El rumbo de vida de muchas personas cambió en 2018. En especial el de activistas que formaron parte de la insurrección cívica de ese año y ante el cierre de espacios públicos, se desplazaron a las plataformas digitales como Facebook, Twitter, Youtube, Instagram y Tik Tok, para continuar su lucha y la denuncia de los crímenes de lesa humanidad que hasta hoy sigue cometiendo Daniel Ortega.
Las redes sociales en Nicaragua, son el nuevo espacio de protestas antigubernamentales, la otra última trinchera de los y las activistas nicaragüenses.