Fraude Electoral Elecciones Municipales Nicaragua

Nicaragüenses en paro de facto ante farsa en la que el FSLN se reparte alcaldías

*La participación más raquítica en los últimos 40 años. Según observatorio Urnas Abiertas, votó solo el 17.3%.

**FSLN celebró «victorias» en varias ciudades la noche del domingo, pero el CSE no había brindado ningún dato hasta la mañana del lunes.


Expediente Público

Millones de nicaragüenses cerraron las puertas y permanecieron en sus casas en un día que el régimen de Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo aspiraba a legitimar a sus autoridades municipales.

El Consejo Supremo Electoral (CSE) controlado por representantes históricos del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y personas afines no ha brindado ningún dato de los resultados parciales a doce horas del cierre de urnas, oficialmente a las 6:00 p.m. del domingo 6 de noviembre, algo inédito en este órgano creado con las elecciones de 1984.

La última información brindada por las autoridades electorales fue alrededor de las ocho de la noche del domingo, cuando trasladaban el material electoral al centro de cómputos nacional, pero aún se desconoce cuándo se brindará el primer informe de resultados.

A pesar de la ausencia absoluta de resultados del CSE, simpatizantes sandinistas celebraron en distintas ciudades, incluso la alcaldesa de Camoapa Mayra Solano, en el centro del país, se autoproclamaba reelecta. En la capital Managua celebraban con música en vivo y una tarima en la Plaza de las Victorias, sobre la principal vía de la ciudad.

El observatorio independiente Urnas Abiertas con 1,600 observadores en 366 de los 3,106 centros de votación calculó el abstencionismo en 82.67%, con un 95% de nivel de confianza y un margen de error del 5%. La participación de este sufragio fue de 17.33%, todavía más baja que las elecciones generales de 2021, con 18.2%.

Para movilizar votantes, el régimen tuvo que coaccionar a muchos empleados del sector público, que según estadísticas de Seguridad Social de 2020, son 168,575 electores de un padrón ya reducido de 3.72 millones, pues se eliminaron a 1.3 millones de personas de los registros civiles.

Ciudades fantasmas

A pesar de la insistencia de los medios oficialistas y los canales de la familia Ortega-Murillo, quienes gobiernan el país desde 2007, las redes sociales constataban la poca asistencia a las urnas, a pesar de las amenazas de simpatizantes del gobernante Frente Sandinista, por ejemplo, a perder trabajos en el Estado, o quedarse fuera del padrón que les garantiza su documento de identidad.

Las calles de las principales ciudades del país permanecieron vacías, recordando los paros nacionales de 2018.

Juan Diego Barberena, miembro del Consejo Político de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), dijo a Expediente Público que en este proceso de votación “quedó de manifiesto la incapacidad de la dictadura de movilizar a votar a la población, sino también de movilizar a sus propias bases”.

 
 
 
 
 
 

Lea: Trabajadores públicos y militantes del FSLN los únicos votantes

La abstención ha sido del 90 por ciento, según cálculos de la UNAB,  con lo cual el régimen “ha quedado afectado en todos los niveles, no solo político, también con las autoridades municipales”, y lo que ha quedado de manifiesto es que “a pesar del terror, el estado de sitio de facto impuesto en las calles, y el sistema de partido único los nicaragüenses siguen resistiendo con dignidad y esperanza a una dictadura que quiere legitimarse manipulando instrumentos que tradicionalmente deberían ser democráticos”, precisó Barberena.

Resistencia cívica contra Ortega

Daysi George, representante de la Alianza Cívica, señaló que estas votaciones mostraron al mundo una farsa, porque no fueron elecciones donde la ciudadanía por su voluntad escogiera a sus autoridades con partidos políticos de su preferencia.

Lea: Ortega y Murillo desesperados por falta de votantes

“El poder ciudadano de se manifestó con quedarse en casa,  e incluso sus propios simpatizantes se ven obligados a ir. los trabajadores que deciden ir van para no queda en desempleo”, afirmó la opositora en el exilio.

“El régimen no cuenta con la voluntad soberana del pueblo, por lo que requieren del Ejército, Policía y paramilitares. No le importa nada, han hecho de todo (tipo de acciones) a la luz del día y la comunidad internacional está buscando un cambio cívico y pacífico y nosotros también nos sumamos, porque no queremos vivir más violencia, pero hay cinismo en el régimen, no es abierto”, declaró.

También: Mayoría de nicaragüenses dan la espalda a Ortega

El régimen actúa para recibir condenas y sanciones, pero los que están pagando son los ciudadanos, “cuánta gente sale porque no encuentra un posibilidad de ser libre, qué Estado del mundo expulsa a sus ciudadanos a aventurarse y morir en el cruce a México, este gobierno no tiene una responsabilidad por el bienestar de sus pueblo, tiene presos políticos y sus familiares están en peligro, nadie está a salvo en Nicaragua, ni ellos mismos”, agregó George.

Cómo reaccionará el régimen

La escasa participación, que podría ser el mayor abstencionismo en los últimos 40 años, podría mantener la represión y cerrar más espacios, “si fueran hombres y mujeres sensatos a esta altura verían que el pueblo no ha salido a votar, y buscarían una forma de buscar otra salida, pero no hay  voluntad política, lo que menos le importa a ellos es el pueblo, ocupan el término de soberanía porque Ortega y Murillo creen que son soberanos y no el pueblo”, previó George.

Barberena consideró que las autoridades deben estar preocupadas,” esto demuestra el absoluto del rechazo y falta de respaldo, deben estar claros que sin legitimidad y participación ciudadana no podrán gobernar a largo plazo”.

“Más que preocupados deben estar claros que están en una crisis que no pueden revertir, la única solución es que se vayan del poder y el país se abra a una transición democrática y que se le devuelva a la gente el derecho a decidir”, concluyó.

 
 
 

Además: Elecciones municipales en Nicaragua calificadas como “ilegítimas”  

Resultados parciales

Pese a la propaganda oficialista sobre la organización de las votaciones, es la primera vez que los nicaragüenses amanecen un lunes sin saber quiénes son sus autoridades electas. En las elecciones del año pasado, los primeros resultados parciales fueron anunciados a medianoche.

Las votaciones tampoco se efectuaron en un ambiente de paz y tranquilidad como divulgaron funcionarios de todos los niveles a los medios oficialistas. La UNAB informó de 4 detenciones en el día, mientras Urnas Abiertas señaló un ambiente de coaccion y, al menos, 17 arrestos de opositores desde el 1 de noviembre.