*El software espía israelí Pegasus, contratado por varios gobiernos, ha sido detectado en teléfonos móviles para espiar a periodistas, opositores y defensores de Derechos Humanos en varios países en la región.
**En el caso de Venezuela, el sistema de espionaje sería de procedencia china, rusa o cubana.
***Periodistas de México y El Salvador explicaron cómo han sufrido la interceptación telefónica a través del spyware.
Expediente Público
El espionaje telefónico a periodistas a través de sofisticados programas se ha convertido en una nueva forma de persecución y acoso a los comunicadores en todo el mundo. Periodistas de Estados Unidos, México, El Salvador y Venezuela, dieron testimonio de sus experiencias personales y el impacto de este tipo de vigilancia ilegal que han sufrido, así como las investigaciones que se han hecho al respecto.
Los periodistas rindieron su testimonio en un foro del Woodrow Wilson Center en Washington denominado “Periodismo en la era del software espía: defender la libertad de prensa y contrarrestar las amenazas”, realizado el 7 de septiembre de 2023.
“El software espía se infiltra en computadoras personales y teléfonos inteligentes y, al mismo tiempo, evita la detección, prohíbe e inhibe los informes de investigación al exponer a los periodistas a posibles chantajes y al socavar sus fuentes y conversaciones confidenciales, incluidos los denunciantes”, denunció el embajador Mark A. Green, presidente del Wilson Center al presentar el foro.
Green afirmó que esta práctica es “una amenaza a la seguridad física de los periodistas y los expone a la intimidación y al acoso legal por parte del Gobierno”.
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Vigilancia electrónica
“Es una forma de vigilancia electrónica que ayuda a los (gobiernos) autoritarios a silenciar la disidencia y a ocultar sus propias malas acciones”, subrayó.
En el panel intervinieron John Feeley, director ejecutivo del Centro para la Integridad de los Medios de Comunicación de las Américas, la periodista del Washington Post Dana Priest, el director del diario salvadoreño El Faro, Carlos Dada, la periodista mexicana Alejandra Xanic y el comunicador venezolano Ewald Scharfenberg, director de Armando.info
Feeley, exembajador estadounidense en Panamá, sostuvo que “el software espía es una amenaza muy seria” y recordó su propia experiencia en ese país cuando el entonces presidente Ricardo Martinelli contrató programas de espionaje contra periodistas y políticos opositores.
El inicio del espionaje
Dana Priest, periodista de The Washington Post, relató el inicio de una investigación pionera sobre spyware (o software espía) que llevó a periodistas de Europa, México y Medio Oriente a revelar una red de control contra periodistas, políticos, funcionarios gubernamentales de alto rango o exfuncionarios de todo el mundo.
Entre los vigilados había periodistas de reconocidos medios internacionales, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia, la familia real de los Emiratos Árabes Unidos y dos personas asociadas con el periodista saudí Jamal Khashoggi, asesinado por los servicios secretos sauditas en Turquía.
La investigación fue la primera que encontró que el software espía Pegasus, de fabricación israelí, había penetrado en los teléfonos móviles alrededor del mundo.
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“Algunas personas se derrumbaron y lloraron cuando finalmente les dijimos por qué estábamos pidiendo sus teléfonos porque ya estaban bajo mucha presión sobre sí mismos y era una presión abierta, sabían que el Gobierno los estaba persiguiendo todo el tiempo y simplemente no podían más”, recordó Priest.
De 37 teléfonos que examinaron inicialmente, 25 de ellos fueron penetrados de manera confidencial con el software de la firma NSO.
Priest relató que México también tenía el mayor número de personas atacadas.
“Fue una investigación increíble y, una vez finalizada, todos nuestros socios continuaron buscando y continúan profundizando más y más”, dijo Priest.
La periodista del Washington Post advirtió que se trata de un software que los gobiernos adquieren a un precio elevado y que originalmente, cada intervención llegaba a costar hasta un millón de dólares.
Pegasus para espiar a periodistas en El Salvador
El periodista salvadoreño Carlos Dada, director del periódico digital El Faro, relató que descubrieron que periodistas de su medio habían sido infectados por el software espía Pegasus.
