* El maestro de generaciones Freddy Quezada y jubilado de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua pagó con cárcel su derecho a disentir.
** Quezada, quien es uno de los 135 desnacionalizados enviados a Guatemala, prevé la implosión paulatina del régimen de Daniel Ortega.
Eric Lemus / Expediente Público
Cobertura Especial
La agudeza intelectual y la mordacidad que lo llevó a prisión el 30 de noviembre de 2023 sigue indoblegable en la vida del catedrático jubilado Freddy Antonio Quezada, de 66 años.
Horas después de su excarcelación y destierro, el sociólogo compartió con Expediente Público sus apreciaciones sobre el régimen que le quitó su nacionalidad y confiscó.
Según el académico, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo empieza a implosionar debido a las luchas internas.
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¿Freddy Quezada una amenaza al régimen?
Quezada es filósofo y sociólogo, materias que impartió en el campo de estudios superiores más grande del país, la Universidad Nacional de Nicaragua (UNAN-Managua).
Fue cesado administrativamente por su posición favorable a las protestas de 2018. En su jubilación inevitable, el profesor Freddy Quezada no perdió tiempo para publicar sus reflexiones a través de las redes sociales acerca de la realidad nacional.
De hecho, esa fue la causa principal porque la Policía Nacional lo capturó y después enfrentó un proceso judicial viciado donde castigaron su disidencia cuando criticó el encierro del obispo Rolando Álvarez.
“La dictadura tuvo presas a 222 personas que luego se vio obligada a excarcelar y expatriar”, escribió Quezada en su cuenta de Facebook.
“Todas han contado su experiencia y las escenificaciones que sufrieron. ¿Cómo cree, ahora, esa dictadura cabeza de zorro que alguien le creerá esa «mise à scene» del obispo Rolando Álvarez?”, añadió en aquel texto cerca de las siete de la tarde del 28 de noviembre de 2023.
Luego, tras ser apresado, también le mostraron como elemento probatorio que él dio ‘like’ a un mensaje posteado en la red X (antiguo Twitter) donde se habló del poder de movilización que representó el triunfo de Sheynnis Palacios como Miss Universo 2023.
Contexto: Régimen de Nicaragua acosa a familiares y confisca bienes de los 135 desnacionalizados
El sociólogo, de 66 años, está entre los expatriados y desnacionalizados por el régimen.
Desde este martes 10 de septiembre la Sala Penal Uno del Tribunal de Apelaciones de la Circunscripción Managua ordenó “la pérdida de la nacionalidad nicaragüense a 135 personas”.
Es el número de desterrados en Guatemala, aunque ninguno de los nombres de los nuevos desnacionalizados fue publicado.
Autoritarismo que recicla modos y se expande
En los meses que estuvo detenido en La Modelo, la calurosa prisión ubicada en las afueras de Managua, Quezada dice a Expediente Público que el encierro le permitió tener tiempo de sobra para reflexionar sobre la dinámica del poder absolutista.
Freddy Quezada empezó a teorizar sobre la desnaturalización de un movimiento político que abanderó causas revolucionarias parar convertirse en un modelo autoritario, que inspira a los países vecinos como Honduras y El Salvador.
“Este autoritarismo no es exclusivo de Ortega, ni tampoco de (Nicolás) Maduro, o los cubanos. Es un concierto de naciones. Es un autoritarismo de nuevo tipo donde cabalgan estos de vieja raíz”, visualiza Quezada.
El académico se refiere a las figuras revolucionarias del pasado que, pese a su envejecimiento, sobrevivieron políticamente hasta el siglo XXI.
Ortega es como “la bisagra” entre un autoritarismo de movimientos revolucionarios cuando envejecen y los que se plantan en “una especie de venganza contra la globalización y contra las libertades, fruto de los ataques contra el terrorismo de 2001”, opina.
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El académico expatriado observa que, tras el derribo de las Torres Gemelas en Nueva York el 11 de septiembre de 2001, Estados Unidos demostró que la soberanía era más importante que la seguridad de los ciudadanos.
Quezada piensa que esa visión fue retomada por los mismos enemigos de una de las democracias occidentales más sólidas del hemisferio para convertirla en un arma en su contra.
La cárcel: un lugar para responder preguntas
Además, “en Nicaragua se desarrolla de una forma muy particular, con una especie de paranoia que encontró su anclaje en las movilizaciones espontáneas (en abril) de 2018”, sostuvo.
Estas manifestaciones nacieron de la ciudadanía organizada en contra de las reformas al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS).
Como sociólogo de profesión, el profesor Quezada dice que a su cabeza vino una pregunta necesaria: ¿cómo explicar la sobrevivencia del régimen?
“¿Por qué esta dictadura ha durado seis años, después de esa sacudida bestial que sufrió en 2018 y 2019?”, cuestiona.
“Qué explica que este país haya quedado de pie cuando hay gobiernos que con dos muertos se caen al día siguiente o con 10 muertes el gobierno cae a los dos meses”, inquiere.
“Este (régimen) mató más de 300 y lleva seis años en el poder. ¿Cuál es la explicación?”, dice antes de desarrollar una teoría en cuatro enfoques.
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Las hipótesis de la sobrevivencia de los Ortega
Al académico le sorprende la capacidad de sobrevivencia de la dictadura Ortega-Murillo porque en un sexenio “han desarmado y desmantelado todo atisbo de oposición”.
“A esta altura ya no queda ni una mínima resistencia en Nicaragua. Es tierra arrasada”.
Pero, en su opinión, eso no sería posible sin “el síndrome de la adultera”.
“Todos estaban con una piedra en la mano en 2018, pero nadie se atrevió a lanzar la primera. Así que todos salvaron a la adúltera y la dejaron viva para que después se nos viniera encima”, ejemplifica.
La segunda hipótesis se basa en el supuesto apoyo incondicional de Cuba, Rusia, Venezuela y China. “Pero cada hipótesis tiene su defecto, su carencia”, advierte.
“En este caso Cuba es la necesitada y no puede brindar ayuda, Venezuela nos redujo la cuota preferencial de petróleo hace años”, recuerda.
“Rusia está empantanada en una guerra y no quiere saber de ayudar a nadie y China demuestra que es la potencia más tacaña porque los números de inversión a Nicaragua no llegan ni al 0.2% de inversión social”, explica.
“La tercera la llamo la venganza de Maquiavelo que consiste en que la dictadura se apoya exclusivamente en las armas, en la policía y el ejército, y en los grandes capitalistas que cada vez le tienen más miedo”, recuerda.
La debilidad del régimen
Sin embargo, contrario a lo que otros vaticinan, Quezada descarta que la dictadura sobreviva en el poder porque “a lo mejor este gobierno no llega al 2025 con todos estos desastres que ha hecho”.
“Se están desbaratando por dentro, se están echando presos, capturan a abogados, jueces, generales del ejército, se están devorando. Hay un fenómeno de autodestrucción”.
“Es una autofagia equivalente a la pintura de (Francisco de) Goya donde Saturno se está comiendo a sus hijos”, reflexiona.
Ahora que está libre y resguardado temporalmente en Guatemala, el sociólogo Quezada piensa que es cuestión de tiempo para que el autoritarismo de Ortega y Murillo empiece a derrumbarse.
“Si no cae en 2025 podemos decir que fue la excepción de la regla”, piensa.