*Voceros del régimen defienden la invasión de Rusia en Ucrania con mensajes de “respeto de la soberanía”, pero el presidente Daniel Ortega viola este concepto al reconocer como “estados independientes” a regiones separatistas en Georgia y Ucrania.
***Hijos de la pareja presidencial invocan la “libertad de expresión” para apoyar a medios de propaganda rusos, pero en Nicaragua promueven leyes contra medios de comunicación, censuran, confiscan y callan ante los constantes atropellos a la prensa independiente.
Expediente Público
La invasión militar de Rusia a Ucrania ha dejado al descubierto la incoherencia del discurso oficialista del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua, quienes junto a voceros, parientes y funcionarios promueven valores y conceptos que irónicamente ellos no aplican a Nicaragua ni en sus relaciones internacionales.
Expediente Público hizo un ejercicio de análisis y verificación de datos entre los discursos y acciones diplomáticas del régimen de Nicaragua, para identificar el doble rasero y las falacias entre las afirmaciones y los hechos en torno a la guerra de invasión en Ucrania.
La primera posición oficial respecto al conflicto desatado por el presidente ruso Vladimir Putin contra Ucrania fue público el día 21 de febrero, cuando Ortega justificó en Managua las amenazas de Moscú, durante el acto del 88 aniversario de la muerte del guerrillero nicaragüense Augusto C. Sandino, considerado héroe nacional por algunos sectores nacionales.
Según Ortega, Rusia es víctima de Ucrania desde que su población botó mediante protestas sociales al presidente pro-ruso Viktor Yanukóvich en 2014.
De acuerdo al mandatario nicaragüense, los opositores de Ucrania se vendieron a las fuerzas políticas de Europa, Estados Unidos y los países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) para “acabar con Rusia” y por ello Moscú apoyó la independencia separatista de Crimea.
“Recurrieron (los ucranianos) al terrorismo, multiplicaron el terrorismo, y la campaña internacional de difamación contra el Gobierno, hasta que al final se produjo un golpe de Estado y llegaron entonces al Gobierno fuerzas políticas subordinadas al Gobierno norteamericano y al imperialismo europeo, quienes han pensado que ya es hora que Europa y Estados Unidos liquiden a Rusia”, dijo el gobernante nicaragüense.
Nicaragua alineada a Moscú
Desde el año 2019, Ortega permitió abrir un consulado y al año siguiente suscribió un acuerdo comercial con Crimea, territorio ucraniano anexado militarmente por el presidente ruso Vladimir Putin.
Ucrania respondió en 2021 con sanciones a los diplomáticos rusos y nicaragüenses que se prestaron al juego sucio en Crimea y Kiev, además de restringir operaciones comerciales entre los dos países, tanto en importaciones como en exportaciones; la suspensión de las obligaciones financieras y económicas con Nicaragua; prohibición de transferencia de tecnologías y propiedad intelectual y el cese completo de tránsito de vuelos, transporte y recursos nicaragüenses en el territorio ucraniano.
En febrero de este año, una vez más, Ucrania apoyó las sanciones de la Unión Europea contra el régimen de Ortega-Murillo, en un bloque de 10 países que se sumaron a la resolución del Parlamento Europeo contra las elecciones fraudulentas de noviembre de 2021, en las que Ortega se garantizó cinco años más de poder ilegítimo.
Con esos antecedentes, la posición de Ortega a favor de Rusia era clara y se esperaba que fuera firme en el marco diplomático.
Inicia invasión Rusia y Ortega evade el tema
El 24 de febrero, tres días después del discurso de Ortega, Rusia invadió militarmente a Ucrania, generando el mayor conflicto y tensión militar en Europa desde el fin de la Segunda Guerra Mundial en 1945.
La mayoría de las potencias y países miembros de la Organización de las Naciones Unidas rechazaron y condenaron la acción militar rusa que ha dejado ya miles de muertes e incalculables daños económicos, además de millones de desplazados en Ucrania.
En ese contexto, el 1 de marzo la Asamblea General de la ONU realizó una sesión de urgencia para condenar formalmente el ataque ruso a Ucrania y demandar el cese de la agresión.
Nicaragua, por medio de su embajador Jaime Hermida Castillo, representante permanente ante la ONU, nuevamente volvió a justificar a Rusia y alegó “respeto a la soberanía” entre todas las naciones.
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“Nicaragua reitera su compromiso con el respeto de la soberanía, la integridad territorial y la seguridad de todos los países. Los Estados Miembros debemos cumplir enfáticamente con los propósitos y principios de la Carta de la ONU. Esto aplica para todos los Estados Miembros de Naciones Unidas”, dijo como parte de su discurso.
El mensaje del representante puede considerarse como falso por dos razones: aparte del reconocimiento de Ortega a Crimea en detrimento de la soberanía de Ucrania, ya antes el mismo régimen sandinista había desconocido la soberanía e integridad territorial de Georgia en 2008, al reconocer “la independencia” de las provincias separatistas de Osetia del Sur y Abjasia, promovidas por el Kremlin.
