Un cóctel fatal de violencia de género en todos los ámbitos, debilidad institucional, cultura machista y maras y mafias agobian la situación de millones de mujeres hondureñas
Honduras. -De acuerdo con el Observatorio de la Violencia del Instituto Universitario en Democracia, Paz y Seguridad, de la Universidad Nacional Autonóma de Honduras (IUDPAS-UNAH), de 2014 a 2019 van 2,244 mujeres que han muerto de forma violenta.
Mientras que, de 2014 a septiembre de 2020, han ingresado al Poder Judicial 1,676 expedientes por muertes violentas de mujeres a nivel nacional, de esos casos, 169 son por femicidio.
En Honduras, el delito de femicidio fue incorporado al Código Penal en 2013, en el artículo 118-A.
Cifras de casos judiciales
Datos facilitados por la Unidad de Estadísticas del Poder Judicial reporta que por el delito femicidio en seis años ha habido 44 sentencias condenatorias y 9 absolutorias; 9 sobreseimientos definitivo, 13 sobreseimiento provisional y 32 auto apertura de juicio.
En el caso del delito de homicidio cometido a mujeres, ingresaron 825 expedientes; hubo 220 sentencias condenatorias y 100 absolutorias;160 sobreseimiento definitivo y 53 sobreseimiento provisional; 18 suspensiones condenatorias de la persecución penal, 90 conciliaciones, 218 auto-apertura de juicio.
De asesinatos cometidos a mujeres de 2014 a 2020, ingresaron 550 expedientes, de esos, 172 recibieron sentencia condenatoria y 80 sentencia absolutoria; sobreseimiento definitivo 46 y sobreseimiento provisional 42; hubo 2 conciliaciones y 130 auto apertura de juicio.
Maras matan mujeres
Desde el punto de vista de la Unidad de Femicidios de San Pedro Sula, en esa zona se producen muchos femicidios vinculados con las maras y con el crimen organizado; de tal manera que un estimado preliminar indica que, de 10 mujeres asesinadas de forma violenta, 7 se relacionarían con grupos de crimen organizado y el resto son casos vinculados con violencia de género.
Presupuesto para la prevención de la violencia y políticas públicas
Desde el gobierno central se destinan cantidades que no se corresponden con la escalada de violencia contra las mujeres. El presupuesto del Instituto Nacional de la Mujer, llamado a atender a las víctimas, ha tenido una drástica caída de fondos en los últimos tres años, en comparación con 2017.
En 2017, se aprobó la cantidad de 22,519,584.00 millones de lempiras, pero a partir de 2018 la cantidad destinada para la prevención de la violencia fue de 32,246.400 millones de lempiras, y en 2019 y 2020 únicamente se le subió 10,000,400 millones de lempiras.
Si no hay golpes, no hay violencia
Cuando las mujeres van a poner las denuncias expresan que “él no me golpea, pero dice que me va quitar a mis hijos; no me golpea, pero dice que me va correr de la casa…”, estas frases se repiten seguido cuando la mujer exige el cumplimiento de las responsabilidades paternales, comentó a Expediente Público, Juliette Tinoco, fiscal jefe del Módulo de Atención Integral Especializada (MAIE) del Ministerio Público.
Esto es un tema recurrente a partir del poco conocimiento y prevención existente.
“Vienen porque sus esposos les quitan los hijos y expresan que no sufren violencia porque solo piensan que la violencia doméstica se relaciona con los golpes”, narra.
Por lo general, no se considera violencia doméstica si las mujeres no son golpeadas o violentadas.
Sin embargo, “hay que tener en cuenta que la violencia va más allá y muchas veces es más hiriente que los golpes”, expresa.
El Módulo de Atención Integral Especializada (MAIE), es una estrategia emprendida por el Ministerio Público de Honduras, con el fin dar auxilio de mujeres víctimas de violencia doméstica y violencia intrafamiliar, mediante un mecanismo que acorta la ruta crítica que les ayuda a superar el daño causado por el agresor.
La unidad cuenta con fiscales permanentes, trabajadores sociales, psicólogos y médicos forenses, además de un equipo técnico conformado por representantes de otras instituciones, lo que permite establecer las coordinaciones necesarias para brindar una respuesta inmediata.
También emplea el método de cámara de Gesell, lo que permite evitar la revictimización al tomar las declaraciones una vez, las cuales son escuchadas por las instituciones involucradas en el proceso y se graban en audio y vídeo para ser utilizadas en las diferentes audiencias en contra de los denunciados.
