Nicaragua Denis Moncada Fact checking

Las falsedades del canciller Denis Moncada sobre libertad religiosa, mientras encarcelan sacerdotes 

*El canciller Denis Moncada afirmó que en Nicaragua “hay democracia” y que no existe persecución a la Iglesia católica ni a los periodistas. 

**Habló de una Nicaragua que no existe, en declaraciones que Expediente Público verifica. 


Expediente Público

Denis Moncada Colindres, el ministro de Relaciones Exteriores de Daniel Ortega y Rosario Murillo, es muy conocido por su ardorosa defensa de las políticas de sus jefes y por justificar las violaciones de derechos humanos que suceden a diario en Nicaragua. 

Esta vez en San Salvador, El Salvador, Moncada Colindres asistió a un acto del Sistema de Integración Centroamericana (SICA) y respondió algunas preguntas de una periodista del diario El Mundo que demostraron una perspectiva de una Nicaragua que nadie conoce en este momento. 

La persecución a la Iglesia católica 

Al pedirle una explicación sobre lo que está sucediendo en Nicaragua relacionado a la persecución contra la Iglesia católica, la captura del obispo Rolando Álvarez y otros sacerdotes, Moncada aseguró que “somos respetuosos de la libertad religiosa, somos respetuosos de los dirigentes religiosos, ya sean católicos, evangélicos o de cualquier denominación religiosa”. 

Canciller Denis Moncada

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“Lo que el Estado y el gobierno de Nicaragua realmente hace, es cumplir con el mandato constitucional de cumplir y hacer cumplir la ley. Recordemos que la ley en el caso de Nicaragua y otros países del mundo, no establecen prerrogativas para algunos sacerdotes u obispos, ya sean católicos o de cualquier otra religión”, agregó Moncada.  

Una investigación de la jurista Martha Patricia Molina, miembro del Observatorio Pro Transparencia y Anticorrupción revela que entre 2018 y mayo de 2022 se registraron 190 actos lesivos en contra de la Iglesia católica. 

Eso incluye el exilio del obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez y del sacerdote Edwin Román. Además, se registran profanaciones a templos, agresiones a seminaristas, asedio a iglesias y actos religiosos. 

Desde mayo de 2022 a la fecha, esa persecución se ha agudizado. Se ha retenido al obispo Álvarez y a otros 12 sacerdotes católicos, se ha expulsado a las Hermanas de la Caridad, entidad fundada por la madre Teresa de Calcuta; y al menos un pastor evangélico ha sido arrestado en León tras anunciar que el reino de Ortega está terminado. 

La “realidad” del régimen 

Según Moncada, “hay una mala interpretación y hay una tergiversación de lo que pasa en Nicaragua”.  

“Quiero reafirmar que el gobierno de Nicaragua y yo como parte del gobierno de Nicaragua, somos respetuosos de la ley, de la Constitución y de las libertades fundamentales de los sacerdotes, de los obispos, de los pastores, de todos los dirigentes religiosos”.  

Canciller Denis Moncada

Insistió en que “hay respeto y nuestra población es muy respetuosa de sus dirigentes religiosos, pero también es muy comprensiva de que, si alguien viola la ley, no puede estar por encima de la ley ni al margen de la ley”. 

La realidad es que la Policía Nacional de Nicaragua, incluyendo el sancionado comisionado Ramón Avellán, han dirigido el asedio. Turbas sandinistas han atacado también a sacerdotes y feligreses.  

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¿No sabe dónde está el obispo Álvarez?

El ministro también jugó al desconocimiento en sus declaraciones en San Salvador. Dijo desconocer dónde está monseñor Rolando Álvarez y tampoco explicó de qué se le acusa. Su argumento es que “ese es un resorte del Poder Judicial, de la policía, de la Fiscalía”. La realidad es que en Nicaragua no existe separación de poderes y todo lo decide la pareja gobernante. 

Canciller Denis Moncada

“Él estaba en comunicación con la dirigencia católica, con su familia. Tengo entendido que estaba en su casa, pero esto que le estoy diciendo es de información pública, porque realmente no tengo conocimiento directo y expreso de la situación de monseñor”, aseveró el funcionario. 

Dijo estar en la capacidad de “asegurar que el comportamiento de las autoridades siempre es respetuoso con relación a las personas que está investigando, por cuestiones de hechos que son violatorios de la ley, respetando sus derechos fundamentales”. 

El canciller no se refirió a que Álvarez y el resto de sacerdotes y colaboradores fueron sacados violentamente de la curia de Matagalpa, y que un corista de origen salvadoreño fue deportado junto a su familia. 

