* El partido gobernante Nuevas Ideas del presidente Nayib Bukele concentró el 88% de la propaganda en las últimas elecciones, según un estudio sobre la presencia política en medios.
** Durante las campañas políticas de 2024, la imagen dominante de Nayib Bukele llenó los anuncios en radio, televisión, periódicos e Internet.
Expediente Público
Un monitoreo hecho a la propaganda política en los comicios presidenciales de febrero y municipales en marzo de este 2024, demostró que el partido oficialista Nuevas Ideas (NI) ocupó casi todo el pastel publicitario electoral tanto en radio, televisión, medios impresos e Internet en El Salvador.
La investigación sobre el gasto publicitario la reveló la organización no gubernamental Acción Ciudadana, que sigue la distribución de la propaganda electoral, donde la tendencia es que ahora está aglutinada en una sola fuerza política.
El director de la organización, el abogado Eduardo Escobar, dijo que el estudio demostró que en febrero pasado, durante las elecciones presidenciales. la pauta del oficialismo fue el 95% en un gasto total aproximado de 6.3 millones de dólares.
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La investigación contó 41 candidaturas que pautaron publicidad en radio, televisión, prensa escrita, vallas del exterior e Internet.
Gobierno gastó U$1.6 millones
El valor estimado de la propaganda electoral por las candidaturas y sus partidos fue 1,818,014.02 dólares.
Pero Acción Ciudadana también detectó que el Gobierno pautó publicidad en todos los medios de comunicación mensajes propagandísticos alusivos a obras hechas en los municipios administrados por Nuevas Ideas por un valor estimado de U$1,667,726.58.
Escobar, sin embargo, aclaró a Expediente Público que “no existe información respecto a la procedencia de los ingresos del partido político(NI) para costear su campaña electoral”.
Además, “el Gobierno continuó pautando publicidad a favor del partido oficialista o destacando los logros y obras efectuadas durante la actual administración, que logra mucha incidencia entre el electorado”.
Uno de los principales efectos que consigue esta hegemonía en los espacios publicitarios es que hizo invisible al resto de aspirantes al mapa político.
«El electorado desconoce que está esa persona en competencia y que busca ser diputado o diputada, por ejemplo. Y eso sucede precisamente porque no tiene la posibilidad de darse a conocer al gran electorado por medio de la propaganda porque la propaganda electoral tiene -entre una de sus funciones- dar a conocer candidaturas y propuestas», dijo Escobar.
Fiscalización a la propaganda política
El documento, que fue divulgado a fines de abril de 2024, fue elaborado entre Acción Ciudadana y el Centro de Monitoreo Político con el objetivo de fiscalizar la procedencia del financiamiento de los partidos.
Esta organización no gubernamental estudia desde 2018 el valor de la propaganda electoral porque así puede detectar el gasto no reportado o las subvenciones ilegales que podrían recibir los políticos.
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Por su parte, el director de Iniciativa Social para la Democracia (ISD), Ramón Villalta, recuerda a Expediente Público que las elecciones de 2024 estuvieron marcadas por la desigualdad.
Villalta trae a cuenta que los partidos opositores no recibieron la denominada deuda política, como estipula la Constitución de la República de El Salvador.
El artículo 210 reconoce la deuda política como un mecanismo de financiamiento para los partidos contendientes y fue incluido en la Carta Magna salvadoreña para promover la libertad e independencia de estos en los comicios municipales, legislativos y presidenciales.
En El Salvador, la ley dicta que los partidos adquirían deuda en proporción a los votos obtenidos en el último evento electoral en el que participaron. Además, en este país centroamericano cada voto válido tiene un valor de 5.27 dólares, según el cálculo hecho por el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
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Sin embargo, a diferencia de las campañas anteriores, el TSE nunca hizo efectivas la distribución del dinero entre los partidos contendientes.
“Sin la deuda política que manda la ley, lo que les limita financieramente para hacer campaña, los partidos tradicionales no sólo han perdido el respaldo popular, sino que también perdieron a sus financistas”, comentó Villalta.
Propaganda marca Nayib Bukele
El estudio de propaganda electoral dio seguimiento a los anuncios propagandísticos difundidos en radio, televisión, periódicos, vallas e Internet, a través de una recolección de datos hecha por la empresa Monitoreo Tecnológico de Medios (Monitec) durante el mes de febrero.
La investigación rastreó a los partidos contendientes sea en las elecciones presidenciales, como legislativas, municipales y al Parlamento Centroamericano (Parlacen).
Este año participaron Alianza Republicana Nacionalista (Arena), Cambio Democrático (CD), Fuerza Popular salvadoreña (FPS), Frente Farabundo Marí para la Liberación Nacional (FMLN), Fuerza Solidaridad (FS), Nuestro Tiempo, Fraternidad Patriota salvadoreña (FPS), Vamos, Partido Demócrata Cristiano (PDC), Partido de Conciliación Nacional (PCN), Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA) y Nuevas Ideas.
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El estudio calcula que el valor total de la propaganda emitida por candidaturas y partidos fue de 3,517,214.38 dólares en febrero.
Sin embargo, el 87.82% del valor estimado de propaganda correspondió al oficialista Nuevas Ideas, mientras que el 12.18% estuvo entre los partidos restantes.
Expediente Público solicitó información vía electrónica tanto a la Secretaría de Comunicaciones de la Presidencia como al partido gubernamental sin que hayan respondido al cierre de esta nota.
Aceptación y desconocimiento
Bukele, que inicia este 1 de junio de 2024 un nuevo mandato, sigue gozando de completa simpatía entre la ciudadanía, según el sondeo de coyuntura realizado por el Instituto de Opinión Pública (IUDOP) de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA).
La imagen permanente y el color cian de su partido presente, incluso, en el uniforme del personal que realiza obras públicas, consigue que todo gire en torno a la figura presidencial, dice el estratega en comunicación Roberto Ladino.
“El manejo de la campaña centralizado en la figura del presidente está enfocado desde el estudio de la comunicación en el culto a la personalidad. No destaca la información institucional, sino que privilegia la figura del presidente”, opina el especialista a Expediente Público.
En la encuesta del IDUOP destaca que el 81 % acepta la aplicación del régimen de excepción que lleva dos años.
Paradójicamente, de ese grupo el 75% desconoce conceptos básicos de la jurisprudencia pública como el derecho a la defensa, garantías ciudadanas y el periodo de detención administrativa. Además de que 74 de cada 100 salvadoreños evitan dar su opinión acerca de la vigencia de la política de mano dura.
