*Expediente Público analiza el discurso de las autoridades del Ministerio de Salud de Nicaragua, que aseguran enfrentar la pandemia con “inteligencia”.
**Con exposición del personal de salud a contagio, entierros clandestinos sin informar a familiares, escasez de vacunas o pruebas médicas, persecución y amenazas a médicos que denuncian la negligencia, redes sociales llenas de anuncios de muerte y contagios, además de propaganda política en centros de vacunación, así se expande la crisis sanitaria en el país centroamericano.
EXPEDIENTE PÚBLICO
El Estado de Nicaragua, además de dar información escasa a nivel nacional e internacional sobre la verdadera situación de la pandemia por Covid-19, ha desinformado a la población nicaragüense.
Las autoridades sanitarias se han encargado de ocultar las cifras y el contexto real; entre ellos Carlos Sáenz, el secretario general del Ministerio de Salud (Minsa), quién aseguró que en el país centroamericano “no hay desborde de hospitales”, el pasado 6 de septiembre en una entrevista al medio oficialista Canal 4.
El hospital Alemán Nicaragüense, ubicado al norte de Managua, la capital, está exclusivamente a disposición para atender a pacientes positivos por Covid-19.
“Está que revienta, ya no tenemos dónde poner pacientes”, afirmó a Expediente Público un médico del citado hospital, quien por cuestiones de seguridad prefiere omitir su nombre.
Sin embargo, el Minsa registró del 7 al 14 de septiembre una cifra de 675 casos positivos, su segunda cifra más alta de contagios entre mayo del 2020 hasta la segunda semana de septiembre del 2021.
Mientras que el Observatorio Ciudadano expuso en su informe semanal, que abarca hasta el 8 de septiembre, que la cifra realmente se acerca a los 1,865 casos, cinco veces arriba de lo notificado por las autoridades.
Los hospitales públicos y privados en los departamentos de la capital Managua, los del Norte, Estelí y Jinotega y el municipio de Jinotepe, al sur, reportan saturación de pacientes y debieron ampliar camas en Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), han confirmado a los medios de comunicación locales personal de Salud.
“Medidas con Inteligencia”
Entre las medidas adoptadas por las autoridades de la Salud, están las “visitas casa a casa”, o lo que el régimen califica como “seguimiento responsable y cuidadoso”; en la que se ha conocido la aplicación de Ivermectina, un medicamento antiparasitario del cual ya se han recibido advertencias de parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de no utilizarse para atacar el coronavirus.
La vicepresidenta de Nicaragua y vocera de Comunicación, Rosario Murillo, en su discurso habitual en medios oficialistas, informó el pasado 10 de septiembre sobre esta diligencia: “El Minsa va casa a casa (…) detectando personas que reciban inmediatamente su medicamento, personas que estén con sospechas o contagiados y que reciben inmediatamente su medicamento”, anunció.
Sáenz por su parte confirmó que suministran tratamiento profiláctico a las personas con síntomas respiratorios: «le aplicamos Ivermectina”, pues aseguró, esto ha sido efectivo en la India: “el tratamiento que se dio y lo usaron de manera masiva fue muy efectivo”.
La posición de las autoridades nicaragüenses son contrarias a las recomendaciones de la OMS, quien desaconseja usar Ivermectina para tratar la Covid-19 por ser “muy poco fiable” porque los ensayos clínicos realizados “habían incluido a pocos individuos y por las limitaciones metodológicas de los datos disponibles procedentes de los ensayos, entre ellos el bajo número de eventos adversos”. Por tanto, lo afirmado por el secretario general del Minsa es equivocado.
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Otra de las declaraciones del doctor Sáenz es que los hospitales “tienen capacidad”: “Recordemos que aquí en Nicaragua tenemos 20 hospitales que están organizados y dispuestos para atender este tipo de enfermedad, y tenemos la capacidad de poder ampliar si fuese necesario, tenemos suficientes respiradores”, aseguró a pesar de que fuentes médicas confirmaron a Expediente Público el colapso en hospitales, como el caso del Alemán Nicaragüense y el San Juan de Dios, en Estelí.
Según el testimonio de un médico del hospital Bautista, en Managua, que por temor a represalias prefiere el anonimato, recientemente se dirigió al hospital Alemán Nicaragüense con un paciente positivo de Covid-19 que necesitaba ser intubado, y en su llegada logró contabilizar al menos cinco pacientes en graves condiciones esperando a ser atendidos. El médico relató que en menos de 20 minutos dos de ellos fallecieron sin recibir atención médica y posteriormente fueron cubiertos con bolsas negras por el personal de salud.
Por otro lado, la venta de tanques de oxígeno médico cada vez es más escasa, según la denuncia popular de familiares de pacientes positivos en la última semana, quienes aseguran que se está priorizando el abastecimiento de oxígeno a los hospitales.
