*Juez rechaza arresto domiciliario solicitado por la defensa de Juan Orlando Hernández y fija para dentro de un mes la audiencia para la proposición y evacuación de pruebas. Estados Unidos acusa al exmandatario de haber traficado al menos 500 mil kilos de cocaína de Honduras hacia ese país.
** El Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) pidió presentar acciones legales contra los familiares cercanos Hernández que supuestamente sustrajeron del Estado más de 81 millones de dólares para proyectos que nunca se realizaron.
Expediente Público
Un mes en prisión deberá pasar el exmandatario hondureño Juan Orlando Hernández mientras se decide su extradición a Estados Unidos a petición de la Corte del Distrito Sur de Nueva York, según el juez Edwin Ortez, quien rechazó el arresto domiciliario al detenido.
El exmandatario hondureño quien el 14 de febrero fue apresado en la capital, Tegucigalpa, deberá cumplir su reclusión en el Comando de Operaciones Especiales Cobras, ubicado en la Dirección Nacional de Fuerzas Especiales de la Policía Nacional en la capital Tegucigalpa, adonde había sido trasladado tras su captura.
El juez Edwin Ortez, designado por el pleno de la Corte Suprema de Justicia para conocer la petición de extradición contra Hernández, rechazó la medida del arresto domiciliario solicitada por la defensa del extraditable, una decisión que podrá ser apelada, informó el portavoz del Poder Judicial, Melvin Duarte. Así mismo, Ortez fijó la audiencia de proposición y evacuación de pruebas para el miércoles 16 de marzo, a las 9: 00 a. m. en la Corte hondureña.
En la audiencia de este martes, el juez de extradición de primera instancia analizó los argumentos de los abogados defensores, Antonio Ávila y Hermes Ramírez. De acuerdo a Duarte, el mismo exmandatario presentó también sus argumentos ante Ortez.
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Enfrentamientos en las inmediaciones de la Corte
Previo al inicio de la audiencia, un fuerte contingente policial se plantó en las afueras del edificio judicial, al que Hernández llegó alrededor de las 9:40 a. m. en medio de un nutrido dispositivo de seguridad.
El mandatario, esposado de pies y manos, vestía la misma ropa con el martes fue capturado y saludó con la mano a la cámara de una televisora local en uno de los pasillos de la sede judicial.
Algunos empleados en ese poder del Estado le manifestaron a su vez muestras de respaldo que generaron críticas como las del excandidato a la alcaldía capitalina por el Partido Liberal Eduardo Martell.
Simpatizantes del Partido Nacional hicieron también acto de presencia en el exterior de la Corte Suprema de Justicia hondureña para manifestar su apoyo al exgobernante y pedir que la justicia se aplique también a los del partido Libertad y Refundación (Libre), así como simpatizantes de Libre que expresaron su júbilo por el proceso para su extradición, lo que derivó en un pleito con lanzamiento de piedras, palos y botes plásticos, el que fue apaciguado con la intervención policial, pero que tuvo varios rebrotes mientras se realizaba la audiencia.
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Captura y celebración
El exmandatario pasó la noche en la Dirección Nacional de Fuerzas Especiales de la Policía Nacional de Honduras, donde el mismo día de su aprehensión recibió la visita de su esposa Ana García y su madre Elvira Alvarado.
La exprimera dama acompañó también a Hernández en la audiencia realizada este miércoles. La captura del expresidente se produjo alrededor de las 2:15 de la tarde del martes 15 de febrero, cuando salió de su residencia en la Colonia San Ignacio, en la capital Tegucigalpa.
A la cabeza del contingente policial y militar que custodiaba la zona desde el día anterior, después que la Cancillería anunció que había enviado al Poder Judicial la solicitud de extradición de un “político hondureño”, estuvo el ministro de Seguridad Ramón Sabillón, quien saludó a Hernández con un apretón de mano y un abrazo.
Un oficial leyó al exmandatario la orden de captura en su contra, luego se le colocó un chaleco antibalas y después las esposas en pies y manos. Su traslado hasta la sede policial a bordo de una camioneta blindada se realizó en medio de un fuerte dispositivo de seguridad por tierra y aire. Varias personas se apostaron en las afueras de la casa del exmandatario para celebrar la solicitud de extradición en su contra y su posterior detención.
Coordinación con la DEA
La captura de Hernández se produjo en coordinación con varias agencias de Estados Unidos, “en especial” con la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), según un comunicado de la Secretaría de Seguridad. La Policía Nacional anunció el mismo día que había puesto en resguardo cuatro bienes del expresidente en el municipio de Gracias, departamento de Lempira, al occidente de Honduras, de donde es originario.
En un comunicado emitido el día de la detención de Hernández, el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) pidió al fiscal general Oscar Chinchilla presentar acciones legales contra los familiares cercanos “que por medio de organizaciones no gubernamentales sustrajeron más de 2 mil millones” de lempiras (más de 81 millones de dólares) para proyectos que no se realizaron.
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«Superestructura criminal«
El exgobernante está acusado de tres delitos relacionados con el narcotráfico y uso de armas. Según la solicitud de extradición, desde al menos 2004 hasta el 2022 o aproximadamente esa fecha, Hernández participó en una conspiración violenta de narcotráfico, y transportó más de 500 mil kilogramos de cocaína a través de Honduras con destino a Estados Unidos.
Como parte de esa conspiración recibió millones de dólares por sobornos y ganancias de múltiples organizaciones de narcotráfico en Honduras, México y otros lugares, y a cambio de ello protegió a narcotraficantes y proporcionó información sensible de las fuerzas policiales y militares, señala el documento de 15 páginas.
En la acusación, con fecha del 27 de enero de 2022, cuando Hernández fue sustituido en el cargo por la presidenta Xiomara Castro, se le vincula con los narcotraficantes Víctor Hugo Díaz Morales, alias «El Rojo», Amílcar Alexander Ardón Soriano, alias “Chande”, Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”, y Geovanny Fuentes Ramírez.
“Todos estaban interconectados en esa superestructura criminal” que ya estaba dominando las instituciones públicas, declaró a la cadena CNN el secretario de Seguridad Ramón Sabillón, quien mencionó también a Arnoldo Lobo, alias “El Negro” Lobo, al cartel de los Valle y Héctor Emilio Fernández, alias “Don H”.
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Sabillón dijo que a partir de la captura de Hernández “podría haber un efecto de dominó” en las estructuras de narcotráfico y corrupción.
«El arresto de este (ex)presidente es el primer paso, creo que van a haber muchos más», dijo la congresista demócrata de origen guatemalteco Norma Torres en un programa de CNN.
Precisamente, uno de los exfuncionarios en el gobierno de Hernández, el exsecretario de la Presidencia Ebal Díaz, habría abandonado Honduras el mismo día de la captura del exmandatario.
Medios de comunicación con base en informes de las autoridades de Migración revelaron que el otrora mano derecha del expresidente posiblemente salió vía terrestre por la aduana Las Manos.
