*Repatriar un cuerpo de México a Nicaragua, cuesta entre 3500 y 4000 dólares y desde Texas, alrededor de 6,500 o 7,000 dólares.
**El consulado de Nicaragua en México no ha asumido ninguna repatriación de nicaragüenses muertos en ese país y el consulado de Texas nunca responde a los correos que se le envían.
***El régimen de Daniel Ortega no se interesa en agilizar los trámites para ayudar a familiares de fallecidos que intentaron migrar a Estados Unidos.
Expediente Público
El lunes siete de noviembre del 2022, alrededor de las tres de la tarde en Chinandega, región occidental del Pacífico de Nicaragua, sonó el teléfono de Mercedes Catín, quien desde hacía días no había tenido comunicación con su hijo Carlos.
La llamaba una señora de México. “Me dijo que en las redes sociales había visto una foto en la que sale un tatuaje (que tenía su hijo) y que ella había ido a identificar (a la morgue) a la persona, y era él”, narró Catín.
Carlos Antón Catín de 34 años, era un vendedor ambulante, tenía dos hijos, una niña de 12 años y un niño de 10 años. Viajaba hacia Estados Unidos forzado por la crisis económica que se vive en Nicaragua. El cinco de noviembre pasado fue asesinado de un balazo en la cabeza y luego quemado en la ciudad de Chahuites, en Oaxaca, México.
Al indagar con las personas de la funeraria a través de varias fotos, en efecto, se encontró una imagen que reflejaba con claridad el tatuaje que decía: “Mercedes”, nombre de la mamá de Carlos. La persona que la contactó, fue una señora que lo hospedó unos días en su casa.
Vendía verduras
“Estuvo vendiendo verduras en un lado, en otro lado trabajó de construcción. Estaba donde una señora y vendía pan, café y hasta comida a las personas que iban a sacar su permiso” explicó Leticia Penado Catín, hermana del migrante asesinado en México.
Registros oficiales recopilados por Expediente Público, detallan que la cifra total de migrantes y solicitantes de refugio alcanzó los 284,813 entre 2018 y febrero de 2022, hacía Estados Unidos y Costa Rica, así como en menor grado a España, Panamá y México.
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El único deseo de su familia era “darle un último adiós”, pero el gobierno de Nicaragua nunca se mostró interesado en ayudarlos. Fue hasta el 13 de diciembre pasado que mediante una recolecta de dinero en redes sociales, lograron reunir los cinco mil dólares que necesitaban para repatriar su cuerpo. Las autoridades mexicanas nunca abrieron una investigación formal para esclarecer este asesinato.
Familias no pueden pagar
De México a Nicaragua, el costo de repatriación de un cuerpo oscila entre 3,500 a 4,000 dólares por avión. Desde Texas por avión tiene un valor de alrededor de entre 6,500 y 7,000 dólares, de acuerdo a los familiares consultados.
“Si fallecen en Chiapas podría (enviarse el cuerpo) por tierra y podría llegar como en dos días. Ahora, si la persona fallece en la frontera norte, va a salir muchísimo más caro y tardaría más tiempo. Se correría el riesgo de que hasta el cuerpo se descompusiera mucho más rápido”, dijo un entrevistado de la organización Nicaragüenses en México.
Mediante varias terribles historias de nicaragüenses muertos de camino a Estados Unidos, se puede concluir que el régimen de Daniel Ortega es el menos preocupado por ayudar a sus connacionales a repatriar a sus familiares.
Usualmente el dinero de las repatriaciones ha salido directamente del esfuerzo de los propios familiares, amigos y la solidaridad de las personas en redes sociales.
No asumen los costos
Texas Nicaraguan Community confirmó a Expediente Público que «el consulado de Nicaragua en México no asume los costos de repatriación. Ni una sola repatriación ha salido del consulado”.
Además, asesores legales del área de repatriaciones de las organizaciones Texas Nicaraguan Community y Nicaragüenses en México, aseguraron que “el consulado de Nicaragua en Estados Unidos, específicamente en Texas no da respuesta a ningún correo. No da respuesta a las solicitudes propias o de los mismos familiares”, afirmaron.
“Ellos en una ocasión comentaron que no trabajan con terceros, específicamente, refiriéndose a las organizaciones de la sociedad civil como Texas Nicaragua Community, sin embargo, tampoco atienden a los llamados directos de la familia”, denunció.
