Venezuela sucumbe a la crisis humanitaria que ha causado una migración masiva sin precedente de 4,6 millones de personas de una nación sumida en pobreza, crimen y de violaciones a los derechos humanos por parte de la dictadura de Nicolás Maduro, según informes de Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos (OEA).
Esa crisis económica se combina con una represión política criminal del régimen chavista que ha logrado comprar la lealtad de las Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), con una serie de acciones que empezaron con la reforma a la Constitución en 1999, por el entonces presidente Hugo Chávez, y que su sucesor, Maduro, en el poder desde 2013 ha profundizado hasta lograr que los militares dejasen de ser apolíticos y sean parte de la estructura represiva.
La oposición, liderada hoy por Juan Guaidó exige a los militares lealtad a la Constitución y siguen creyendo que es el Ejército quien puede poner fin a la dictadura de Maduro, pero en este especial de Expediente Público exponemos por qué es un error esperar ese apoyo militar a la restauración de la democracia venezolana.
Se analizan las series de acciones que inició Chávez para dominar al Ejército inflándolo, comprándolo, politizándolo, así como instaurando la intimidación a los altos rangos, a las filas y fragmentando a la comandancia en general.