*Marvin Pleitez, un reconocido bailarín, actor y físico culturista salvadoreño, da vida a Lady Drag, un personaje de la comunidad LGBT+ que se ha convertido en un símbolo de las protestas antigubernamentales en El Salvador.
**Lady Drag ha manifestado su preocupación por la posibilidad que Nayib Bukele busque su reelección y compara la situación salvadoreña con Nicaragua.
Expediente Público
Lady Drag se ha vuelto un personaje infaltable en las protestas antigubernamentales en El Salvador. Sus coloridos atuendos femeninos destacan en medio de las manifestaciones contra el gobierno de Nayib Bukele en San Salvador.
Encarnada por el actor, bailarín y fisicoculturista salvadoreño, Marvin Pleitez, sus declaraciones públicas contra la adopción del bitcoin como moneda de curso legal, las desapariciones de personas o la pretendida reelección del mandatario salvadoreño, han resonado fuertemente en las manifestaciones.
“Lady Drag es un personaje de las calles, es un personaje del pueblo y voy a hacer todo para no ensuciarla con ningún partido político”, dice Pleitez en una entrevista con Expediente Público en la capital salvadoreña.
Y así ha sido, Lady Drag advirtió hace unos días en redes sociales que no marcharía en las manifestaciones antigubernamentales a la par de la derechista ARENA o el izquierdista FMLN que gobernaron el país las últimas tres décadas.
Lady Drag nació en 2007 en un concurso de belleza llamado Miss Gay El Salvador, pero fue un personaje que se acabó un año después.
Pleitez, un activista de la comunidad LGBT+ es un actor y bailarín reconocido, que ha trabajado en la Ópera de El Salvador, actuado en grupos independientes de teatro en el prestigioso Teatro Luis Poma y ha sido catedrático en una universidad local, además de activista comunitario en la prevención de la violencia y el autocuido.
“Lady Drag es un personaje que como el teatro, que como las artes escénicas, me ha salvado la vida, ha sido como mi último galón de gasolina para seguir impulsandome y moviéndome”, dice Pleitez, quien da entrevistas sin su disfraz porque explica que los costos son demasiado elevados para usarlo con frecuencia.
“Lady Drag es un personaje que me ha empoderado más como ser humano porque con ella he logrado entender muchas cosas que no entendía y comprendía, tantas desigualdades sociales, tantas injusticias, tantas cosas que he visto en el trabajo comunitario, que he hecho por años, tantas precariedades, tantos conflictos que he visto en las colonias, tantas manipulaciones que he visto de parte de los políticos de este país”, explica.
Pleitez subraya que “Lady Drag es un personaje que a mí me ha llenado de vida”. Irónicamente, Pleitez también dice que Lady Drag y él son dos personajes opuestos en muchas cosas.
“Lady es impuntual por ejemplo, Marvin tiene una insidia por la puntualidad;, A a Marvin le encanta el fútbol, Lady lo detesta, dice que el fútbol lo que hace es dominar masas, lo que hace es dispersar a la gente y no prestarles atención a temas sociales”, dice entre risas.
Ni de derecha ni de izquierda
Pleitez dice que no se puede definir ideológicamente ni de derecha ni de izquierda. Reconoce que simpatizó con el entonces candidato Nayib Bukele e incluso fue voluntario en la defensa del voto, aunque nunca se afilió al partido Nuevas Ideas.
“Yo no puedo definir ni a la Lady ni a Marvin ni de derecha ni de izquierda, los defino como seres humanos. Yo no puedo decir que soy de derecha o soy de izquierda porque esas mismas derechas y esas mismas izquierdas por años y años históricamente le han seguido mintiendo a estas personas”, expresa.
“Soy simplemente un ser humano que reclama lo que no le gusta. No me gusta que me etiqueten con ideologías”, remarca.
¿Quién es Pleitez?
