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Inversión sin resultados de calidad en la educación preescolar pública de Nicaragua

Para el año 2019 el Gobierno de Nicaragua invirtió por cada estudiante de preescolar 2,653.69 córdobas (80 dólares), esta inversión fue 3.6 veces menos de lo que corresponde a un alumno de primaria; 2.8 veces menos que un estudiante de secundaria y 16.1 veces menos que un universitario, según lo revela el estudio “Situación de la educación Preescolar en Nicaragua Mejoramiento y lecciones en el período 2012-2017” realizado por Expediente Abierto.

¿Qué efectos ha alcanzado la inversión que se hace en la educación preescolar pública de Nicaragua? La respuesta a esta pregunta ayudaría a aclarar este debate que existe en el país.

La experta en Ciencias de la Educación, Josefina Vijil, agrega que se debe hablar sobre pertinencia: “si el preescolar que tenemos, ¿es el qué necesitamos?”, aunque sugiere que el gran problema es que la inversión que se está haciendo en el país es mínima, “el país no está prácticamente invirtiendo en preescolar”.

En los últimos años, son diversas las investigaciones que se han hecho para considerar los efectos de invertir en la educación de primera infancia, incluso como factor determinante en el desarrollo humano de un país.

La investigación realizada por Expediente Abierto, hace referencia del estudio por James Heckman que explica como cada dólar invertido en educación temprana, tiene altas tasas de retorno: “La inversión en la educación de niños y niñas a temprana edad, sobre todo aquellos que se encuentran en situaciones de riesgos o en contextos de vulnerabilidad, es una estrategia efectiva para reducir los costos sociales de una sociedad, no solo es rentable para el éxito en la escuela y en la vida ni por lo esencial en el desarrollo de habilidades cognitivas y conductuales desde la niñez, sino que también incrementa la rentabilidad de la educación”.

Algunas de las dimensiones de impacto son:

Para el el especialista en educación e investigador del estudio, Alex Bonilla, existen dos tipos de temas fundamentales dentro del debate sobre inversión en este sector educativo: uno es la sociocultura nicaragüense, en la que está construido el concepto de que al preescolar las niñas y niños solo van a “prepararse para la primaria”; y el otro es si en realidad están asistiendo a la edad que corresponde y sobretodo si están recibiendo “educación de calidad”.

La responsable de Educación Popular en Fe y Alegría, Yakile Mora, define algunos componentes de educación de calidad como: “las condiciones de infraestructura en la que las niñas y niños tengan un aula con ambiente de aprendizaje de lectura, matemática y de la comprensión del mundo, materiales didácticos, y fundamentalmente la formación docente” agrega.

Resultados de la calidad educativa 

Las resultados negativos de la falta de calidad en educación preescolar en Nicaragua son muchos; una de los más relevantes se comprueba en el resultado de los estudiantes en las pruebas del Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo 2015 (TERCE) ,en el cual una proporción alta de los estudiantes de tercer grado de primaria examinados y que no fueron sujetos de servicios educativos en preescolar, se ubicaron por debajo del nivel básico.

Específicamente, las pruebas en lectura y matemáticas realizadas por la UNESCO en 2013 revelaron la urgencia de evaluar la forma en que se atiende al desarrollo integral de la niñez en función de adaptación y éxito en los siguientes ciclos educativos. 

La investigación “Situación de la educación inicial en Nicaragua” realizada por el Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (IEEPP) y el informe ”Prioridades de la educación nicaragüense para el siglo XXI” elaborado por el centro de Investigación y Acción Social Educativa (CIASES) han evidenciado que el aumento de preescolares comunitarios ha elevado los niveles de empirismo en la educación preescolar y estos han sido seriamente afectados por el bajo nivel de formación en las educadoras voluntarias.

Desafíos y oportunidades de la educación preescolar

En la educación preescolar de Nicaragua se evidencia un incremento en acceso y cobertura, pero falta un análisis más profundo sobre la calidad de la atención, esto es prioridad para “mejorar las tendencias que se tienen en la percepción de cómo se está ayudando a las habilidades cognitivas y socioemocionales de la niñez de 3 a 5 años en las aulas de preescolar”, explica el estudio “Situación de la educación Preescolar en Nicaragua Mejoramiento y lecciones en el período 2012-2017”.

Equiparar el gasto per cápita de Nicaragua respecto al resto de países de Centroamérica es una estrategia que está contenida en los acuerdos internacionales que el Gobierno ha suscrito en materia educativa, así como en la Conferencia Mundial sobre Educación en Incheon, Corea del Sur; o en la Declaración de La Antigua Guatemala, suscrita en septiembre de 2018 por los Ministros de Educación de Iberoamérica; lo importante de esto, es tener claro como las estrategias de acceso y cobertura se complementan con las estrategias de atención en las aulas.

Las evidencias a nivel nacional o internacional, sobre la inversión en la educación preescolar nicaragüense, refieren que hay inequidades entre el gasto por cada estudiante en los diferentes niveles educativos, por eso es necesario conocer cuál ha sido el impacto de la inversión anual por cada niño y niña en educación inicial. 

La oportunidad de estimulación de las habilidades socioemocionales que se dan en el preescolar cuando el cerebro del ser humano es más plástico según lo ha explicado la neurociencia, le permite a la niñez exponerse a diversos ambientes con el fin de adaptarse, sin embargo, el principal problema de la estrategia educativa para los niños de tres a cinco años es la falta de un “sistema serio, comprometido con el desarrollo del país, así como sistemas de monitoreo, evaluación y auditoría pública”, expresa Vijil. 

Aunque esto no quiere decir que en los próximos años se dejará de aprender, ahora “es el momento cuando se va formando el capital y luego vivimos de las rentas” añade la experta. 


Fotografía por Fe y Alegría – Nicaragua

Las niñas y niños del preescolar comunitario y del resto de modalidades públicas en el país que han alcanzado la inversión incrementada en los últimos años, están expuestos a un futuro profesional competitivo en el que entrarán en juego todas las habilidades que desarrollen en esta etapa inicial, tales como:  pensamiento crítico y divergente, la comprensión narrativa, lectora y la escritura, sostiene Vijil.

Sin embargo, la experta reitera que no se trata solamente de incrementar el gasto en educación, sino, de continuar invirtiendo en la educación preescolar en base a las necesidades que se presenten a través del seguimiento al proceso de aprendizaje de la niñez nicaragüense.

En este sentido, “cualquier esfuerzo que se haga es mejor que no hacer ninguno”, concluye Vijil’.