*Asamblea Nacional debate cierre de asociaciones médicas, en el marco de cuestionamientos a la información oficial sobre el Covid-19. Con ello cerrarían los espacios para el desarrollo e intercambio científico del gremio, advierte especialista.
**De aprobarse la suspensión de las organizaciones médicas, desde diciembre de 2018 hasta 2021 serían 34 las oenegés canceladas por los sandinistas en Nicaragua.
***Gobierno califica de “información falsa” las críticas de los médicos al manejo de la pandemia y los datos alternativos al Ministerio de Salud y advierte de retiro de licencias y cárcel a médicos que hablan con los medios de comunicación, bajo argumento de leyes de ciberdelitos y otras normas represivas.
Expediente Público
El parlamento nicaragüense analiza la cancelación a 24 asociaciones civiles, la mayoría de ella organizaciones médicas, bajo una ley contra el lavado de dinero y antiterrorismo, así como la Ley General de Personas Jurídicas sin Fines de Lucro.
Una iniciativa de ley entregada a la Junta Directiva de la Asamblea Nacional el 22 de julio de 2021 por parte del diputado sandinista Filiberto Jacinto Rodríguez López, explica que el Ministerio de Gobernación (Migob) pide la suspensión de estas organizaciones bajo razonamientos burocráticos: «porque no han electo nuevas juntas directivas, no presentan sus estados financieros, no entregaron informes sobre donantes”, entre otros motivos técnicos.
Estas 24 oficinas se sumarían a las diez ya suspendidas por el parlamento nicaragüense desde diciembre de 2018, entre las que se encuentran organizaciones de derechos humanos.
En la lista negra de Gobernación están 17 gremios médicos y de enfermos crónicos organizados, incluyendo la Asociación Médica Nicaragüense (AMN), grupos de sicólogos, diabetólogos, neumólogos, urólogos, nefrólogos, dermatólogos, infectólogos y anestesiólogos, incluso la Liga Nacional contra la Leucemia y el Cáncer de Niños y el Centro de Estudios y Promoción Social.
También aparecen la Asociación de Padres de Familia del Colegio Calasanz, la Fundación Siglo XXI, Asociación Hogar de Esperanza, Asociación de Pobladores de Lomas de Monteverde y el Club Social de Juigalpa.
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¿Control sobre información de la pandemia?
Médicos independientes han criticado en múltiples ocasiones las políticas sanitarias del gobierno en el marco de la pandemia, desde la falta de protección del personal hospitalario hasta el llamado a actividades de aglomeración; también han señalado la necesidad de priorizar en la vacunación contra el Covid-19 al personal de salud en primera línea contra la pandemia.
Las cifras dudosas de infección, mortalidad y la falta de datos sobre las pruebas son temas cotidianos en Nicaragua desde el inicio de la crisis sanitaria en marzo de 2020.
Mientras el Ministerio de Salud (Minsa) reporta 9,108 casos y 194 muertes por la Covid-19 hasta el 26 de julio 2021, el Observatorio Ciudadano, integrado por médicos y personal de salud, informa que al 21 de julio existen 19,743 casos sospechosos y 3,631 muertes atribuibles a esta misma enfermedad.
La vicepresidenta y vocera Rosario Murillo había vertido amenazas contra los médicos independientes antes que estos fueran citados por las autoridades de Salud; en mayo llamó “almas endemoniadas” y “cerebros pequeños” a los médicos y periodistas que difunden información crítica o alternativa sobre el manejo oficial de la pandemia y que presentan datos independientes.
El 6 de julio Murillo llegó a decir en su alocución diaria en medios oficialistas: “En la vida todo se paga, y si hacemos daños, daño nos llegará. No nos expongamos a recibir las consecuencias de nuestras acciones, hagamos el bien, para que el bien nos llegue a todos. El deseo nuestro, el deseo de la mayoría de los nicaragüenses, hacer el bien para que el bien se devuelva infinitamente y dejar de hacerle daño al pueblo, a la familia, aterrorizando con falsos médicos, con falsos pronósticos, con falsas encuestas, noticias, falsas, medios de comunicación que nosotros llamamos chachalacos, urracas parlanchinas que se dedican a cantar únicamente malignidades, y bueno, reiteramos, todo se paga en la vida”.
Una de las organizaciones que podrían ser canceladas es la Asociación Nicaragüense de Neumología (Anine); Expediente Público se comunicó con la organización y ellos explicaron que no han recibido ninguna solicitud o constancia del Migob o alguna otra información del Gobierno, solo conocen que existe la iniciativa de ley.
Expediente Público intentó comunicarse con la AMN, pero indicaron que no están atendiendo a los medios de comunicación.
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El doctor José Antonio Delgado, agremiado como ginecólogo en una de las pocas asociaciones que no figura en la lista de entes propuestos para cancelación, explicó que frente a la pandemia que afecta 192 países, prácticamente todos los gremios y especialistas de salud están vinculados con el tema.
“Todos los médicos van a hablar de la Covid-19, entre más médicos y asociaciones vinculadas a la salud hablen, es correcto, pero además, si alguien habla algo y mañana es una información incorrecta, es porque así es la ciencia médica, primero creíamos que se transmitía por los objetos, la práctica de protección era con amonio cuaternario en llantas de vehículos, pero descubrimos que no era así. Es una enfermedad que seguimos conociendo y nos vamos a equivocar, por eso, en lugar de trabajar solos nos unimos”, dijo.
Minsa intimida a médicos
El Ministerio de Salud (Minsa) continúa además intimidando a los médicos. A mediados de julio fueron llamados a declarar ante la fiscalía el doctor José Luis Borgen, quien además, junto al salubrista Carlos Quant y la oncóloga Indiana Talavera, fueron citados con carácter obligatorio ante la Direcciónde Regulación Sanitaria del Ministerio de Salud; el 27 de julio fue llamado a esta misma dependencia el neumólogo Jorge Miranda.
Se debe recordar la participación de esta entidad pública en la represión de abril de 2018, cuando negaron atención médica a los manifestantes heridos, por lo cual la exministra de Salud Sonia Castro fue sancionada por Estados Unidos.
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Acabarían con actualización científica
“Todas las asociaciones médicas están trabajando en función del saber científico como por ejemplo la Asociación Médica Nicaragüense (AMN); las asociaciones no tocan temas de carácter político-social, a diferencia de la Unidad Médica Nicaragüense, que nace en el contexto del despido de personal sanitario durante las protestas de 2018”, comentó Delgado.
“Los presidentes de las asociaciones deberían salir y evitar esta situación, solo soy un médico y conozco como trabajan las organizaciones y no conozco sus debilidades, pero creo que una corrección no es buena cuando el castigo es severo, debe haber un proceso”, agregó.
Aunque las asociaciones tuvieran problemas de carácter administrativo, “eliminar una organización médica afecta el desarrollo científico”, precisó el galeno.
“Además, las asociaciones aglutinan a médicos de todo el sistema de salud, privado y público, por lo que la suspensión no es la solución, sería mejor la corrección de los problemas administrativos que presentan”, concluyó el doctor Delgado.