*Este 1 de marzo en Nicaragua se celebra el Día Nacional del Periodista, pero lo hacen en uno de los peores momentos de su historia por la persecución, criminalización y censura del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra la prensa independiente.
**El expreso político Miguel Mendoza, cronista deportivo con una trayectoria de 30 años, consideró ante Expediente Público que pese al contexto adverso que vive Nicaragua, hay sobradas razones para celebrar este día.
***En la región, El Salvador y Honduras, Nayib Bukele y Xiomara Castro, están copiando el modelo de censura contra la prensa y adoptan medidas que obstaculizan el trabajo periodístico.
Expediente Público
El discurso estigmatizante contra periodistas y los ataques contra la prensa ganaron terreno en Centroamérica. En El Salvador y Honduras, siguiendo el manual de Daniel Ortega en Nicaragua, las políticas aprobadas en el último año por los mandatarios Nayib Bukele y Xiomara Castro, atentan contra la libertad de expresión y de prensa, limitando además el derecho que tiene la ciudadanía de buscar y recibir información.
En el último trimestre de 2020, Ortega a través del Legislativo aprobó la Ley de Ciberdelitos y la Ley de Regulación de Agentes Extranjeros. Bukele en El Salvador, no se quedó atrás y comenzó su persecución y hostigamiento a través de la Ley de Registro de Agentes Extranjeros, similar a la de Nicaragua, aunque algunos opinan que es más severa.
Mientras que, en Honduras la presidenta Castro comenzó a cerrar los espacios de acceso a la información a través de un decreto que creó la Dirección General de Información y Prensa del Gobierno, órgano que pone en riesgo y limita al ejercicio periodístico.
“Quizá no estamos viviendo la misma situación que vive Nicaragua, de persecución, exilio, restricciones a la libertad de prensa, sin embargo, en Honduras ha venido un proceso de debilitamiento de la libertad de expresión”, dijo el expresidente del Colegio de Periodistas de Honduras (CPH) y actual director de Radio Cadena Voces, Dagoberto Rodríguez en entrevista con Expediente Público.
Nicaragua tiene “razones” para conmemorar
En El Salvador, el discurso estigmatizante de Bukele contra la prensa llegó a involucrar a medios en delitos de evasión tributaria y obligar a sus periodistas a salir del país, principalmente por las reformas penales que castigan la publicación de información relacionada con las pandillas.
Aunque no es tan notorio como ocurre en Nicaragua, la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES), registró la salida de 11 periodistas del país centroamericano en el 2022 por la persecución en su contra.
“Desde la entrada del gobierno de Nayib Bukele las agresiones contra los periodistas incrementaron”, afirmó a Expediente Público, Mónica Rodríguez de la junta directiva de APES.
En Nicaragua, con la crisis sociopolítica y de derechos humanos que vive el país centroamericano desde abril de 2018, los periodistas se volvieron objeto de diversas formas de agresión.
Buenas razones
El 9 de febrero de 2022, el régimen liberó y desterró a varios periodistas que mantuvo en prisión de forma arbitraria desde el año 2021, entre ellos el cronista deportivo Miguel Mendoza quien estuvo en una celda de la Dirección de Auxilio Judicial, “El Chipote”, durante 598 días sufriendo innumerables maltratos y abusos.
Mendoza, periodista con una trayectoria de 30 años, consideró que este 1 de marzo fecha que se celebra en Nicaragua el Día Nacional del Periodista, hay sobradas razones para conmemorar. El Día Nacional del Periodista fue instituido en 1964, vía decreto, con el fin de conmemorar la publicación del primer número del Diario de Nicaragua, pionero del periodismo escrito nicaragüense.
“Creo que nosotros representamos un sector muy importante para la población, nunca o muy pocas veces los ciudadanos de Nicaragua han confiado tanto en el periodismo como confían ahora (…) El seguir en la trinchera de la información, con todo y lo complicado que es para buscar fuentes, para verificar noticias y para trabajar desde el exilio, hay razones para celebrar”, dijo Mendoza en entrevista con Expediente Público.
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El cronista deportivo nicaragüense fue capturado por la Policía el 21 de junio de 2021 y estuvo en “El Chipote” hasta el 9 de febrero de 2023 cuando el régimen expulsó del país y declaró apátridas a 222 presos políticos.
El pasado 15 de febrero, el régimen propinó otra estocada a la democracia al declarar apátridas a otro grupo de 94 nicaragüenses, entre ellos varios periodistas que están en el exilio para evitar ser detenidos en Nicaragua.
Censura amenaza la región
En Honduras, la llegada al poder de Xiomara Castro en enero de 2022 generó esperanzas de que la mandataria pudiera fortalecer Sistema Nacional de Protección, un órgano creado en 2015 para proteger a las personas y organizaciones defensoras de derechos humanos, periodistas, y operadores de justicia que se encuentra en riesgo derivado de su actividad.
