* El gobierno de Donald Trump mantiene presión sobre el Canal de Panamá con la visita del secretario de Defensa Pete Hegseth al país centroamericano.
** El régimen de China destapó su influencia al bloquear la venta de dos puertos en el Canal de Panamá.
*** Expediente Abierto explica cómo funciona el entramado chino en Panamá para controlar la ruta de tránsito marítimo más importante de América. Revela quiénes son los operadores de China.
Expediente Público
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, reiteró durante su visita a Panamá, este 8 de abril, el reclamo del presidente Donald Trump por la presencia china en el paso interoceánico, donde dos de cinco puertos están bajo concesión de la empresa de capital hongkonés CK Hutchison.
“Empresas con sede en China siguen controlando infraestructura crítica en el área del canal. Esto le da a China el potencial de realizar actividades de vigilancia en todo Panamá y hace que Panamá y Estados Unidos sean menos seguros, menos prósperos y menos soberanos”, dijo Hegseth.
“Y como ha señalado el presidente Donald Trump, esta situación es inaceptable”, fustigó el funcionario en la conferencia posterior al encuentro con el presidente panameño José Mulino.
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El secretario de Defensa detalló que Washington fortalecerá la colaboración militar en Panamá ante lo que considera “el creciente desafío de la China comunista”.
“Realizaremos ejercicios (militares), planificación y otras formas de cooperación con nuestros socios panameños, tanto en el (océano) Atlántico como en el Pacífico, del Canal”, afirmó el funcionario estadounidense.
Hegseth brindó estas declaraciones en el marco de la Conferencia de Seguridad de Centroamerica que coorganizan Panamá y Estados Unidos entre el 8 y 10 de abril, en la capital canalera.
Tentáculos chinos más allá del control de puertos
Tras bambalinas, las preocupaciones de Washington por la presencia china, van más allá del manejo de los puertos Balboa y Cristóbal en el Pacífico y Atlántico.
El secretario Hegseth presionaría a los panameños a ir más allá de los puertos operados por CK Hutchison, sostuvo a Expediente Público, Leland Lazarus, director asociado de Políticas de Seguridad Nacional del Instituto Jack D. Gordon para Políticas Públicas.
“Hay que hacer una auditoría de todos los proyectos que tienen que ver con empresas estatales chinas, asi como el cuarto puente sobre el canal que está construyendo CHEC”, agregó.
China Harbour Engineering Company (CHEC) es una filial del conglomerado China Communications Construction Company, Ltd (CCCC), señalada de prácticas corruptas en varios países, y vetada por el Banco Mundial entre 2009 y 2017.
CHEC estuvo envuelta en acusaciones de corrupción y en la entrega de proyectos inconclusos en varios países de Latinoamérica, incluidos Panamá, Costa Rica, Bolivia y Colombia.
Expediente Público investigó que en Costa Rica CHEC tiene un tramo carretero inconcluso durante más de 10 años.
CCCC y CHEC obtuvieron en 2018 la concesión para el cuarto puente del Canal, pero Washington desconfía de estos concursos que favorecen a China, particularmente, aquellos que tienen relación directa con sus empresas.
Lea: Honduras negocia proyectos portuarios con empresa china salpicada por corrupción a nivel mundial
Esto coincide con una investigación de la Contraloría panameña que indica que el Estado dejó de percibir unos 1,337 millones de dólares por los contratos desventajosos con Panama Ports Company (PPC), que es la misma Hutchison Ports.
Operadores panameños de China en la mira
La relación panameña con la República Popular China es opaca desde el principio, se ha vinculado a un supuesto soborno de 142 millones de dólares recibido por el expresidente panameño Juan Carlos Varela (2014-2019).
Varela aceptó esta cantidad bajo la modalidad de donaciones, a cambio de establecer relaciones diplomáticas con Beijing y romper con Taipéi, revela el estudio Panamá ante el desafío chino: capitales corrosivos, corrupción y riesgos geopolíticos del centro de pensamiento Expediente Abierto.
Otro de los más cercanos a Beijing, según Washington, es el influyente directivo de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), Jorge Luis González Barrios.
González Barrios era ministro de Estado cuando Panamá rompió con Taiwán para establecer relaciones diplomáticas con China, en 2017, aunque afirma que no participó en las negociaciones, sí brindó asesoría a empresas de ese país posteriormente, entre 2020 y 2021. Es decir, posterior a ser nombrado en 2019 en la ACP.

Este conflicto de intereses no solo irrita a Washington, que le negó la entrada por su cercanía con la Embajada de China, por lo que fue interrogado antes de devolverlo a Panamá.
Estados Unidos seguiría presionando por el retiro del funcionario del canal, cuyo cargo está vigente hasta 2028. Desde la administración de Laurentino Cortizo se le pide la renuncia, como él mismo lo confirmó a los medios locales en 2023.
