*El investigador Manuel Orozco estima que cada año más de dos millones de hogares reciben remesas, prácticamente el 40% de los hogares guatemaltecos, lo que representa el 20% del ingreso nacional.
**Además, las remesas son clave para el ahorro macroeconómico y microeconómico, según el estudio de Diálogo Interamericano.
Expediente Público
Las remesas llegan a 2.2 millones de hogares en Guatemala y mantendrán un rol preponderante en la economía en los próximos años, pese a que su crecimiento será menor, asegura el estudio “Migración, Remesas y Desarrollo en Guatemala” del tanque de pensamiento Diálogo Interamericano.
El estudio pronostica que las transferencias de remesas se mantendrán por encima del 20% del Producto Interno Bruto (PIB) de Guatemala y crecerán 11% este año. Para 2024, las remesas solo crecerán un 8% según el estudio.
“Ningún otro factor económico (comercio, inversión, turismo) aumentará sustancialmente”, señala el informe que sugiere alinear la riqueza que genera la remesa con la economía local.
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Eso pese a que el mismo estudio pronostica que la migración irregular guatemalteca declinará un 43% en 2023, aunque prevé que las visas de trabajo temporal H2, aumentarán a un máximo de 12 mil este año.
El Banco de Guatemala (Banguat, banco central) prevé que el ingreso de remesas familiares alcance un nuevo récord este 2023 y supere la cota de los $20,000 millones.
Más dependencia
Banguat espera que la economía guatemalteca se sostenga el próximo año nuevamente con el ingreso de más remesas familiares y que superen los $21,927 millones.
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“La migración genera dinámicas propias de interconexión, esos lazos transnacionales tienen diferentes facetas, una de ellas es el envío de dinero. Estamos hablando de 2 millones de hogares recibiendo remesas. En Guatemala es prácticamente el 40% de los hogares guatemaltecos, una dependencia del más del 20% del ingreso nacional”, explicó a Expediente Público, Manuel Orozco, director del programa de Migración, Remesas y Desarrollo de Diálogo Interamericano.
Para Orozco, el implementar un nuevo modelo de desarrollo con base a la migración es fundamental para el desarrollo del país.
Los aportes
El estudio asegura que el 90% de la fuerza laboral migrante guatemalteca envía remesas a cerca de dos millones de hogares en el país centroamericano.
Además, las transferencias también contribuyen a la base tributaria del país. Se calcula que suman el 17% del ingreso tributario y el 32% del Impuesto al Valor Agregado (IVA).
“El reto económico de Guatemala es aumentar la productividad apalancándose en las remesas, reduciendo la informalidad y reorientándose en la economía del conocimiento”, señala el estudio.
Por otra parte, Orozco recordó que también existe el consumo nostálgico por parte de estos migrantes que son aquellas compras de productos que los hacen sentir su país, a pesar de estar lejos.
“El 90% de los guatemaltecos migrantes siguen consumiendo productos de Guatemala y gastan más de 1,500 dólares anuales. Estamos hablando por lo menos de 4 mil millones de dólares más, encima de los 20 mil millones de dólares en remesas”, dimensionó y ejemplificó el experto.
Para Orozco, “la migración es constitutiva del desarrollo, en el sentido de que tanto causa y efecto de la movilización humana, es un efecto por las condiciones económicas, pero también de otros niveles que ocurren en el país”.
Fuente de ahorro macro y microeconómico
El estudio señala que a nivel macroeconómico las remesas han crecido en influencia y aunque no afectan el tipo de cambio, son la principal fuente de ahorro externo. El quetzal guatemalteco se ha mantenido en un tipo de cambio similar desde hace una década.
Además, las remesas aumentan la capacidad de ingreso del hogar en más de un 60%. Según el estudio, también incrementa el número de personas que ahorra y la capacidad de ahorro de quienes la reciben, por los que su reserva personal oscila alrededor de tres mil dólares.
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Hay otro hecho significativo que muestra el estudio y es que los receptores de remesas tienen tanta capacidad de ahorro o más que quienes no reciben remesas.
En el caso de Guatemala, un 67.6% de los receptores de remesas ahorran el equivalente a $1,989 millones. Mientras que el porcentaje de ahorrantes entre los que no reciben remesas, llega solo al 54%.
Además, un 59.3% de los receptores de remesas tienen acceso al sistema a través de algún producto financiero. Algo que también supera a los que no reciben remesas, que solo son el 40%.
Un problema que identifica el estudio es que las mujeres, pese a ser las principales receptoras de remesas, tienen menor acceso a una cuenta de ahorro. Solo un 33% de las mujeres que reciben remesas tienen ese producto financiero.
Formalización del ahorro
“Los que ahorran y formalizan el ahorro aumentan su capacidad de riqueza y generan oportunidades para la economía local”, dice el estudio. “La formalización del ahorro y la tenencia de propiedades tienen un efecto negativo sobre la intención a migrar”, agrega.
Durante la campaña electoral recién finalizada, Diálogo Interamericano entregó una propuesta a los candidatos para integrar la formalización del ahorro que resulta de la captación de remesas para movilizarlo en crédito en la economía local y reducir la tasa de economía informal y al mismo tiempo crear espacios de inversión en sectores no tradicionales como la educación.
El presidente electo, Bernardo Arévalo ha dicho que “hay que convertir a los guatemaltecos en el exterior como socios para el desarrollo”.
“No basta con recibir sus remesas, sino buscar formas para integrarlos al ciclo económico», dijo Arévalo en una reciente entrevista televisiva.
Para Orozco, entre los pilares del desarrollo tomando en cuenta las remesas, son la formalización del ahorro de la recaudación de remesas, reducir la taza de informalidad modernizando el sector informal haciéndolo más competitivo, aumentar el crédito del sector informal e invertir en sectores no tradicionales.
Un 15% de guatemaltecos en el exterior
El estudio del Diálogo Interamericano estima que para el 2025, al menos el 15% de la población vivirá fuera de Guatemala. Eso significa que cerca del 40% de hogares tendrá un familiar viviendo en el exterior.
Según un análisis del Pew Research Center de los Estados Unidos, citando cifras del Censo, se estima que 1,8 millones de hispanos de origen guatemalteco vivieron en los Estados Unidos en 2021.
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El análisis de Diálogo Interamericano estima que el número alcanzará los 2.5 millones en 2023 y escalará hasta 2,65 millones en el 2025.
El estudio establece que la intención de migrar se mantendrá por encima del 20% de los hogares. La intención de migrar creció de 16% a 25% en 20 años.
El tanque de pensamiento estima que unos 7,300 guatemaltecos lograrán la legalización permanente en 2023, otros 58,761 ingresarán de manera irregular y unos 1,300 se quedarán en Estados Unidos tras vencerse su visa de turista este año.
También calculan que habrá unas 122,420 detenciones de guatemaltecos en la frontera este año y unas 10 mil personas tendrán visas temporales de trabajo.
Sumadas esas cuatro variables y estimando unas siete mil deportaciones, Diálogo Interamericano calcula la migración total en unos 67,228 guatemaltecos este año.
“Las políticas migratorias de control de entrada a la frontera México-Estados Unidos irán a reducir la decisión a migrar. El número de personas que se presentó a la frontera caerá a la mitad del 2022 y se mantendrá un poco más bajo en el 2024”, concluye el estudio.