*La presidenta Xiomara Castro ha defendido abiertamente a regímenes autoritarios como Cuba, Venezuela, Nicaragua y hasta al depuesto presidente de Perú.
**Sin embargo, Honduras se ha abstenido de apoyar declaraciones contra violaciones de derechos humanos en Nicaragua y de Rusia contra Ucrania.
***El analista internacional Carlos Cascante calificó el discurso de la mandataria hondureña de “doble cara”. Mientras Yaxys Cires, director de Estrategias del Observatorio Cubano de Derechos Humanos, advierte un interés en legitimar actuaciones de estos países que van contra los principios democráticos.
Expediente Público
La política exterior de Honduras ha tomado una línea controversial en la administración de la presidenta Xiomara Castro al apoyar abiertamente a regímenes autoritarios como Cuba, Venezuela, Perú y Nicaragua y, por otro lado, abstenerse de votar en foros internacionales por resoluciones que denuncian los abusos y violaciones de derechos humanos.
Uno de los más recientes casos, se dio el 26 de enero del 2023 cuando la Cancillería de Perú retiró de manera «definitiva» a su embajador en Honduras Jorge Alejandro Raffo Carbajal.
La decisión fue una respuesta a que la presidenta Castro, durante la reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en Buenos Aires, Argentina, dijo que Perú estaba sufriendo un golpe de Estado y reconoció al expresidente Pedro Castillo como el líder «legítimo y electo» de esa nación, exigiendo su liberación inmediata.
Esta injerencia en asuntos internos no quedó ahí. Luego el canciller de Honduras, Enrique Reina, reafirmó en su cuenta de Twitter que rechazaban y condenaban el golpe de Estado que —según ellos— se cometió contra Castillo quien guarda prisión por intento de autogolpe de Estado el 7 de diciembre de 2022, crisis que ha dejado más de 60 muertos en ese país.
Expediente Público solicitó entrevista con el vicecanciller hondureño, Gerardo Torres, quien ha sido delegado de asistir a foros internacionales en representación de Honduras, sin embargo, el funcionario no dio respuesta a los mensajes y llamadas.
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¿Está funcionando la embajada de Perú en Honduras?
Expediente Público fue a la Embajada de Perú en Honduras -ubicada en la ciudad capital de Tegucigalpa- para conocer si todavía atendían, sin embargo, no se obtuvo información relevante debido a que han recibido “la orden de no atender a medios de comunicación y periodistas”.
Únicamente se limitaron a contestar que “la embajada sí está funcionando con normalidad”, es decir que está brindando asistencia consular a sus ciudadanos.
Política exterior de Xiomara Castro “papel mojado”
El apartado 8 del documento del plan de Gobierno de Castro establecía que “se ejercerá una política exterior basada en el respeto al derecho internacional, la autodeterminación de los pueblos y la no intervención”, lo que se contradice con el actuar actual.
También se prometía dar cumplimiento a “la promoción y la defensa de los Derechos Humanos” como “objetivo fundamental de nuestra política exterior”.
De la misma forma, “se garantizará la protección de los derechos humanos mediante el cumplimiento estricto de los Convenios Internacionales de los cuales Honduras es signatario y de la antigua tradición del refugio al extranjero”, decía el compromiso. Sin embargo, en los hechos ha sido todo lo contrario.
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“Doble rasero” en política exterior
En entrevista con Expediente Público, el analista internacional Carlos Cascante calificó el discurso de Castro como de “evidente doble moral” y de “doble rasero”. Explicó que, si se mantiene un discurso de “que no me meto en asuntos internos de un país, el discurso debe ser siempre así, independientemente la ideología”.
“El discurso opera en decir: somos diferentes a las posturas tradicionales de la derecha hondureña. Incluso a mí me parece que juega mucho esto de diferenciarse del Gobierno Hernández que siempre votaba como le pedía los Estados Unidos en grandes temas internacionales”, analizó.
Política exterior de “ojos cerrados” con sus amigos
También la presidenta Castro ha orientado no participar en eventos internacionales en los que se excluyen a países como Cuba, Venezuela y Nicaragua por considerarlos dictaduras. Desde que Xiomara Castro llegó al poder, se han desarrollado cuatro foros hemisféricos que reunieron a representantes y jefes de Estado de diferentes naciones.
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En foros como la Organización de Estados Americanos (OEA) y la asamblea de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el país hondureño alegando no injerencia, se ha abstenido de votar resoluciones que condenan situaciones de graves violaciones a los derechos humanos que se ejecutan en Nicaragua y de Rusia contra Ucrania.
Concretamente en la Asamblea de la OEA, que se realizó en el mes de octubre del 2022, en la que se abrió una resolución que denunciaba al régimen Ortega- Murillo por sus abusos a los derechos humanos contra sus ciudadanos, Honduras se abstuvo en la votación.
De igual manera, Castro lo hizo en la Asamblea de la ONU celebrada en septiembre del 2022, en la que se les requirió su voto en la resolución que rechazaba la “agresión” de Rusia contra Ucrania, y de la cual, Honduras también no votó.
Incoherencia en discursos
Durante la IX Cumbre de las Américas, un encuentro que reunió a los jefes de Estado y de Gobierno para debatir sobre aspectos políticos y económicos, celebrado en Estados Unidos en junio del 2022, se esperaba la llegada de la mandataria hondureña, sin embargo, Castro no asistió en apoyo a Cuba, Venezuela y Nicaragua que fueron vetados del evento.
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Su ausencia en la Cumbre de las Américas generó críticas tanto en lo externo como en lo interno del país centroamericano, dado que el objetivo de este foro era analizar y debatir sobre los problemas y desafíos que enfrenta el continente americano, esencialmente en temas de migración.
