*Analistas coinciden en que discurso de la presidenta Xiomara Castro es incoherente al criticar la corrupción de funcionarios en el Gobierno de Hernández, mientras guarda silencio por la protección que les da el régimen de Ortega.
**A los exministros Ebal Díaz y Ricardo Cardona se unió en Nicaragua el exfiscal general Óscar Chinchilla, quien es investigado por una comisión del Congreso Nacional por supuestos casos de corrupción.
Expediente Público
En su discurso en la Cumbre del G77+ China, realizada el 15 y 16 de septiembre de 2023 en La Habana, Cuba, la presidenta Xiomara Castro criticó las “prácticas corruptas que convirtieron a Honduras en un narcoestado y un paraíso fiscal que endeudó y empobreció a nuestro pueblo”.
Narcoestado es el nombre con el que fiscales estadounidenses calificaron a Honduras en marzo de 2021, durante el juicio al exjefe del cártel “Los Cachiros”, Devis Leonel Rivera Maradiaga, quien, declaró que sobornó a los presidentes Juan Orlando Hernández, actualmente a la espera de juicio en una cárcel de Nueva York, Porfirio Lobo y Manuel Zelaya a cambio de protección.
Aunque el discurso de Castro sobre los doce años del Partido Nacional ha sido repetitivo durante su mandato, como se pudo ver también en la 78a Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de septiembre de 2023, lo que no ha criticado la mandataria es el papel del régimen de Daniel Ortega en Nicaragua como refugio para exfuncionarios del “narcoestado”.
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La lista de abusos de Ortega
Castro se ha convertido en la abogada del diablo al defender en foros internacionales al régimen de Daniel Ortega, señalado por Naciones Unidas de delitos de lesa humanidad por la muerte de al menos 355 civiles durante las protestas que iniciaron en ese país en abril de 2018.
Estas personas fueron asesinadas a tiros por policías, soldados del Ejército, grupos paramilitares y de choque que usaron armas de alto calibre contra la población civil.
Ortega además ha provocado el exilio de más de 200 periodistas tras confiscar y cerrar la mayoría de los medios de comunicación en Nicaragua.
Los abusos que no ve Xiomara Castro
También ha confiscado más de 3,500 ONG’s y ha desatado una constante persecución religiosa. El obispo de Matagalpa, Monseñor Rolando Álvarez tiene más de un año detenido y ha sido condenado a 26 años de cárcel por alzar su vos contra los abusos de derechos humanos. Varias iglesias han sido vandalizadas y misiones católicas expulsadas del país.
Ortega en febrero de 2023 expulsó de Nicaragua a 222 nicaragüenses que por más de dos años permanecieron ilegalmente detenidos en las cárceles y condenados en juicios exprés. A ellos y a otras 94 personas se les quitó la nacionalidad y sus bienes fueron confiscados.
Desde 2018, casi un millón de personas ha tenido que salir de Nicaragua debido al clima de terror que mantiene el régimen.
Entre los hondureños que están en Nicaragua se encuentran los exministros Ebal Díaz y Ricardo Cardona, quienes actualmente tienen la nacionalidad nicaragüense, así como su parentela, y son investigados por el Ministerio Público en casos de corrupción.
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Caso del exfiscal Óscar Chinchilla
El 3 de septiembre de 2023, después de que concluyó su periodo como fiscal general, Óscar Chinchilla viajó también a Nicaragua y, según una publicación de Reportar sin Miedo, todo indica que no pretende volver a Honduras ya que vendió sus dos únicas propiedades.
En 2017, Chinchilla fue nombrado por la Corte Suprema de Justicia hondureña como magistrado de la Corte Centroamericana de Justicia, con sede en Nicaragua, y juramentado como su vicepresidente el 21 de septiembre del 2023.
Su salida tiene que ver con que “va a terminar el plazo que tiene que cumplir”, dijo a Expediente Público el analista político e investigador del Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC), Joaquín Mejía.
No obstante, que haya vendido sus propiedades es un indicativo de que no quiere volver.
“Seguramente sabe que Nicaragua es el nido donde se van los criminales a refugiarse, como ha pasado con otros de su partido desde el Gobierno de Juan Orlando Hernández”, añadió.
El también analista político Léster Ramírez mencionó a Expediente Público que la salida de Chinchilla es porque al asumir como magistrado de la Corte Centroamericana le da inmunidad diplomática.
“No creo que sea realmente un tema de que se está fugando o que se ha tratado de evitar la ley”, aunque es algo que sólo el tiempo dirá.
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Exfiscal bajo investigación
Poco después de la salida de Chinchilla, el presidente del Congreso Nacional de Honduras, Luis Redondo nombró una comisión para investigarlo a él y al fiscal general adjunto, Daniel Sibrián, por su posible “participación por acción u omisión en las estructuras del crimen organizado”, entre otros.
La comisión anunció el 14 de septiembre que tiene al menos 700 folios con denuncias y medios de prueba contra Chinchilla y Sibrián.
