobierno de Honduras le pagó a SNC-Lavalin International Inc por la consultoría un millón de dólares donados por el Gobierno de Kuwait para ese fin.
Sin embargo, el proceso del proyecto fracasó y perdió importancia con la disolución de la Cevs mediante el decreto legislativo 286-2009, el cual ordenó la asignación de los activos y pasivos de esa institución a la Secretaría de Planeación y Cooperación Externa.
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No obstante, mediante el decreto PCM-067-2015, publicado en octubre 2015, se designó a Inversión Estratégica de Honduras (Invest-H) como responsable de la construcción del proyecto denominado Presa de Usos Múltiples El Tablón, cuyo costo de inversión es de US$ 212.5 millones (2,500 millones lempiras).
Como primera instancia, ese documento establecía que se debía desembolsar un millón de dólares provenientes del Fideicomiso del Programa de Reactivación del Sector Agroalimentario y la Economía de Honduras (Firsa).
“Los animo a tomar acciones ciudadanas ante esta situación, como involucrarnos y organizarnos, presionar a cada uno de los sectores involucrados para obtener respuestas en este asunto”, manifestó Cálix en su denuncia en redes sociales.
Al respecto, Expediente Público conversó con Humberto Calderón, director técnico de ese proyecto, quien detalló que el Gobierno ya invirtió 47 millones de lempiras (unos dos millones de dólares 2015-2019) en el Tablón, pero el proyecto está parado hace dos años y aún no empieza la fase de construcción.
La oficina que ejecutora cerró operaciones hace un año
“El Tablón es un proyecto de hace muchos años, y que hace mucho se hubiese hecho, y no se había hecho porque en ningún gobierno se le había dado prioridad necesaria, y que ahora ha quedado evidenciada que se pudieron evitar estas inundaciones, en eso tiene razón el señor Aníbal Cálix”, expresó Calderón al referirse a la denuncia del excongresista.
Calderón amplía que Aníbal Cálix está desinformado, ya que da entender que se le dio a Invest-H el pago de los 2,500 millones de lempiras.
“Hasta la fecha, a partir del 2018, hubo tres desembolsos, que son aproximadamente 23 millones de lempiras y luego se hicieron dos entregas más que en total se trabajó con un aproximado de 47 millones de lempiras”, detalló.
Según las declaraciones del director técnico de ese proyecto, con ese dinero se realizaron estudios; inventario y cuantificación de las tierras y de todos los bienes inmuebles de la zona que requieren para hacer el proyecto.
“Es un trabajo muy grande; se hicieron levantamientos topográficos de alta precisión, inventarios forestales, y que tiene que tener un manejo especial, tanto para la limpieza del área del embalse como un proceso de reforestación por compensación en la zona aledaña al proyecto; se hicieron muchos estudios ambientales y finalmente ya para la ubicación de carreteras… un montón de cosas que son necesarias para la etapa de preconstrucción de un proyecto de esta naturaleza”.
Calderón le comentó a Expediente Público que el último desembolso que la unidad recibió fue en 2018 y que la unidad ejecutora logró trabajar hasta junio de 2019. Después, no lograron que el gobierno hiciera más transferencias para continuar con el proyecto, pese a que ya estaba aprobado.
“Se logró exprimir ese dinero para avanzar, pero el proyecto quedó sin presupuesto y sin fondos disponibles y hubo que suspenderlo y cerrar toda la unidad técnica al interno de Invest-H que estaba realizando las actividades”, expresó.
El presidente es quien decide
“Hicimos las gestiones para que dieran el otro desembolso, pero no hubo respuesta. Habría que preguntarles a los ministros que tomaron la decisión, pero finalmente quien decide es el presidente; ellos tendrían que responder porque no se continuó dando los desembolsos que estaban previstos…”, dijo.
De acuerdo con el ingeniero Calderón, son proyectos muy complejos y especialmente por los temas ambientales y sociales; por ejemplo, la reubicación de los aldeanos está en el área de influencia del proyecto: “Inicialmente está la fase preintención, es donde se hacen los estudios y se sabe si el proyecto es viable; análisis técnicos y económicos… eso se hizo hace muchos años”.
Luego viene la fase preconstrucción y explica que se debe ir más a detalle y definir bajo las normativas nacionales e internaciones para la reubicación de la población de la zona.
Añade que se debe valorar el costo actual de las tierras: “sí hay viviendas ahí porque a veces puede haber una comunidad completa dentro del área de afectación”.
