*Las autoridades estadounidenses sostienen que Juan Orlando Hernández usó dinero del crimen organizado para cometer fraude en las elecciones del 2013 y 2017, y así garantizar protección a sus socios. Hizo de Honduras «un narcoestado», señalan.
**Un juez federal en Estados Unidos informó al exmandatario de Honduras los cargos en su contra, que incluye haber recibido millones de dólares de jefes narcotraficantes.
*** La audiencia se realizó este 22 de abril vía videoconferencia. El 10 de mayo es la siguiente audiencia.
Expediente Público
El expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, de 53 años, facilitó durante varios años el tráfico de drogas y protegió cargamentos que caían en avionetas provenientes de Venezuela y Colombia; recibió millones de dólares de varios líderes narcotraficantes; y cometió fraude en las elecciones de 2013 y 2017 con el dinero del crimen organizado, son algunos de los señalamientos que se desprenden de la acusación presentada en la Corte del Distrito Sur de Nueva York, Estados Unidos.
Luego de ser extraditado desde la capital Tegucigalpa a Nueva York el jueves 21 de abril, el exmandatario tuvo su primera audiencia hoy, 22 de abril, a las 3 de la tarde (hora de Nueva York, 1 de la tarde hora de Centroamérica), ante el juez federal Stewart D. Aarón, quien le notificó formalmente tres cargos.
Como parte de la acusación, se incluye una “alegación de decomiso” donde argumentan que el acusado perderá ante los Estados Unidos “todos y cada uno de los bienes” que el demandado “haya obtenido, directa o indirectamente, como resultado del delito, y todos y cada uno de los bienes utilizados, o destinados a ser utilizados, en cualquier forma o parte, para cometer y para facilitar la comisión del delito”.
En caso de que haya vendido, traspasado u ocultado esos bienes con la ayuda de terceros, tendrá que responder con valores equivalentes, es decir que podrían decomisarle propiedades o dinero obtenidos legalmente pero que cubren los montos que recibió del narcotráfico. Sin embargo, antes debe ser vencido en juicio.
Audiencia fue por videoconferencia
Hernández llegó a la Gran Manzana a eso de las 12:50 de la madrugada de este viernes, hora local, con escala previa en Fort Lauderdale, Florida. Desde entonces permanece recluido en el “Metropolitan Detention Center”, de Brooklyn.
La audiencia se realizó vía videoconferencia a través de la plataforma Zoom, a solicitud de la defensa, que está a cargo del bufete «Raymond Colón, Esq, y Daniel Pérez, Esq». Por ello, Hernández no fue movilizado hacia la Corte.
La conferencia se transmitió a un monitor en el edificio de los tribunales, donde pudo verse al expresidente vestido con la misma chamarra azul que usó al momento de ser extraditado. En su mano tenía un teléfono mediante el cual, pegado al oído, y con la ayuda de un traductor, pudo escuchar las intervenciones del juez Aarón, de la fiscal Eleonor Tawlor y del defensor Raymond Colón.
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Próxima audiencia: 10 de mayo
En una audiencia que se extendió apenas por 18 minutos, el juez le informó a Hernández de su derecho a guardar silencio, que se debía notificar a su país (Honduras) sobre su captura y le explicó que existe una acusación elaborada “por un gran jurado”. Además, le preguntó al defensor si había revisado el documento de acusación junto al imputado, lo que recibió una respuesta afirmativa.
La fiscal Tawlor manifestó el propósito del “Gobierno” de que el acusado siga el proceso en detención. Finalmente, el juez indicó que la siguiente audiencia se realizará el 10 de mayo, a las 11 de la mañana, donde el juez Kevin Castel le leerá los cargos y su defensa deberá decidir si se declara inocente, culpable o no culpable.
Al escuchar que no había objeciones a lo actuado, el juez suspendió la audiencia. En el monitor se pudo ver a Hernández que miraba a un lado, aparentemente hacia una ventana.
Un grupo de hondureños llegaron a manifestarse frente al edificio de la Corte para demandar que le apliquen “hasta tres cadenas perpetuas”, según dijeron algunos. Muchos cargaban banderas, carteles y gritaban consignas como “la dictadura ya cayó”, y “cachurecos pendientes, aquí está su narcopresidente”. Cachureco es el término usado para designar a los seguidores del Partido Nacional, que llevó a Hernández al poder. Algunos miembros de la etnia garífuna tocaban tambores.
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Acusaciones
Hernández Alvarado está acusado de conspirar para importar cocaína a los Estados Unidos; usar y portar ametralladoras y dispositivos destructivos para promover la conspiración de importación de cocaína; y conspirar para usar y portar ametralladoras y dispositivos destructivos para promover la conspiración de importación de cocaína.