Lejos de mostrar su buena voluntad, la ministra de Derechos Humanos, Natalie Roque, el 12 de agosto de 2022 le dio el “tiro de gracia” y despidió a 40 defensores de derechos humanos y 14 personas.
Durante el mandato de Juan Orlando Hernández (2014-2022), los periodistas fueron sometidos a una serie de amenazas, muerte y tortura, criminalización, prohibición de la práctica de su profesión y censura.
Otro hecho que enciende las alarmas entre los periodistas hondureños es la recién creada Dirección General de Información y Prensa del Gobierno.
El director de Radio Cadena Voces señaló que tras la llegada de Castro al poder esperaban un cambio en la política gubernamental. El 25 de mayo de 2022, en el marco del Día del periodista en Honduras, Castro se comprometió públicamente a respetar la libertad de expresión, pero en la práctica ha sido todo lo contrario.
“Sus funcionarios, particularmente sus ministros de comunicaciones y de prensa, lejos de armonizar y crear una buena relación con los medios de comunicación, han mantenido un lenguaje muy hostil con los medios de comunicación y periodistas críticos. El ministro de comunicaciones, Milton Benitez está dedicado, tarde y noche, a atacar a medios de comunicación y periodistas”, lamentó Rodríguez.
Diversas formas de atacar a la prensa
La periodista salvadoreña Mónica Rodríguez recordó que, en 2018, antes de la llegada al poder de Bukele, se registraron 65 agresiones contra periodistas y medios de comunicación. A partir de 2019, año en que asumió el mandatario del partido Nuevas Ideas, las agresiones aumentaron registrando el pico más alto en 2022 con 125 situaciones.
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Con una Asamblea Legislativa, dominada por Nuevas Ideas, donde en el último año se aprobaron varias “reformas legales que limitan la libertad de prensa”, y una Corte Suprema de Justicia que, en septiembre de 2021, emitió un fallo que faculta la reelección presidencial consecutiva, el ejercicio periodístico está en latente riesgo en El Salvador.
“Estos indicadores nos hacen preocuparnos porque vemos un gobierno autoritario que viene a atacar a quienes no están de acuerdo con su narrativa que es muy basada en el tema de odio y la institucionalidad que se pone al servicio para la persecución y el acoso de periodistas”, señaló Rodríguez.
En lo que parece ser una reproducción del manual de Ortega, el 5 de abril de 2022 la Asamblea Legislativa de El Salvador aprobó una reforma al Código Penal para sancionar a medios de comunicación que reproduzcan o transmitan “mensajes o comunicados originados o presuntamente originados por pandillas”.
La reforma al Código Penal establece penas de 10 a 15 años de cárcel para quienes incumplan la disposición.
“Hay muchas similitudes, hay un checklist, que parece que los gobiernos autoritarios están implementando en la región”, afirmó Rodríguez.
Amenazas típicas de “dictadores”
En Honduras, los periodistas temen que ese manual de represión y persecución de Ortega se repita de la misma forma. “Quizá el discurso de la presidenta (Xiomara Castro) no es de confrontación con la prensa y medios de comunicación, pero el de sus subalternos sí lo es y uno entiende que es una política de Gobierno y una política de Estado”, comentó Rodríguez.
El expresidente del Colegio de Periodistas de Honduras consideró que existen situaciones que evidencia la posibilidad de acallar a los medios independientes, tal y como ocurre en Nicaragua.
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“Si es una política atacar, estigmatizar periodistas y medios de comunicación, establecer leyes para generar censura en los medios de comunicación, me parecer que eso va encaminado y lo que han hecho en otras dictaduras, es decir empezar con los medios de comunicación, callando a los medios y restringiendo las pautas publicitarias para debilitarlos y acallar las voces críticas es lo que vemos una línea de acción en ese sentido en este gobierno”, apuntó el periodista hondureño.
Para el periodista nicaragüense Miguel Mendoza las acciones de Ortega y ahora Bukele, al igual que Castro, son síntomas de personas que quieren seguir entronizados en el poder y ven en la prensa un estorbo.
“Toda persona que tiene alma de dictador odia el periodismo libre, lo odia porque no quiere que se diga la verdad, lo odia porque quiere que se divulgue solo su propia narrativa, se oculten sus errores (…) Personas como ellos que se quieren quedar toda una vida en el poder lo primero que hacen es limitar las libertades públicas, eliminar la libertad de expresión y acorralar a los medios”, puntualizó Mendoza.
Para Rodríguez, tanto El Salvador como en Nicaragua y Honduras ven a los periodistas como un enemigo, de ahí que muchas de sus estrategias están encaminadas en “ahogar a la prensa”.
“La información es poder (…) Hay en la región varios gobiernos de corte autoritario que ven en la prensa uno de sus principales enemigos, porque precisamente el periodismo independiente y de investigación tiene esa capacidad de llegar más allá y de tratar de informar a la población aquello que no se está diciendo”, puntualizó la periodista salvadoreña.