En 2018 se cometieron crímenes de lesa humanidad en Nicaragua contra los manifestantes que exigían reformas sociales, democráticas y el cese de la represión. Uno de los momentos más recordados de ese año fue el 30 de mayo, cuando este país centroamericano celebraba el Día de la Madre.
Las progenitoras del primer centenar de víctimas de la represión estatal organizaron ese día una multitudinaria marcha en Managua para pedir justicia, acción que se replicó en varias partes del país, pero el ataque simultáneo de las fuerzas estatales dejó un saldo de 19 muertos y más de 200 heridos.
No existe una sola persona presa por provocar estas muertes como tampoco hay detenidos por alguno de los asesinatos que continuaron cometiéndose.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos registra en Nicaragua 328 asesinatos relacionados con las protestas iniciadas el 18 de abril de 2018, la mayoría ejecutadas por policías y paramilitares.
Expediente Público recopila los testimonios de mujeres que perdieron a sus hijos por la represión, conocidas como las Madres de Abril, ellas conservan el dolor de la pérdida, latente como si todo hubiera sido ayer, pero también repiten que quieren que investiguen, enjuicien y encarcelen a aquellos que mataron u ordenaron la muerte de sus retoños.