El 9 de diciembre se cumple un año desde que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo rompió relaciones diplomáticas con Taiwán para reconocer a la República Popular de China (RPC). ¿Qué resultados hay después de un año?
En este periodo, el régimen se ha conformado solamente con migajas, debido a que China no dona ni presta ni invierte en Nicaragua, contrario a lo que ocurrió con Costa Rica en 2007, donde hubo gestos significativos por parte del gigante asiático.
El régimen se ha conformado con recibir vacunas, kits tecnológicos para centros de educación primaria, equipos para la Policía y el apoyo para construir viviendas en un lote confiscado a una asociación nicaragüense.
En cada acercamiento que el régimen ha tenido con China, el hijo de la pareja, Laureano Ortega Murillo, aparece como el rostro visible que toma decisiones, firma acuerdos y participa en reuniones con los funcionarios chinos.
Laureano, conocido como el tenor de la familia del régimen, actúa como “canciller de facto” y fue el encargado de firmar el documento oficial para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas en sustitución del canciller, Denis Moncada.
Desde antes de diciembre de 2021, Laureano mantiene cercanía con los chinos. Fue el promotor de la construcción del Gran Canal Interoceánico en Nicaragua, un proyecto que nunca prosperó y fue rechazado por una amplia mayoría de nicaragüenses.
Expediente Público te explica con este especial el verdadero significado de las relaciones entre Nicaragua y China.