* Daniel Ortega presentó una nueva ruta del canal interoceánico que atravesaría el lago Xolotlán. Movimiento Campesino advierte que es otro “proyecto fantasioso” y riesgoso.
*** El tema se abordó en un evento organizado por el centro de pensamiento Expediente Abierto.
Expediente Público
El Movimiento Campesino Anticanal denunció el proyecto de la nueva ruta del canal interoceánico de Nicaragua como otra “fantasía” y reafirmó su compromiso de resistencia junto a las comunidades amenazadas por el régimen.
Daniel Ortega reavivó su polémico proyecto del canal interoceánico al presentar una nueva ruta que atravesaría Nicaragua desde Bluefields hasta Corinto, pasando por el lago Xolotlán. La nueva ruta partiría el país en dos.
Ortega ofreció el nuevo proyecto durante la XVII Cumbre Empresarial China-América Latina y el Caribe el 18 de noviembre de 2024.
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“Somos unos aliados (para los campesinos afectados por) esa otra franja canalera que les acaba de anunciar la dictadura”, afirmó la lideresa del Movimiento Campesino Anticanal, Francisca Ramírez, durante el foro “Sembrando resistencia: el futuro de la lucha campesina por la democracia en Nicaragua”.
El evento organizado por el centro de pensamiento Expediente Abierto, reunió a los líderes campesinos Francisca Ramírez, Freddy Navas y Víctor Díaz.
Gran Canal es sueño inviable
La nueva ruta canalera, de 445 kilómetros de longitud propuesta por Ortega, “parte el país en dos mitades, afectando territorios indígenas y creoles” en el Caribe Sur, así como zonas de Chontales y del Pacífico, como León en occidente.
Así lo afirmó el periodista nicaragüense, Pedro Joaquín Chamorro, excarcelado político y desterrado a Estados Unidos, quien fue moderador del evento.
Resistencia del Movimiento Campesino
Desde 2013, el Movimiento Campesino desafía al régimen de Ortega y Rosario Murillo al oponerse al megaproyecto canalero porque implica un serio daño ambiental y la confiscación de las propiedades ubicadas en la ruta.
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Los campesinos han pagado con cárcel, destierro, desnacionalización y exilio de sus principales líderes. El Movimiento Campesino se unió a las protestas sociales del 2018.
Su protesta contra el fallido megaproyecto del Gran Canal Interoceánico, que inició en 2013, se transformó en uno de los movimientos sociales más grandes del país. Ese primer proyecto estimaba una inversión de 50 mil millones de dólares.
La concesión por 50 años prorrogable por otros 50 años se entregó al polémico empresario chino Wang Jing, quien nunca concretó la obra. Once años después, el régimen derogó la ley del canal interoceánico y anuló la concesión.
¿Quién invertirá en una dictadura?
Pero, el 18 de noviembre de 2024, Ortega revivió el proyecto.
“Se ve que es una fantasía (…) Fue un fracaso lo del canal interoceánico, demostraron que no tienen capacidad y ningún empresario digno puede invertir en un país donde no se respetan los derechos humanos, y no hay libertad de expresión”, señaló Ramírez.
En 2013, tras la aprobación de la Ley 840, conocida como la Ley del Gran Canal Interoceánico, los campesinos en las comunidades rurales de Nicaragua se organizaron.
La ruta amenazó con desplazar a miles de familias y causar graves daños ambientales. Hubo más de 95 marchas a nivel nacional en rechazo al proyecto canalero.
Se presentaron 34 recursos por inconstitucionalidad contra la Ley 840 ante la Corte Suprema de Justicia (CSJ) presentaron contra la Ley 840, pero los desestimaron.
Los campesinos relegados en Nicaragua
Freddy Navas, también líder del Movimiento Campesino, recordó que la organización tuvo mucha “incidencia” a nivel nacional.
“Hemos sido relegados, marginados a través de la historia de Nicaragua y eso nos ayudó a unirnos”, señaló Navas excarcelado político y desterrado a EE. UU.
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En la Ley 840 el régimen cedía la soberanía y gran parte del territorio nacional a la empresa Hong Kong Nicaragua Canal Development (HKND) Group, del chino Wang Jing.
“Nos dimos cuenta de lo que realmente era la Ley 840 y las afectaciones que tenía, no solo para nuestras comunidades, nuestro ambiente, nuestras tierras, sino por la soberanía y la dignidad de nosotros”, señaló Navas.
Las afirmaciones de Navas se alienan con su estudio “Tierra mía, voy a volver a disfrutarte en libertad”, desarrollado en el marco del Programa de Becas para la Democracia en Nicaragua”, de Expediente Abierto.
La sentencia de la Corte-IDH
En mayo de 2024, la Asamblea Nacional aprobó una reforma a la Ley del Régimen Jurídico del Gran Canal Interoceánico de Nicaragua (Ley 800) y derogó la Ley 840 para cancelar la concesión.
Seis meses después, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte-IDH), emitió una sentencia.
La Corte-IDH declaró al Estado de Nicaragua responsable internacionalmente por la violación del derecho a la “consulta previa, libre e informada” que tenía el pueblo Rama y Kriol, así como la Comunidad Negra Creole de Bluefields, en relación con el proyecto del Gran Canal Interoceánico en Nicaragua.
Para Ramírez, la sentencia marca un precedente importante.
“Es un golpe para ellos (el régimen) la sentencia de la Corte Interamericana sobre los derechos humanos y la violencia hacia los pueblos indígenas. Es un avance, porque esos pueblos no dejaron de resistir”, afirmó.
Para Navas la construcción del canal interoceánico es “completamente inviable”.
“En la ruta que rediseñaron hay gran parte de esa zona de Chontales, que además de ser ganadera hay mucho oro (…) es completamente inviable. No hay agua suficiente, el terreno es mucho más quebrado y pasa por los lugares más sísmicos», dijo Navas.
Su lucha durante la crisis de 2018
En 2018, con el estallido social, los campesinos se unieron contra el régimen de Ortega y Murillo.
La represión estatal que documentó el Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua reveló un patrón sistemático de violencia y persecución.
A tres líderes campesinos, Medardo Mairena, Pedro Mena y Freddy Navas, los encarcelaron, desterraron y despojaron de su nacionalidad en un intento de silenciarlos. A Francisca Ramírez también la desnacionalizaron estando en el exilio.
“El Movimiento Campesino no era una organización que pretendía involucrarse en los temas políticos, pero ahora sí. Nos hemos dado cuenta de que, tenemos que estar involucrados para marcar la realidad”, señaló Víctor Díaz, líder de la organización exiliado en Costa Rica.
En 2018, el Movimiento Campesino Anticanal contaba con 105 directivas y grupos municipales distribuidos en los 15 departamentos del país y en 105 de los 152 municipios, según el GHREN.
Ramírez afirmó que son “un movimiento que sigue resistiendo y pensando que Nicaragua tiene que ser libre”.