*El Ejército de Nicaragua, acusado por Estados Unidos de no desarmar a los grupos paramilitares durante las protestas de 2018, tendrá en 2023 el más alto presupuesto de los últimos nueve años. La asignación corresponde a US$96.5 millones como resultado de su incansable apoyo al régimen.
**Elvira Cuadra, investigadora y experta en seguridad ciudadana, explicó a Expediente Público que se trata de una forma del régimen de mantener plegados a los militares, cuya cúpula militar acompaña a Daniel Ortega en cada acto protocolario.
***Una investigación publicada por Expediente Público en marzo de 2021, develó que la Dirección de Información para la Defensa del Ejército actuó como la inteligencia del aparato represor de Ortega para investigar, identificar y perseguir a los civiles que participaban en las protestas para que luego policías y paramilitares los mataran y atacaran.
Expediente Público
El Ejército de Nicaragua, una de las instituciones que prestó apoyo de inteligencia a las fuerzas policiales y paramilitares que cometieron asesinatos, hostigamientos, torturas y abusos de derechos humanos en 2018, tendrá el próximo año el mayor incremento presupuestario desde 2015.
A esta institución que decididamente respalda la deriva autoritaria de Daniel Ortega y Rosario Murillo, se les premiará en 2023 con un presupuesto de 3,455.8 millones de córdobas (US$96.5 millones). La mayor parte del presupuesto se destinará al pago de salarios de unos 15,759 militares, según datos oficiales.
En 2015, el Ejército apenas tenía un presupuesto de 1,925.7 millones de córdobas (US$70.64 millones). A partir de ese momento, las partidas presupuestarias incrementaron significativamente.
La Ley del Presupuesto General de la República (PGR) 2023, aprobado por la Asamblea Nacional el 22 de noviembre de 2022, revela que para las actividades del Ministerio de Defensa y las del Ejército de Nicaragua se destinarán 3,489.2 millones de córdobas (US$97.4 millones), la mayor parte es destinado a los militares.
El Ejército de Nicaragua es la institución armada para la defensa de la soberanía, la independencia y de la integridad territorial. A partir de la crisis sociopolítica que inició el 18 de abril de 2018, la cúpula militar políticamente mostró su alta fidelidad al régimen de Ortega y la institución se negó a ordenar el desmantelamiento de las fuerzas paramilitares o parapoliciales que atacaron a los manifestantes o a hacer un llamado a que el Gobierno detuviera los ataques contra civiles.
Una investigación publicada por Expediente Público en marzo de 2021, develó que la Dirección de Información para la Defensa del Ejército actuó como la inteligencia del aparato represor de Ortega para investigar, identificar y perseguir a los civiles que participaban en las protestas para que luego policías y paramilitares los atacaran.
En el presupuesto de 2019, un año después de las manifestaciones pacíficas, el Ejército fue premiado con 2,713.2 millones de córdobas (US$84.3 millones) y pese a que en el año 2020 tuvo una ligera disminución, en los años subsiguientes el régimen le garantizo mayores dádivas millonarias.
En cada acto protocolario del régimen, el general de Ejército Julio César Avilés, jefe de las fuerzas armadas en Nicaragua y que es parte de la lista de sancionados del Departamento de Tesoro de los Estados Unidos por su “importante apoyo a la represión y desmantelamiento de las instituciones democráticas”, siempre aparece junto a Ortega mostrando su respaldo al régimen que usa las fuerzas armadas como símbolo de su poder autoritario.
Puedes leer: El precio del Ejército. Las formas en que Daniel Ortega compró la lealtad de los militares
“El Ejército mantiene su respaldo a Ortega, cada vez les resulta más difícil mantener la imagen de equisdistancia que trataron de presentar al inicio de la crisis sociopolítica, cada vez aparecen más vinculados con Ortega”, dijo a Expediente Público la investigadora y experta en seguridad ciudadana, Elvira Cuadra.
Ejércitos se deben a la Constitución
En ese sentido, el coronel José Luis Alvarado Guevara, presidente del Instituto de Derecho Militar de El Salvador, explicó a Expediente Público que en todos los países de la región las fuerzas armadas están subordinadas al Ejecutivo, es decir todas las órdenes son emanadas por el presidente de la República.
Alvarado enfatizó que el papel que juegan las fuerzas armadas es el que “cada gobierno de turno le asigna”.
