**En la década de los ochenta el pico máximo en un año de refugiados centroamericanos en Estados Unidos alcanzó los 50,000, esta cifra se triplicó en el 2021.
**Aunque el presidente Joe Biden habla de una migración segura y ordenada, lo cierto es que en la frontera siguen vigentes las medidas de salud pública por la pandemia adoptadas durante el gobierno de Trump, para expulsar de inmediato a los migrantes y solicitantes de refugio.
Expediente Público
La cantidad de centroamericanos detenidos en Estados Unidos al cruzar irregularmente la frontera sur, está solo por detrás de la cifra de migrantes oriundos de México. La migración de ciudadanos de Centroamérica ha superado niveles históricos.
Según la patrulla fronteriza, en el último trimestre del año fueron registrados en la frontera sur de Estados Unidos 187,303 ciudadanos de Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua.
El año fiscal 2020-2021 cerró con 751,158 personas de estos cuatro países entre los 1.73 millones de migrantes detenidos por las autoridades fronterizas; esto significa el 43% del total, mientras que el año fiscal 2019-2020 cerró con 458,088 detenciones de ciudadanos de las naciones que conforman el CA-4 (Acuerdo migratorio entre Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala).
Desde octubre de 2019 hasta diciembre de 2021 han sido detenidos por la patrulla fronteriza tantos centroamericanos, que recuerda la masiva migración en la década de los ochenta cuando una cantidad similar ingresó al país por los conflictos armados en la región.
Un millón 47 mil 514 encuentros de nacionales centroamericanos registra la patrulla fronteriza en los últimos 27 meses.
Para comparar, en 1980 había 354,000 viviendo en Estados Unidos y al final de la década en 1990, eran 1.34 millones de personas originarias del istmo continental, según datos del censo nacional de Estados Unidos.
Además: Honduras, El Salvador y Guatemala en la era de las migraciones masivas
El último trimestre representó un incremento de 138.1% de salvadoreños detenidos en la frontera sur con Estados Unidos, así como un aumento de 130.7% de hondureños y 89.8% de guatemaltecos, en relación al mismo periodo de 2020.
Sin embargo, en el caso de los nicaragüenses la diferencia interanual de octubre a diciembre fue de 2,796%.
Entre octubre y diciembre de 2020 solo habían cruzado a Estados Unidos y sido detectados por la patrulla fronteriza sur un total de 1,283 ciudadanos de Nicaragua, pero en los mismos meses de 2021 fueron 38,183.
Durante una visita a la zona fronteriza, Expediente Público constató con directores de albergues que existe una alta cantidad de niños y mujeres esperando visas humanitarias; la mayoría huye de la pobreza, las pandillas e incluso la violencia de género, como el caso de mujeres que huyen de sus parejas por el maltrato o miembros de la diversidad sexual, así como en el caso de los nicaragüenses que tienen el agravante de la represión estatal.
Expediente Público conversó con la directora de Border Angels en San Diego, Dulce García, quien explicó la situación de los migrantes que están desbordando el sistema migratorio y humanitario de la zona fronteriza.
García explicó que “encontramos señas que son niños y mujeres las que siguen cruzando, años atrás se decía que eran primordialmente nacionales mexicanos y hombres, pero miramos que ahora son familias, niños, encontramos en el desierto juguetes o ropita de niños y productos higiénicos de mujeres, que nos indican que son familias y documentos de muchos países, la gente que está cruzando es diferente”.
Antes te podías presentar en la línea y pedir asilo y bajo las leyes domésticas e internacionales te podrían dar asilo, pero hay confusión de quienes aceptan o rechazan ahora, precisó.
Por otra parte, bajo el título 42 se ven estadísticas muy confusas, no hay consistencia de quiénes devuelven a México o a su país de origen.
El título 42 es un estatuto de salud pública promulgado en 1944 que usó la presidencia de Donald Trump para expulsar de inmediato a los migrantes y solicitante de refugio ante la pandemia del Covid-19, medida que sigue vigente.
“Estas inconsistencias crean un caos devastador en ciudades fronterizas mexicanas como Tijuana y que han resultado en muertes”, afirmó García.
Lea también: Ola represiva en Nicaragua deteriora estabilidad y agudiza la migración en Centroamérica
Situación de los solicitantes de asilo
“El problema es que las estadísticas de la patrulla fronteriza toman las interacciones para justificar que necesitan recibir más recursos financieros del gobierno y pedir más, sobre todo en estas fechas donde se dialoga incrementar fondos para la frontera, por una parte, dicen no tener los recursos para procesar a la gente y por otro lado no se enfocan en dar la bienvenida y procesar a las personas, sino, en aprehender, (los datos) no significa que son familias únicas o distintas, sino, familias que intentan varias veces entrar”, argumentó.
Lo que va a pasar a un migrante que cruza la frontera no se puede saber, puede que lo rechacen y envíen a una ciudad fronteriza como Tijuana a medianoche, una de las más peligrosas de México, puede que te pongan en un centro de detención, que te separen de tu familia, indicó.
“No hay consistencia y como abogada de migración es muy frustrante explicar a alguien las posibilidades, lo que muestra la ley es que te presentas a la puerta, pides asilo, te dan ingreso y tiene tu caso que defender en corte, ya no es así, aunque el presidente Joe Biden diga que está a favor de los migrantes, sigue usando las mismas políticas de Trump para rechazarlos”, sostuvo García.
Le puede interesar: El triángulo del norte se convierte en un desafío para detener la migración a Estados Unidos
En Tijuana, el director de Atención al Migrante de la municipalidad, Enrique Lucero, explicó a Expediente Público que “hay flujos de retorno, mexicanos deportados y centroamericanos con el título 42, así como desplazados internos y flujos de centroamericanos y chilenos de origen haitiano”.
“Todos vienen huyendo de violencia y pobreza extrema, la principal migración ha sido de Honduras, El Salvador y Guatemala, en el caso de los nicaragüenses, no han tenido un flujo importante, de acuerdo a la unidad política migratoria de la Secretaría de Gobernación, en 2021 se expidieron solo 31 visas humanitarias, y en el 2019 solo fueron 16 (a ciudadanos de Nicaragua)”, precisó el funcionario.
Lea también: Retorno: el sueño frustrado de miles de exiliados de Nicaragua en Costa Rica
Los procesos son más lentos porque hay menos personal por los contagios. “La pandemia cambió los métodos de recepción de solicitudes, se acumularon los procesos en la frontera y muchos de forma desesperada ingresaron de forma forzosa, es el tema de las caravanas, que rompen las barreras, estamos en una situación anormal por el Covid”, dijo Lucero.
García considera que en el tema de los cierres hay una doble moral de las autoridades, por una parte, la frontera está abierta para el comercio y los visitantes, pero no por razones humanitarias.