“Hay que hacer estudios, incluso etnohistóricos y de patrimonio para verificar que el proyecto no está dañando patrimonios culturales del país; en el proyecto eso ya se hizo», comentó.
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Obras atascadas en burocracia
Para el funcionario, la construcción de la cortina y su estructura es lo último que se hace, “ya habíamos hecho el plan de reasentamiento; los estudios y análisis de protección de patrimonio cultural, habíamos establecido convenios para el tema de protección de algunos aspectos arqueológicos y teníamos todo listo, estudio de los caminos cualquier cantidad de cosas”.
Calderón señala que el siguiente paso sería ejecutar la construcción, pero antes se debe implementar el plan de reubicación de la población: “explicándolo de esa manera todo lo que es preinversión ya se hizo y la fase de la preconstrucción también ya está en un 90 por ciento. El siguiente paso es ir ya a la fase de construcción, pero ahora estamos finalizando las actividades que son preconstrucción para iniciar la construcción”.
No obstante, en una entrevista realizada por diario La Prensa el 26 de noviembre, el ministro de la presidencia, Ebal Díaz, explicó que es una prioridad para el Gobierno de Honduras la construcción de la represa el Tablón, cuya obra será iniciada antes de que termine la administración de Juan Orlando Hernández; pero detalló que previo a la construcción “habrá que actualizar los estudios” económicos y financieros, a pesar que ya se haya invertido unos dos millones de dólares en la etapa previa.
Sin embargo, la construcción de estas obras ya había sido anunciada en 2015 y si bien las obras habían empezado, hace dos años el proyecto se detuvo.
“Lastimosamente está detenido desde hace más de un año. Se hizo bastante esfuerzo por parte de Invest-H para lograr un convencimiento para que el proyecto continuará y se dieran los fondos, pero no se logró y se nos dijo que ya no hay presupuesto y al no haberlo hubo que cerrar todo”, explicó.
En cuanto a las licitaciones, están en diseño los contratos y modelos financieros; “no se arrancó con el proceso de licitación y tampoco con el proceso de liberación de tierras porque deber ir a la par y no se iniciaron ninguna de las dos cosas porque no se tenían confirmado la asignación presupuestaria que se necesitaba”, lamenta Calderón.
Proyecto atado a la pobreza financiera de Honduras
Un aspecto importante que señala Calderón es que, si el proyecto no tiene el dinero asegurado, no podrán licitar y contratar personal para su funcionamiento, explica que el proceso de asentamiento y liberación de tierras tampoco podrá iniciar, además un proceso de reubicación de población es complejo y toma tiempo, “no lo pueden iniciar sin seguridad de un presupuesto, en caso de iniciar y quedarse sin dinero, eso genera muchos problemas”.
De acuerdo con el entrevistado, el estudio principal fue realizado hace años, algunas consultorías se ejecutaron de manera puntual, ante todo fueron empresas nacionales contratadas por Invest-H.
Calderón señala, respecto a la denuncia del ex diputado del Pac, que es lamentable que hable de esa manera sin conocer la realidad del proyecto sin investigar realmente lo que se ha hecho.
Firman nuevo acuerdo
“Yo veo que ahora todo el mundo está interesado en realizar el proyecto; es un proyecto importante para el Valle de Sula y para todo el país y lo único es lamentar que se planteen y se saquen comentarios sin conocer lo que se está hablando”, expresó.
El 26 de noviembre de este año, firmaron un acuerdo que dará paso a las actividades de construcción de las represas El Tablón, además de otros proyectos: Jicatuyo y Los Llanitos, cuyo objetivo es minimizar las inundaciones en el Valle de Sula y zonas vulnerables.
Para la firma del documento participaron autoridades del Gobierno central, representantes del sector maquilador, productor, agrícola, educación y alcaldes de ciudades de la zona norte. Por parte del Gobierno del presidente Juan Orlando Hernández firmaron el acuerdo la designada presidencial María Antonia Rivera y el ministro de Gobernación, Justicia y Descentralización, Leonel Ayala.
El Gobierno de Honduras ha asegurado que construirá una serie de presas antes de que finalice la actual administración (2018-2022) para salvar el Valle de Sula, gravemente afectado por las inundaciones causadas por las fuertes lluvias tras el paso de los huracanes Eta e Iota.
