*El 44 Aniversario de la Revolución Sandinista se celebró en una pequeña plaza en Managua.
** El Departamento de Estado «saludó» en horas tempranas al régimen con la designación de 13 funcionarios en la Lista Engel de actores corruptos y antidemocráticos.
Expediente Público
Daniel Ortega y Rosario Murillo celebraron este 19 de julio el 44 aniversario del derrocamiento de la dictadura de la familia Somoza, pero totalmente aislados de la comunidad internacional, con “felicitaciones” por escrito de países aliados y delegados de bajo nivel.
La conmemoración se efectuó en una plaza frente al antiguo estadio de beisbol, a la que asistieron sobre todo, ,miembros de la juventud sandinista uniformados de blanco.
La mañana del 19 de julio el Departamento del Tesoro de Estados Unidos publicó la Lista Engel anual de actores corruptos y antidemocráticos de Centroamérica, en la que incorporó a 13 funcionarios nicaragüenses de la Asamblea Nacional, Superintendencia de Bancos y Otras Instituciones Financieras (Siboif), Unidad de Análisis Financiero (UAF), Registro Nacional de la Propiedad y miembros del Poder Judicial.
A su entrada, Ortega saludó a las nuevas sancionadas entre ellas la procuradora general Wendy Morales, designada por «utilizar» su cargo para confiscar propiedades a opositores y a más de tres mil organizaciones no gubernamentales, y la diputada Loria Dixon, de la bancada del Frente Sandinista en la Asamblea Nacional.
Sin embargo, no comentó esta nueva designación contra sus funcionarios leales. Las figuras claves del régimen de Ortega ha sido sancionadas por Estados Unidos y la Unión Europea por las graves violaciones de derechos humanos y la persecución contra opositores desde las manifestaciones de 2018.
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Después de dos horas de música alusivas a la revolución y de culto a la personalidad de Ortega, más varias intervenciones de Rosario Murillo, finalmente Ortega tomó la palabra con su acostumbrado recorrido por su versión de la historia de Nicaragua.
Despotrica contra Cumbre de la UE-Celac
Ortega se refirió a la recién celebrada Cumbre de la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), donde los países aprobaron una declaración final condenando la guerra en Ucrania, admitiendo que intentaron boicotearla dada la condición de consenso con la cual se aprueban estos documentos.
Por Nicaragua participó Denis Moncada, ministro de Relaciones Exteriores del régimen, pero no firmó la declaración. «Ellos quieren estar dirigiendo Nicaragua de acuerdo con los yankees (…). Querían meter al fascista nazi presidente de Ucrania (Volodímir Zelenski), pero los países de la Celac no aceptaron y no pudieron sentar ahí al fascista presidente de Ucrania», dijo Ortega.
La Cumbre de la UE-Celac se realizó el 17 y 18 de julio en Bruselas. El evento reunió a presidentes y autoridades de la Unión Europea, América Latina y el Caribe, para afianzar sus relaciones comerciales.
Este año el evento estuvo marcado por los cuestionamientos a la participación de Cuba, Nicaragua y Venezuela.
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«La Unión Europea truena contra nosotros continuamente y el Parlamento Europeo pide más sanciones contra Nicaragua y de la Unión Europea salen voces violentas contra Nicaragua», dijo Ortega en su discurso.
Ortega también se refirió al fallo de La Haya que negó a Nicaragua sus pretensiones de extender su plataforma continental, una disputa que mantuvo con Colombia. Aunque reconoció que la Corte no le dio la razón esta vez, volvió a exigir el acatamiento del veredicto anterior que le otorgaba a Nicaragua unos 75,000 kilómetros cuadrados de mar.
Poca presencia internacional
Al acto asistieron delegaciones conformadas por ministros y diputados de Abjasia, Belarus, Burkina Faso, Cuba, Honduras, Irán, México, Mozambique, Palestina, Rusia y Venezuela. Además, más de 300 personas entre escritores, comunicadores, intelectuales, líderes ambientales, religiosos, entre otros, dijo Murillo previo al evento.
El régimen cedió la palabra a Apollinaire Joachim Kyélem, primer ministro de Burkina Faso, un país que es presidido por el capitán Ibrahim Traoré, quien tomó el poder en 2022 tras un golpe de Estado. Ortega en su discurso recordó a Thomas Sankara, un capitán militar asesinado en 1987, siendo el presidente impuesto también por militares golpistas en 1983 en ese mismo país africano.
Ortega y Murillo celebraron un año más de la revolución con música y vítores, mientras tienen a decenas de presos políticos, entre ellos, el obispo Rolando Álvarez, quien purga una condena de 26 años por «traición a la patria», también con cientos de desterrados y miles de exiliados.
Unos 605 mil nicaragüenses han dejado el país en los últimos cinco años por razones políticas o poca confianza en el futuro, según el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más.
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Días antes hubo pequeños actos de sus partidarios y trabajadores de instituciones públicas en los 153 municipios de Nicaragua, controlados todos por los sandinistas tras el fraude electoral de 2022.
Saludos por escrito
Los líderes de los regímenes de Cuba, Miguel Díaz-Canel; Venezuela, Nicolás Maduro y Rusia, Vladimir Putin, saludaron el aniversario de la revolución solo por escrito.
También acompañaron al régimen tres diputados del oficialista Partido Libertad y Refundación (Libre) de Honduras y Ricardo Salgado, secretario de Planificación Estratégica del gobierno de Xiomara Castro.
Por mucho tiempo, hasta antes de 2018, los sandinistas realizaron esta celebración acompañados por miles simpatizantes en la Plaza de la Fe, pero luego lo hicieron en la Plaza de la Revolución.
Este 2023, sin embargo, la actividad la realizaron en la Plaza Parque de la Dignidad Nacional, en las inmediaciones del antiguo estadio nacional de beisbol, pero con acceso restringido.
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Entre los invitados de Ortega y Murillo destacó el canciller de Bielorrusia, Serguéi Aleinik, quien fue recibido por Laureano Ortega, hijo de la pareja Ortega-Murillo. Al país, también llegó el viceprimer ministro de Cuba, Jorge Luis Tapia.
Por otro lado, una delegación de la República Islámica de Irán, encabezadas por Ebrahim Azizi, presidente de la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior; Seyed Ali Aghazadeh, presidente del Comité de Defensa, y Mohammadreza Daraibaf, director de las Relaciones Internacionales de la Asamblea Consultiva.
A la fiesta partidaria asistieron los funcionarios que siempre acompañan a Ortega en sus discursos, entre ellos, el primer comisionado Francisco Díaz, director de la Policía Nacional; el general Julio César Avilés, jefe del Ejército; el diputado Gustavo Porras, presidente de la Asamblea Nacional y la magistrada Alba Luz Ramos, presidenta de la Corte Suprema de Justicia, todos sancionados.