*Migración de Costa Rica procederán con la deportación inmediata de los migrantes que causen “disturbios”, bajo órdenes del mandatario Rodrigo Chaves.
**Al menos 17 migrantes venezolanos en tránsito fueron detenidos al protagonizar disturbios contra la Policía en la localidad de Paso Canoas, una localidad de Costa Rica a unos 300 kilómetros al sur de San José, fronterizo con Panamá.
Expediente Público
El presidente Rodrigo Chaves declaró “emergencia nacional” en Costa Rica por la llegada de migrantes al país centroamericano, al mismo tiempo que instruyó al Ministerio de Seguridad Pública “mano firme” y ordenó a la Dirección General de Migración y Extranjería la “deportación” de un grupo de venezolanos que provocaron disturbios y se enfrentaron a la fuerza policial en la localidad de Paso Canoas, unos 300 kilómetros al sur de San José, fronterizo con Panamá.
“Esta situación amerita declarar una emergencia nacional que se vive en el país, debido a la cantidad de personas que están pasando por nuestro territorio (…) Hay una crisis migratoria a lo largo del continente, somos un país de paso de migrantes fundamentalmente, gente que pasa por Costa Rica tratando de llegar a Estados Unidos”, dijo el mandatario en su habitual conferencia semanal desde Casa Presidencial.
El presidente costarricense instruyó al Ministerio de Seguridad Pública para que ejerza “mano firme” contra todas aquellas personas que lleguen al país aprovechándose de la “gentileza” de sus ciudadanos.
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El Ejecutivo tomó la decisión tras unos disturbios que un grupo de venezolanos protagonizó en Paso Canoas, unos 300 kilómetros al Sur de San José, una localidad fronteriza con Panamá, donde llegan tras cruzar la peligrosa selva del Darién.
Costa Rica, según Chaves, se ha convertido en un punto de paso para migrantes venezolanos, ecuatorianos, chinos, colombianos, inclusive de Haití, Yemen y Bangladesh.
¿Qué significa la emergencia nacional?
Alejandro José Picado, presidente ejecutivo de la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias (CNE) de Costa Rica, explicó que la declaratoria de emergencia se dará a través de un decreto y contempla dar recursos económicos al Ejecutivo para solventar la seguridad de las personas en la frontera y garantizar a los migrantes un “tránsito seguro”.
“Hoy vamos a sesionar de manera extraordinaria para que esto quede listo ante el Poder Ejecutivo”, expresó Picado.
Según el mandatario, unas 386 mil personas han cruzado por Costa Rica en lo que va del año y manifestó que quienes quieren transitar en paz y lleguen provenientes de la peligrosa selva del Darién, ya no van a ir a Paso Canoas, sino que van a encontrar un bus para que los trasladen hasta la zona Norte.
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Quienes lleguen a Costa Rica provenientes de la peligrosa selva, según Chaves, serán llevados a un centro en específico, donde posteriormente abordarán autobuses directo al Norte. “Es una situación de emergencia habíamos querido ser apegados a la ley, pero encontramos los elementos técnicos para poder movilizar los recursos de acuerdo a un decreto de emergencia”, mencionó el mandatario.
Empiezan deportaciones
Los disturbios a los que se refiere el mandatario costarricense ocurrieron después de que la Policía requisó y decomisó los alimentos y bebidas a un grupo de migrantes, que vendían de manera ambulante dentro de un campamento improvisado que funciona en Paso Canoas, y que en respuesta lanzaron piedras a los oficiales. El campamento que funciona desde mayo pasado, ha provocado incluso el malestar de los vecinos de la zona.
La semana pasada, el ministro de Seguridad, Mario Zamora junto a la ministra de Salud, Mary Munive, realizaron una visita en el lugar de Paso Canoas para entender el fenómeno migratorio del Tapón del Darién que “impacta en la frontera” costarricense. Pero, la actual situación provocó la toma de decisiones drásticas por parte del Ejecutivo.
“Ordené a la Dirección General de Migración y Extranjería que empiece el proceso de deportación de las personas que hicieron disturbios hacia Venezuela o el país de origen. Entonces, si alguien, cruzó el Tapón de Darién, que no es fácil, se los garantizo, llegó a Costa Rica y se portó mal, faltándole el respeto a nuestras autoridades, haciendo disturbios, el mensaje es va de vuelta a su país de origen, porque aquí no se lo vamos a tolerar. Empiecen a meditar quienes estén pensando venir a Costa Rica”, advirtió Chaves.
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El año pasado, Costa Rica aprobó 86,788 solicitudes de refugios a ciudadanos de 65 nacionalidades, mayoritariamente de Nicaragua y Venezuela. En agosto pasado, Chaves se reunió con su homólogo Joe Biden, con quien discutió formas de reforzar un acuerdo entre ambos países sobre posibles vías legales para el creciente número de migrantes centroamericanos que llegan a la frontera sur de Estados Unidos.
En marzo pasado, Migración de Costa Rica puso en marcha un mecanismo para migrantes originarios de Cuba, Venezuela y Nicaragua que tienen solicitudes de refugio pendientes de resolver o denegadas, y quienes pueden optar a una Categoría Especial Temporal.
Expresidenta Campbell: desafíos en Centroamérica
Mientras tanto, la expresidenta costarricense Epsy Campbell mencionó que la región centroamericana está enfrentando ,además del tema migratorio, desafíos «democráticos, económicos, ambientales, sociales» y hay también sectores excluidos.
«La migración es una realidad, no solo en Costa Rica, sino en el mundo entero», mencionó la exmandataria.
Aunque no quiso referirse de manera particular a la crisis sociopolítica nicaragüense, la expresidenta señaló que la situación de «violación de derechos humanos y de exclusión que miramos de manera sistemática en diferentes países de Centroamérica es una gran preocupación».
«La situación de Nicaragua tiene que se de preocupación colectiva y no solamente de una acción individual», refirió al mismo tiempo que reconoció el aporte de los migrantes nicaragüenses en Costa Rica.