*Campaña de inmunización contra el coronavirus no prioriza a los trabajadores del sistema sanitario, a pesar de que es el personal en la línea directa de contagio.
Expediente Público
El Gobierno de Nicaragua no prioriza al personal en primera línea de atención, como son los médicos y el resto del personal de los centros hospitalarios, en la jornada de vacunación contra el Covid-19. El 2 de marzo inició la campaña de inmunización a personas con insuficiencia renal crónica y programas de diálisis y hemodiálisis. Estas vacunas corresponden a un lote donado por Rusia, informó la vicepresidenta Rosario Murillo, pero sin mencionar la cantidad recibida. Las vacunas fueron aplicadas primero en un hospital privado, el Cruz Azul, que recibe a cotizantes del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS).
Ciro Ugarte, director de emergencias sanitarias de la Organización Panamericana de Salud (OPS), en sus ruedas de prensa virtual semanal, refirió que el programa de inmunización de Nicaragua es «sólido» , pero el personal de salud era prioritario. La cantidad de vacunas recibidas impide inmunizar a un número mayor de personas.
“Es imposible pensar que el personal de salud va a estar vacunando sin estar vacunados ellos mismos, también se deben hacer pruebas a ellos (médicos y enfermeros). Están en la línea directa de contagio. Además, está la parte moral, el reconocimiento al personal de salud. Pudieron haber comenzado por el Hospital Alemán (el principal centro Covid-19)”, criticó el especialista en Salud Pública, José Antonio Delgado.
Datos del Observatorio Ciudadano Covid-19 al 3 de marzo de 2021 registran 883 de trabajadores de la salud con sintomatología asociada o presuntiva de la enfermedad del nuevo coronavirus, y 115 muertes sospechosas por esta causa dentro del gremio. Solo entre el 18 y 24 de febrero murieron seis trabajadores del sistema sanitario, según el Observatorio con fuentes familiares y del personal médico en Nicaragua.
Lea también: Turbio proceso en Nicaragua para adquirir la vacuna contra el coronavirus
La «Hoja de Ruta» para el establecimiento de prioridades en el uso de vacunas contra la Covid-19 en un contexto de suministros limitados del Grupo de Expertos de la OMS en Asesoramiento Estratégico sobre Inmunización (SAGE) define, desde octubre de 2020, en primer lugar de la vacunación contra el coronavirus al personal de salud en riesgo muy alto o alto de recibir o transmitir la infección, incluso por delante de pacientes crónicos y personas de edad avanzada, definidas por el riesgo basado en la edad específica del país/región.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) recomiendan un esquema de vacunación contra el Covid-19 que cumpla con los siguientes objetivos: disminuir muertes y enfermos lo más posible, preservar el funcionamiento de la sociedad y reducir la carga en personas que ya sufren desigualdad.
En este sentido los CDC recomiendan también vacunar primero al personal de salud y de cuidados especiales, como los residentes de asilos. En la segunda fase estarían trabajadores de servicios esenciales y mayores de 75 años, posteriormente personas entre 64 y 74 años, otros trabajadores esenciales y adultos con enfermedades crónicas o en riesgo por el Covid-19.
Nicaragua solo ha obtenido gratuitamente un lote, sin especificar cantidad, de vacunas rusas, también recibió el 7 de marzo 200 mil dosis donadas por la India y recibirá 2.69 millones de dosis de la Organización Mundial de la Salud (OMS), a través del mecanismo mundial de acceso a las vacunas, conocido como Covax.
La vicepresidenta Rosario Murillo afirmó el 4 de marzo en los medios oficialistas que la vacuna “se ha venido aplicando conforme las prioridades establecidas en los planes que ha elaborado el Ministerio de Salud (Minsa), que se van cumpliendo, paso a paso”.
A pesar que un medio de comunicación oficialista indicó que la segunda etapa de vacunación priorizará al personal de Salud, Murillo se limitó en realidad a informar que darán continuidad “al programa que tenemos: insuficiencia renal, pacientes en diálisis, en hemodiálisis, pacientes oncológicos, pacientes cardiológicos”.
El 9 de marzo, Murillo repitió que “el 24 de marzo que concluye esta primera etapa con los pacientes de insuficiencia renal crónica pasamos a los pacientes oncológicos, a los pacientes con cardiopatías de alto riesgo todos ellos y de 61 años en adelante, van a ser cubiertos también en este programa los pacientes de hipertensión aguda y pacientes críticos de diabetes”. Esta segunda fase concluirá en la primera semana de julio, advirtió la vicepresidenta nicaragüense, quien está sancionada por Estados Unidos al señalarla de corrupción y ser responsable de violaciones a los derechos humanos en la represión las protestas desde abril del 2018.
