* Nayib Bukele sigue en el poder en El Salvador enarbolando la derrota de las pandillas como la principal bandera electoral.
** Echando mano de un riguroso régimen de excepción que encarceló a 75.000 personas en los últimos 23 meses, Bukele promete seguir encerrando a todo quien amenace la seguridad pública.
Eric Lemus y Yarely Madrid / Expediente Público
El principal éxito de la administración de Nayib Bukele es la neutralización de las pandillas Mara Salvatrucha (MS-13) y Barrio 18 por medio de un Estado de Excepción que suprimió todas las garantías constitucionales en el país y facilitó la captura masiva de todo aquel involucrado en las dos bandas criminales o bajo sospecha.
En los últimos 23 meses, 75,000 personas han sido capturadas, en redadas masivas conjuntas de la Fuerza Armada y la Policía Nacional Civil, en zonas que tradicionalmente eran controladas por las dos organizaciones criminales.
Pero la aplicación rigurosa del régimen de excepción también trajo denuncias de familiares de capturados que no tienen antecedentes judiciales y sufren el lastre de vivir en vecindarios estigmatizados por la pobreza y la delincuencia, expresó a Expediente Público Gabriela Santos, directora del Instituto Universitario de Derechos Humanos (IDHUCA) de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA).
El Salvador una gran cárcel
“Hay población detenida por el hecho de residir en una zona que estaba bajo el control de una de las pandillas o que han sido capturadas por una denuncia anónima”, reitera Santos.
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Sin embargo, el combate a las pandillas es el logro que destaca en todos los sondeos de opinión que explican la razón de popularidad de Bukele.
El sondeo efectuado por el Instituto Universitario de Opinión Pública (IUDOP) reiteró que el tema de la seguridad es el principal éxito del Gobierno con 86.3% de aprobación.
“Aproximadamente 91 de cada 100 salvadoreños opinaron que la delincuencia en el país ha disminuido, lo cual se atribuyó principalmente a la implementación del régimen de excepción, las capturas de pandilleros y las acciones implementadas por la actual administración”.
El estudio de opinión, que fue realizado entre el 9 y 22 de diciembre de 2023, trazó 1,280 encuestas a nivel nacional para evaluar las fortalezas y debilidades del mandato de Bukele.
El lado B de la seguridad
Hasta antes del régimen de excepción, por cada 100 mil habitantes había 36 asesinatos en 2019 y esos números disminuyeron hasta posicionarse en 1.48 homicidios en 2023.
Sin embargo, las diferentes organizaciones de sociedad civil han reportado constantes violaciones a derechos humanos en El Salvador.
La Policía Nacional Civil (PNC) informa que 74,000 personas han sido detenidos, que equivale a casi el 1% de la población.
De esa cantidad de personas arrestadas, al menos 327 desapariciones forzadas fueron reportadas ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en 22 meses del estado de excepción.
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La organización no gubernamental Socorro Jurídico Humanitario (SJH) reportó que 224 muertes ocurrieron en los centros penales, incluidos dos niños de seis meses.
“Hay aproximadamente 21,000 personas detenidas sin tener vinculaciones con pandillas o algún tipo de relación criminal”, denunció Óscar Rosales, abogado de SJH, a Expediente Público.
El flanco débil: la economía
De acuerdo al economista dominicano, que reside en El Salvador, César Villalona, el talón de Aquiles de Bukele en El Salvador son los problemas económicos que enfrenta la ciudadanía, como el desempleo y el aumento del costo de la canasta alimenticia básica y la pobreza.
La organización no gubernamental Centro para la Defensa del Consumidor (CDC) advierte que en este país centroamericano en 2019 el costo de la vida era $706, pero para octubre del 2023 subió a $920.
El Banco Mundial (BM) apunta a que en 2020 el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en El Salvador pasó de 7.8 a 11.2 en 2021 y nuevamente en el 2022 bajó a 2.6.
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Además, el BM también señala que los niveles de inflación aumentaron de 0.6 en 2020 a 6.3 en 2021 y alcanzó un nivel de 7.5 en 2022.
Pobreza extrema en El Salvador
El análisis de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) muestra que la pobreza extrema, que fue 5.6 en 2019, aumentó desde que Bukele llegó al poder. Un año más tarde marcó 8.3%, 8.4% en 2021 y 8.7% en 2022.
Por otro lado, la pobreza total tuvo una pequeña disminución y pasó de 30.4% en el 2019 a 29.8% en el 2023.