La empresa “Productos del Aire”, que es de las principales ;abastecedoras de oxígeno en el departamento de Estelí, ubicado en la zona norte del país centroamericano, cerró sus puertas de manera indefinida el 11 de septiembre debido a la mayor demanda de la población ante el repunte de la pandemia.
Los representantes de las empresas proveedoras de oxígeno médico han aceptado no tener la capacidad suficiente ni los suministros necesarios para abastecer la demanda en este momento crítico en Nicaragua: “Porque no tenemos tanques de oxígeno, ni la capacidad. Entienda que por eso ‘Productos del Aire’ cerró, casualmente por eso, porque ellos no tienen la capacidad, nosotros tampoco tenemos la capacidad para atender a toda la gente”, dijo el representante de la empresa Productos del Aire, en Estelí, en un video circulado en las redes sociales, ante la desesperación de varios pobladores.
Nicaragua bajo el 10% de nivel de vacunación
El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha mantenido bajo sigilo una gran parte de la información referente al manejo de la pandemia por Covid-19 e información sobre la cobertura de vacunación, pese a los diferentes señalamientos de la comunidad internacional de la necesidad de transparentar la situación.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) exteriorizó su preocupación ante los bajos números de vacunación: “Nos preocupa principalmente aquellos países que están rezagados porque no tienen dosis disponibles. Para mencionar unos cuantos, Guatemala y Nicaragua están todavía por debajo del 10% de cobertura”, señaló la doctora Catherine F. Etienne, directora de la OPS el miércoles 15 de septiembre.
Hace siete meses que el proceso de vacunación inició en Nicaragua y por primera vez el mandatario Ortega, reveló la cifra de que 523,557 nicaragüenses están inmunizados, es decir solo el 8 % de la población total (6,518,481), y el 14% de la primera meta estimada en enero (3.731.900) de cubrir, el 55% de la población total.
Sin embargo, Ortega aseguró que la cifra de nicaragüenses vacunados en el país centroamericano corresponde al “18.6% de la población que está programada”. Estas declaraciones fueron realizadas el 9 de septiembre de 2021 en el 42 Aniversario de la Policía Nacional, sin especificar si esas personas tienen las dos dosis.
Ortega expresó que la meta de vacunación solo tiene estimado inocular a 2.8 millones de nicaragüenses, esto teniendo en cuenta que la densidad poblacional es superior a 6 millones de personas: “La meta en total es de 2.8 millones de ciudadanos, de 30 años para arriba. Hay casos especiales de jóvenes menores de edad o casos excepcionales de niños, aunque son muy raros, donde hay que aplicar la vacuna”, dijo.
La contradicción de las cifras oficiales, así como los indicadores de la OPS permiten a Expediente Público verificar que los datos sobre la vacunación no son acertados.
Este 20 de septiembre iniciaría la aplicación de la vacuna Astrazeneca a personas mayores de 30 años en los departamento de Managua y Carazo, precisamente dos de los que más casos de coronavirus se reportan. Aunque el Minsa no informó cuantas personas recibirían la primera dosis.
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Un país de alto riesgo para Covid-19
A 18 meses de haberse confirmado el primer caso de coronavirus en Nicaragua, fuentes oficiales han reportado el fallecimiento de 201 nicaragüenses, mientras el independiente Observatorio Ciudadano registra 4,531 muertes, 20 veces más que la cifra oficial.
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El Ministerio Federal de Relaciones Exteriores de Alemania, aseguró el pasado 13 de septiembre que Nicaragua está dentro de las “áreas con un riesgo de infección particularmente alto debido a una incidencia particularmente alta de propagación del coronavirus SARS-CoV-2”.
Estados Unidos también ha emitido una “alerta de salud” para sus ciudadanos en Nicaragua debido a informes locales sobre el incremento de la pandemia “y los hospitales están a capacidad”. La Embajada urge a los ciudadanos estadounidenses en Nicaragua que se mantengan vigilantes y sigan las normas de salud pública para evitar riesgos de infección”, informó en la alerta la sede diplomática en Managua.
Sin embargo, en medio de un evidente rebrote de casos, y la conmemoración de una transición histórica de independencia de Centroamérica, la vicepresidenta Murillo convocó a actividades de participación masiva, como lo ha hecho desde el inicio de la pandemia en marzo de 2020.
“Hoy es viernes, estamos a las puertas de un fin de semana y de una semana bicentenaria con todos los cuidos, porque amarnos es cuidarnos… y sabemos que el Minsa está desplegado en todo nuestro sagrado país, desplegado, visitando casa a casa entregando medicamentos, atendiéndonos, cuidándonos”, dijo Murillo el viernes 10 de septiembre.
La exposición del personal de salud, entierros clandestinos sin informar a familiares, promoción de actividades en aglomeración por parte del gobierno y propaganda política en centros de vacunación, son algunas de las irregularidades que reporta el Observatorio Ciudadano de cómo sobrevive el pueblo la pandemia en Nicaragua.