Excarcelados relatan la crueldad de los guardias en la prisión del régimen de Nicaragua

Excarcelados relatan la crueldad de los guardias en la prisión del régimen de Daniel Ortega

* Las familias de los 135 excarcelados están llegando a Guatemala a reunirse que los desterrados por el régimen de Nicaragua.

** El muralista Kevin Laguna cuenta a Expediente Público lo difícil de los 289 días de confinamiento.


Marysabel Aldana / Expediente Público
Cobertura Especial

Después de 48 horas de su llegada a Guatemala, los 135 excarcelados políticos y desterrados por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, reciben terapia y la mayoría ha contactado a sus familias.

Algunos de los liberados siguen sin conciliar el sueño por las noches, de imaginar que lo que están viviendo es un sueño, algunos tienen el temor de dormir y levantarse entre esas paredes de concreto donde se les cortaba su libertad.

Kevin Laguna, preso por pintar mural de Miss Universo

Uno de los expresos políticos del régimen Ortega Murillo es Kevin Laguna, un joven artista al que detuvieron el 21 de noviembre de 2023.

A Laguna lo detuvieron tres días después del triunfo de la nicaragüense Sheynnis Palacios, como Miss Universo. Su delito fue pintar en un muro el rostro de la beldad nicaragüense.

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Laguna diseñó y pintó un mural en la pared de una casa en Estelí, una ciudad ubicada al Norte de la capital nicaragüense. Los policías lo obligaron a borrar la imagen y en un primer momento no lo detuvieron, horas después lo encarcelaron.

El artista estuvo desaparecido por varios días, hasta que se anunció su captura.

Las desapariciones forzadas en Nicaragua es una práctica recurrente y ha «mostrado un alarmante incremento, consolidándose como una estrategia deliberada del régimen para castigar y silenciar a sus opositores», según el Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas.

Este patrón de desapariciones forzadas constituye una grave violación de los derechos humanos.

El confinamiento en la prisión

Ahora, durante su estadía en Guatemala, Laguna contó a Expediente Público las noches que en sueños imaginaba que estaba libre, pero al abrir los ojos lo único que miraba eran unas paredes de concreto.

Laguna prefirió no enfatizar en los abusos o las torturas que sufrió dentro de la prisión porque sus ojos se llenan de lágrimas al recordar a lo que fue sometido.

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«Me robaron la identidad, al cortarme el pelo se llevaron mi identidad. Para mí tener el pelo largo era eso, libertad, pero ahora ya no la tengo», comentó Laguna.

La experiencia de la prisión no se la desea a nadie.

Varios reportes de organizaciones de derechos humanos de Nicaragua, evidencian el trato inhumano del régimen con diferentes prácticas que van desde la negación del acceso a patio sol, la pésima calidad e higiene de los alimentos y el agua, así como tortura psicológica y la negación de asistencia médica.

Efectos de la cárcel

El artista está agradecido con el Gobierno de Estados Unidos y de Guatemala por el recibimiento que se les ha dado a los 135 excarcelados políticos, por la lucha que tuvieron para liberarlos y porque ahora puede descansar en una cama.

Laguna considera que ahora tienen la oportunidad de salir a recibir el sol cuando lo desee, de comer lo que quiera y de continuar su vida artística.

«En lo personal me ha dado un poco de miedo dormirme y despertar. Muchas veces allá (encarcelado) me soñé libre y era tan real que de repente miraba las mismas cosas. (Ahora) hemos podido descansar, hablar, platicar, escuchar música, bañarnos, beber café las veces que queramos, estoy superagradecido», comentó el artista.

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Por ahora, Kevin Laguna desconoce cuál será su futuro, pero está convencido de pintar un mural en Guatemala como agradecimiento por el recibimiento y por sacarlo de una prisión que le estaba consumiendo la vida.

Más de 26 veces preso por el régimen

José García es otro de los 135 excarcelados políticos; sin embargo, su lucha no se remonta a los últimos años, si no que es de hace décadas.

García, un sindicalista que ha denunciado las violaciones a los derechos humanos perpetradas por el régimen Ortega Murillo, pasó 18 meses encarcelado en su último arresto.

Su familia, al conocer de su excarcelación, fue la primera en llegar a Guatemala. Arribaron al país el 7 en la madrugada del 7 septiembre. Sin embargo, temiendo represalias, prefirieron no dar sus nombres, porque aseguran vigilados por la dictadura en Nicaragua.

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García solicitó al presidente Bernardo Arévalo que extendiera el plazo de 90 días para su permanencia en Guatemala. Explicó que este país es donde se siente seguro y puede estar cerca de su familia.

«Recibí maltrato, me condenaron a cuatro años de cárcel, y me sometieron a torturas psicológicas, pero eso no me ha derrumbado, porque estoy luchando y seguiré luchando por los derechos humanos de todos mis compañeros y de mi familia», afirma García.

Al despedirse de sus familiares les pidió paciencia para volver a reunirse, pero también que sigan luchando por construir un mejor país.

Preso por una foto con la palabra Nicaragua

Excarcelados relatan la crueldad de los guardias en la prisión del régimen de Nicaragua

El régimen Ortega Murillo se caracteriza por encarcelar a miles de personas injustamente, pero el caso de Eduardo José Argüello, no es distinto al resto.

Argüello se le detuvo arbitrariamente por subir una fotografía a sus redes sociales con una playera donde se leía «Nicaragua», y en la descripción de la foto escribió que quería un país libre.

Una semana después de esa publicación lo detuvieron en Managua al llegar a su casa; en ese momento desconocía el motivo de su detención.

Mientras aguardaba la primera audiencia, Argüello vio cómo una agente de policía colocaba una maleta junto a él, haciéndose pasar por suya. Más tarde, le informaron que en el interior de la maleta había marihuana y que, según afirmaron, le pertenecía.

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Argüello pasó más de dos años en prisión, pero tenía en su contra una condena de 10 años. Durante el tiempo que estuvo detenido no pudo ver a su familia ni un solo día.

Las torturas en la cárcel

Los guardias de la prisión le decían constantemente a Argüello que su familia no lo quería, alegando que no iban a visitarlo. Sin embargo, sus seres queridos acudían todos los días para verlo, pero no les permitían entrar al penal.

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«Hasta que logré entrar a Guatemala y me dieron un teléfono, me comuniqué con mi familia, me enteré de que ellos llegaron todos los días, pero no dejarme verlos, era parte de la tortura psicológica al que me sometían, entre otras más», comentó Argüello.

Acnur, la Agencia de la ONU para los Refugiados sigue encargándose de la alimentación y hospedaje de los expresos políticos, quienes estarán en hoteles en la ciudad de Guatemala por estos 90 días que tienen de estadía en el país centroamericano.