“No quiero meterme en un campo que es realmente específico de los organismos de investigación en el país, para no tener criterios que no corresponden a la realidad”, dijo Moncada, cuando se le preguntó de qué acusaban al obispo de Matagalpa. 

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La retórica contra la OEA 

Moncada levantó la bandera de que la Organización de Estados Americanos es “un instrumento de Estados Unidos», cuando se le pidió explicar las condenas recibidas por la persecución a la Iglesia católica. 

“La OEA, como instrumento de los Estados Unidos, siempre actúa en conjunto, siguiendo los mandatos de los Estados Unidos. Por consiguiente, si Nicaragua, el gobierno sandinista no hace consenso con Washington, en la OEA los Estados Unidos girarán instrucciones para que siempre estén acusando y aprobando resoluciones negativas en contra de nuestro gobierno”, señaló Moncada. 

Canciller Denis Moncada

Lo cierto es que la OEA no es el único organismo internacional que ha condenado las violaciones de derechos humanos del régimen de Ortega y Murillo. El Alto Comisionado de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, la Unión Europea, Canadá, Reino Unido y hasta Suiza han condenado los actos del régimen nicaragüense.  

El propio secretario general de las Naciones Unidas, el portugués Antonio Guterres  se mostró «muy preocupado» por la represión ejercida desde el Gobierno de Nicaragua sobre organizaciones y personalidades de la sociedad civil, entre ellas varias vinculadas a la Iglesia católica. 

La democracia según el régimen 

Moncada llegó al extremo de decir que “Nicaragua es una democracia” cuando se le preguntó cómo puede sumarse a la integración centroamericana cuando el Protocolo de Tegucigalpa exige principios democráticos y de respeto a los derechos humanos.  

Canciller Denis Moncada

“La particularidad de nuestra democracia es que es popular, directa, participativa, incluyente. Precisamente trabajamos en nuestra política de Estado para democratizar todas las actividades”, acotó. 

Según el canciller, eso implica que han democratizado la educación, salud y la economía “pero ese es un capítulo realmente que se utiliza para tergiversar”. 

Lo cierto es que Nicaragua carece de institucionalidad democrática. Ortega controla todos los poderes del Estado e hizo que la Corte Suprema de Justicia le permitiera la reelección indefinida, aunque estuviera prohibida expresamente en la Constitución.  

Luego se ha reelegido sin oposición y en los últimos comicios ordenó el encarcelamiento de todos los precandidatos presidenciales. Hay al menos 190 presos políticos en las cárceles nicaragüenses, incluyendo a líderes políticos, empresarios, periodistas, líderes campesinos y, últimamente, hasta sacerdotes. 

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La censura que no ve 

La última falsedad que Denis Moncada Colindres repitió es que en Nicaragua “no se puede capturar periodistas”. 

“Nicaragua tiene una tradición y una historia de libertad de expresión interesante e importante, la gente nuestra aprecia mucho la labor periodística”, dijo Moncada.   

Pero los capturan, los siguen”, le increpó la periodista.  

“Es que, si alguien comete un delito y violenta la ley, todos los Estados, en cualquier parte del mundo, actúan en correspondencia. Pero no, no tenemos, digamos, persecución de periodistas, así como que tuviéramos una política de Estado, desconociendo la libertad de expresión y lo demás, no, definitivamente”, respondió el canciller. 

Canciller Denis Moncada

Según Reporteros sin Fronteras, al menos veinte medios independientes han desaparecido bajo el gobierno de Ortega desde 2018, tras la confiscación de materiales o cierres forzosos. Los ejemplos más evidentes han sido el diario La Prensa, 100 % Noticias y Confidencial.  

En la práctica, no existen medios independientes en Nicaragua y, en las últimas semanas, el régimen nicaragüense cerró emisoras de radio y televisión de la Iglesia Católica, así como televisoras locales privadas. 

Más de 150 periodistas se han visto obligados a exiliarse de Nicaragua, y la redacción entera del diario La Prensa tuvo que huir en julio ante una ola de persecución en contra de sus periodistas y colaboradores. 

Tan solo el mes de julio, la organización Voces del Sur contabilizó 17 periodistas en el exilio y 12 desplazamientos internos de reporteros y otros trabajadores de medios de comunicación independientes. 

Según la Sociedad Interamericana de Prensa, al menos seis periodistas están presos en Nicaragua, condenados a penas de hasta 13 años en prisión, tras enfrentar “juicios sumarios, sin debido proceso y por delitos inexistentes”.