**Mientras allanaban la casa de la precandidata presidencial Cristiana Chamorro en Managua, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo publicó lo que plantearon en la reunión de cancilleres de la región con el secretario de Estado Blinken, incluyendo tres mentiras verificadas.
Expediente Público
El canciller Denis Moncada y una delegación de funcionarios nicaragüenses presentaron los supuestos avances de la gestión del gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en el encuentro de cancilleres del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), México y Estados Unidos, según publicó el 2 de junio, el portal oficialista El19digital.
El secretario de Estado estadounidense Antony Blinken, había manifestado en la conferencia del 1 de junio, a la par del presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, que la agenda regional se enfocaría en temas de gobernanza frente a los abusos de derechos humanos, debilitamiento de la institucionalidad democrática, lucha contra el crimen organizado y la corrupción, así como temas relacionados a la migración, la cooperación económica y la lucha contra la pandemia.
Mientras se desarrollaba el encuentro en San José, capital de Costa Rica, el aparato judicial del gobierno de Daniel Ortega, preparaba el allanamiento a la casa de la precandidata presidencial opositora Cristiana Chamorro y su arresto domiciliar, mientras continuaba los interrogatorios contra periodistas independientes en un supuesto caso de lavado de dinero de la extinta Fundación Violeta Barrios de Chamorro.
La precandidata Chamorro es la fundadora y exdirectora de dicha Fundación, que cerró en febrero del 2021.
Primera mentira: “el muro de contención”
El asistente para asuntos internacional del presidente nicaragüenses, Michael Campbell Hooker, aseguró en el foro que existe un marco legal que contribuye a garantizar la seguridad y soberanía; resaltando el programa “Muro de Contención” ejecutado por el Ejército en coordinación con otras instituciones, cuyo principal objetivo es evitar flujos masivos de migración regional y extrarregional, combatir la trata de personas, crimen organizado, narcotráfico, contrabando y otros delitos conexos, explica el portal oficialista.
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Sin embargo, el 16 de marzo el jefe del Comando Sur, Craig Faller, declaró ante el comité de Defensa del Senado que Nicaragua, como Cuba y Venezuela son “actores regionales malignos” y representan una amenaza para EE. UU.
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“El eje de las relaciones entre el gobierno de Ortega hacia los Estados Unidos es la tesis que Nicaragua ha sido el muro de contención, pero han salido a raíz de abril 2018 más de cien mil nicaragüenses que se han establecido en Costa Rica y constituyen un factor de desestabilización y afecta el balance regional”, considera el analista político Bosco Matamoros.
Para el experto, la propaganda oficial no está teniendo eco en la comunidad internacional.
“Hemos visto la reacción de elementos en el congreso, entre diputados y senadores que son claros y críticos en relación a las medidas tomadas contra Cristiana Chamorro, los tiempos para su aprobación de la ley Renacer se podrían a acelerar”, indicó a Expediente Público el analista.
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El 2 de junio, tras el allanamiento a la casa de Chamorro, los congresistas estadounidenses Albio Sires y Mark Green, presidente y miembro de alto rango, respectivamente del Subcomité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes en el Hemisferio Occidental, demandaron la inmediata aprobación de la Reinforcing Nicaragua’s Adherence to Conditions for Electoral Reform (Ley Renacer en español), que implica más sanciones para el gobierno de Ortega y su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo.
Segunda mentira: “la lucha contra la corrupción”
La procuradora general de Nicaragua, Wendy Morales, dijo que la lucha contra la corrupción la constituye “la democracia participativa y protagónica de la población”, manifestando que el abordaje de la corrupción en Nicaragua tiene como pilares la prevención, la investigación, persecución, juzgamiento y reparación por actos de corrupción.
La realidad es que Nicaragua es el país centroamericano más corrupto y en América solo es superado por Venezuela y Haití, según el informe global presentado en febrero por Transparencia Internacional. El gobierno de Ortega se ubica en el puesto 159 de 180 naciones evaluadas.
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Tercera mentira: “medidas coercitivas unilaterales”
El canciller Moncada expresó en el foro, al momento de abordar los temas de cooperación, que Nicaragua seguirá consolidándose como pueblo libre, soberano, independiente y con libre autodeterminación.
Sin embargo, el canciller pidió, a la vez, suspender “toda medida coercitiva unilateral, violatoria de la Carta de las Naciones Unidas, del derecho al desarrollo de nuestros pueblos, y sustituirlas por relaciones respetuosas y de cooperación solidaria entre todos los pueblos de nuestro hemisferio”.
Además, pidió acceso equitativo y universal a las vacunas contra el nuevo coronavirus e incluso demandó reparaciones por las consecuencias del cambio climático.
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Sin embargo, organismos nacionales e internacionales, incluyendo a la Organización de Naciones Unidas (ONU) han señalado el estado represivo y violatorio a los derechos humanos de los nicaragüenses por parte del Estado y sus instituciones e instrumentos.
Las sanciones no son unilaterales, pues además de Estados Unidos las han impuesto Canadá, Reino Unido, la Unión Europea y hasta la Organización de Estados Americanos (OEA), abrió un proceso de expulsión del país del foro regional por violar la Carta Democrática Interamericana.
“El gobierno de Ortega está tomando una posición durísima para negociar, una posición de fuerza para un arreglo global con los norteamericanos, por otra parte, hay diferencias de fondo y prioridades en temas de democracia y transparencia pública, así que estamos en un escenario donde los resultados del impacto en estas relaciones son difíciles de calcular, pero desde cualquier ángulo hay un altísimo riesgo”, analiza Matamoros.
Matamoros explica el principio de autodeterminación está establecido en el sistema de Naciones Unidas, “pero debido a la creciente interdependencia y los procesos de globalización hemos visto que ese concepto desde el punto de vista abstracto y en concreto, viene disminuyendo y en todos los continentes como para ingresar a la Unión Europea y los mismos tratados de asociación limitan la soberanía a la defensa de la integridad territorial y, por otra parte, la lucha contra el crimen organizado y el terrorismo requieren más la cooperación internacional para hacer más efectivas las soberanías que difícilmente serían efectivos sin esos marcos regionales”.
Con la Ley Renacer podría estar en peligro el acuerdo comercial con EE. UU., conocido como el DR-Cafta. Por eso, indiscutiblemente los EE. UU. ver como modelo de desarrollo, crecimiento y estabilidad para Centroamérica a Costa Rica, no a Nicaragua, concluyó el analista.