* La Fundación Nacional para la Democracia (NED) celebró la decisión del Departamento de Estado de restaurar parcialmente los fondos bloqueados.
*** Ante el bloqueo financiero, la NED demandó en una corte de Washington, DC, la prohibición de restricciones de fondos al Ejecutivo.
Expediente Público
La Fundación Nacional para la Democracia (NED, siglas en inglés) anunció este 10 de marzo que recuperó el acceso a una parte de sus fondos bloqueados desde finales de enero.
La decisión del Departamento de Estado de levantar parcialmente las restricciones financieras se produce días después de que la NED interpusiera una demanda contra el Gobierno de Estados Unidos por el congelamiento de sus fondos aprobados por el Congreso.
“Aplaudimos esta decisión del Departamento de Estado bajo el liderazgo del secretario (de Estado Marcos) Rubio”, declaró Peter Roskam, expresidente de la Junta Directiva de NED.
“Es un paso clave para restaurar nuestra capacidad de apoyo a los defensores de la democracia en países sometidos a regímenes autoritarios como Cuba, Venezuela, Irán, China, Rusia y otros lugares”, destacó Roskam.
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Importancia de acceder a los fondos de NED
La demanda, presentada el 5 de marzo ante un tribunal de Washington, DC, exige la restitución inmediata de USD 167 millones ya comprometidos por el Congreso, así como USD 72 millones adicionales.
En su comunicado, la NED reiteró que seguirá buscando el acceso total a estos fondos y medidas que garanticen que su financiamiento no vuelva a ser interrumpido en el futuro.
“La NED acoge con beneplácito la acción del Departamento de Estado para levantar las restricciones y comenzar a restaurar los fondos de asistencia exterior”, anunció la fundación en un comunicado.
“Apreciamos profundamente las acciones del Departamento de Estado”, dijo Damon Wilson, presidente y CEO de la NED.
El restablecimiento parcial de la financiación permite a la NED comenzar a estabilizar las operaciones y reanudar la concesión de subvenciones.
La Fundación espera garantizar que recibirá acceso a la totalidad de sus fondos asignados al Congreso, y que su financiación no se interrumpa de manera similar en el futuro, explicaron en el mismo comunicado.
Contexto: NED suspende apoyo a 2,000 organizaciones prodemocracia por bloqueo de fondos
La NED tenía un presupuesto para el año fiscal 2024-2025 de USD286 millones.
¿Por qué demandó la NED al Gobierno de EE. UU.?
El presidente Donald Trump ordenó congelar los fondos de cooperación externa por 90 días desde su toma de posesión el 20 de enero de 2025.
A finales de febrero, la NED advirtió que el bloqueo de fondos públicos dejó sin apoyo a más de dos mil organizaciones sociales en todo el mundo.
“La NED es un fondo de capital de riesgo para la democracia, con el 83% de sus recursos destinados directamente a apoyar a personas que luchan por la libertad de expresión, pensamiento y religión”, dijo en un comunicado Peter Roskam, presidente de la Junta de dicha fundación.
Se advirtió que la retención de sus fondos pone en peligro si misión “y paraliza un multiplicador de fuerza para el interés nacional de Estados Unidos”. “La seguridad, la prosperidad y el liderazgo global de Estados Unidos se benefician cuando el mundo es más libre y próspero”, agregó.
Por su parte, Wilson, director ejecutivo de la NED insistió que están comprometidos “con el avance de la libertad y ha disfrutado durante mucho tiempo del apoyo bipartidista para este trabajo vital”.
“Estamos ansiosos por resolver este problema para que nuestros beneficiarios puedan continuar su trabajo esencial defendiendo las libertades fundamentales del alcance autoritario”, sostuvo.
Lo que dice la demanda
NED tiene más de 1,700 proyectos en más de cien países y es una organización sin fines de lucro no partidista. Fue fundada en 1982 por el entonces presidente republicano Ronald Reagan y establecida por el Congreso un año después.
Dicha institución sostiene que su demanda no se refiere a la financiación de asistencia exterior que está en cuestión en otras acciones legales. En cambio, se centra en los fondos que el Congreso asigna específicamente a la NED cada año en virtud del Título I de la legislación de asignaciones del Departamento de Estado.
