*Este 22 de octubre la oposición realiza las primarias en Venezuela. Se estima que podrían votar hasta tres millones de venezolanos que están dentro y fuera del país.
**Con el relajamiento de las sanciones estadounidenses, el régimen de Nicolás Maduro intentará atizar las divisiones entre sus adversarios.
***La favorita para ganar las primarias es María Corina Machado quien está impedida de ser candidata presidencial.
Expediente Público
El 6 de octubre del 2023, el actual presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Elvis Huidobro Amoroso, se comunicó vía telefónica con el principal representante de la Comisión Nacional de Primaria (CNP) opositora, Jesús María Casal, para ponerlo al tanto del último giro del régimen de Nicolás Maduro.
Para ese momento, las relaciones entre ambas instancias parecían estar definitivamente rotas. Los poderes públicos, alineados completamente con el oficialismo, sentaban las bases para una suspensión de facto del evento opositor.
Días atrás, el Tribunal Supremo de Justicia había emitido una sentencia en la que atribuía al Poder Electoral la facultad “exclusiva” en cuanto a la organización de cualquier elección, desde una presidencial hasta el de un sindicato.
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Chavismo intentó bloquear primarias en Venezuela
Las primarias en Venezuela parecían tener sus días contados. Y así lo reiteraba el vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, Diosdado Cabello, cada vez que tocaba el tema en su programa semanal, transmitido a través de la estatal Venezolana de Televisión.
“Aquí no va a haber primaria”, aseguró en febrero. “Ya no hay primaria. Me llamaron y me dijeron: todos nos vamos a ir porque nos van a meter presos”, afirmó en septiembre.
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Para sorpresa de Casal y los demás miembros principales de la comisión, Amoroso le notificó la decisión del régimen en aceptar todas las condiciones exigidas por la CNP para aceptar la asistencia técnica del Poder Electoral.
Primarias en Venezuela condicionadas
Las condiciones son facilitar el uso de instalaciones públicas para el funcionamiento de los centros de votación; vigilancia policial y militar del evento; resguardo de la identidad de los electores; permitir la participación de observadores internacionales y suministrar acreditaciones a los periodistas foráneos.
Esta información, suministrada a Expediente Público por un miembro principal de la CNP que pidió el resguardo de su identidad, ya era en sí misma un signo alentador en cuanto a que el evento opositor se llevaría a cabo.
Cinco días después, otro integrante de la comisión, Roberto Abdul, transmitía la misma certeza durante una presentación organizada para sectores académicos, diplomáticos y periodistas independientes.
“Nuestra percepción es que han bajado las presiones sobre el proceso”, reconoció.
Pero el grupo de Casal desestimó la propuesta oficialista. Para ese momento, ya estaba decidido que las primarias en Venezuela se llevaría a cabo bajo la modalidad denominada por ellos mismos “autogestionada”, es decir, con recursos propios.
Aceptar la sugerencia de Amoroso hubiese implicado una postergación, que le hubiese facilitado munición a los críticos del proceso.
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Negociaciones de Doha a Barbados
Los propios rectores de la CNP estaban al tanto del desarrollo de negociaciones directas entre el régimen de Maduro, representado por los hermanos Jorge y Delcy Rodríguez, y el gobierno estadounidense, a través de un equipo encabezado por el subsecretario de asuntos para el Hemisferio Occidental, Brian Nichols.
El escenario de este diálogo era Doha, la capital de Catar, un opulento estado del Golfo Pérsico que se caracteriza, entre otras cosas, por carecer de tratado de extradición con Estados Unidos.
Ya entonces sabían en la CNP que la administración de Joseph Biden estaba dispuesta a relajar ciertas sanciones, implantadas desde 2018 por el Departamento del Tesoro, para estrangular el flujo de recursos que alimentaba la corrupción oficialista y enderezar el rumbo de Maduro, para llevarlo a retomar el “cauce democrático”.
EE.UU. y la promesa de Maduro
Según el director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello, Benigno Alarcón, fue en la ciudad catarí donde se cocinó el acuerdo entre el régimen de Maduro y la oposición.
La rúbrica, sin embargo, no sería en aquellos confines sino en la isla de Barbados, el 17 de octubre.
En conversación con Expediente Público este académico señaló que EEUU pagó un alto precio por lograr la certeza de que la primaria sería permitida.
En su cálculo, al margen de este hecho, Maduro solo hizo algunas concesiones menores. Por ejemplo, formalizar que la próxima elección presidencial será “en el segundo semestre de 2024”.
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Para Alarcón, no podía ser de otra manera: “El Gobierno está en muy mal momento para ir a una elección antes”, resumió.
