*El informe de presos políticos de 2023 de la organización Freedom House profundiza en cómo el encarcelamiento es utilizado por los regímenes Ortega-Murillo en Nicaragua y de Maduro en Venezuela para neutralizar la disidencia.
** El documento da cuenta del deterioro de las instituciones democráticas y la ausencia del Estado de Derecho en estos países.
***Expediente Público conversó con una de las autoras del reporte, Amy Slipowitz, quien explica que los presos políticos son la punta del iceberg de la “muerte civil” de los opositores.
Eric Lemus / Expediente Público
“Por cada prisionero político tras las rejas, muchos más opositores y críticos gubernamentales enfrentan restricciones más sutiles, que algunos expertos denominan muerte civil”, explicó a Expediente Público Amy Slipowitz, coautora del reporte de Freedom House “Barras visibles e invisibles”.
El concepto de muerte civil responde a que “los opositores son privados de la capacidad de participar en la sociedad”, agregó Slipowitz.
El informe “Barras visibles e invisibles: presos políticos, muerte civil y consecuencias de la erosión democrática” fue publicado este 25 de enero por la organización estadounidense no gubernamental Freedom House. Slipowitz y Mina Loldj son las coautoras.
El reporte es una revisión del uso de la cárcel como elemento represivo en países que sufren un franco declive democrático como Tanzania, Tailandia, Túnez, Turquía, Nicaragua y Venezuela.
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Una de las principales conclusiones que devela el documento es que el encarcelamiento político es una herramienta clave para limitar la disidencia en naciones con regímenes autoritarios.
“En resumen, lo que nuestro informe ha encontrado es que líderes antidemocráticos en todo el mundo están utilizando un conjunto expansivo de tácticas opresivas para silenciar a críticos y consolidar el poder”, dice Amy Slipowitz a Expediente Público.
En el caso de Venezuela y Nicaragua, “a medida que ambos países experimentaron un declive democrático, se utilizó la herramienta de encarcelamiento político”, destaca Slipowitz.
“Encarcelar disidencia y erosionar democracia”
Los hallazgos de Freedom House demuestran que el encarcelamiento con motivación política es una herramienta clave para neutralizar la disidencia y así erosionar el modelo democrático.
Las condenas, detenciones y enjuiciamientos contra opositores al régimen ocurrieron justamente en los seis países estudiados durante momentos de tensión política.
De acuerdo a los hallazgos, las tácticas de muerte civil agregadas al encarcelamiento incluyen control sobre los viajes, monitoreo físico, elaboración de listas negras y confiscación de bienes.
“Puede haber restricciones en la educación, dificultades financieras, una gran presión psicológica tanto para la persona afectada como para su familia y aquellos cercanos a ellos”, trae a cuenta la académica.
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“Uno de los ejemplos más conmovedores de esto es lo que sucedió el año pasado con más de 300 nicaragüenses a quienes se les despojó de su ciudadanía y fueron prácticamente borrados de la sociedad, así como de los registros oficiales, y se les confiscaron sus propiedades y activos”, añade la investigadora.
Mal ejemplo: retroceso democrático
El defensor de derechos humanos Miguel Montenegro, director de la Comisión de Derechos Humanos de El Salvador (CDHES), advierte que el retroceso democrático en Centroamérica pasa por encima de las lecciones que debieron haber dejado los conflictos civiles del pasado.
“No es comparable la represión actual con la sufrida durante la guerra civil en El Salvador, pero en este país la gente nuevamente tiene miedo por el estado de excepción que suspende los derechos constitucionales”, declara a Expediente Público.
De hecho, aunque El Salvador no fue incluido en el reporte, Slipowitz considera que ahí “la situación es bastante preocupante”.
“Si miras el informe principal de Freedom House, Freedom in the World, que evalúa los derechos políticos y las libertades civiles, puedes ver que ha habido un declive bastante severo en su democracia solo en los últimos dos años”, explica.
El politólogo Napoleón Campos, en conversación con Expediente Público, también opina que “la ola de democratización a nivel mundial pareciera haberse agotado”.
“Varios informes de entidades independientes (…) nos indica que los regímenes antidemocráticos, tiránicos, corruptos, con las manos manchadas de sangre están dispuestos a todo con tal de resistir y sobrevivir con esos métodos de encarcelar a opositores e inyectar miedo”, agrega.
Preso por llevar agua
El reporte de Freedom House destaca el encarcelamiento del activista nicaragüense Jesús Tefel, quien fue arrestado en 2019 por llevar agua a las madres de los presos políticos en huelga de hambre.
Tefel fue acusado de planear actos terroristas y estuvo detenido durante 46 días encarcelado en El Chipote, en Managua, donde los guardias incluso le torturaron apuntando a su cabeza con armas de fuego, mientras le amenazaron de muerte.
Como integrante de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), es uno de los ciudadanos que huyó del país hace tres años.
En un encuentro con Expediente Público manifestó que los exiliados “pueden ser esa voz que denuncie ante la comunidad internacional al régimen” debido al ahogo que sufre cualquier disidencia adentro del país de origen.
Tácticas opresivas se comparten
Freedom House advierte que el encarcelamiento político y la muerte civil empoderan a los líderes antiliberales al eliminar de la sociedad a sus críticos más vigorosos y efectivos.
“Estas tácticas pueden tener lugar en países que están experimentando una erosión democrática, pero que no se han endurecido hasta convertirse en regímenes autoritarios”, reza una de las conclusiones de la investigación.
Monitorear las tácticas de encarcelamiento político y muerte civil, y tomar medidas cuando estén presentes, son fundamentales en la lucha para contrarrestar el autoritarismo, así como apoyar a los agentes del cambio democrático y prevenir futuras oleadas de represión, esgrimen las autoras del dossier.
Freedom House fue creada en Washington DC en 1941, elabora un reporte anual desde 1973 en el que asigna puntuaciones para medir los niveles de derechos políticos y libertades civiles alrededor del mundo.