Para el economista César Villalona, en diálogo con Expediente Público, el principal problema es que Gobierno no ha tomado medidas para reducir la pobreza.
Esas decisiones se basan en subsidios de servicios básicos como gas licuado, energía y transporte, que en el Presupuesto de 2024 tienen una representación de 198.8 millones de dólares.
“No hay un programa dirigido a sacar gente de la pobreza, (sino que) va más dirigido a frenar la inflación”, explicó Villalona.
Poca inversión y más deuda
Villalona para evidenciar cómo este país tiene la inversión más baja de Centroamérica: “Honduras recibió más de 1,000 millones de dólares, Nicaragua 1,260, Guatemala 1,300 y Costa Rica 3.500, aquí (en El Salvador) fue negativa en menos de 101 millones de dólares en 2022”.
El economista indica que el centro del problema es que El Salvador es un país dolarizado (desde hace 22 años), no se emiten monedas y continúa disminuyendo la entrada de dólares al país porque las exportaciones cayeron al menos un 8% el año pasado.
Por otro lado, la deuda pública en el Gobierno de Bukele, que aumentó 8,896.8 millones de dólares, uperó los 25,709 millones en 2022, el montó más alto desde hace 20 años.
Para la catedrática universitaria Julia Evelyn Martínez, el Estado debe “ordenar el endeudamiento, enfrentar la emergencia alimentaria y aumentar las exportaciones, es decir, mejorar el sector externo”.
Reforma a pensiones y fracaso de Bitcoin
En diciembre de 2022, además, el presidente a través de la Asamblea Legislativa aprobó la “reforma de pensiones” que se basa en no pagarle capital e intereses a los trabajadores en los próximos cuatro años, algo que crearía un ahora de unos 500 millones de dólares entre el 2023 y 2026.
Por otra parte, El Salvador anunció en 2021 que sería el primer país en incorporar el Bitcoin como moneda de curso legal e, incluso, el mandatario anunció que comenzó a adquirir criptomoneda echando mano de los fondos públicos.
Villalona opina que esta es una moneda que circula entre privados, pero no es un valor emitido por una autoridad monetaria, porque la moneda de El Salvador es el dólar.
“El Bitcoin circuló una cantidad de 90 millones, cuando la base monetaria son 27,000. Eso no es ni el 1%”, subrayó.
Villalona cree que implementar el Bitcoin sirvió como publicidad al Gobierno de Bukele, pero lo que generó es una deuda de 365 millones de dólares con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
Poca inversión en educación y salud
Además, a nivel centroamericano este país está en primer lugar en gasto social en relación al PIB (10.8%), pero una buena parte se va a la protección social (33%), por lo que es el que menos invirtió porcentualmente en áreas como educación, salud y medio ambiente en el 2022, según la Comisión Económica para América Latina (Cepal).
Por ejemplo, en educación destinaron más gasto público Costa Rica (54.3%) y Honduras (57.1%), después Guatemala (41.4%), Nicaragua (35.9%) y finalmente El Salvador (35.1%).
En otras áreas como salud solo se destinó 28.4%; en protección y ambiente 0.4%; y en viviendas y servicios comunitarios apenas 0.9% del gasto social.
Iván Solano, médico infectólogo de El Salvador, dijo a Expediente Público que no siempre se ejecuta todo el presupuesto destinado a salud.
“En un país con tantas necesidades en salud, no es posible que no se ejecute el 100% de los presupuestado”, criticó Solano.
Por otro lado, lamentó que no existe un plan nacional de salud pública; aunque Bukele si prometió que ofrecería uno. La respuesta a una petición de información pública en julio de 2023 fue que “estaba en construcción”.
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Migrar del paraíso de Bukele
Aunque Bukele sostiene que las condiciones en El Salvador han mejorado, la migración se disparó desde su primer año de mandato.
Los salvadoreños ocupan el primer lugar entre los solicitantes de refugio en proporción al resto de Centroamérica.
México, por ejemplo, recibió un total de 7,798 peticiones de asilo en 2022, que triplica la cantidad que hubo en 2021 cuando hubo casi dos mil solicitudes.
Los datos generales que ofrece la patrulla fronteriza, hasta finales de enero del 2024, muestran que 17,713 migrantes salvadoreños fueron detenidos en el 2020, esa cifra subió a 99,463 en el 2021 y 97,767 en el 2023. En enero del 2024 los datos son 21,793 salvadoreños.
