*En la obra trabaja un 90% personal de empresa china que está a punto de finalizar la construcción que enarbola el presidente Nayib Bukele en el Puerto de La Libertad.
**La información sobre todos los acuerdos del proyecto valorado en 24 millones de dólares, están restringidos.
Eric Lemus / Expediente Público
Costará al menos 24 millones de dólares. Eso es lo único que se sabe públicamente del muelle turístico ubicado a treinta kilómetros de la capital de El Salvador, que es financiado por la República Popular China bajo la sombra del secretismo.
El Gobierno del presidente Nayib Bukele celebró la instalación del último pilote de toda la estructura que sostiene una plataforma de 30 metros de longitud por 15 de ancho y donde habrá un centro comercial como atractivo.
Durante la última visita realizada al lugar la semana del 24 de julio, dos pescadores artesanales que faenan en la zona explicaron a Expediente Público que la empresa retiró a la mayoría de personal asiático luego de colocar dos grúas al final de la rampla, donde presumen que elevarán y descargarán los botes artesanales que se hacen a la mar.
Ambos, que solicitaron omitir su nombre, dicen que algunos lugareños trabajaron temporalmente bajo la estricta supervisión china.
“Y no sabemos nada más porque nadie habló del pago ni nada, nada”, comenta uno de ellos.
Todavía resta finalizar los acabados del edificio que albergará el área comercial, sin embargo, la información sobre el lanzamiento de la obra sigue siendo tan reservada como los detalles de esta donación de China, que estuvo a cargo de la empresa China Harbour Engineering Company Limited (CHEC Ltd).
Obras en hermetismo
De acuerdo a una breve información difundida por la embajada del gigante asiático en El Salvador, a través de redes sociales, el 30 de noviembre de 2021 se limitó a decir que “China Harbour y Yanjian Group, respectivamente, se encargan de la construcción del Puerto de La Libertad y la Biblioteca Nacional, que son megaproyectos donados por China”.
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La empresa, a diferencia de Xinjian Group, que sigue la construcción de la biblioteca en el Centro Histórico de San Salvador, no identificó su presencia en ninguna de las maquinarias que utilizó mientras empezó el trabajo.
Extraoficialmente, y de acuerdo a su página electrónica, CHEC Ltd es un contratista radicado en Beijing y opera como subsidiaria de China Communications Construction Company, que está especializada en ingeniería marina, dragado y recuperación, construcción de infraestructura, carreteras y puentes, vías férreas, aeropuertos y construcción de plantas.
El muelle es la segunda obra visible de todas las promesas hechas después de la visita a Beijing del mandatario Nayib Bukele, en diciembre de 2019.
Según el gobernante, su homólogo chino Xi Jinping también prometió $500 millones no reembolsables.
Desde entonces, los salvadoreños esperan la construcción de un nuevo estadio de fútbol, una biblioteca de cristal, un muelle remozado y una planta potabilizadora de agua en un lago cercano a la capital.
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Una obra de $24 millones
El pasado 19 de marzo, los ministros de Obras Públicas, Romeo Rodríguez, y Turismo, Morena Valdez, supervisaron los avances del muelle turístico acompañados de personal asiático y un equipo videográfico que registró el momento que luego el Gobierno difundió en las redes oficiales.
Una vez hecha la supervisión, sin embargo, el ministro Rodríguez reveló que la construcción del muelle “es una inversión de 24 millones de dólares aproximadamente”.
“A través de esta obra se están creando empleos porque hay diferentes familias salvadoreñas que están trabajando también en el proceso de construcción de esta gran obra de infraestructura”, agregó el funcionario sin ninguna información pormenorizada al respecto.
La ejecución de la promesa china se caracteriza por la ausencia de un informe técnico público, la falta de un estudio de impacto ambiental y una rigurosa opacidad que es la norma del Gobierno de Bukele.
Importancia geoestratégica
La ahora exembajadora de China en San Salvador, Ou Jianhong, escribió en mayo de 2021 en su cuenta de Twitter que el pueblo salvadoreño es el “mayor beneficiario de la asistencia no reembolsable de China”.
“China no ha utilizado nunca en el pasado ni utilizará en el futuro la asistencia exterior para interferir en los asuntos internos de otros países y mucho menos sacar beneficios propios”, suscribió.
El argentino Marcos González Gavá, quien es especialista en análisis económico y financiero asiático del portal ReporteAsia, es más suspicaz cuando escucha acerca de la presencia de Beijing en Centroamérica.
“(Hay que recordar) el proyecto One Belt, One Road (una franja, una ruta) o la ruta y la seda marítima (porque) China tiene un proyecto marítimo para conquistar el mundo y el Caribe es muy importante por la cercanía con el Canal de Panamá y porque está ganando muchos socios”, dice González Gavá a Expediente Público.
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Ganar o perder
Por su lado, Rubén Zamora, exembajador salvadoreño en Washington, la India y ante Naciones Unidas, opinó a Expediente Público que la estrategia del gigante asiático “es ir expandiéndose para ejercer su papel de país grande y poderoso”.
“Este tipo de cosas hay que verlas independientemente no solo por el tipo de expansionismo que esté generando la república China, sino por los intereses (políticos) que juega nuestro país”, esboza el exdiplomático en alusión a la cercanía del Gobierno de Bukele hacia Beijing.
“¿Ganamos algo o, al contrario, perdemos? ¿Tiene algún sentido abrir esos espacios? En ese sentido hay que valorarlo”, plantea.
Un destino obligado
El Ministerio de Turismo (MITUR) reportó que en el primer semestre de 2023 El Salvador reportó $1,667 millones por ingresos especialmente de visitantes de Estados Unidos, Guatemala y Honduras.