También aclaró que dentro de las funciones de los consulados se debe brindar atención hacia los nicaragüenses en el territorio en el que se encuentre.
“En Nicaragua la Ley de Servicio Exterior del año 2000, establece que, básicamente, dentro de las funciones de los consulados, están brindar atención hacia los nacionales nicaragüenses en el territorio en el que se encuentra”, explicó.
Deberían apoyar
“Igual lo dice el Tratado Internacional. Si existe un caso de repatriación, de forma implícita, el consulado debe brindar y activar todos los recursos posibles para apoyar en las crisis o esta situación de gravedad humanitaria que está viviendo ese ciudadano nicaragüense en el extranjero”.
“Quiero creer que existe poco personal dentro de los consulados y que quizás no existe un presupuesto”, agregó.
Leticia Catín describe a su hermano como una persona proactiva, alegre, siempre dispuesto a trabajar, y preocupado por el bienestar de sus hijos y su mamá, pero eso no era suficiente para mantener a su familia.
El sueño más grande de Carlos era brindarle una mejor vida a su familia y esa fue la principal razón para migrar de forma irregular, sin mucho dinero y con solo una expectativa.
“Él le decía a mi mamá: yo me voy a ir porque necesito dar a mis hijos lo que necesitan. Ya viene la promoción de mi flaca. Yo quiero que mis hijos tengan lo que yo no tuve. Yo quiero que ellos estén bien. Yo quiero ayudarle a usted, yo quiero verla mejor, yo quiero sacarlos adelante a ustedes”, dijo Catín para Expediente Público.
En la búsqueda de sobrevivir
Carlos no tenía teléfono celular, por esa razón siempre buscaba quién le prestara uno para comunicarse con su familia. El cinco de noviembre fue la última vez que habló con su mamá Mercedes para prometerle que iba a avanzar. “Ya amor, ya va a pasar todo esto, nosotros vamos a poder cantar el himno de Victoria. Voy a avanzar mami. Yo voy a avanzar”, narró la hermana sobre lo que les dijo el fallecido.
“En una ocasión nos contó mi mamá que le dijo: no hay nada que comer aquí, pero un señor me regaló un saquito de elote y los vendí, mamá. Ahí en el camino iba gritando: ¡elote, elote, elote! y de ahí saqué para comer yo y los señores donde yo estaba”, dijo Catín.
También explicó que Carlos no se movilizó con la ayuda de un coyote, pero tampoco conocía bien la ruta, ni contaba con los recursos suficientes para hacerlo. Llegaba a un lugar, trabajaba un tiempo, reunía dinero y así avanzaba. “Decía: mire, yo soy de Nicaragua, ayúdenme, necesito trabajar para comer y poder avanzar”, explicó la familiar.
Muertos en el río Bravo
El 26 de mayo, un grupo de nicaragüenses cruzó las aguas del río Bravo. “Según ellos para protegerse, se agarraron todos de la mano y cruzaron en cadena. Al momento de ahogarse uno, te puedes imaginar lo que le pasó al resto también (…) ahí fue donde se ahogaron seis personas de una sola vez, todos nicaragüenses” detalló una vocera de la organización Texas Nicaraguan Community para Expediente Público.
Según Alberto Cabezas, director de comunicación de la Organización Internacional para las Migraciones de México (OIM-México), la Unidad de Política Migratoria de México interceptó en 2021 a 15, 481 personas de Nicaragua, pero solo entre enero y junio de 2022 la cifra ha llegado a 14, 654 personas.
La organización Nicaragüenses en México, explicó que el río no es tan profundo, ni las corrientes tan fuertes. Lo peligroso es que rutinariamente las autoridades norteamericanas abren las compuertas de las presas y se libera mucha agua. Estas compuertas se abren en cualquier momento y en esto radica la peligrosidad de cruzar el río.
Los migrantes “no deben cruzar ese río de noche” aconsejaron los organismos que velan por los migrantes, porque es más peligroso y las autoridades norteamericanas tienen la orden de no salvar a nadie.
Tráfico de personas en México
Cabezas también afirmó que “todo lo que tiene que ver con crimen organizado de inmigración, muy a menudo se asocia con la existencia de tráfico de personas que ponen en riesgo a los migrantes por ser un modo de migración irregular”.
El pasado 14 de diciembre llegaron a Managua unos 152 nicaragüenses rescatados el cinco de diciembre en Durango, México luego de ser secuestrados por varias bandas.