Violencia no puede ser erradicable
Desde la creación de estas oficinas (2015) han logrado avances significativos, ya que se ha concluido con un 90 por ciento de los casos recibidos, se han librado órdenes de captura, así como se ha ordenado la imposición de medidas el mismo día que se recibe la denuncia.
Operan en Tegucigalpa, San Pedro Sula, Santa Rosa de Copán, Comayagua, La Paz, La Esperanza, Marcala, Siguatepeque, Gracias, Santa Bárbara, Danlí y Choluteca.
Para la Fiscal Tinoco, la violencia doméstica sigue estando igual, “tal vez en cuestiones de atención ha cambiado un poco, pero no veo que pueda erradicarse y lo que nos queda nosotros es prevenirla y buscar la manera de que los casos no vayan a quedar impunes”.
Y agrega que el factor económico es uno de los principales detonantes de la violencia doméstica. Ahora en tiempos de la pandemia, hay más desempleo y muchas mujeres pasan a depender económicamente del hombre, por el tema de la pensión mensual que deben de pasarles, para poder sobrevivir.
Afirma que es “un factor determinante, porque yo he tenido muchas mujeres que me dicen; yo le tengo que aguantar porque como voy a hacer para alimentar a mis hijos, quién me va dar a mi para los gastos de alimentación de mis hijos…”
Sin dejar de lado, claro está, la parte cultural del machismo, “este es un factor importante porque de eso es una desigualdad…” además de la falta de “cultura de denuncia”. comenta.
La fiscal recuerda que en julio de este año tuvieron un caso de una mujer que sufría violencia psicológica por parte del hombre; ella padece también una enfermedad mental y su pareja le quitó los niños y la echó de la casa.
“Por su estado mental ella no cuidaba bien a sus hijos y se descuidaba de su propio aseo personal. Al atenderla la remitimos al psicólogo quien determinó que ella padece de una enfermedad mental e hicimos la referencia y ella está bajo tratamiento farmacológico, pero tuvo que mudarse donde otro familiar”, explica.
Pero resulta -amplía-que un hermano del agresor, abusaba sexualmente de una de las niñas y la Dirección de la Niñez, Adolescencia y Familia, Dinaf, le quitó los tres niños al hombre.
“Entonces le dimos el acompañamiento a la víctima en el Juzgado de Violencia Doméstica y logramos que el juez le diera los niños a la mujer, pero no directamente a ella, si no a un familiar mientras ella se recupera”.
Para la fiscal Tinoco el no contar con un albergue pone en desventaja a las víctimas… honestamente pensamos que ese hombre, al haber perdido la guarda custodia de sus hijos, pueda tomar represalias contra la víctima ya que no contamos con una casa refugio para protegerla”, contó.
Cueva de Batman
El MAIE descubrió en San Pedro Sula que en una cuartería habitaban solo madres solteras.
“Cuando ellas iban a trabajar dejaban a sus hijos con edades entre 5 y 10 años, con la hermana mayor de los niños. Se dieron cuenta que en la carretera había un sospechoso, y esta persona empezaba a llamar a las niñas, a decirles que él tenía una cueva de Batman, y encerraba a los niños en la cueva; los tocaba, les tomaba fotos y se masturbaba.
Luego de esa misma cuartería llegó una señora a poner una denuncia de violencia doméstica, y una de las niñas mencionó “la cueva de Batman”, en ese momento verificaron el lugar y descubrieron que nueve niños más de esa cuartería estaban siendo abusados, detalló la fiscal Tinoco.
Según comentó a Expediente Público la jefe del MAIE, ese sería uno de los tantos casos que han conocido, y aseguró que “yo pienso que hemos dado respuesta asertiva a las mujeres, más que todo en prevenir la violencia, y en los otros casos se trata de no generar impunidad, y de asistir a la justicia de manera inmediata y que este cese a la violencia física, sexual y psicológica…”
Falta de recursos
Mientras que, para Isabel Banegas Moza, jefa de la Unidad de Femicidios de San Pedro Sula, de la Secretaría de Seguridad, la mora investigativa es de un 90 por ciento en la zona norte de Honduras en el período 2014-2020; y la respuesta para sancionar a los agresores es baja; las oficinas investigativas no cuentan con las capacidades para atenderlos.
