*Para Santos, quien fue embajador de Colombia en Washington, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva está haciendo en la OEA la misma operación “con la familia dictatorial de Nicaragua”.
**Régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo es mucho más violento y persecutorio de las libertades que la de Somoza, valoró el diplomático colombiano en el contexto de la Asamblea General de la OEA.
Expediente Público
Lo que está haciendo el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, al pretender restarle contundencia a la resolución de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre los derechos humanos de Nicaragua, es lavarle la cara al régimen de Daniel Ortega, denunció el exembajador de Colombia (2018-2020) en Washington, Estados Unidos, Francisco Santos.
Esto, a pesar de que Nicaragua es hoy considerada para muchos gobiernos como una dictadura incluso peor que cuando estaban los Somoza, más violenta e infinitamente más persecutoria de las libertades.
“Lo cierto es que es una vergüenza, el señor Lula hoy es un amigo de dictadores”, afirmó el diplomático colombiano, quien recordó que en mayo pasado el mandatario brasileño reunió en Brasilia a varios presidentes con el gobernante de Venezuela, Nicolás Maduro, a quien le “lavó la cara”, diciendo que lo que estaba viviendo ese país era una narrativa construida.
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OEA no puede ceder
Para Santos, quien fue vicepresidente de Colombia entre 2002 y 2010, Lula está haciendo en la OEA la misma operación “con la familia dictatorial de Nicaragua”.
Sin embargo, recordó que ese lavado de imagen de Maduro le salió muy mal al presidente brasileño, ya que el mandatario de Uruguay (Luis) Lacalle “le contestó de manera pública a pesar de que no querían que se conocieran sus declaraciones”, así como el presidente de Chile, Gabriel Boric.
En ese sentido, el diplomático colombiano dijo esperar que Estados Unidos y el resto los gobiernos que creen en la democracia actúen como tiene que actuar para censurar «a la mafia» que hoy tiene Ortega y su esposa Rosario Murillo en Nicaragua, y que “eviten que Lula se salga con la suya”.
Los motivos del presidente Lula
Lo que está haciendo Lula “no sorprende”, consideró Santos, ya que el mandatario sudamericano está con un afán inmenso de dejar un legado, ya que el que tenía de haber sido el primer presidente de izquierda en la historia de Brasil lo perdió con la condena por corrupción que lo tuvo más de 580 días en la cárcel.
“Entonces está buscando rehacer su agenda, está buscando rehacer su legado”, continuó el exembajador colombiano, para quien Lula navega a contracorriente debido al cáncer que padece y a la edad, pues en octubre cumplirá 78 años.
Pero Lula no solo es amigo de Ortega y de Maduro, también del dictador chino Xi Jinping, del ruso Vladimir Putin, de Corea del Norte, “y de todo ese entronque dictatorial que hay en el mundo”, apuntó, con lo que le está haciendo un daño inmenso a la historia democrática de Brasil.
Incluso, en Brasil ha empezado una censura a la libertad de prensa: “Si tú dices que Lula es amigo de dictadores, te multan y multan a la red social”.
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Salida de Nicaragua de la OEA
Sobre la salida de Nicaragua de la OEA, el exembajador Santos dijo que lo que tiene que hacer la comunidad democrática es presionar para que se aprueben más sanciones contra Ortega, su familia, el Ejército y todo su círculo, para cerrar la posibilidad de que puedan seguir robando, lavando dinero y que Nicaragua siga siendo una base de intereses autocráticos en la región.
En ese sentido, señaló que la influencia de Rusia en Nicaragua es muy importante y hay que visibilizarla para ver si más temprano que tarde el Gobierno de Estados Unidos se despierta.
Pero reconoció que le sorprendería que el Gobierno del presidente Joe Biden, que es bastante blando frente a estos temas, tome decisiones radicales, como debe ser, frente a un dictador como Ortega.
Estados Unidos es muy exigente con los países democráticos y complaciente con los países donde hay dictaduras, criticó.
Cuestionó también que la actual administración tiene a gente de muy bajo nivel manejando el tema de América Latina, a cargo de su compatriota colombiano Juan González, quien no tiene “ni la cabeza ni tiene la capacidad ni tiene la trayectoria para poder movilizar el aparato burocrático y político de Estados Unidos para defender la democracia”.
De allí que, para Santos, “la lucha de los nicaragüenses por liberar a Nicaragua tiene que ser una lucha de ellos”, así como lo hicieron en el pasado con Somoza. “Y creo que es hora de que esa lucha empiece otra vez y los acompañaremos todos los demócratas del continente”.
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Sanciones no cambian nada
Pero sea cual sea la resolución que emita la OEA en su 53 periodo ordinario de sesiones de la Asamblea General, Santos reconoció que eso “no va a cambiar absolutamente nada” porque a los dictadores este tipo de organizaciones les importa “un cinco”.
Lo que les importa es mantener el poder que tienen en su país, por lo que consideró que la OEA necesita una mirada nueva en medio de una “Guerra Fría 2.0” para que de verdad lidere la defensa de la democracia en el Hemisferio Occidental.
Se pronunció porque solo los países en democracia puedan pertenecer a esa organización y que gocen de beneficios en términos de comercio exterior y migración.
Pero, para los que no, que existan “castigos clarísimos” como el que no puedan exportar a los Estados Unidos ni tener migración hacia ese país.
“Si quisiéramos tener una OEA vibrante (…) debería tener herramientas muy fuertes como esas y no simplemente resoluciones que muchas veces se quedan en el vacío”, acotó.