«Asistiré a la Cumbre solo si están invitados todos los países de América sin excepción», publicó la mandataria hondureña en su cuenta de Twitter el 28 de junio del 2022.
¿Hay alguna estrategia detrás de sus discursos?
A Cascante le parece que hay una estrategia tras las posturas que ha tenido Casto en eventos internacionales, y percibe una especie de juego como “marcar cierto nivel de no lejanía práctica pero sí lejanía discursiva” con los Estados Unidos.
“Sí me parece una movida con tintes estratégicos. No me parece que sea algo así como -se nos ocurrió de ahora en adelante tener un discurso distinto-, me parece que por ahí va un riesgo calculado”, dijo.
El experto en temas internacionales explicó a Expediente Público que se podría tratar de “el juego de la gallina”, en el que ambos intentan amenazarse hasta que uno decide echar para atrás, sin embargo, existe la confianza de que “Estados Unidos no lo haga porque de hacerlo, el aumento de la migración sería brutal”.
El analista Cascante intuyó que el país norteamericano ha entrado en el juego político de Castro y como consecuencia, ha dejado afuera a Honduras de la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas.
“La han dejado fuera digamos discursivamente de esto, no quiere decir que le quiten la cooperación, pero también los Estados Unidos juega un poquito a esto -vea que, si usted sigue con ese discurso, va a quedar fuera de estas alternativas que yo estoy ofertando-”.
En riesgo inversión extranjera
Cascante, quien también es catedrático de la escuela de Ciencias Políticas de la Universidad de Costa Rica, avizoró que el riesgo que puede derivar de las marcadas contradicciones en los discursos y posturas a las que se inclina el Gobierno de Castro puede ser alejar y cortar la cooperación e inversión internacional.
“Si el Gobierno de Honduras no se ve como un socio predictivo, es decir como un socio seguro y los inversionistas sienten que el discurso de política exterior de Honduras no es claro y está cercano a regímenes que no respetan los derechos de propiedad privada, eso va a alejar inversión”, aseguró.
La Inversión Extranjera Directa (IED) en Honduras creció al tercer trimestre del año 2022 el 65,6 % en comparación con el mismo período de 2021, hasta los 770,7 millones de dólares, según el informe del Banco Central de Honduras (BCH).
Los países principales de fuentes de inversión fueron Estados Unidos, Colombia, Panamá, de Estados Unidos, Canadá y México; Europa, de Bélgica, Italia, Países Bajos y Luxemburgo; entre otros. Siendo el mayor inversor en Honduras.
Cascante, reiteró que el que los Estados Unidos acorte la cooperación hacia Honduras y que los inversionistas desistan de colaborar por considerarlo poco confiable, serían los riesgos que enfrentaría el Estado hondureños por no tener una postura, ni línea clara en su política exterior.
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¿A dónde va Honduras apadrinando dictaduras?
El director de Estrategias del Observatorio Cubano de Derechos Humanos, Yaxys Cires, expresó a Expediente Público que cuando un presidente de un país decide dar un espaldarazo a nivel internacional a regímenes impresentables desde el punto de vista democrático y la defensa de los derechos humanos, lo que está haciendo es legitimando y normalizando actuaciones que van en contra de los principios democráticos.
A criterio de Cires, son los ciudadanos hondureños quienes deberían de preocuparse de que Honduras se comporte como padrino o valedora de dictaduras de regímenes autoritarios, “porque al final, mucho de lo que hacen afuera, después ya lo están haciendo en su propio país”, afirmó.
Política de partido
Para Graco Pérez, abogado experto en soberanía y derecho internacional, la política exterior de Honduras se desarrolla con una visión más de tipo ideológica que orientada al interés nacional. Percibe “algunas acciones donde pareciera que la política exterior estuviera dirigida como una política más de partido que de Estado y ese es un gran problema porque al final los Gobiernos son transitorios pero los Estados permanentes”.
Pérez, en entrevista con Expediente Público también se refirió a las consecuencias que tendrá Honduras si continúa demostrando afinidad con países como “Cuba, Nicaragua y Venezuela que son cuestionados internacionalmente por organismos internacionales como la ONU y la OEA”.
Para el abogado, las consecuencias podrían ser afectar la imagen internacional del país centroamericano, las relaciones con aliados históricos y de igual manera ahuyenta la inversión, el comercio y la cooperación internacional.
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El experto en temas de soberanía consideró que la política exterior debe orientarse en función de interés y bienestar general. “Eso no implica que tenemos que asumir posiciones de confrontación con países que ellos consideran ideológicamente cercanos, sino que se trata de entender cuál es el interés nacional y mantener un balance”.
Un ejemplo de esto sería la migración. Estados Unidos es un gran receptor de inmigrantes hondureños, por lo que, para Pérez “hay que mirar hacia dónde miran nuestros compatriotas”, y de eso modo, Estados Unidos es un país con el que Honduras “debe procurar mantener buena relación”.
La Organización Internacional para las Migraciones establece que, desde la década de 1980 Estados Unidos ha sido el principal país de destino de la población emigrante hondureña, debido a los lazos históricos, económicos, políticos y culturales.
Es preciso aclarar que en la actualidad son casi inexistentes las fuentes estadísticas precisas sobre la migración indocumentada, sin embargo, el Instituto Nacional de Migración registra un total de 45,960 de hondureños retornados desde los Estados Unidos partiendo desde inicios de enero del 2022 hasta la fecha, febrero del 2023.
En comparación con los países de Cuba, Nicaragua y Venezuela con los que Honduras tiene afinidad por su misma ideología, no obstante, no se registran datos de hondureños que emigren hacia esos países, por lo que el experto concluyó en que los beneficios que se podrían obtener de estos son “prácticamente nulos”.