* La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris y el presidente de Guatemala Bernardo Arévalo se reunieron en la Casa Blanca este 25 de marzo, donde el mandatario se comprometió a cumplir las promesas de campaña.
Luisa Laguardia / Expediente Público
Este 25 de marzo la vicepresidenta de Estados Unidos Kamala Harris y el presidente de Guatemala Bernardo Arévalo se reunieron en la Casa Blanca, en Washington DC, donde se volvió a tocar el fenómeno de la migración irregular.
Durante la reunión, la vicepresidenta también recordó las promesas y compromisos que hizo Arévalo durante su campaña electoral en cuestión de combate a la corrupción, sostenibilidad y economía, pero aseguró que confía en su gestión durante los próximos cuatro años.
Harris recordó que Estados Unidos se ha comprometido para combatir las causas de la migración, por medio de inversión para el desarrollo económico de los países expulsores de migrantes, así como combate a la corrupción y la promoción de la gobernanza; respeto de los Derechos Humanos y laborales; combate a la violencia, particularmente la violencia de género.
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Kamala Harris recuerda desafíos a Arévalo
La vicepresidenta estadounidense afirmó que el actual Gobierno de Guatemala representa una nueva oportunidad para poder estrechar las relaciones diplomáticas entre ambas naciones.
Estados Unidos designó en los últimos años a más de 400 guatemaltecos, muchos ligados al gobierno del anterior presidente Alejandro Giammattei, tanto por corrupción, como por socavar la democracia. En enero anunció también que el exmandatario tenía restricción migratoria.
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Harris aprovechó la oportunidad para felicitar a Arévalo por su lucha en favor de la democracia y el combate a la corrupción.
Kamala Harris habla de futuro de relaciones
El tema de la migración en Centroamérica es fundamental para Washington. Según los datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP), desde octubre del 2019 a marzo del 2023, un tercio de los 5.8 millones de migrantes en la frontera sur provienen de Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua.
La vicepresidenta, quien lleva la agenda migratoria de la administración de Joe Biden, aseguró que Estados Unidos en Guatemala, El Salvador y Honduras “ha logrado ayudar a más de 63 mil agricultores, al menos 3 millones de jóvenes en educación primaria y secundaria, capacitado a más de 18 mil policías y 27 mil personas para fortalecer el sistema de Justicia”.
También reconoció que desde el inicio de su gestión detectó que los avances en el tema migratorio sólo se lograrían si se incorporaba al sector privado a la ecuación. Afirmó, que una de los grandes aciertos fue aumentar la inversión para subir la tasa de empleos y mejorar las oportunidades laborales en estos países.
“Creo que las alianzas público-privadas son esenciales para combinar los recursos, la experiencia y los conocimientos del sector privado con el alcance y la capacidad que sólo los gobiernos pueden proporcionar”, explicó Harris.
A su vez, se declaró feliz de comentar que la asociación público-privada establecida en Centroamérica ha sido impulsada por directores ejecutivos y líderes filantrópicos de todo el mundo, “hasta el día de hoy esta asociación ha generado más de USD5,200 millones”.
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Además, notificó mejoras en la conexión a internet de millones de personas y la inversión en proyectos de transmisión de energía, iniciativas para transportar los cultivos de pequeñas granjas a mercados nuevos y más grandes, la promoción de la seguridad económica para mujeres.
Arévalo se compromete con Estados Unidos
Por su parte, el presidente de Guatemala expresó que “es un momento histórico para que se puedan estrechar las relaciones diplomáticas entre nuestras naciones”.
Arévalo reconoció el apoyo continuo de Estados Unidos para Centroamérica y que la comunidad internacional tiene grandes expectativas de su gobierno y hará lo posible para no defraudarlos.
También agradeció la oportunidad que se le está dando de poder hacer cambios. Y enfatizó en que sabe que es un camino largo de recorrer, pero que él y su equipo están comprometidos en cumplir lo prometido.
“Los problemas a los que nos enfrentamos son estructurales y de larga data y no se pueden resolver en un corto plazo sin el apoyo y la cooperación de Washington y otros aliados clave”, mencionó.