Para el 2021, las escuelas y universidades estatales en Nicaragua están funcionando con un presupuesto de US$571.9 millones. El gobierno redujo a ese sector 3.8 millones de dólares este año en comparación al 2020, lo que para especialistas consultados por Expediente Público complica la capacidad de los funcionarios en responder a los problemas de calidad, infraestructura y seguridad en los centros escolares y universidades, que han empeorado como consecuencia de la crisis social y política desde el 2018 y como efecto de la pandemia del Covid-19, en el último año.
De acuerdo a las cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), actualizadas hasta 2017, Nicaragua es uno de los países centroamericanos que menos invierte en educación con el 4.36% del Producto Interno Bruto (PIB), tendencia que se ha mantenido en la última década en la que ha gobernado el sandinista Daniel Ortega. En contraste a ello, Costa Rica es a nivel regional donde más se invierte, con 6.7% de PIB.
Aunque en la administración de Ortega se han aumentado los recursos al sector educación, también es cierto que hay disparidades en cuanto a las áreas que son prioridad. Por ejemplo, al Instituto Nacional Tecnológico (INATEC) se le aprobó un presupuesto de U$3.5 millones, mientras a la sancionada Policía Nacional se le asignaron US$108.3 millones.
En esta serie de reportajes, especialistas en temas de educación explican cuáles son las opciones para mejorar la calidad de la enseñanza en Nicaragua, que es vital para erradicar la pobreza, flagelo que se ha incrementado como consecuencia de la recesión económica durante los últimos tres años.