El trabajo de la Misión de Apoyo Contra la Corrupción e Impunidad en Honduras, Maccih, tuvo un impacto relativamente bajo porque no lograron disponer de los instrumentos legales necesarios que reforzaran sus objetivos para extender los procesos de investigación a personajes claves de las élites políticas vinculadas a la corrupción gubernamental y privada de ese país, quienes además, optaron por legislar iniciativas para reforzar la impunidad y limitar las acusaciones de ese ente investigativo.
La continuidad de la Maccih y un desempeño con mejor efectividad dependía del rol que pudo desempeñar diversos grupos de interés de esa nación, genuinamente comprometidos en la lucha contra la corrupción.
En esta serie de ocho entregas, Expediente Público, evidencia los fuertes motivos personales que tuvo Mauricio Oliva, presidente del Congreso Nacional y principal inquisidor para sacar del país a la Maccih.