La iniciativa Surf City 2, parte del ambicioso proyecto turístico impulsado por el gobierno de Nayib Bukele en El Salvador, está generando una intensa controversia debido a su impacto ambiental. Ubicada en la costa central del país, esta fase del proyecto busca consolidar a El Salvador como un destino mundial para el surf y el turismo de playa. Sin embargo, la construcción de Surf City 2 amenaza una reserva natural de gran valor ecológico: el área protegida de Punta Mango.
Expediente Público expone en este reportaje cómo Punta Mango, reconocida por su biodiversidad y sus ecosistemas únicos, es amenazada por la construcción de carreteras, hoteles y otras infraestructuras turísticas en esta zona.
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Además del impacto ambiental, la expansión de Surf City 2 ha suscitado críticas por parte de las comunidades locales y organizaciones ambientalistas. Se señala que el proyecto prioriza el desarrollo económico sobre la conservación del medio ambiente, ignorando las preocupaciones de los habitantes de la zona, quienes dependen de la pesca y el ecoturismo para su sustento. Estas comunidades denuncian que no han sido consultadas adecuadamente y que la implementación del proyecto se ha llevado a cabo sin una evaluación de impacto ambiental rigurosa.
En resumen, Surf City 2 representa un dilema entre el desarrollo turístico y la preservación ambiental en El Salvador. Mientras el gobierno promueve el proyecto como una oportunidad para el crecimiento económico, sus efectos sobre la reserva natural de Punta Mango plantean serias interrogantes sobre la sostenibilidad de este tipo de iniciativas.