La demanda contra los Departamentos de Estado, el Tesoro y el de Salud y Servicios Humanitarios exige “declarar ilegal y anular la retención de fondos asignado por el Congreso”.
La decisión del Poder Ejecutivo es “arbitraria, caprichosa, un abuso de discreción, o de otro modo no conforme a la ley, contraria a los derechos, poderes, privilegios o inmunidades constitucionales, y excediendo la jurisdicción, autoridad o limitaciones estatutarias, o quedando por debajo del derecho estatutario”, señala el documento.
En la demanda se pide “emitir una orden de restricción temporal y un mandamiento judicial preliminar que prohíba a los demandados (Departamento de Estado y del Tesoro) retener los fondos asignados por el Congreso a la Fundación”.
¿Por qué el Ejecutivo no puede retener fondos?
El sustento legal de la NED contra al Gobierno de Donald Trump es que el bloqueo de sus fondos representa una violación directa de la Ley de Procedimiento Administrativo (APA) y un quebrantamiento de la Constitución de los Estados Unidos.
Según la APA, las agencias gubernamentales están obligadas a cumplir con las decisiones del Congreso sin alterarlas. Cualquier acción que se desvíe de este mandato debe ser revisada judicialmente.
La NED sostiene que el Poder Ejecutivo carece de autoridad para retener los fondos aprobados por el Congreso. Según la ley, el gobierno está obligado a entregar los fondos de manera íntegra y sin demora.
Además, esta acción se interpreta como una violación de la separación de poderes, un principio fundamental del sistema político estadounidense y como una acción hostil contra las organizaciones que trabajan en la promoción de valores democráticos a nivel internacional.
Desafío a la democracia
Desde su creación en 1983 por el Congreso de Estados Unidos, la NED desempeña un papel crucial en la promoción de la democracia y la defensa de los derechos humanos a nivel internacional.
Dentro de los programas se incluyen el fortalecimiento de las instituciones democráticas, la protección de la libertad de prensa y la observación de elecciones en lugares donde los derechos civiles están amenazados por regímenes autoritarios.
Según fuentes internas, por el congelamiento de sus fondos se pone en peligro no sólo la operatividad de la fundación, sino también, la promoción de los valores democráticos globales en un momento de resurgimiento de los autoritarismos.
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Los fondos públicos para operar
A diferencia de otras ONGs que dependen de recursos privados o internacionales, la NED recibe sus fondos directamente del Congreso de EE. UU., lo que le otorga una independencia operativa única, aunque también la vincula estrechamente con los intereses geopolíticos y democráticos de Washington.
Esta estructura permite a la NED operar con autonomía en su misión, pero también la coloca en el centro de las políticas exteriores y las decisiones de los gobiernos estadounidenses.
Al presentar la demanda, la NED no solo busca recuperar los fondos esenciales para continuar con su labor, sino también restablecer el principio de control legislativo sobre el gasto público, un pilar clave en el sistema democrático de EE. UU.
Además, la organización busca garantizar que un ejecutivo no viole la separación de poderes al intentar evadir.
Consecuencias globales
En muchas regiones del mundo, como África, Asia y América Latina, la NED fortalece las instituciones democráticas y protege los derechos civiles.
En países como Venezuela, Nicaragua y Cuba, donde los regímenes represivos están en el poder, las organizaciones asociadas a la NED dependen de sus fondos.
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Por ejemplo, el 14 de noviembre de 2023, la NED honró al obispo nicaragüense Silvio José Báez Ortega con la Medalla al Servicio de la Democracia por su trabajo en favor de la libertad religiosa.
El congresista Mario Díaz-Balart entregó el galardón en los Premios a la Democracia del 40º Aniversario.
La demanda presentada por la NED no solo pone en evidencia la importancia de la institución, sino que también marca un punto de inflexión en la política exterior de EE. UU.
El caso también refleja un cambio preocupante en la postura del gobierno de EE. UU. respecto a sus compromisos internacionales en la defensa de la democracia.