“Fue casi por accidente, como suele suceder en las salas de redacción, que uno de nuestros reporteros comenzó a ver que su teléfono estaba haciendo estas locuras”, relató Dada.
Consultaron con el Citizen Lab, una organización adscrita a la Universidad de Toronto que ha desarrollado la tecnología para descubrir y establecer con mucha precisión si un teléfono ha sido infectado con Pegasus y ahí empezó la investigación.
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De los 32 periodistas de El Faro, 22 resultaron infectados, todos usuarios de IPhone. El resto de los periodistas utilizaban móviles Android y no fue posible determinar si estaban infectados.
Gobiernos pagan por espiar a periodistas
El Faro ha hecho una denuncia contra la firma israelí NSO, el fabricante de Pegasus en un tribunal federal en California.
Según Dada, NSO ha declarado oficialmente en los tribunales que solo venden Pegasus a gobiernos o agencias estatales, y la investigación determinó que el espionaje venía desde la capital San Salvador.
Dada explicó que la investigación reveló que estuvieron espiados por 147 días y que, al cruzar los datos del espionaje con sus ciclos de noticias, descubrieron que tenía que ver investigaciones sobre las negociaciones del presidente salvadoreño Nayib Bukele con las pandillas o los escándalos de corrupción del Gobierno.
Dada lamentó que la revelación del espionaje fue “una gran pesadilla para los periodistas” y eso provocó la pérdida de muchas fuentes que quedaron desprotegidas debido al espionaje.
El periodista salvadoreño calificó el programa Pegasus como “el más invasivo y sofisticado”
“Pegasus vive contigo, extrae toda tu información, activa tu cámara de video, sabe a quién llamas, eso incluye hasta las fotografías de tus seres queridos y sabe dónde estás”, explicó Dada.
Intercepción desde el Estado
El comunicador venezolano Ewald Scharfenberg, director de Armando.info, relató que entre 2016 y 2021, la filial de la compañía española Telefónica Movistar, a petición del Gobierno de Venezuela, interceptó un millón y medio de teléfonos celulares y había entregado metadatos de 997 mil líneas.
“Es decir que alrededor de un tercio de los teléfonos celulares de Movistar fueron espiados por el Estado”, dijo.
Scharfenberg advirtió que la tecnología de vigilancia y censura podría ser de origen chino, ruso o cubano, debido a la cercanía del régimen venezolano con estas naciones.
Sin embargo, el régimen de Venezuela intentó comprar software espías occidentales en Estados Unidos e Italia.
“Todo ese mundo de Cuba, Rusia, China es una caja negra absoluta y sabemos que hay esfuerzos importantes de esos regímenes de desarrollar tecnologías para hackear periodistas y compartir esas tecnologías con la internacional autoritaria, con regímenes como Venezuela y Nicaragua”, señaló Scharfenberg.
El periodista venezolano reveló cómo los medios oficialistas divulgan grabaciones de la vida privada de periodistas y opositores políticos con el fin de acosarlos y avergonzar a los enemigos del régimen.
“Más allá de una cosa instrumental de conocer las fuentes de un periodista o qué investigaciones están haciendo, hay una intención más general de intimidación y que tú te sepas vigilado y eso tiene un efecto paralizante, conseguir que nadie se sienta seguro”, subrayó Scharfenberg.
El caso de México
Alejandra Xanic, de la organización periodística Quinto Elemento Lab, también relató la experiencia con el espionaje en México, donde se calcula que unas 50 mil personas fueron espiadas.
“Sabemos que el spyware se utilizó para periodistas que investigaban las masacres del ejército”, realtó Xanic.
El caso más relevante es de la periodista Carmen Aristegui, una personalidad de televisión y radio muy respetada en el país.
Aunque el espionaje se descubrió en el gobierno de Enrique Peña Nieto, Xanic sostiene que el espionaje ha continuado bajo el actual gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
“Esto no es algo del pasado sino algo que todavía prevalece y es concurrente”, dijo Xanic.
La comunicadora mexicana reveló que no solo periodistas y defensores de Derechos Humanos han sido víctimas del espionaje a través de Pegasus sino incluso, personas que luchaban por los derechos del consumidor.