Lea además: El Covid-19 sepultó las proyecciones fiscales del régimen de Ortega
Mensaje equivocado
El especialista en Salud Pública, José Antonio Delgado, manifestó a Expediente Público que Nicaragua “tiene experiencia desde hace muchos años en campañas de vacunación para niños, incluso contra la rabia en perros, donde la información como precedente para la aplicación de una vacuna hace que la cobertura sea más alta”.
Ahora el Gobierno está enviando un mensaje equivocado al iniciar la campaña de inmunización contra la Covid-19. “Se anunció la venida de tres vacunas (AstraZeneca, Moderna y Sputnik 5), y no se han enseñado las reacciones, las dosis, cuidados, referencias por si hay una reacción esperada o inesperada”, afirmó el especialista Delgado.
La mención que la vacuna es voluntaria y la firma de un documento exonerando al Gobierno de sus efectos parece más bien parte de “una campaña en contra de la vacunación, se manda un mensaje que la vacuna es peligrosa, cuando lo peligroso es que no se vacune”, dijo el médico.
El experto explicó que “cuando existe mayor información de la condición de salud del paciente, este acepta lo que el médico va a hacer. Para que el Minsa sea confiable debe ser lo más transparente posible e insistir en que no se va a cobrar la vacuna como lo hicieron con la prueba”.
Lea más: Sociedad civil desenmascara la desinformación oficial del COVID-19
Delgado expresó que la Covid-19 sigue su curva ascendente en Nicaragua, y estará bajo control cuando esté vacunado el 70 por ciento de la población.
“Debemos conocer todo lo concerniente a la vacuna, realizar mayor cantidad de pruebas. El gremio médico está a favor de la salud de las personas y recomendamos la aplicación de las tres vacunas que tienen, que hay efectos secundarios de 20 minutos a media hora. Si la vacuna le genera dudas hablen con un médico”, refirió el especialista.
Lo mejor es vacunar a la mayor cantidad de personas en el menor tiempo posible, “si me dejaran me vacunaría y vacunaría a mi familia”, enfatizó el médico.
Priorizan centros previsionales
La campaña de inmunización de Nicaragua inició en el Hospital Cruz Azul, ligado al INSS, donde en 2018 fue negada la atención médica al adolescente Álvaro Conrado, quien protestaba contra el Gobierno por las reformas al sistema de pensiones. El acto estuvo dirigido por dos funcionarios del régimen sancionados por violaciones a los derechos humanos por la comunidad internacional, Sonia Castro, exministra de Salud y Roberto López, director del Seguro Social, quien se presentó incluso sin mascarilla.
“Es irónico que en un país donde se dice que la salud es gratuita, se iniciara en un hospital privado, porque el que va ahí es porque puede pagar (…). Miramos funcionarios sin mascarillas, aglomerados. Es irónico y contraproducente, poner la vacuna y alrededor incumplir todas las medidas de contención. Al ritmo que vamos será difícil alcanzar la meta (vacunas al 55% de la población)”, sostuvo Delgado.
El Gobierno de Nicaragua por medio de Carlos Sáenz, secretario general del Minsa, informó en un canal propiedad de la familia del presidente Daniel Ortega, que la jornada de inmunización sería en el Hospital Cruz Azul y en Servicios Médicos Especializados (Sermesa), centros privados que atienden a asegurados del INSS. Se ampliarían a la Clínica Médica Previsional Sacuanjoche en Chinandega (privado); el Hospital Militar Alejandro Dávila Bolaños (privado y previsional del INSS), en el Hospital Salud Integral y el Hospital Monte España, todos privados y en la capital Managua. El único público incluido en la campaña es el Hospital Lenín Fonseca, también de la capital.
Sáenz añadió que esta vacuna se va a aplicar en los 16 hospitales de los departamentos que ofrecen hemodiálisis.
Vacunas donadas
El 8 de marzo ingresó una donación de 200 mil dosis de la India, pero no se especificó si se trata del primer lote de un total de 500,000 dosis, anunciada tanto por los gobiernos del país asiático como por el nicaragüense.
El 6 marzo se esperaba la llegada de las vacunas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el primer lote de 135 mil de Astra Zeneca (Covishield), elaborados en la India, pero se postergó la entrega para la tercera semana de marzo, afirmó Murillo sin explicar por qué del atraso.
Puede interesarle: Incertidumbre sobre situación del Covid-19 en Nicaragua
Se proyecta recibir 504 mil dosis en el primer semestre como donaciones del mecanismo Covax de la OMS que en total entregará vacunas a Nicaragua de forma gratuita para el 20% de su población, es decir, 2,697,056 dosis para 1,348,528 personas (se aplican dos dosis de la vacuna Astra Zeneca), informó la administración sandinista en una nota de prensa del 25 de febrero de 2021.
El Fondo Ruso de Inversión Directa donó también una cantidad no informada de la vacuna Sputnik que es la que ya se está aplicando.