Por ende, le conviene dejar pasar el mayor tiempo posible, a ver si así recuperar sus mermadas finanzas y emprender lo que describió como “una campaña de corte clientelar”, similar a las que llevó a cabo su predecesor Hugo Chávez entre 2004 y 2012.
Primarias este 22 de octubre
Durante su presentación, Abdul precisó que la primaria contará con 5,134 mesas de votación, distribuidas en 3,070 centros.
Otras 838 mesas tomarán los votos de la diáspora, en 77 ciudades del planeta. Eran 80 inicialmente, pero fueron descartadas las dos de Argentina y la de Tel Aviv.
Indicó que la capacidad instalada, más el material suministrado a los centros posibilitará el sufragio de 3,1 millones de personas.
El proceso, aunque es totalmente manual, está diseñado para que el acto de votación no dure más de un minuto, contado desde el momento en que se entrega el documento de identidad hasta que se introduce la papeleta correspondiente en la urna.
La candidata favorita
Desde inicios de 2023, las preferencias se inclinaron en favor de María Corina Machado, una ingeniera de 56 años que irrumpió en la política de la mano de la organización no gubernamental Súmate, dedicada precisamente a la observación de procesos electorales, en la primera década de este siglo. Ahora, ella es la máxima exponente de la agrupación Vente Venezuela.
Una encuesta llevada a cabo tres semanas antes de la primaria por el Instituto Delphos concluye que Machado cuenta con más de 74% de la intención de voto, entre aquellos que con seguridad participarán en los comicios del 22 de octubre.
Para el momento en que se llevó a cabo el sondeo, todavía estaban en la competencia Henrique Capriles (Primero Justicia), Freddy Superlano (Voluntad Popular) y Roberto Enríquez (Copei originario).
El director de Delphos, Félix Séijas, aseguró a Expediente Público que luego de los retiros de estos tres aspirantes la correlación de las preferencias “se mantiene prácticamente intacta”.
¿Cuántos votarán en las primarias?
Séijas estimó que en este evento participarán como mínimo 1,8 millones de personas. El máximo proyectado rondará 2,8 millones. Esto incluye a los que forman parte de la diáspora y lograron actualizar sus datos en el Registro Electoral.
Para el experto, cualquier cifra de sufragios en este rango podría ser considerada como exitosa por los organizadores, tomando en consideración que Venezuela continúa inmersa en una emergencia humanitaria compleja, que incluso restringe la capacidad de la población para movilizarse, debido a la escasez de combustibles.
A pesar de su posición ventajosa en las encuestas -o quizá debido a ello- María Corina Machado se encuentra impedida de optar por la Primera Magistratura de Venezuela.
Reagrupamiento opositor
En julio, de forma intempestiva, la Contraloría General de la República le quitó ese derecho. En ese momento, este órgano era presidido por Elvis Huidobro Amoroso, el mismo que luego fue enviado por el partido de gobierno para la rectoría del Poder Electoral.
Al menos tres recursos han sido interpuestos ante el Tribunal Supremo de Justicia para revocar esta decisión. Pero la cúpula del Poder Judicial, dominada por el oficialismo, la ha ratificado. Incluso, llegó a declarar que la revisión de esta medida era “improponible”.
Alarcón avizora que esta situación podría generar una dualidad: la de una vencedora en la primaria que no podría ser candidata, y que tendría que ser reconocida como nueva líder de las fuerzas que adversan al oficialismo.
¿Cumplirá Nicolás Maduro?
Se plantearía, entonces, un escenario de contradicciones a lo interno de la oposición. Algo que se haría más evidente luego del 30 de noviembre, cuando vece el plazo otorgado por EE.UU. para resolver el problema de las inhabilitaciones.
“Por ahora, habrá un paréntesis hasta noviembre. Ella (Machado) podría mantener el rol de ‘gran electora’. No será del todo perfecto, pero lo conservaría por haber ganado la primaria”, afirmó para Expediente Público el consultor político Oswaldo Ramírez Colina.
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Según este analista, las renuncias de Roberto Enríquez y, especialmente, de Henrique Capriles, son una señal de que sus respectivas toldas políticas podrían de alguna forma cuestionar el rol de Machado como principal líder opositora, luego de la primaria.
Acción Democrática -cuyo candidato Carlos Prosperi, se mantiene en la lucha- podría asumir la misma línea.
Como telón de fondo, está la necesidad de designar un posible candidato sustituto, si no se resuelve el obstáculo de la inhabilitación.
Según el director de Delphos, una mayoría del universo opositor ha señalado que este reemplazo debería ser “quien decida María Corina”. De allí su posible función de gran electora. Pero esto no está decidido aún.