Pocos días después, los familiares de los hermanos Julmer Martínez y Heysel Lineth Hernández, originarios del municipio de Jalapa, del departamento de Nueva Segovia, tuvieron que pagar una gran suma de dinero para que un cartel mexicano los liberara.
El negocio de los coyotes
La organización también explicó que en este año se han incrementado los viajes con coyotes, no de manera autónoma, lo que trae consigo más desaparecidos y muertos.
“En 2018 la gente salió sola por su cuenta, se arriesgó a llegar a frontera, solicitar su documento y luego seguían aquí sus viajes solos. Lo que hemos notado es que en 2022 se han incrementado los viajes con coyotes. Esto ha incrementado los desaparecidos y muertos”, dijo.
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Existen diversos factores que impulsan las migraciones irregulares. En Nicaragua, muchas personas intentan esta vía tras sufrir asedio y persecución por parte del régimen de Ortega, explicó la organización Community Texas Nicaragua. “Algunos vienen por persecución política, pero si no tienes pruebas de asilo, no vas a pasar. Vas a ser deportado y eso es lo que la gente no entiende”, explicaron.
Persecución política y asedio
En Nicaragua el régimen ya ha cerrado, por ejemplo, más de 3,000 organizaciones no gubernamentales que proveían empleo a miles de familias. Desde 2018 la inversión económica en Nicaragua ha caído y conseguir empleo se ha vuelto más difícil.
“Nos dicen, todo está más caro, no hay opciones de trabajo, hay cierres de organismos, cada vez hay más falta de empleo, entonces al final encuentran unas vías que en algunas ocasiones se las venden muy fáciles” dijo la organización Nicaragüenses en México.
Otro factor definitivo es la pobreza. En la Encuesta de hogares para Medir la Pobreza en Nicaragua, realizada por el centro de análisis Fundación Internacional para el Desafío Económico Global (Fideg) en el 2019, la incidencia de la pobreza general alcanzó el 44.4%. Esto es uno de los últimos datos disponibles debido a la censura del régimen de Ortega con respecto a las cifras ya que incluso este organismo fue clausurado.
Reunificación familiar
La Organización Internacional para las Migraciones de México, explicó que, en otros casos, tiene que ver también con el deseo de reunificarse con sus familias cuando están fuera del país.
Así también lo detalló la organización Nicaragüenses en México: “están aquellos que sí traen el objetivo de irse a los Estados Unidos, porque ya tuvimos una ola migratoria a finales de los 70’s e inicios de los 80’s, y hay una red de nicaragüenses allá que los apoyan y tienen familiares o amistades. Y también después de 2018, mucha gente que se fue, apoya para que salgan otras familias”.
Ivania Álvarez, opositora nicaragüense y ahora exiliada política, expuso que la consolidación del régimen de Ortega ha sido un factor decisivo para que las familias nicaragüenses opten por la migración irregular. “Las universidades fueron tomadas, todo está bajo el régimen de Ortega, entonces vos vas perdiendo la esperanza de un futuro porque ya no hay libertad».
Engaños de los “coyotes”
La falta de información de las personas sobre las formas de migrar sin arriesgar su vida y dinero y la publicidad engañosa de los coyotes, potencializa la migración insegura. La organización Texas Nicaraguan Community también detalló esto, “porque eso es una publicidad engañosa que están dejando entrar a los nicaragüenses. Eso es mentira”.
“También muchos dicen que cuando ya vienen acá, que todo está bien, ya están trabajando, que ya están haciendo dinero, creo que por ahí viene todo el auge migratorio”, analizaron.
Los secuestros y extorsiones a los migrantes, son otra realidad a la que deben enfrentarse las personas que deciden esta vía. “Nosotros lo que hablamos es que ningún coyote es amigo y los coyotes, aunque los conozcan, son criminales”, aclaró Nicaragüenses en México para Expediente Público.
Muchos migrantes confían en los coyotes porque conocen a otras personas que fueron llevados por ellos. Aun así, siempre están involucrados con redes peligrosas y a través de eso vienen los secuestros y extorsiones a los familiares que están en Nicaragua.
Extorsión
“Hay unos que los secuestran porque les cobran por cantidad de dinero y luego en el trayecto le piden 5,000 o 6,000 dólares, y en el camino se supone que los detiene migración. Entonces los llevan a detención y agarran también al coyote, pero después resulta que al día siguiente salen, pero ya le debes 10,000 dólares más porque le tuvo que pagar supuestamente a los de migración”, explicaron.