La Libertad es el lugar de recreación turística que atrae más a nacionales y extranjeros debido a que está a pocos minutos de la capital y ofrece una plaza gastronómica de pescados y mariscos.
La infraestructura, que fue diseñada y construida como parte del Complejo Turístico del Puerto de La Libertad, no fue financiada por China, sino mediante un préstamo concedido en 2017 por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por la suma de $5,278,761.89.
El dinero fue gestionado durante la administración del expresidente Salvador Sánchez Cerén, que gobernó entre 2014 y 2019; pero inició operaciones en febrero de 2020 bajo el Gobierno de Bukele como Mercado del Mar.
La obra construida por China será una extensión a esta área de restaurantes.
Un muelle: patrimonio cultural
La construcción del primer muelle metálico en La Libertad fue inaugurada en diciembre de 1860 durante el gobierno de Francisco Dueñas, el mismo dirigente político que hace poco más de siglo y medio creó la Biblioteca Nacional, cuyo fondo bibliográfico original terminará en el nuevo edificio que China también construye en el centro histórico de la capital San Salvador.
El antiguo embarcadero cuenta con medidas de protección al Patrimonio Cultural porque el uso portuario del sitio data de 1824 gracias a un decreto emitido por el otrora Congreso Federal de las Repúblicas de Centroamérica, tres años después de la declaración de independencia de la colonia española.
Con el paso del tiempo, este lugar fue remozado hasta transformarse en el muelle artesanal que es utilizado desde mediados del siglo XX por los pescadores que faenan en botes artesanales.
A lo largo de la plataforma, las embarcaciones exhibían la pesca fresca a los turistas que iban y venían en un mercado al aire libre. Ahora toda esa escena pintoresca desapareció porque el producto debe ser ofrecido en la Plaza Marinera.
Las promesas chinas
Al visitar el área de trabajo, Expediente Público accedió hasta la zona que limita con el área gastronómica porque el ingreso está restringido con un vallado que destaca la frase: “Asistencia de China para un futuro compartido”.
La obra cuenta con la instalación de 129 columnas que sostienen una plataforma de 30 metros de longitud y 15 de ancho, en la que destaca una construcción que será la sede de un centro comercial.
Eduardo Oviedo, catedrático de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) de Argentina, está especializado en el papel geopolítico que desempeña China en el siglo XXI e incorpora un elemento estratégico.
“Después de haber depredado el mar de la China meridional ahora busca la pesca distante”, vaticinó en conversación con Expediente Público.
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Puerto para entretenimiento
El lanzamiento de la obra china en las aguas salvadoreñas será una extensión de un parque recreativo que fue habilitado en agosto de 2022.
El presidente Bukele acudió aquella noche a inaugurar el lugar como la mayor atracción para quienes arriban al Puerto de La Libertad y ahora encuentran un área de juegos mecánicos, que administra una dependencia del Ministerio de Turismo.
“Sunset Park es el parque número uno de todos los parques recreativos del Instituto Salvadoreño de Turismo y no dudamos que este muelle turístico va a ser de los preferidos tanto de los turistas nacionales como internacionales”, auguró la ministra Valdez recientemente.
En opinión de Napoleón Campos a Expediente Público, detrás de cada acción “opto por hablar del Partido Comunista de China quien es, en verdad, el actor real que está en todo, incluso desde esas cinco ruedas mecánicas en el Puerto hasta las grandes obras o inversiones”.
Por otro lado, un informe emitido por la Autoridad Marítima Portuaria reportó un flanco que sufre esta zona marítima.
“Del 2 al 5 de mayo se dieron fuertes oleajes que afectaron la costa salvadoreña (…) reportándose daños en las construcciones inmediatas al mar, muy especialmente en el muelle artesanal”, reza el reporte, que da cuenta de una amenaza de temporadas con olas rápidas de hasta 2.2 metros de altura con velocidad de 60 kilómetros por hora.
China va por el Lago de Ilopango
La inminente conclusión de los trabajos en el muelle turístico, la última donación que ofrece Beijing a Bukele, coincide con el arribo de la siguiente misión de capital chino: la perforación de ocho pozos en torno al Lago de Ilopango, ubicado entre los departamentos de San Salvador, Cuscatlán y La Paz, donde habrá una planta potabilizadora.
Por su parte, el presidente de la Administradora Nacional de Acueductos (ANDA), Rubén Alemán, se limitó a decir que la empresa Hebei Construction Group International Engineering Company (HBCG International) estará a cargo de cumplir esa obra para llevar agua a San Salvador, una ciudad que ya sufre escasez hídrica.
HBCG International fue una empresa estatal provincial del Departamento de Relaciones Exteriores de la Oficina de Ingeniería de Construcción de Hebei hasta que en 2014 se transformó en una empresa para el desarrollo de negocios en el extranjero.
Según informan en su página web, tiene participaciones en diversos países como Rusia, Mongolia, Camboya, Siria, Irak, Etiopía, Chad, Pakistán, Japón, Nigeria, Tanzania, Qatar, Venezuela, Liberia, Zambia, Jamaica y Uzbekistán, “bajo la estrategia ‘Going Global”.
Beijing empezó esta táctica en 1999 como política oficial para estimular inversiones chinas en el extranjero, según explica la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Esta es la tercera de las promesas ofrecidas a El Salvador después de la visita oficial de Bukele a Beijing en 2018, cuando el mandatario inició su mandato y todavía no había admitido su interés por reelegirse y extender su Gobierno por un quinquenio más.