Ahora que los huracanes han devastado la zona, Ebal Díaz, dijo en entrevista en La Prensa que considera que es una «prioridad del Gobierno» llevar a cabo este proyecto, cuyo comienzo tendrá lugar antes de que finalice el mandato del presidente Juan Orlando Hernández.
No obstante, ha matizado que habrá que «actualizar» el presupuesto, aunque ya hay un decreto autorizando que los fondos saldrían de Firsa, ahora el dinero se desembolsaría de otra institución.
Las regiones más golpeadas por las crecidas de los ríos Ulúa y Chamelecón han sido el Valle de Sula y los departamentos de la zona del noroeste del país, que concentran gran parte de la producción agrícola, así como ganadera e industrial.
Intervención del territorio
Para el especialista en hidrología, Ismael Hernández, el problema principal de las inundaciones se debe a la forma de intervención del territorio.
Cortesía: Recorrido realizado por Expediente Público
“En la parte alta de Ulúa y Chamelecón se ha incentivado la agricultura cuando ahí debería ser una parte de protección y preservación”, denunció.
“Por política se incentiva la producción de café y ganado; eso ocasiona deforestación dejando laderas expuestas que cuando llueve, el río se va cargando de lodo y de residuos que bajan a las zonas de amenaza donde han construido casas”.
El experto comentó a Expediente Público que participó en un estudio por parte de la Comisión Permanente de Contingencias, Copeco, financiado por el Banco Mundial de Alimentos (2013-2019), que se basó sobre los procesos de reducción de vulnerabilidad en el Valle de Sula “y resalta que ejecutaron una planificación del territorio y notaron que no solamente se debía abordar la parte baja de la cuenca, si no toda la parte de asentamientos humanos y la parte alta”.
Ismael Hernández señala que determinaron que no se necesita de un evento de gran magnitud para que el Valle de Sula se inunde, con un simple frente frío es suficiente para que suceda. “Analizamos que había varios rasgos en los cauces del río Ulúa y Chamelecón; no tienen una dirección normal. Cada río tiene su propia área de caminar y al tenerla, el río la reclama como una zona especial; es una zona de amenaza, y va distribuyéndose de alguna manera, al vivir usted cerca del río tiene una mayor probabilidad de que el río se salga y le dañe”.
Falsa seguridad
“Antes del Mitch (1998), se empezó a trabajar en los bordos; ahí salió el Canal Maya, pero estas infraestructuras son obras que crean una falsa seguridad y los pobladores se confían y construyen cerca de esos proyectos que de acuerdo con su diseño tienen un límite y una vez sobrepase la cantidad de agua de esos bordos la zona queda expuesta”.
El especialista indica que el trabajo realizado en los bordos se estableció para un periodo de 10 años, a la fecha han trascurrido 22 años desde el huracán Mitch, por ello lamenta que las autoridades no han vuelto a trabajar en las cuencas y mejorado los bordos.
No se ha hecho nada luego del Mitch
“Han construido en zonas de peligro. El río tiene su área de acción y esa el río la reclama y al hacerlo tenemos estos eventos”, advierte.
“No se ha hecho nada después de lo que pasó con el Mitch, se despreocuparon y no pensaron que tendrían otro evento de esa magnitud. Los ríos no están limpios como antes; los bordos se construyeron para un periodo y con agua limpia sin sedimentos, entonces al tener este evento fuertísimo, que para mí tiene dimensiones similares al Mitch (…), es que ha sido catastrófico”.
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Antes de Mitch no había esa cantidad de asentamientos humanos que hay en el Valle de Sula; inicia cerca de Potrerillos y Pimienta y que llega cerca de Puerto Cortés, y en el otro lado colinda cerca de Tela, explica.
“Y han ido construyendo sin considerar el riesgo, y no solo de inundaciones, sino también de sequías, por ejemplo, en San Manuel, Villanueva y Pimienta, ya tienen que perforar los pozos más profundos, porque el acuífero ya no aguanta, entonces tenemos dos situaciones, una es la sobreexplotación de las partes altas de las cuencas, y otra es la intervención del territorio en las partes bajas por asentamientos humanos, sin considerar el tema de riesgo”, detalla.
“Si no tenemos una gestión de cómo realizar estas obras grandes…el Estado estará contento porque se endeuda por otros lados para hacer un curita por aquí y otra por allá y la gran mayoría del dinero va hacia la bolsa izquierda”, dijo a Expediente Público.