“En casi todas las constituciones de América Latina, incluso la de Estados Unidos, las fuerzas armadas en términos generales están para proteger la soberanía y la integridad, pero todas en sí están subordinadas a un órgano del Estado, que por lo general es el Ejecutivo, y a su vez le asignan al presidente del Estado correspondiente el mando, es decir el poder dirigir, poder usar las fuerzas armadas, según la visión que cada uno de ellos tiene”, dijo Alvarado Guevara.
El coronel de Ejército salvadoreño afirmó que los miembros de las fuerzas armadas de la región, todos en general, desde el alto mando hasta el rango más bajo, deben cumplir y hacer cumplir la Constitución de su país.
Además: Daniel Ortega da poder al Ejército para que supervise a los bancos en Nicaragua
“Básicamente es el instrumento que tiene el Estado, porque también en algunas constituciones, en este caso la de El Salvador le da potestad a la Asamblea Legislativa y al órgano judicial de poder hacer uso de las fuerzas armadas”, explicó el coronel salvadoreño.
Millones que compran su “lealtad”
Antes de 2022, el presupuesto reflejaba una sola partida tanto para el Ministerio de Defensa como para el Ejército. A partir de este año, los documentos presupuestarios separaron la partida que se entrega al órgano responsable de desarrollar las políticas de Estado en materia de defensa y el que corresponde a la institución castrense.
El análisis de Expediente Público a partir de los datos oficiales muestra que la mayor parte del presupuesto del Ejército está destinado al pago de salarios del personal permanente y cada año esa partida se les incrementa a los militares.
Las asignaciones provenientes del PGR muestran que en 2015 el gasto presupuestado en concepto de sueldos para cargos permanentes fue de 742,305,646 (US$27.2 millones). Ese gasto incrementó a partir de 2018, el año de la crisis que dejó en Nicaragua al menos 355 personas asesinadas, más de 2 mil heridos y a la fecha casi 180 mil nicaragüenses exiliados.
En 2018, los datos reflejan a Defensa y Ejército se les destinó para el pago de salarios 1,171.8 millones de córdobas (US$37.1 millones), es decir un incremento de 57.8% con respecto a 2015.
El próximo año, sin embargo, se prevé que el Ejército reciba más dinero para el pago de salarios. Lo recibido este año rondó 1,437.7 millones de córdobas (US$40.1 millones), pero lo proyectado para 2023 supera los 1,509.2 millones de córdobas (US$42.1 millones), es decir un incremento de 4.97% con respecto a 2022.
Además: Nicaragua: Daniel Ortega premia a instituciones de represión con mayor presupuesto en 2022
“Las operaciones de represión son sumamente costosas y cada vez tienen que usar más recursos de represión en la medida que el descontento de la población se va ampliando y se va profundizando”, insistió Cuadra.
Así como incrementan los salarios también el número de fuerzas militares. El Ejército, según el análisis, pasó de tener 12,556 efectivos en 2015 a 15,759 hasta 2022.
Salario promedio tiende a incrementar
Expediente Público constató que el salario promedio del personal permanente del Ministerio de Defensa y Ejército, entre 2015 y 2021 aumentó 32% al pasar de 59,119.6 córdobas (US$2,168.73) a 78,078.4 córdobas (US$2,220.01), respectivamente.
Comparado con otros sectores en Nicaragua, el incremento se equiparó al salario del gobierno central que aumentó 32% en ese lapso y mucho mejor que el salario promedio del sector formal que se vio afectado y decreció en 26.4%.
En 2022, el salario promedio se ubicó en 91,231.02 córdobas (US$2,546.92) y según el proyecto aprobado se espera que en 2023 sea de 95,771.78 córdobas, el equivalente a 2,673.69 dólares.
También: Ejércitos de Centroamérica en peligroso giro hacia el juego político
Al analizar el presupuesto es interesante el aumento que experimentan las partidas de gasto corriente previstas en concepto de aporte patronal personal permanente, que pasó de 200 millones de córdobas (US$5.5 millones) en 2022 a 308.8 millones de córdobas (US$8.6 millones) para 2023.
Otros aumentos que se notan en el presupuesto para 2023 es en el rubro de prendas de vestir, con un aumento de 7.6 millones de córdobas (US$212,603.9) y los útiles de limpieza y productos sanitarios con un aumento aproximado de 46 millones de córdobas (US$1.2 millones).