Es de mencionar que Chinchilla ha sido el único fiscal general reelecto en el cargo en los 29 años que tiene de funcionar el Ministerio Público hondureño, un paralelismo significativo que tiene también con Hernández, el único presidente reelecto, cuya influencia habría sido determinante para prolongar a Chinchilla en el cargo.
Mejía Rivera recordó que en los juicios a narcotraficantes en Nueva York se señala que Hernández “movió los hilos” para dejar a Chinchilla y eso explica que en su segundo mandato fue electo a pesar de no estar en la lista de la Junta Proponente.
“Hernández lo que hizo fue poner a personas en las instituciones clave para garantizar impunidad y seguridad a sus actividades ilícitas”, acotó el investigador.
El también analista político Léster Ramírez, consideró que, en la reelección de Chinchilla, Hernández “fue muy importante”, pero hubo influencia de Estados Unidos y de otros sectores políticos.
Hernández hizo que los diputados del Partido Nacional votaran a favor de la reelección del fiscal general, cuando el presidente del Congreso Nacional era Mauricio Oliva, “y tuvo que negociar con la bancada para conseguir esos votos”.
Hipocresía mundial
Para Mejía Rivera, el silencio de Castro ante la protección que da Nicaragua a los exfuncionarios señalados por corrupción en el Gobierno anterior es parte de las incoherencias que hay en el mundo de las relaciones internacionales.
Como ejemplo, mencionó que Estados Unidos tiene relaciones con Israel, que es un Estado agresor y criminal contra el pueblo palestino, pero calla al igual que los países de la Unión Europea.
Entonces, opinó que ningún Estado tiene la moral para señalar a otro; sin embargo, la ciudadanía de cada país sí tiene el deber moral y la oportunidad de señalar estas incoherencias.
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“Nicaragua dejó de ser hace mucho tiempo lo que se creía para la izquierda latinoamericana y mundial”, sentenció Mejía Rivera, y lo que hay es un orteguismo-murillismo que ha convertido a ese país en una dictadura y en una máquina de criminalización y de graves violaciones a derechos humanos.
Además, se ha transformado en “el paraíso” al que van a parar corruptos, narcos y terroristas de países como El Salvador, Panamá, Italia y Honduras, como ha ocurrido con exfuncionarios de la narcodictadura de Hernández.
Mejía Rivera expresó también que no entiende qué intereses tiene el Gobierno de Honduras con un régimen criminal como el de Ortega y Murillo, que además está abriéndole las puertas a los responsables de la grave situación que ha vivido el país y cuyos efectos están teniendo impacto ahora.
El investigador del ERIC destacó que otros gobiernos de izquierda como el de Chile, Colombia y Brasil se han sumado a las críticas sobre la situación grave de derechos humanos que está sucediendo en Nicaragua, pero lamentó que el Gobierno de Honduras haga más bien “una defensa tan abierta” del régimen.
Xiomara Castro y sus discursos
Durante su gestión, Xiomara Castro tampoco se ha referido a las violaciones a derechos humanos por las que han sido denunciados internacionalmente países como Cuba, Venezuela y Nicaragua.
Al contrario, en su discurso en la Cumbre del G77+ China y en las Naciones Unidas abogó por el fin del embargo a Cuba y de las sanciones a Nicaragua.
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Al respecto, Mejía Rivera lamentó que, en la cumbre en La Habana, Xiomara Castro haya confundido conceptos al afirmar que Nicaragua está bloqueada.
“Lo que ha pasado en Nicaragua es que el Gobierno de Estados Unidos ha sancionado a altos funcionarios del régimen Ortega y Murillo, que eso es distinto pero que el gobierno de Honduras diga que eso es bloqueo me parece a mí que es lamentable confundir conceptos”, señaló Mejía Rivera.
Gratitud o pago de favores
Para Ramírez, los planteamientos de Xiomara Castro han sido consistentes y no van a cambiar mucho porque hay un interés tanto político como económico en el Gobierno de Ortega-Murillo, que en su momento apoyó al Gobierno de José Manuel Zelaya durante el golpe de Estado y les dio refugio a varios de sus exfuncionarios.
“Como muestra de ese agradecimiento no van a hablar de manera ingrata, yo creo que eso se entiende en la política, eso trasciende los elementos morales y éticos”, apuntó.
Además, Ramírez recordó que Cuba, Venezuela, Nicaragua y Honduras han sido parte de la red del socialismo democrático del siglo XXI que continúan con una retórica antiimperialista, la cual van a mantener.
Ellos mismos se dan apoyo político, dijo al señalar que la comunidad internacional ha sido algo crítica con el Gobierno de Honduras por la manera en que ha manejado temas como el de energía, derechos humanos, libertad de expresión, y la masacre en la cárcel de mujeres.
“Ellos (los Castro Zelaya) necesitan socios y estos socios en el caso actual de este Gobierno son Venezuela, Cuba Nicaragua”, concluyó Ramírez.