*A diferencia de los presidentes de Cuba, Miguel Díaz-Canel, y Venezuela, Nicolás Maduro, el nicaragüense Daniel Ortega “ ha decidido torcer las reglas para aparentar que quiere de verdad la democracia”, afirma Mark Green, presidente del Wilson Center.
Expediente Público
A diferencia de los regímenes de Cuba y Venezuela, Daniel Ortega en Nicaragua conduce de forma diferente sus actuaciones autoritarias y vende la falsa idea de que apoya la democracia, mientras reprime a la sociedad civil, activistas de derechos humanos, periodistas, medios de comunicación y representantes de la Iglesia católica, por lo que quedaron ausentes de la IX Cumbre de las Américas que concluye este viernes en Los Ángeles, dijo Mark Green, presidente del Wilson Center, con sede en Washington DC.
En entrevista con medios internacionales, entre ellos Expediente Público, el también exdiplomático estadounidense, señaló que “lo que hace a Daniel Ortega muy diferente es la manera cómo ha conducido sus actuaciones. Lo que él ha hecho es tratar de aparentar y decirle al mundo que él en realidad apoya la democracia, que desea elecciones, que lleva a cabo las elecciones, y por supuesto, él amaña las elecciones, impone las reglas, acalla las voces de oposición, él reprime a los medios independientes, reprime a la sociedad civil, de tal manera que la elección no es una elección”.
El 7 de noviembre de 2021, los nicaragüenses fueron llamados a elecciones presidenciales en las que Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, fueron proclamados ganadores por el Consejo Supremo Electoral (CSE), que es dominado por magistrados afines al gobernante partido Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). El observatorio de la sociedad civil Urnas Abiertas concluyó que esa jornada electoral estuvo marcada por un alto nivel de abstención de aproximadamente 81.5%.
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“Nadie le prestó atención a esa elección porque nadie, siquiera, pensó que era una escogencia o elección verdadera”, dijo Green.
En Cuba, agregó el presidente del Wilson Center, es la “misma represión de siempre que hemos visto años tras años”.
“En el caso de Ortega, creo que él dice que quiere elecciones y después (actúa) de una forma muy diabólica, muy peligrosa y brutal. Considerando lo que ha hecho con los activistas estudiantiles, los líderes de la iglesia, es para acomodar la democracia, lo que él llama democracia para sus fines. No podemos permitir que eso prevalezca, es muy peligroso”, advirtió.
Ortega le “tiene miedo a su propia gente”
El exembajador Green destacó que en el actual contexto nicaragüense se vuelve primordial “proveer recursos para apoyar a la sociedad civil”, defender a los medios independientes y al periodismo independiente.
Desde 2018 a la fecha, al menos 444 organizaciones sin fines de lucro fueron ilegalizadas por la Asamblea Nacional (parlamento), que también es controlada por el oficialismo. En el país, la periodista Cristiana Chamorro, Miguel Mora y Miguel Mendoza, forman parte de la lista de presos políticos.
Green considera que también es necesario “defender a los líderes eclesiásticos y hablar sobre la importancia de la libertad de religión, libertad de pensamiento, hablar de esto e incorporarlo en las agendas y lograr realizar buenas prácticas”.
“Creo que esto es esencial (…) Lo que Ortega nos ha demostrado es a lo que más le teme, él pone en la mira a los ciudadanos comunes, a los estudiantes, pone en la mira al periodismo y cuando reprime a los periodistas no es una señal de fortaleza, es una señal de su debilidad. Le tiene miedo a su propia gente. Tenemos que ser muy francos y decir que él es un tigre de papel y tenemos que estar en apoyo de aquellos que él busca cómo castigar, que él busca cómo procesar y perseguir, y si hacemos eso, creo que veremos los resultados”, mencionó Green.
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En las últimas semanas, el régimen dirigió sus ataques contra los líderes religiosos al asediar con la Policía a monseñor Rolando Álvarez, obispo de la diócesis de Matagalpa y Estelí (norte); y al padre Harving Padilla, de la Iglesia San Juan Bautista, en Masaya al oriente.
El sacerdote Manuel Salvador García Rodríguez, fue el primer cura detenido en el país centroamericano en el contexto de la crisis sociopolítica, tras ser acusado por presunta violencia en contra de una mujer, identificada como Martha Candelaria Rivas Hernández.
“Todos sabemos que el pueblo de Nicaragua es muy valiente. Sabemos lo que quieren. Esto se trata básicamente de un hombre y unas cuantas personas que lo impiden”, enfatizó el presidente del Wilson Center.
Ausencia en la Cumbre de las Américas
El exembajador Green defendió la postura de Estados Unidos de no invitar a los mandatarios de Cuba, Miguel Díaz-Canel; Nicolas Maduro, de Venezuela y Daniel Ortega, de Nicaragua, pues es el país anfitrión “por tradición” quien “establece la agenda” de la IX Cumbre de las Américas que se realiza en Los Ángeles.
“Los temas que hemos escogido en Estados Unidos para estar en la lista de máximas prioridades son temas que no se prestan para la presencia de ciertas personas como Daniel Ortega o Maduro, quienes simplemente no comparten los mismos valores democráticos ni valores de gobernanza que nosotros si compartimos”, mencionó Green.
Luego de que se dio a conocer que Estados Unidos no invitaría a Cuba, Venezuela y Nicaragua a la reunión, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, fue uno de los mandatarios que anunció que no acudiría a la Cumbre de las Américas en Los Ángeles.
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“Esas personas aparentemente preocupadas porque esos líderes no fueron invitados también deberían pensar en aquellos activistas, esas voces de la sociedad civil, aquellos que creen en la democracia, los derechos humanos y la libertad que no pueden asistir porque un gobierno errado los bloquea. Y yo me preocupo más por ellos. Me gustaría ver esos rostros, escuchar esas voces ya que son más importantes siendo francos para las prioridades que estamos tratando de abordar”, dijo Green.
La mandataria hondureña, Xiomara Castro; el salvadoreño, Nayib Bukele; y el guatemalteco, Alejandro Eduardo Giammattei también se ausentaron del evento.
Durante la ceremonia inaugural de la Cumbre, el presidente estadounidense, Joe Biden, insistió que la “democracia es un sello distintivo de nuestra región”.
“Nuestra Carta Democrática Interamericana, que surgió de la tercera Cumbre de las Américas, recoge nuestro compromiso único con la democracia como región. Afirma el derecho de los pueblos de las Américas a la democracia y nuestra obligación como gobiernos de promover y defender la democracia”, refirió Biden.
Desde la perspectiva de Estados Unidos, según Green, es necesario apoyar más a las voces de la sociedad civil de la región y a los medios independientes de comunicación, que son actores “cruciales”.
“En tiempos modernos sabemos que los líderes autoritarios y autocráticos constantemente utilizan a los medios. Los medios de propaganda y los medios sociales para tratar de prohibir la expresión y ocultar la verdad de las personas, por ello los medios independientes, el periodismo independiente son de vital importancia para mostrar a la gente la verdad”, puntualizó Green.