*“Venezuela casi no produce petróleo, entonces qué va a aportar a Petrocaribe más que una maquinaria de lavado y robo”, dijo a Expediente Público el experto en temas de seguridad Douglas Farah.
*El exministro de Finanzas, Wilfredo Cerrato, declaró que a marzo de 2022 la deuda con Petrocaribe era de $59.8 millones, pero el monto que reporta la Secretaría de Finanzas es de menos de un millón de dólares.
***El acuerdo con Petrocaribe estuvo lleno de promesas, pero nunca ha habido un informe que detalle los resultados de la iniciativa, dijo el director del Fosdeh, Mauricio Díaz Burdett.
Expediente Público
Aunque el acuerdo con Petrocaribe tuvo una corta vida en Honduras, dejó una larga estela de dudas que ahora se vuelven más acuciantes ante la posibilidad de que el Gobierno de la presidenta Xiomara Castro retome esa iniciativa que es considerada como una gran máquina de corrupción.
Honduras entró a Petrocaribe en enero de 2008 y fue suspendido por Venezuela en julio de 2009, tras el golpe de Estado al presidente Manuel Zelaya, quien catorce años después es asesor presidencial en el Gobierno de su esposa, la mandataria Castro.
Zelaya viajó en marzo pasado a Venezuela para conmemorar el décimo aniversario del fallecimiento de Hugo Chávez y a su regreso a Honduras hizo varias declaraciones que no dejaron de causar sorpresa.
La primera, sobre la posibilidad de que Honduras vuelva a ser parte de ese “beneficio” y la segunda, sobre la deuda que se tiene con el país sudamericano por los desembolsos de 50 millones de dólares que hizo a través de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), más 30 millones de dólares de Petrocaribe.
“Y hay que decir que mi gobierno no gastó esos fondos, le quedaron al golpismo”, atajó el exmandatario, en referencia a la administración de Roberto Micheletti y los doce años del Partido Nacional que siguieron a su defenestración.
¿De cuánto es la deuda de Honduras con Petrocaribe?
Si bien Zelaya habló de varios millones de dólares de deuda con Petrocaribe y el exministro de Finanzas Wilfredo Cerrato declaró que a marzo de 2022 el saldo era de $59.8 millones, el monto que reporta la Secretaría de Finanzas es de menos de un millón de dólares, según la respuesta a una solicitud de información realizada por Expediente Público.
Ante la marcada diferencia, se repreguntó a la entidad, que reiteró que “el saldo total adeudado al Gobierno de Venezuela por concepto de obligaciones contraídas de Petrocaribe al 28 de febrero de 2023 asciende a la cantidad de: US$ 881,105.68”.
Se consultó la opinión por Whatsapp del viceministro de Crédito e Inversión Pública de esa secretaría, Roberto Ramírez, pero no hubo respuesta.
La diferencia entre el discurso público y el registro en Finanzas es otra muestra de la falta de información clara y precisa en el tema de Petrocaribe.
También se hicieron varias solicitudes de información en entidades públicas para rastrear el cumplimiento de las promesas que se hicieron con el acuerdo de Petrocaribe, pero al momento de esta publicación solo el Instituto Nacional de Conservación Forestal (ICF) atendió la consulta y su respuesta fue que “no se encontró evidencia documentada de ubicación y cantidad de proyectos forestales financiados con el fideicomiso manejado por el BCH con fondos de Petrocaribe”.
Falta de transparencia y rendición de cuentas
La adhesión de Honduras a Petrocaribe en el Gobierno de Zelaya estuvo llena de promesas, la más obvia, la rebaja en los precios de los combustibles, aunque según organizaciones como el Consejo Hondureño de la Industria Petrolera (Cohpetrol) eso nunca ocurrió.
Tampoco hubo un informe técnico que permitiera valorar de cuánto fue la disminución.