“Muchos critican la Policía Nacional y ninguno está en nuestros zapatos. No saben lo que tenemos que hacer para brindar respuesta con los pocos medios que tenemos: 4 agentes y un vehículo”, expresó.
La sub inspectora Banegas Moza lleva tres años al mando de la unidad y es la primera mujer en ocupar un cargo de jefatura en el área de femicidios. “Hay que hablar la realidad: ningún agente tendrá la capacidad de resolver 2 mil casos y la carga laboral y la mora que tenemos en la unidad sobrepasa a la cantidad de recursos con los que se cuentan, de tal manera que generar una respuesta pronta y positiva en las investigaciones es difícil”.
Asimismo, indica que “no hemos recibido ninguna capacitación en relación a muerte violentas de mujeres, y de eso debería de preocupar la superioridad, estos casos son muy delicados y son de connotación social, entonces lastimosamente no es así, y lo que hemos aprendido ha sido de forma empírica, pero hemos resuelto investigaciones que incluso van con pruebas científicas y que condenaría al acusado, pero una vez que ingresan al Poder Judicial, ahí desestiman el caso”.
La presencia de maras y pandillas tiene una fuerte relación con la violencia contra las mujeres, en especial a las mujeres jóvenes y adolescentes (el rango de edad oscila de 18 a 30 años).
Son uno de sus objetivos más frecuentes, ya sea porque las persiguen y acosan, las convierten en sus parejas o las integran a la pandilla.
De acuerdo con la agente, esa unidad reporta dos o tres muertes violentas al mes en San Pedro Sula que incluyen homicidios, femicidios y parricidios. De esos datos, un 70 por ciento se da por el crimen organizado, y un 30 por ciento por los cónyuges y familiares.
“Pienso que las mujeres han normalizado el machismo desde que tienen hijos; a las niñas las ponen a lavar la ropa y platos y el varón tiene que ver solo televisión o que los niños no deban llorar. Las mismas madres están formando futuros agresores”, ejemplificó la agente.
No hay albergues
La Oficina Municipal de la Mujer (OMM) funciona con los gobiernos descentralizados, tienen su protocolo de trabajo y trabajan en forma conjunta con la mayoría de ciudades del país.
Sin embargo, no en todos los departamentos se pueden encontrar dichas oficinas, por la falta de presupuesto asignado de parte del Gobierno central
Al hablar de políticas y estrategias que utilizan el estado, las mismas ya están reguladas en la ley, los protocolos y todo lo que van a hacer para erradicar la violencia, lógicamente se trabaja más en la prevención. Los casos presentados ante la OMM, pasan a la Fiscalía de la Mujer y ellos se encargan de asignar un representante legal en los Juzgados de Violencia Doméstica, son representadas y asesoradas.
El programa Ciudad Mujer se creó en marzo de 2016 con la finalidad de contribuir al mejoramiento de las condiciones de vida de las mujeres en Honduras.
A pesar de que Ciudad Mujer es un programa integral aún tiene la deficiencia, al igual que las demás instituciones públicas, de no contar con un sistema de protección a víctimas y testigos que les permita trasladarse a lugares seguros, (casas refugios) cambiar de identidad y proteger sus vidas luego de los actos de violencia.
Su enfoque está en las áreas de autonomía económica, atención a la violencia, prevención y atención del embarazo en adolescentes, salud sexual y reproductiva y la educación colectiva.
Cuenta con departamentos para la integración física y psicológica, donde le proveen exámenes y asesorías en el área de ginecología, oftalmología y psicología de tal forma que las mujeres puedan tener acceso a mejorar su salud física y mental.
Lo que más atienden son temas de violencia doméstica, aunque también se atiende maltrato sexual a niñas y niños.
Existe un trabajo fundamental entre La Oficina Municipal de la Mujer (OMM) y el MAIE para que las mujeres denuncien, y a partir de eso, se les da el apoyo necesario para su empoderamiento a través del MAIE.
No Violencia
En el 2000 la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) designó el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, enfatizando tanto a gobiernos como a organizaciones internacionales y organizaciones no gubernamentales a coordinar esfuerzos para hacer conciencia pública sobre este fenómeno que aqueja a las sociedades.
Anteriormente, la ONU había emitido en 1993 una resolución por la que incluyó la “Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer”, que logró cimentar esfuerzos para que las naciones integrantes establecieran un futuro libre de violencia de género.