Y en el mismo evento cabe, de paso, otra falsedad en la aparentemente firme posición de respaldo de Ortega a Putin cuando finalmente el representante sandinista en la ONU se abstuvo de votar a favor de Rusia.
La resolución de condena contra Rusia obtuvo 141 votos a favor, cinco en contra (Bielorrusia, Corea del Norte, Eritrea, Rusia y Siria) y 35 abstenciones (entre ellos Nicaragua, China y Venezuela, considerados los grandes aliados de Putin).
Más falsedades sandinistas
Otra falsedad dentro del discurso oficial sandinista en la ONU, fue el llamado que hizo Hermida Castillo a la ONU y a la comunidad internacional a promover y respaldar un diálogo por la paz y la resolución de los conflictos.
“Ya es la hora, es el momento de evitar una hecatombe total, y llamamos a la OTAN, a Naciones Unidas y a la comunidad internacional, a alentar, respaldar, con firmeza, el diálogo y la negociación para la paz, entre la Federación Rusa y Ucrania, que son los que tienen la autoridad y la fortaleza para alcanzar la paz, estable, duradera y segura, en esa región de nuestro planeta”, dijo el delegado de Ortega.
Sin embargo, el pasado 21 de febrero la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), reveló en una evaluación enviada al Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, que la administración Ortega-Murillo ha rechazado el cumplimiento de la resolución 46/2 aprobada por ese foro en marzo de 2021.
La citada resolución de la ONU establece 14 recomendaciones al Estado de Nicaragua para detener, reparar y solucionar la crisis sociopolítica generada desde abril de 2018, incluso mediante un llamado al diálogo y la negociación entre el régimen y los sectores sociales y políticos del país.
Ortega ha rechazado cada una de las propuestas de diálogo solicitadas por México, Argentina, España, la Unión Europea, los Organización de Estados Americanos (OEA), Estados Unidos, Costa Rica y otras organizaciones internacionales.
«El Estado de Nicaragua ha tenido amplias oportunidades para comprometerse de buena fe con la comunidad internacional: rechazó todas y cada una de ellas. En lugar de ello, los dirigentes nicaragüenses han preferido redoblar la represión de los derechos humanos y silenciar cualquier forma de disidencia», dijo Raphael Viana, responsable de programas del Servicio Internacional para los Derechos Humanos y miembro del Colectivo 46/2 que elaboró el documento enviado a Ginebra.
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Ataques y censuras
El doble rasero de los discursos del régimen se evidenció una vez más, en el mensaje de solidaridad enviado el pasado 15 de marzo a los medios de propaganda rusa por el hijo de la pareja presidencial, Daniel Edmundo Ortega Murillo, coordinador de los medios de comunicación propiedad de la familia presidencial.
“Desde Nicaragua bendita y siempre libre, nuestra solidaridad con la agencia de noticias Sputnik y con la cadena de televisión RT, que en estos momentos enfrentan la censura y las agresiones contra la libertad de expresión de parte del Gobierno de los Estados Unidos y la Unión Europea. Rechazamos estas acciones lesivas que atentan contra la libertad de prensa”, dijo el hijo de Ortega y Murillo.
Desde el inicio de la invasión rusa, la Unión Europea y varias redes sociales han impuesto sanciones a medios de comunicación patrocinados por el Gobierno ruso, al considerar que transmiten información tergiversada, noticias falsas y propaganda a favor de la guerra contra Ucrania.
Plataformas como Meta, Google, Twitter, Youtube y otras, han bloqueado mensajes sospechosos de propaganda y noticias falsas de estos medios con los cuales se identifican las plataformas y negocios de comunicación de la familia Ortega-Murillo.
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Bloqueó a granja de troles
En noviembre de 2021, en el marco del proceso de votaciones manipulado por Ortega en Nicaragua para recetarse cinco años más de poder, Meta, Google y Twitter desmantelaron una granja de troles y cuentas falsas administradas y financiadas por el régimen para manipular la opinión pública sobre los graves sucesos de violaciones de derechos humanos en el país centroamericano.
La aparente solidaridad de Edmundo Ortega-Murillo con la “libertad de expresión” a favor de los medios rusos, es falsa al tomar en cuenta que el régimen de sus padres fue incluido desde 2021 por la organización Reporteros Sin Fronteras en la lista de depredadores de la libertad de prensa a nivel mundial.
Desde 2018 a la 2022, según datos de la organización Voces del Sur y otras entidades monitores de la Libertad de Expresión, la administración Ortega-Murillo ha cerrado y confiscado varios medios de comunicación, ha apresado, perseguido y amenazado a periodistas independientes y expropió o se tomó oficinas y edificios de medios de comunicación como Confidencial, Canal 100% Noticias y La Prensa, asaltada por la Policía en agosto de 2021.