“Realmente nunca ofreció un mejor precio en los carburantes, sino que ellos lo que hacían era que daban financiamiento para el pago y eso era en lo que se recibía algún tipo de beneficio”, declaró a los medios la presidenta de Cohpetrol, María Eugenia Covelo, el pasado 9 de marzo.
Hay que mencionar que el barril de petróleo alcanzó en 2008 su precio máximo desde 1987 de 143,95 dólares. En comparación, al 29 de marzo de 2023 era de 77,51 dólares, según el sitio Datos Macro.
¿En qué consiste Petrocaribe?
El trato con Petrocaribe permitía a los países miembros compras de petróleo venezolano de la que el 50 por ciento de la factura sería financiada en programas sociales y de desarrollo en un plazo de hasta 25 años, y el otro 50 por ciento debía ser cancelado en 90 días. Además, incluía dos años de gracia y el 1 por ciento de interés.
Petrocaribe se surtía a través de Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA), empresa estatal venezolana, sancionada por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, por considerarla un vehículo para la corrupción, ya que se constituyeron empresas mixtas en los países socios bajo el paraguas de Petrocaribe.
Una publicación de 2008 del Foro Social de la Deuda Externa (Fosdeh) reseña las declaraciones de Zelaya, en el sentido de que el pacto con Petrocaribe significaría un ahorro de $350 millones que facilitarían la inversión para la recuperación económica, así como la ejecución de proyectos productivos en el sector agropecuario, forestal y vivienda.
Fideicomiso venció en 2011, según BCH
El crédito sería administrado a través de un fideicomiso manejado por el Banco Central de Honduras (BCH) y la deuda podría honrarse con alimentos como bananos, azúcar y cereales, textiles y otras necesidades que requiriera Venezuela.
Es de mencionar que el “Contrato de Fideicomiso Acuerdo de Cooperación Energética Petrocaribe” suscrito entre el BCH y la Secretaría de Finanzas finalizó el 8 de diciembre de 2011, según respuesta del Banco Central a una solicitud de información de Expediente Público.
No obstante, el Fosdeh manifestó entonces su preocupación ya que el acuerdo representaría un endeudamiento externo anual mínimo de $170 millones y máximo de $340 millones en un plazo de dos años, “sin que haya la debida transparencia en el manejo de esos recursos”, como ocurrió con los fondos de la condonación y alivio de la deuda externa en el período post huracán Mitch (1998).
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Informes siguen pendientes
El tiempo dio la razón a la organización civil sobre la falta de transparencia, ya que nunca ha habido una descripción o un informe que permita identificar el monto de ese endeudamiento y su impacto, declaró a Expediente Público el director del Fosdeh, Mauricio Díaz Burdett.
“Esos informes están pendientes, hay varios parciales, algunos dicen que son completos, pero en nuestra perspectiva eso no es cierto”, apuntó.
Lo que sí es cierto es que entraron recursos financieros que contribuyeron en algunas cosas limitadas al tema agrícola, especificó Díaz Burdett, quien añadió que básicamente lo que más ayudó al país, especialmente entre 2006 al 2010, fue el proceso de condonación de deuda más que el tener un nuevo endeudamiento.
El director del Fosdeh reconoció que, en el tema de los recursos, especialmente los de origen externo de endeudamiento, no hay transparencia y estos movimientos son más de naturaleza política, así como la valoración de los resultados.
Aunque los fondos de Petrocaribe significaron recursos externos adicionales que ni siquiera estaban presupuestados, permitían al Gobierno administrarlos sin tanta restricción como ocurre con los bancos internacionales que requieren el cumplimiento de normativas.
Eso generó el cuestionamiento de muchos sectores sobre la administración de esos recursos, mientras que el gobierno venezolano y el resto de los países que eran parte de Petrocaribe manifestaron su satisfacción, por lo que “quedó la duda”, dijo el reconocido economista.
Ahora que se está intentando restablecer la relación con Petrocaribe, o con Venezuela en particular, el director del Fosdeh considera que es muy probable que se pudiera identificar con mayor precisión el impacto de esa deuda, que a su criterio podría ser gigantesco.