Ejércitos de la región con grandes presupuestos
En la región Honduras, Guatemala y El Salvador tienen aparatos de defensa nacional que, políticamente se organizan a través de los Ministerios de Defensa y dirigen las fuerzas armadas.
Esas instituciones también disponen de grandes presupuestos para el año 2023, con excepción de El Salvador que espera le aprueben US$250.6 millones que representan un 15.1% del presupuesto total asignado al área de Gestión de Administración de Justicia y Seguridad Ciudadana. El monto, sin embargo, es inferior a los US$256.6 millones recibidos en 2022.
El propio ministro de Defensa Nacional de El Salvador, Francis René Merino Monroy, explicó a la Asamblea Legislativa la distribución que hará la institución con los recursos que se le asignen. En total US$232.8 millones se usarán para garantizar la defensa de la soberanía del Estado, mencionó Merino Monroy.
Honduras, país que enfrenta altos niveles de pobreza y desigualdad, es el país centroamericano que el próximo año también entregará más presupuesto al Ministerio de Defensa. El gasto para esa organización pasará de US$379.2 millones en 2022 a US$433 millones en 2023, según el Proyecto de Presupuesto 2023 dado a conocer por la Secretaría de Finanzas.
Mientras que, el Ministerio de Defensa de Guatemala que es el encargado del presupuesto, formación y política de los militares en ese país centroamericano, recibirá en 2023 US$416.6 millones más que los 408.4 que se le asignaron para este año 2022.
Igual que en Nicaragua, entre un 80% y 85% de esos presupuestos se usa para el pago del personal, explicó el coronel Alvarado Guevara.
“Se ha visto un incremento, por lo general en el área centroamericana desde el año 2012, pero son necesidad del comportamiento de la economía (…) Si a la institución se le asignan otras tareas, que no estaban presupuestadas, en alguna medida hay que incluirle y de ahí vienen los famosos refuerzos presupuestarios”, añadió Alvarado Guevara.
El peligroso acercamiento con Rusia
En el marco de la política antiimperialista y a medida que se tensan las relaciones diplomáticas con Estados Unidos, Ortega se acerca cada vez más a Rusia. En 2016, Rusia oficializó el envío a Nicaragua de un primer lote de 20 tanques de guerra T-72B, con un valor de 80 millones de dólares.
Para Cuadra esa compra salió de toda lógica, pues en ese momento y menos en la actualidad hay indicios de amenazas a la defensa de la soberanía e integridad territorial en la región que justificarán ese tipo de adquisiciones.
“Nicaragua no está enfrentando amenazas o riesgos a su territorio, a su soberanía que impliquen ese tipo de equipos, esos aparatos no sirven para asuntos de orden interior y realmente no tienen ninguna funcionalidad. Fue una compra o adquisición injustificada y no corresponde con las condiciones reales del país”, mencionó Cuadra.
Puede interesarte: EE.UU. mantiene abiertos varios canales de diálogo con el régimen de Ortega
Para el coronel Alvarado Guevara, existe otra explicación sobre esa compra de tanques que fueron adquiridos por medio de la cooperación entre Moscú y Managua, afirmó en su momento el alto mando del Ejército.
“Supongo que en este caso los tanques son porque consideran que es mejor tener una movilidad, porque el tanque da mayor movilidad, que andar a pie y en alguna medida cada país tiene algún tipo de fuerza. Honduras se ha caracterizado por tener la mejor fuerza aérea del área por tener los F5, aquí nadie tiene F5 en la región”, señaló el coronel Alvarado Guevara.
Otro aspecto de ese acercamiento con el Kremlin, que preocupa a países que no tienen Ejército como Costa Rica, es el número indeterminado de militares, naves y aeronaves de las Fuerzas Armadas rusas que ingresan a Nicaragua para participar en lo que el régimen ha llamado “ejercicios de intercambio e instrucción militar y adiestramiento en operaciones de ayuda humanitaria”.
“Últimamente ha tenido un incremento en el respaldo político público de Rusia hacia Nicaragua y eso hay que verlo en el marco de la confrontación que Rusia tiene con Estados Unidos. Esto es instrumentalizar a Nicaragua”, puntualizó Cuadra.