La acusación, un documento de veinte páginas, está firmada por Damian Williams, fiscal asignado al Distrito Sur de Nueva York. Allí indican que “el acusado, abusó de su posición como presidente de Honduras para operar el país como un narcoestado, con el fin de enriquecerse, y ganar y mantener el poder de forma corrupta”.
En esa corrupción involucró a instituciones como la Policía Nacional, Fuerzas Armadas y al Congreso Nacional. Además, mientras se hacía pasar “públicamente como un aliado de los Estados Unidos, contribuyó con sus cómplices a que Honduras se convirtiera en uno de los puntos de transbordo de cocaína más grandes del mundo con destino a los Estados Unidos”, indica la acusación, que se desglosa en 18 incisos donde explican cada uno de los cargos.
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Apuntan, por ejemplo, que desde el 2004, organizaciones dedicadas al tráfico de drogas utilizaron a Honduras para trasladar a Estados Unidos unos 500,000 kilos de cocaína desde Venezuela y Colombia, vía marítima y aérea. Para lograrlo “obtuvieron el apoyo, protección y participación directa de ciertos funcionarios públicos hondureños prominentes, incluido Hernández”, señalan.
Esa colaboración incluyó dar a los carteles información policial y militar, y hasta los datos del radar de vuelo para evitar que los cargamentos fueran detectados.
Los socios de Juan Orlando Hernández
Puntualmente la acusación menciona que en el año 2005 Hernández aceptó aproximadamente 40,000 dólares del traficante Víctor Hugo Díaz Morales, alias “El Rojo”; en el 2009, le entregó 100,000 dólares, en una época en la que el político hacía campaña para llegar a la presidencia del Congreso. Esa colaboración se mantuvo entre el 2004 y 2016, lo que permitió a Díaz Morales y a Juan Antonio “Tony” Hernández, hermano del presidente, transportar unos 140,000 kilos de cocaína a través de Honduras, dice la acusación.
En la misma línea señalan que los expresidentes Hernández (2014-2018 y 2018-2022) y Porfirio Lobo Sosa (2010-2014) en el año 2009 recibieron 2 millones de dólares del narcotraficante Amílcar Alexander Ardón Soriano, alias «Chande», quien en ese momento era alcalde del municipio hondureño de El Paraíso, departamento de Copán, sitio utilizado para trasegar cargamentos de droga.
Además de comprometerse a proteger a “Chande” de una posible extradición, ambos políticos prometieron nombrar “al pariente y cómplice de Ardón Soriano («CC 1») para un puesto en el gobierno”. Hugo Ardón, hermano de “Chande”, ocupó el cargo de director del Fondo Vial desde junio de 2010 hasta el 2015. “En ese papel, y bajo la dirección de Hernández y Lobo Sosa, CC-1 otorgó contratos gubernamentales a compañías fachada controladas por narcotraficantes para ayudarlos a lavar el dinero de la droga”, acusan los fiscales.
“Tony” Hernández y Ardón Soriano trasegaron unos 30,000 kilos de cocaína, bajo el sello “TH” y “AA”.
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En el 2013 Hernández recibió un millón de dólares del entonces jefe del cartel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán, para facilitar los cargamentos de “Chande” y de los hermanos “Valle Valle”, proveedores del narco mexicano.
Pero, además, los fiscales sostienen que Hernández usó dinero del narcotráfico para hacerse con la Presidencia en las elecciones del 2013. Para ello pidió a CC-1 y a otros “sobornar a ciertos políticos y funcionarios electorales”. Con ello pudieron “manipular el conteo de votos a favor de Hernández”.
Una vez siendo presidente, también se asoció con el narcotraficante Geovanny Fuentes Ramírez, quien le habría entregado 25,000 dólares. A este Hernández le aseguró que iba a «meter la droga hasta por las narices de los gringos».
Nuevamente en el 2017, cuando Hernández buscaba la reelección, recibió de Ardón Soriano un soborno de 1.5 millones de dólares “de ganancias del narcotráfico”, señala la Fiscalía.
Tony Hernández fue detenido en noviembre de 2018, pese a ello su hermano, el entonces presidente Juan Orlando siguió vinculado a narcotraficantes, según la acusación. Por ejemplo, alrededor del 29 de mayo de 2019, un día después de que Hernández fuera identificado públicamente en documentos judiciales como uno de los conspiradores, Fuentes Ramírez visitó la Presidencia y le continuó pagando sobornos para protección, por un total de cientos de miles de lempiras”.