La deuda se incrementa y si las personas no pueden pagar, son enviados a trabajar o los secuestran. Entonces se contactan con la familia para decirles que tienen que pagar y les envían una cuenta bancaria de México. También los estafadores entran a grupos de redes sociales de migrantes, suben la foto del desaparecido y contactan a los familiares.
Negocian con personas muertas
“A mí me tocó un caso en particular: Me entró la solicitud (de amistad) de una persona que era una tía de un sobrino desaparecido. Justo cuando me está contando, le llega un mensaje en el que le mandan una foto y entonces me dice que (el sobrino) está secuestrado», relata.
Nicaragüenses en México explicaron que «al día siguiente la Fiscalía nos notifica que el cuerpo del muchacho se había encontrado y los extorsionadores le seguían diciendo a la familia que lo tenían vivo. La familia no nos creía que el joven estaba muerto, fue bastante duro”.
La organización también informó que ese es el modus operandi actualmente de las mafias y, además, lo han visto un sinnúmero de veces en casos de migrantes de Honduras, Salvador y Guatemala, pero recientemente ahora también en casos de nicaragüenses.
“Lo que he visto es que en Nicaragua no están acostumbrados a este nivel de criminalidad”, aseguró la ONG que trabaja en México.
Otro problema es que, en los estados del norte de México, sobre todo en Tamaulipas, no tienen servicio de médico forense por lo que las funerarias privadas mantienen los cuerpos. El problema es que representantes de estas funerarias contactan a los familiares para pedirles dinero.
“Les dicen que si les pagaban equis cantidad de dinero, ellos pueden hacer la repatriación más rápido (…), pidiendo hasta 10,000 dólares a las familias cuando no tienen la autoridad para eso”, explicó la organización.
Morgue en Texas
Community Texas Nicaragua aclaró que la morgue del poblado de Laredo, en Texas, está construida y estructurada para esa zona, con una capacidad específica para albergar muertos. Sin embargo, con el aumento de la migración, ahora han tenido que conservar cuerpos de haitianos, venezolanos, cubanos, nicaragüenses, guatemaltecos y salvadoreños, lo que ha excedido la capacidad del local.
“Ellos tienen su capacidad máxima de casi 200 cuerpos y a veces tienen 196 o 198 cuerpos. Entonces ellos ya no están recibiendo un cuerpo más. La política ahorita es que identifican a la persona, entregan el cuerpo e inmediatamente reciben otro”, relataron.
El 19 de junio del 2021, en una esquina, a la espera de conseguir trabajo, de una camioneta que pasaba por el lugar salieron los disparos que arrebataron la vida al joven nicaragüense Wilder Martínez de 19 años de edad, asesinado por el crimen organizado en Reynosa, México.
Meses para repatriar su cuerpo
Hasta seis meses después la familia de Martínez logró repatriar el cuerpo todavía con la investigación en proceso y sin ninguna respuesta sobre los involucrados.
Para los nicaragüenses la migración es más peligrosa por la falta de información y las a veces equivocadas publicaciones en redes sociales de otros migrantes que ya se establecieron en Estados Unidos.
“Se dejan llevar por las redes sociales, y a veces la gente puede inventarse una vida fácil en redes. Nos han tocado casos que les dicen: es que llevo 6 meses y mira la mansión que tengo y este en mi carro. Es imposible que, en tres, cuatro meses tengan una casa propia o vayan a tener un carro último modelo”, aclaró la organización Nicaragüenses en México.
El problema de la desinformación
Aseguraron que en otras ocasiones hay migrantes que obtienen permisos de trabajos mientras están esperando su caso de asilo en Estados Unidos, pero de igual forma tienen que pagar miles de dólares por un abogado que les lleve el caso y prácticamente trabajan para pagar ese abogado.
“Creo que hay mucha desinformación y por eso es que los nicaragüenses todavía salen (de su país) creyendo en ese sueño americano que cada vez se vuelve más difícil”, resumió.
Dependiendo del caso, las personas pueden optar por un refugio en México. Antes de la pandemia el trámite era más rápido. A las dos semanas las autoridades otorgaban una residencia por razones humanitarias y hasta podían optar rápidamente por una residencia permanente. “El problema es que ha habido un cambio en la política migratoria en México y (ahora) se volvió más severa”, explicó la organización para Expediente Público.