Marvin Pleitez tiene 39 años, es deportista, fisicoculturista, bailarín y actor, amante de la vida saludable.
Se define como una persona “muy comprometida, muy responsable”, apasionado por cada proyecto en el que se involucra. Desde pequeño soñó con ser atleta o ser artista y eso lo llevó a ser una persona disciplinada, constante, comprometida, apasionada, creativa.
“Siempre he sido muy fiel a mis ideales, a mis convicciones y nunca he dejado que nadie venga y me imponga sus puntos de vista o pretenda hacerme cambiar mi forma de ver las cosas”, dice Pleitez.
“Soy muy frontal, no sirvo para ser romántico, para darle vuelta y buscarle palabras a las cosas, muchas veces eso molesta de mi parte”, agrega.
Y fue así como se fue desilusionando de Bukele, con quien inicialmente simpatizaba.
Primero fue porque disolvió la Secretaría de Inclusión Social que atendía a personas de la comunidad LGTB+ “y eso me hizo ruido”, luego fue cuando llegó con los militares a la Asamblea Legislativa el 9 de febrero de 2020.
Hoy Pleitez increpa a Bukele: “¿Por qué nos mintió a mi población, a mi comunidad, a la gente con que se reunió de la gente LGTB+?”, durante la campaña electoral.
Pero lo que finalmente hizo a Pleitez salir a la calle fue la adopción del bitcoin en septiembre de 2021.
“El bitcoin me hizo salir a la calle y me hizo resurgir la parte de artista y reviví a Lady Drag”, relata.
La vuelta de Lady Drag
Durante la marcha del orgullo gay en junio del 2021, Lady Drag reapareció y luego el 15 de septiembre, en la primera marcha antigubermental irrumpió como manifestante opositora.
Desde entonces ha sido una presencia constante y admite que ha recibido amenazas por protestar, algunas de las cuales ha denunciado en sus redes sociales.
“Me da miedo. Temo que este gobierno me desaparezca o me mate”, dice Pleitez, quien dice que no le interesa ser “un influencer”.
“Nunca me habría interesado por la política hasta esta coyuntura”, confiesa y advierte que su madre está preocupada por su seguridad.
Además, Pleitez cuestiona a Bukele por su política de confrontación con los medios, la oposición y la población que lo critica.
“¿Por qué uno de sus objetivos es poner en confrontación a su gente, a su país porque yo creo que un buen líder no hace eso?”, se pregunta.
El mismo camino que Nicaragua
Una preocupación recurrente de Lady Drag es que El Salvador bajo la presidencia de Bukele, lleva el mismo camino que Nicaragua, bajo la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
El pasado 10 de enero, precisamente el mismo día que Daniel Ortega asumía ilegítimamente un periodo más de gobierno, Lady Drag acudió a la Asamblea Legislativa salvadoreña para presentar una reforma al Código Penal para crear el delito de “promoción o apoyo para la reelección o continuación presidencial”.
Específicamente, pide que se castigue con prisión de cinco a diez años la promoción y apoyo a una reelección presidencial.
El oficialista Nuevas Ideas, que controla la Asamblea Legislativa, ha descartado de entrada la propuesta de Pleitez que solo fue apoyada por la diputada opositora, Claudia Ortiz, del partido Vamos.
En El Salvador, cinco artículos constitucionales prohíben la reelección, pero Bukele, a través de una Sala de lo Constitucional incondicional impuesta en mayo de 2020, ha obtenido una interpretación legal que le permitiría presentarse como candidato en 2024.
“Llevamos el mismo camino que lleva Nicaragua, llevamos el mismo camino que lleva Venezuela, llevamos el mismo camino que estos dictadores han impuesto en sus países. Lo único que está pasando aquí es que se están replicando acciones que hicieron esos políticos en sus países, entonces aquí está pasando lo mismo, maquillar lo que está pasando”, denuncia Pleitez.
“No nos llevan hacia nada bueno”, subraya.