Petrocaribe, una máquina de corrupción
Petrocaribe, que en teoría surgió para impulsar la cooperación energética, la integración, el desarrollo social y económico y la complementariedad, ha sido acusado de usar la “petrodiplomacia” para manipular el apoyo de los países miembros y evitar sanciones internacionales.
Pero las acusaciones más graves tienen que ver con la corrupción y el lavado de dinero.
“A lo largo de su existencia Petrocaribe ha servido más que nada como gran máquina de lavar dinero y corrupción, con muchos casos en Nicaragua, El Salvador, Haití y Venezuela”, dijo a Expediente Público el investigador y periodista Douglas Farah, experto en temas de seguridad en América Latina.
A criterio de Farah, son limitados los casos en los que esa iniciativa cumplió con el propósito para la que fue creada inicialmente.
Pero en la gran mayoría de los casos, y especialmente después de 2010, su propósito era ya el saqueo de Venezuela por parte del régimen de Nicolás Maduro, con sus aliados en Albanisa, en Nicaragua, y Alba Petróleos, en El Salvador.
“Facilitó poca compra de petróleo en realidad, y Venezuela no tenía nada que vender o regalar”, acotó.
En Honduras solo hubo una sucursal
En el caso de Honduras, la estructura de Petrocaribe era más que nada una sucursal de Alba Petróleos, con los mismos actores y no logró establecerse como entidad independiente.
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Además, como no ha habido cambio de liderazgo ni de pensamiento, y dado el hecho que Venezuela apenas produce petróleo hoy en día, solo conviene para narco lavado de divisas y corrupción oficial, sostuvo.
Farah sostuvo que después del 2009 esas empresas “fantasmas” siguen funcionando y aparecen registradas en Honduras, “y eso sería, yo creo, la fuerza motriz hacia el futuro. Ya están los cimientos de la estructura. Solo falta montar la parte visible”.
Ante la pregunta de si Honduras podría “beneficiarse” nuevamente con Petrocaribe, el economista Carlos Urbizo expresó a Expediente Público que “la situación en Venezuela me indicaría que ellos no están en condiciones de dar concesiones”.
El director del Fosdeh, Mauricio Díaz Burdett coincidió en que los tiempos de Chávez no son los mismos de Nicolás Maduro, de allí que hay una gran competencia por llegar a los recursos de Petrocaribe y la posibilidad de acceder a ellos es limitada.
¿Qué beneficios dejó Petrocaribe a Honduras?
De su lado, Urbizo opinó que la experiencia anterior con Petrocaribe no fue del todo mala, aunque Honduras quedó debiendo a Venezuela.
Para pagar el servicio de esa deuda, el director del Fosdeh reflexionó que Honduras podría vender alimentos, aunque está difícil porque aumentaría notablemente el nivel inflacionario para el consumidor hondureño debido a que el país no está produciendo toda la comida que se requiere.
“Eso implica entonces que tendremos que ver cómo se va a pagar”, apuntó.
El otro punto a tomar en cuenta sería identificar, si llegara a haber financiamiento, a qué proyectos estarían orientados esos recursos y cómo se manejarían, de tal manera que hubiera la mayor transparencia posible.
“Y lo último, sin duda, tratar de cuidar que el nivel de endeudamiento público del país no crezca de una manera tan desmesurada”, aunque consideró que esto es poco posible que ocurra en términos de Petrocaribe, pero sí es necesario verlo en función del financiamiento complementario de otros organismos financieros.
No obstante, para Douglas Farah, la idea de reactivar Petrocaribe carece de cualquier sentido en términos económicos.
Entre otras razones, porque Venezuela casi no produce petróleo y ni siquiera puede satisfacer su mercado interno, entonces qué va a aportar a Petrocaribe, se preguntó.
De allí que lo único que queda es “una gran maquinaria de lavar dinero y robar del Estado”, puntualizó.