*Académico norteamericano, Evan Ellis, dice que Estados Unidos no debe hacerse de la vista gorda de las relaciones del régimen de Ortega con Rusia, China e Irán.
**Profesor investigador de Estudios Latinoamericanos del Instituto de Estudios Estratégicos del Colegio de Guerra del Ejército de los Estados Unidos, advierte que los Ortega Murillo tienen en Nicaragua una “mayor dominación” que los chavistas sobre Venezuela.
Expediente Público
La dictadura de Daniel Ortega es un puente clave para la entrada de actores extrahemisféricos antiestadounidenses en la región, como Rusia, China e Irán, asegura el académico norteamericano Evan Ellis, profesor investigador de Estudios Latinoamericanos del Instituto de Estudios Estratégicos del Colegio de Guerra del Ejército de los Estados Unidos.
“El gobierno, cada vez más autoritario de Nicaragua, se ha convertido en un puente clave para la entrada de actores extrahemisféricos antiestadounidenses en la región”, dijo Ellis en una exposición en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington, D.C.
“El régimen dictatorial de Daniel Ortega no solo continúa derogando los derechos de su propio pueblo para la elección democrática, la libertad de expresión y otros derechos humanos fundamentales, sino que también sirve como punto de entrada para la proyección de amenazas en la región por parte de rivales extrahemisféricos de los Estados Unidos”, subrayó Ellis.
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El académico sostuvo que “por razones morales y estratégicas”, Estados Unidos “no debe hacer la vista gorda ante el destino del pueblo nicaragüense y los peligros directos e indirectos que el régimen autoritario de Ortega presenta a los Estados Unidos y a la región”.
El control que los Ortega Murillo han logrado sobre Nicaragua “es aún mayor que la dominación de los chavistas sobre una Venezuela mucho más grande y rica en recursos”.
Rusia, el rival más significativo
Para Ellis, “el más significativo de los rivales extrahemisféricos de Estados Unidos” que Nicaragua ha permitido en el hemisferio ha sido Rusia, “con la que el régimen de Ortega renovó su alianza estratégica de la era de la Guerra Fría en 2008”.
El académico recordó que los Ortega siguen recibiendo ayuda militar y económica de Rusia e hizo un recuento de la misma, incluyendo la acogida por parte del régimen de bombarderos rusos Tu-160 Blackjack con capacidad nuclear en 2008. La historia se repitió en 2013, cuando esos bombarderos, al salir de Nicaragua, violaron el espacio aéreo de Colombia, país con el que tenían disputas territoriales.
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Además, Rusia proporcionó un volumen significativo de asistencia militar a Nicaragua “en relación con su limitado tamaño y necesidades de seguridad”, incluyendo la venta o entrega de tanques T-72, aviones de transporte, cañones antiaéreos y lanchas patrulleras.
“La organización rusa contra las drogas FSKN ha construido un centro de capacitación para hacer cumplir la ley en el barrio de Las Colinas de Managua”, describió Ellis. En esas instalaciones, se capacitaron 260 representantes de cinco países en 2017, su primer año de funcionamiento.
Espionaje y militares
“Rusia también ha construido una estación de enlace descendente para su sistema de satélites de posicionamiento global Glonass en la zona de la Laguna de Nejapa”, subrayó.
Para el profesor , la autorización de la Asamblea Nacional de Nicaragua para la presencia de tropas, buques y vehículos militares rusos el 9 de junio del 2022, aunque “no fue un fenómeno totalmente nuevo”, más bien, “fue una renovación y expansión de la aprobación recurrente de la presencia de las fuerzas rusas por parte del congreso sandinista, lo que había ocurrido durante más de una década”.
Ellis también hizo un recuento de donativos rusos en trigo y autobuses de pasajeros, así como acuerdos de cooperación energéticos, médicos y nucleares, cuyos detalles no han sido divulgados.
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La presencia de China Popular
Ellis menciona como otro rival extrahemisférico de Estados Unidos a la República Popular China, con la que Ortega restableció relaciones diplomáticas en diciembre de 2021, tras el repudio generalizado de la comunidad internacional a las elecciones fraudulentas en las que Ortega se reeligió con sus adversarios encarcelados.
“Cuando Ortega regresó al poder por segunda vez en 2007, no restableció inmediatamente las relaciones diplomáticas con la República Popular China. De hecho, esperó hasta la condena internacional generalizada de su mala conducta al manipular las elecciones de noviembre de 2021, incluida la perspectiva asociada de pérdida de acceso a los Estados Unidos y otros mercados”, dice Ellis, quien cree que la Ley Renacer dobló la mano de la dictadura nicaragüense.
Pero Ellis advierte que además de ayudas simbólicas, como el donativo de vacunas o un proyecto para construir una pequeña cantidad de viviendas públicas en Managua, China Popular no ha mostrado grandes signos de inversión o cooperación como ya lo hizo con otros países con los que recientemente estableció relaciones.
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La farsa del Gran Canal
“Sorprendentemente, a diferencia de otros países que han establecido recientemente relaciones con la República Popular China, incluidos Panamá, El Salvador, la República Dominicana y Costa Rica, el cambio de Nicaragua no fue acompañado de anuncios de memorandos de entendimiento (MOU) entre los gobiernos, o nuevos grandes proyectos de inversión o infraestructura por parte de empresas con sede en la República Popular China”, advierte Ellis.
El académico revela que el multimillonario chino Wang Jing, desarrollador del llamado Canal de Nicaragua, apareció misteriosamente en Managua en noviembre de 2021 durante el período previo a las elecciones nacionales, después de una ausencia inexplicable de 18 meses, recordando a los nicaragüenses que la autorización para el canal sigue vigente.
“Hasta la fecha, sin embargo, no hay más información sobre el avance del canal ni signos de nueva construcción”, señala Ellis.
El profesor señala como hechos significativos entre Nicaragua y China un acuerdo comercial suscrito en junio en el que la República Popular China se comprometió a comprar productos nicaragüenses y la promesa de que se abra la economía nicaragüense a la penetración de las empresas de infraestructura con sede en la República Popular China.
Los proyectos de Irán se han quedado en el papel
Ellis señala a Irán como el tercer rival extrahemisférico de Estados Unidos al que Ortega le ha abierto las puertas, pero advierte que “a pesar de que se habla de múltiples proyectos de inversión iraníes en Nicaragua en ese momento, ningún proyecto comercial flotado entre los dos países llegó a buen término”.
Ellis describe la relación entre Ortega e Irán como “un compromiso comercial y político”.
Pero hasta ahora solo ha habido una serie de memorandos de entendimiento en petróleo y agricultura.
“Estos incluían compromisos de Irán de suministrar combustible a Nicaragua, así como la discusión de posibles inversiones iraníes en una nueva refinería de petróleo para el país. En julio de 2022, el gobierno anunció posteriormente que Irán también comenzaría a comprar carne de res nicaragüense”, recuerda Ellis.