Lea: Señalan al Senado empeño de China por Latinoamérica
La operadora de China en Panamá
Otra de las figuras más influyentes para China en Panamá es la abogada y exfuncionaria de Relaciones Exteriores Nicole Wong, a quien le cancelaron la visa de entrada a Estados Unidos en mayo de 2024.
Wong fue detenida 6 horas cuando intentó ingresar al país, porque ya estaba perfilada como una colaboradora activa de China en negocios no transparentes, dijo una fuente de confianza a Expediente Público.
Wong se identifica como parte de la comunidad china en Panamá y en la plataforma de su empresa WG Consulting autoproclama su «relevante papel” en el establecimiento de relaciones diplomáticas con China en 2017.
Su agencia de consultoría, con sede en Panamá, se enfoca en facilitar la entrada de empresas chinas extranjeras en América Latina.
Además, Wong se describe en la página de la Universidad de Carolina del Sur, donde fue becaria, como la responsable de liderar las negociaciones comerciales con China para el gobierno panameño como directora general de política Exterior del Ministerio de Relaciones Exteriores en Panamá, entre 2016 y 2019.
Luego de abandonar su puesto, Wong asumió un rol de consultoría sénior en la empresa China Harbour Engineering Company (CHEC).
El informe en desarrollo del centro de pensamiento centroamericano Expediente Abierto “Élites políticas y China”, sugiere que Wong fue una pieza clave para conceder concesiones y contratos a CHEC como el Cuarto Puente sobre el Canal de Panamá.
Panamá, un epicentro de guerra comercial
Trump que se muestra desinteresado en política exterior, con su doctrina de América Primero, en sus primeros meses en la presidencia se enfoca en temas comerciales sacudiendo las bolsas globales con incrementos de dos dígitos en los aranceles a las importaciones.
Panamá recibió un incremento tarifiario de 10%, mientras China 34%.
Por otra parte, desde su elección en noviembre de 2024, Trump sostiene el interés de recuperar el control del Canal de Panamá, sobre todo por la presencia de la concesionaria hongkonesa del multimillonario Li Ka-shing, ligado al Partido Comunista Chino.
De hecho, durante la visita del secretario de Estado Marco Rubio, el 2 y 3 de febrero, se celebró como un éxito el posterior anuncio de la venta de los puertos a una empresa estadounidense, lo cual a finales de marzo bloqueó el ente antimonopolios chino.
Aunque la soberanía del Canal a Panamá fue entregada en el 2000 por Washington, todavía en 2024 el 74% de la carga por la vía interoceánica fue de Estados Unidos. China trasiega, por su parte, el 21.4% de los productos a través del istmo.
En contexto: China bloqueó la venta de los puertos del Canal de Panamá
Corrupción y conflictos de intereses
«Más allá de los casos puntuales de corrupción o conflicto de interés, lo ocurrido en Panamá se inserta dentro de una estrategia más amplia de la República Popular China en Centroamérica: la captura de élites”, explica el documento por publicar Centroamérica en la Geopolítica de China de Expediente Abierto.
Pekín ha replicado en la región las tácticas en África y Asia-Pacífico, combinando inversiones en infraestructura estratégica con una activa diplomacia partidaria y cultural.
En el caso panameño, este fenómeno se manifiesta en tres niveles: la adhesión política al discurso de “Una sola China”, la firma de acuerdos económicos opacos —como los $150 millones en cooperación no reembolsable publicados en los Varelaleaks— y la posterior integración de exfuncionarios a círculos de influencia prochinos, como sucede con Nicole Wong.

La narrativa oficial de Pekín, replicada por actores como el propio Varela tras dejar la presidencia, ha promovido una imagen idealizada de China como socio estratégico desinteresado, mientras que omite las condiciones políticas implícitas y los riesgos asociados con su actividad en Centroamérica, apunta la investigación de Expediente Abierto.
Este modelo no solo erosiona la transparencia institucional, sino que también crea una dependencia estructural hacia una potencia autoritaria cuya estrategia geopolítica busca mucho más que comercio: “persigue influencia, alineamiento ideológico y control sobre nodos clave como el Canal de Panamá», sostiene la investigación.
Fortalecer cooperación militar
Por su parte, el secretario Hegseth manifestó, que al mejorar la infraestructura en Panamá se “revitalizaron esta histórica instalación y reforzaron la seguridad marítima tanto en el canal como en el Océano Pacífico”.
“Nuestra relación con Panamá, especialmente en materia de seguridad, seguirá fortaleciéndose en los próximos meses y años”, declaró.
“Juntos, daremos los primeros pasos decisivos para revitalizar nuestros lazos de defensa y seguridad. Actualmente, el buque de la Guardia Costera estadounidense transitará por el canal esta semana para realizar operaciones antinarcóticos en el Pacífico Oriental”, agregó Hegseth.